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30.6.09

"My life without me", Isabel Coixet



30/06/09

Ya alguna vez había comentado que tenía un miedo algo irracional a ver esta película por más que me gustara Coixet. No sé, creo que pensaba que pasaría algo al verla y no tenía ganas de ver qué sería. Con todo y que tantas personas me habían dicho que le diera una oportunidad.

En fin, un día lluvioso que quedé atrapada en casa pensé en lo ridículo que es tener una película ahí, esperándote toda la vida, y me dije que el momento era entonces o si no lo era, lo sabría definitivamente tras dos horas.




"Now you feel like you wanna take all the drugs in the world, but all the drugs in the world aren't gonna change the feeling that your whole life's been a dream and it's only now that you're waking up"


Creo que esa idea típica de una persona que de pronto descubre que va a morir pronto y tiene la sensación de que tiene que vivir todo en un par de meses la hemos visto hasta el cansancio en las películas. El eterno recordatorio de aprovecha tu vida porque aunque no tengas un tumor terminal puedes toparte con cualquier otra cosa. Lo que hace particular a Coixet desde el principio es que nos introduce de lleno en la situación, sin tratar de amortiguarla, y aún más, trata de mantenerse lo más posible al margen para no hacer de su corto retrato de la vida que le queda a Ann una moraleja en sí misma.
Me parece que todo el posible sentimentalismo marca su ausencia cuando Ann está sentada en un café cualquiera, redactando en un diario burdo las cosas que tiene que hacer antes de morir. Y no se plantea saltar de un avión, conocer Egipto, cambiar todo lo que no había cambiado hasta entonces. Sus deseos, si se les puede llamar así, son tan simples que uno siente de lleno esa sensación de que cuando sentimos que se nos va la vida no nos pesa tanto los mil sitios fantásticos a los que no viajamos, si no las cosas simples, las cosas pequeñas que esperábamos que fueran nuestra rutina y sabemos que no más. Dejar grabaciones para cada cumpleaños de las hijas que no verá crecer.

Toda la película es Ann y la verdad es que Sarah Polley luce increíble aún cuando temía que no pudiera superar la imagen que tenía de ella en "La vida secreta de las palabras". Aunque por otro lado creo que hay algo egoísta en la concepción de la película (bueno, tan egoísta como la idea de que uno se muere solo) y es que muchas cosas parecen muy dispuestas de manera superficial en cuestión de la trama y uno podría pensar en qué tan verosímil resulta eso. Pero por otro lado no creo que eso importe, no creo que la justificación quiera ir más allá que lo que una mujer puede experimentar en sus últimos meses de vida, aunque todo parezca de lo más arbitrario. En este aspecto no estamos viendo una película de manera global que trate de justificarse a sí misma todo el tiempo, estamos presenciando un solo universo, íntimo y a punto de desaparecer. Y todo lo que sucede en él es completamente arbitrario.


Algunos de estos pequeños huecos en la trama. Que no es que sean huecos en realidad, si no esas razones superficiales que nunca nos quedan del todo claras, llegaron a molestarme un poco pero creo que entiendo la razón por la que las presente así. Aún así la película me parece maravillosamente realizada, con una fotografía cuidada, con una iluminación íntima, con esa ambientación fría que me encanta en Coixet. Y más que nada una película que logra contar una historia exactamente como esperaba hacerlo, sin excusas.


De haber sabido que aparecía Deborah Harry quizá le hubiera dado una oportunidad antes, porque esa mujer me encanta y su personaje me parece deliciosamente delineado a pesar de lo poco que aparece. También el breve papel de Leonor Watling no demerita para nada lo hermosa que se ve y lo bien que consigue armar a su personaje. Aunque su aparición también sea una de esas razones deliberadas.


Es curioso porque creo que la película no era nada de lo que esperaba ni nada de lo que no quería encontrar en ella. Supongo que eso es parte del encanto de Coixet.



















29.6.09

"Horsemen", Jonas Åkerlund



29/06/09
Hace algunos días, que a estas alturas creo que son semanas, tenía ganas de ver un thriller. Algo un poco sangriente, un poco misterioso, que me pusiera un poco tensa. Nada del otro mundo, quizá. Y hacía poco había conseguido "4 jinetes del apocalipsis" (así traducido tan dramáticamente hasta cuesta tomárselo en serio) porque Ian dijo que había tenido buenas reseñas. No se me ocurrió preguntar reseñas de quién.
En fin, estaba el asuntillo bíblico que le había funcionado a "Seven" o "Resurrección" que fueron buenos thrillers. Y también tenía a Ziyi Zhang, seguro que valía la pena.



"Come and see"

Bueno, la premisa bíblica apocalíptica es fácil de conseguir. Porque siempre habrá algún loquito violento que reinterprete la Biblia a conveniencia para matar a los demás. O eso nos ha hecho creer Hollywood. Y un gran número de sucesos norteamericanos. Pero, ajam.
Las primeras escenas, aunque aún no entramos en materia, consiguen inquietarnos: en un enorme lago congelado hay una mesa con una charola, en cada una de las esquinas escrito en algún árbol está 'ven y mira'.
Y luego, claro, necesitan impactarnos al encontrar el primer cuerpo. Y el asuntillo de la suspensión funciona. La idea es tan elaborada y hay tanta sangre por todos lados que pega. Claro que en ese entonces todavía no sabemos lo de los jinetes del apocalipsis sino que una madre de familia fue encontrada brutalmente asesinada en su propia casa. Abajo la familia llora. Y, ajam.
Después de impactarnos ahora el siguiente punto es convencernos. La hija que encontró el cuerpo de la madre es Ziyi Zhang ridículamente vestida como si tuviera 14 años en la Inglaterra victoriana. Sinceramente creo que en ese momento comenzamos a pensarnos un poco la película porque la inclusión de la hija china adoptada queda muy como pegote. Pero, ajam, bueno.
Nuestro otro protagonista tampoco ayuda demasiado. Dennis Quaid es alguien que no me molesta ver en pantalla pero tampoco me lo creo mucho. Y una cosa es no creérselo en "El día después de mañana" pero en un thriller como el protagonista que lleva el caso deja mucho que desear. Además que explotar la prototípica relación padre detective / hijo que se siente ignorado llega a ser tan cliché que ya es casi molesta. Como si no hubiera posibilidades intermedias entre ser un buen policía o un buen padre.
Y bueno, probablemente la idea no sea mala pero no tiene ningún fundamento ni nada. La noción de ir matando a cuatro personas y medio montarlas como caballos del apocalipsis. Y que sufran mucho, claro. Creo que nunca queda demasiado claro cómo se organiza todo, y lo peor es que quieren ponernos a los personajes como muy brillantes y calculadores. Ziyi Zhang queda completamente fuera de contexto con su papel. Jamás nos creemos que es una sociópata, jamás nos tragamos su triste historia familiar. Incluso es incongruente que si fue adoptada desde muy pequeña conserve un acento claramente chino. Todo fue muy innecesario.

En cualquier caso podría ser al menos entretenida si no fuera porque, además de todo, es el tipo de películas en las que conforme van pasando cosas, ya sabes qué es lo que sigue. Y no sólo eso: lo sabes como desde una hora antes. A media película ya sabes cómo va a terminar y lo peor es que no te gusta. Entonces el resto del tiempo tratas de creer que podrán evitar ese fatal destino del terrible desenlace pero no. Las últimas escenas, las que creo que intentaban sorprender al espectador, son casi penosas. Tanto como el final ambiguamente feliz.

De hecho lo mejor que podemos rescatar de todo esto es, sí, los aparatos de suspensiones. Pero ya habíamos visto al asesino de "La célula" suspenderse. Y se veía mejor, oh.




¿Cuál es tu thriller bíblico favorito?
















28.6.09

"El lugar sin límites", Arturo Ripstein



28/06/09
Aunque nunca he sido muy fan de Ripstein, recientemente, al comentar sobre películas de trasvestis, /argentoylunaazul mencionó esta película basada en la novela de Donoso. Aunque la novela en concreto no la he leído, sí he tenido que ver al autor durante la carrera, además de que Dulce está haciendo su tesis de él. De modo que no pude esperar más, claro, y hace unas semanas nos reunimos para ver en escena a la Manuela.



"El infierno no tiene límites ni queda circunscrito a un solo lugar, porque el infierno es aquí donde estamos y aquí donde es el infierno tenemoso que permanecer"

Incluso en las películas actuales nos encontramos el tema por todos lados. No necesariamente sobre travestis, si no también homosexuales, transexuales y toda clase de "desviaciones sexuales". Una denuncia constante por demostrar como las personas han sido juzgadas siempre por su identidad. En este aspecto podría pensarse que la historia de la Manuela y toda su circunstancia sería una más entre todas estas anécdotas.
No puedo evitar enfatizar, de entrada, la recreación de las condiciones de vida en un pequeño pueblo perdido en México. Aunque supongo que en la novela se contemplaba la localización en Chile, pero se sabe que hay cosas que tienen que sacrificarse en pos de la adaptación cinematográfica.
En este sentido, la historia de Manuela juega en dos aspectos. Por un lado, estamos acostumbrados a que mientras más pequeña sea la población suele significar que su intolerancia será mayor. Esto no sucede aquí, ya que en realidad las pocas personas que quedan en el pueblo están por completo acostumbrados a Manuela y no lo ven más que como ella quiere ser vista: como una mujer en el cuerpo de un hombre. Ahora, por otra parte, esto tampoco va a rescatarla de un destino trágico, el cual parece buscar ella por momentos ya que como las demás le dicen 'te fijas sólo en hombres que no te convienen'. Y también representa el odio que proviene no solo del desprecio de su identidad sexual, si no una latente aunque oculta homosexualidad entre quienes la repudian.

En la película el pueblo de El Olivo ya ha sido abandonado casi por completo. Sólo queda el burdel que anteriormente era de la Japonesa y ahora sacan adelante la Manuela y la Japonesita con apenas un par más de prostitutas. También queda la hacienda de Don Alejo, la máxima figura de autoridad en el pueblo. Y los demás personajes son figuras de paso, que se encuentran ahí momentáneamente por algún negocio o alguna cuenta pendiente.
Todos los sucesos se centran en el miedo que la Manuela le tiene a Pancho, quien está de vuelta en el lugar. Algunos meses antes ambos protagonizaron algún problema y Manuela teme que haya regresado para cobrárselas de nuevo. Aunque esta relación es un poco de amor-odio porque no puede evitar sentirse atraído ante la típica representación del macho problemático.
Mientras arreglan los asuntos personales está también la situación del pueblo quien lleva mucho tiempo viviendo sin luz. La Japonesita confía en que pronto se la devolverán y todo volverá a la normalidad, pero mucho se habla de que Don Alejo sólo pretende vender todo el pueblo y el burdel es el último sitio que le queda pendiente.

Además de que los personajes, pese a caer un poco en estereotipos, son de un encanto increíble, probablemente la fuerza de la película reside en la recreación de la vida en las condiciones más olvidadas. Aquellos pueblos que fueron desapareciendo sólo para generar ganancias a sus dueños. El modo en que las cosas se solucionan en los sitios donde no hay ley si no la de aquel que tiene más dinero o más poder. La historia, que podría pasar por no tener ninguna particularidad excepcional, se llena de fuerza ante sus protagonistas y el modo en que se van desarrollando las situaciones.
Roberto Cobo es una excepcional Manuela, ya desde el 78, a mí me parece una increíble representación de un travesti que no cae ni en la simple figura de la loca ni pierde tampoco ese toque que debe caracterizarlo. A mí fue lo primero que me atrapó de toda la trama, y es que verlo bailar flamenco es todo un acontecimiento, con ese cuerpo tan masculinamente marcado pero con sus movimientos de lo más femeninos. Además de él, el resto de los actores son también excelentes. Comenzando por Fernando Soler como Don Alejo, aunque Ian diga que es muy poco papel para él y ya me dejó de tarea verme otras películas suyas. Por ahí tenemos también a Carmen Salinas, cómo no, a Lucha Villa y a Gonzalo Vega.
Aunque por lo que comentaba Dulce algunos personajes iban más allá de lo que pretendían mostrar de ellos en el libro. La que me dejó la sensación de que no cuadraba muy bien del todo fue la Japonesita, interpretada por Ana Martín, y que aparentemente es radicalmente distinta en la novela. Eso o será que su personaje está ahí para ser odiado. Y si es eso, lo logra.




¿Cuál es tu película favorita de Ripstein?


































26.6.09

"25 degrés en hiver", Stéphane Vuillet



26/06/09
Llegó a mí por casualidad y supongo que me intrigó porque no recuerdo haber visto una película belga anteriormente. O quizá sí y no lo recuerdo y eso me pareció interesante entonces. Porque la trama parecía apuntar a esas prototípicas películas íntimas de acerquémonos lentamente a la vida de un personaje, europeo de preferencia.



"Pero quizá su esposo no sea famoso aún y entonces no querrá verla y ella tendrá que esperar y eso podría tardar años. Tienes que decírselo"

No estoy del todo segura de si esa impresión inicial era del todo equivocada, pero lo que sí estoy segura es que si eso involucraba que la película tuviera que aburrirme (como a veces pasa) la realidad fue por otro lado. La atmósfera sí es un poco lenta, si es algo fría, pero la serie de circunstancias que pese a ser extrañas parecen abarcar una extensión de lo cotidiano, sirven perfectamente para mantener una trama que mantenga a uno interesado en la película.
El concepto que une a los personajes en la película es la migración. Y sobre todo agradecí que no fuera el prototípico fenómeno que nos encontramos todo el tiempo para reflejarlo. Que casi siempre es en cuestión de irse a Estados Unidos (que sobre todo en películas mexicanas se da por montones) o en otros casos de minorías desafortunadas que terminan sufriendo innombrables injusticias en otros lados del mundo. Que sucede, no voy a decir que no, pero también tiene mérito presentar un panorama en que esto es más próximo, menos dramático pero igualmente real.
En las historias principales tenemos primero a Sonia, una ucraniana cuyo esposo creyó que tendrían una mejor oportunidad de vida mudándose a Bélgica. Él fue primero y lo logró pero cuando Sonia trató de alcanzarlo fue detenida por imigración y enviada a la cárcel. Ahí dejó de saber de él. Pero antes de ser deportada consigue escapar, casi por azar, y está determinada con reencontrarse con su pareja y perdonarlo a pesar de su ausencia.
Por otro lado está Miguel, un español que creció en Bélgica cuando sus padres huyeron de Franco, el cuál está casado con una europea (de nacionalidad nunca especificada, pero no belga) que no consiguió adaptarse al país y se fue a trabajar a Estados Unidos en busca de mejores oportunidades. Él tiene que lidiar con el trabajo que su hermano le da casi por caridad, por las intermitencias de una esposa ausente, y criando a una pequeña, Laura, que sólo espera por las pocas postales y llamadas de su madre.
Por un azar cualquiera Sonia y Miguel se encuentran y terminan enredándose mutuamente en los esquemas del otro. En parte por inclinación telenovelesca y por morbo, la familia de Miguel (cuya madre es la genial Carmen Maura) hará todo por ayudar a Sonia a encontrar a su marido. Aunque parece que encontrar a un inmigrante no es cosa fácil.
Creo que este sentimiento tan español (que también podría ser un poco latino) de meterse en la vida de los demás por una curiosidad casi enferma es lo que me atrapó en la película. Yo también hubiera seguido a Sonia hasta donde fuera con tal de enterarme del final.
Por otro lado, el ritmo es muy dinámico en la película y constantemente nos movemos de una circunstancia a otra, lo cuál hace que no nos detengamos demasiado en grandes reflexiones y nos mantengamos al tanto de la situación. Todo parece ser algo impulsivo, como ayudar a una prófuga, pelearse con otra niña en el colegio, correr de una ciudad a otra, asustarse por un gato disecado. Los personajes parecen no detenerse a pensar en lo que sucede aunque por momentos lo intuimos de cierta manera. Especialmente a través de los razonamientos infantiles de Laura, quien reinterpreta constantemente su mundo a partir de lo que conoce. Y por momentos también tiene que abrir los ojos a su situación al ver cómo reaccionan otros ante las suyas.
Parece que llegado un momento lo que menos importa es encontrar al marido de Sonia si no creer que esa búsqueda llevará a algún lado. Esperar que alguna historia termine bien para tener esperanzas en la propia. Y en ese sentido la película es linda, es un poco cruel, es tierna y es muy cercana. O da la sensación de serlo, de dejarnos tocar a los personajes.

Las actuaciones también me parecen exactas. Carmen Maura como abuela no tiene duda alguna, aunque yo destacaría principalmente a Jacques Gamblin como el padre. Quien, pese a ser francés, me pareció el mejor español. Raphaëlle Molinier como la pequeña Laura también me cautivó, y eso que temía que llegara a ser un poco molesta. E incluso Sonia, interpretada por Ingeborga Dapkunaite, pese que no requiere irse más allá de lo correcto, me pareció una buena elección.

Música flamenca, la sensación constante de estar en un país extraño, la mezcla de idiomas. Me pareció que conforman un cuadro exacto, una película entretenida y que consigue llegar de algún modo al espectador, un poco desprevenido. Sin duda una grata sorpresa.




¿Alguna película belga favorita?






25.6.09

"Låt den rätte komma in", Tomas Alfredson



25/06/09
Mucha gente ya me había recomendado esta película, todos parecen hablar de ella y he encontrado miles de reseñas altamente positivas. De hecho ni siquiera la conseguí por deseo propio si no que Ian insistió en que la viéramos y propició todo para que sucediera. Yo traté de resistirme hasta el último momento. No por nada en especial, pero la verdad es que las películas de vampiros no suelen gustarme. Creo que no han hecho nada bueno con el concepto. Bueno, exagero, hay algunas buenas cosas por ahí pero son muy reducidas y en general terminan dándole 'un giro inesperado' de lo peor. Y tragarme dos horas de ternura vampírica no me convencía demasiado.



"It's just I've been twelve for a very long time"

He leído críticas muy absolutas sobre lo genial que es la película. Brryanda misma me insiste todo el tiempo en ello. Patri también la recomendó. Y ni siquiera creo que todo esto me haya influenciado demasiado porque me he enterado más después de haberla visto. Pero, con todo y la posibilidad de que no sea una mala película y la noción de que en gustos cada quien agarra su parte, no puedo entender qué es la gran genialidad que todos ven en la película.
Concuerdo con que es una película original, con que aporta algo al tema vampírico que no es decir cualquier cosa, que el ser sueca le da un puntito interesante y que Eli dista mucho de los vampiros que vemos últimamente en el cine. Pero si la rescato diría acaso que es una película entretenida con buenos puntos, pero en definitiva hay muchos aspectos que no me convencen para nada.
Creo que la trama juega en dos aspectos, constantemente se nos presentan situaciones que pueden o gustarnos o no gustarnos para nada. No es sólo la Bruja de Blair que puede encantarte que no se vea al final o parecerte una excusa tonta. Va más allá, constantemente hay elementos que parecen invitarte a decidir ¿y éste te gusta o no?
El primer asunto es que la pareja protagónica sea de pubertos. Después de los adolescentes vampiros de "Crepúsculo" le llega la hora del romance sangriento a jóvenes europeos algo más pequeños y con menos sentido del glamour. Debo admitir que en mi caso, Oskar me pareció un personaje fastidioso. No dudo que reaccione verídicamente como un niño retraído de su edad, pero creo que, finalmente, la psicología de la pubertad no presenta un atractivo para mí. Por momentos parece que nos quieren hacer sentir cierta ternura morbosa por él, pero sin cuadrar del todo. Es un niño retraído, de pronto es un niño egoísta, de pronto tiene una fascinación por los crímenes, de pronto quiere ser un niño normal. No sé si termina de convencerme que eso haya sido lo que quisieran reflejar de él, en su constante intento por encontrar una identidad propia.
Eli es otro punto, probablemente es el único personaje que salva la trama pero con todo creo que se le trata sólo de manera superficial. Lo más destacable de ella no es sólo el contraste que ella misma, físicamente, representa con el resto de los personajes, si no sus movimientos vampíricos que tienen cierto dejo animal. El aporte de que los vampiros no sólo son inmortales si no que se mantienen eternamente en la edad mental en que se detuvieron me parece lo más destacable de la película. Pero por momentos Eli da la sensación de ser una sombra junto a Oskar, una especie de excusa para preservar las fantasías neúroticas de él, o justificarlas. Como si ese fuera su cometido final. Tanto como el hombre con quien vive, quien probablemente tenía la mejor historia que contar en esa película y recibe la mínima atención.
Fuera de eso siento que en un afán de hacer una película íntima antes que centrarse en el vampirismo, hace que se pierda algo. Los crímenes, excepto cuando consiguen un buen movimiento de Eli, son casi burdos. Injustificable si se supone que llevan pasando un buen tiempo. Los problemas de Oskar parecen también absurdos, especialmente los niños que lo molestan en la escuela y son los abusadores más sin chiste que haya visto en pantalla. Los otros personajes fugaces nunca terminan de cuajar del todo y eso incluye una terrible escena en que una mujer es atacada por los gatos peor digitalizados que haya visto.
Además, el nombre de la película, cuya traducción al inglés me parece hermosa y asertiva, genera el peor elemento que se incluya en la trama. En un intento de recuperar algo muy propio del mito desde sus orígenes, lo convierten en una excusa burda, en una formalidad extraña y sin contenido. Un simulacro de lo que verdaderamente era. Probablemente una de las escenas que me parecen más desafortunadas pero que más se ven por el internet.
Entre todos esos giros, que nunca se aclara si son trascendentes o no, todo parece reducirse a una serie de acciones de 'Oskar se siente solo', 'Oskar conoce a Eli', 'Oskar cree que no estará solo más pero Oskar no sabe'. Y el gran desenlace, claro, que a mí gusto también queda un poco sacado de la manga. Como que muchos elementos habían llegado ya hasta ahí y tenían que arreglarlo de algún modo. Vampírica y tiernamente, claro está.

No sé, ni siquiera es que me parezca una película mala ni nada. Sé que en el género tiene sus méritos y quizá como historia de amor también. Pero me parece poco convincente, principalmente. Muy fabulesca y fácil. Que depende mayormente en llegarle al espectador o conseguir que se sienta identificado con algún personaje.
Y a mí, la verdad, es que no me llegó para nada.




¿Cuál es tu película de vampiros favorita?














24.6.09

"Night at the museum: Battle of the Smithsonian", Shawn Levy



24/06/09
He escuchado muchas veces el tipo de comentarios de 'no me gustan las comedias estadounidenses, pero...' y en general, fuera de algunas personas cuyos gustos no tienen perdón, me he encontrado con mucha gente a la que les gustó mucho la primera parte. Yo jamás la vi porque me parecía una especie de "Toy story" a lo grande. Y sumado a que Ben Stiller me parece un actor irregular (a veces hace cosas verdaderamente graciosas y luego se presta a las mayores vergüenzas), mejor lo dejé pasar.
Pero hace unas semanas salí al cine con Stef y a cambio de no repetir "Up" tuve que aceptar ver esta segunda parte.



"We're Americans, we don't plan, we do!"

Temía un poco porque la película iba a ser doblada, en primer lugar. Y había visto ya el trailer doblado y si se supone que en el trailer deben venir los momentos más graciosos para atraer al público, me parecieron un poco penosos los chistes. Traté de pensar que era cosa del idioma pero no tendría la oportunidad de verificarlo, claro. Y además me tocó una sala repleta de niños corriendo y de padres desentendiéndose por completo de ellos. Justo mi modo ideal de ir al cine.

Bueno, como no vi la primera supuse que lo único interesante que debía saber es que había un museo, Ben Stiller, y que las cosas cobraban vida. A lo "Toy story", claro. Por lo que deduje de los primeros minutos Stiller había dejado su trabajo para volverse un rico empresario (jo, fuera tan fácil) pero todavía visitaba nostálgicamente el museo. Hasta que bla bla, van a enviarlos al Smithsonian, aunque a los almacenes, y al final todos se ven enredados en un caos que se sucede en el corazón del conjunto de importantes museos.
Hasta aquí lo básico, claro, que creo que resulta un poco larga toda la introducción y en algún punto me estaba preguntando si en realidad era una película medio infantil porque sentía que se iban mucho por la tangente. Además que debo admitir que en este caso Stiller solo, en su labor de burlar la seguridad (casi rudimentaria, claro), no es demasiado gracioso. Pero es sólo cosa que aparezca Kahmunrah y todo cambia radicalmente. Hank Azaria es genial en su papel de egipcio caprichoso y seudo malvado. En español le pusieron una voz muy nasal que no sé si tenga algo que ver con la original pero que la verdad me causaba gracia ante los comentarios que soltaba cada vez.
A partir de ahí la mayoría de los chistes que mejor efecto tienen ni siquiera son los que tienen que planearse, creo que la sola idea de dejar un gran espacio donde vayan sueltos toda clase de personajes históricos, obras de arte y objetos de todo tipo ya genera circunstancias de lo más hilarantes: nos encontramos en una escena a Kahmunrah con una bata de Muhammad Ali, al romano Octavio en versión miniatura peleando contra una hormiga, a Al Capone en blanco y negro como corresponde a su época. E inumerables situaciones absurdas que podrían tener lugar en el espacio. Llegado a un punto lo de menos resulta la trama en sí, que es que todos se peleen por la tablilla dorada, y uno sencillamente disfruta del viaje.

A veces parece que se abusa de ciertos elementos pero creo que son los riesgos lógicos de tener que amontonarlos a todos. Aunque por suerte nunca llega a ser del todo molesto, aunque uno pueda no simpatizar demasiado por algún personaje.
Incluso es cierto que siendo tantos, en general casi todos tienen su dosis exacta de aparición, que hace que aunque no ocupen demasiado tiempo en pantalla eso no signifique que han sido relegados de algún modo de la trama.

El final es claramente hollywoodense y con una gran moralina, pero a esa altura uno ha pasado un buen rato y ya puede perdonárselo sin problema. Aunque resulte demasiado edulcorado y un poco tonto para el resto de la película. (Al igual que los acertijos, que hacen pensar que los egipcios eran más ociosos que ingeniosos para sus juegos mentales).



¿Qué obra artística o personaje histórico te hubiera gustado agregar?