Desaparecidos, como ya se va haciendo costumbre, pero regresamos de la tumba para dejar de lado los maratones mexicanos y enfocarnos en nuestra larga lista de pendientes de terror clásico. Porque yo, penosamente, tengo muchos más pendientes con las adaptaciones de la obra de Stephen King de los que me gustaría.
"Sometimes dead is better"
Seguramente Stephen King logró que muchos elementos cotidianos en nuestras vidas tuvieran un cariz oscuro durante nuestra infancia y adolescencia. Perros que pueden volverse locos, coches poseídos y celosos, payasos que se esconden en las duchas. En cada esquina podía haber una maldición gitana a la espera. Y entre sus icónicos elementos del terror, sin duda el cementerio de mascotas era otro de esos lugares que preferiríamos mantener alejados a toda costa.
Partiendo de las muertes pequeñas, "Cementerio de mascotas" cobra fuerza en una noción clásica del terror, una suerte de 'ten cuidado con lo que deseas' y un encuentro violento entre el deseo de querer que algo regrese de la muerte y el no saber en qué condiciones regresará. La familia Creed, quienes acaban de mudarse a un nuevo sitio en Maine, lucharán con estos sentimientos cuando descubran que el gato que murió y enterraron en el cercano cementerio de mascotas ha regresado a la vida. ¿A quién le importa que haya regresado como una criatura salvaje y diabólica cuando su mera presencia representa una puerta con el mundo de los muertos? Y es sin duda una puerta que invita a ser atravesada.
Si algunos aspectos técnicos o decisiones creativas pueden parecer un poco ingenuas al verse ahora con los 25 años de diferencia, la historia de la película sigue funcionando precisamente por concentrarse en la relación con la muerte. Las usuales decisiones idiotas de las películas de terror se complican al tratar situaciones en las que las emociones se desbordan fácilmente y uno puede dejar de lado las terribles consecuencias ante el instante fugaz del retorno. Si ya eso después termina por inclinarse hacia el recurso ahora cliché del antiguo cementerio indio, no pierde por completo esa cuestión elemental que parece justificar todas las acciones hacia la desgracia.
Aunque probablemente no logre escenas tan poderosas, como las consagradas apariciones de Eso en contextos cotidianos (pero bueno, lo que no pueda lograr un payaso en una alcantarilla), no sorprende que sea una de las referencias obligatorias cuando se habla de adaptaciones de King. Y seguramente que el texto original, con todo y sus demonios folklóricos, debe ser todavía mejor. Más si hacemos caso al autor que lo considera uno de sus favoritos.
Como dato curioso, la película aparece en la trivia de "¿Cuántas películas dirigidas por mujeres has visto?" de BuzzFeed Entertainment. Lista que algún día veré completa. Espero.
¿Adaptación favorita de una obra de Stephen King?