Y cerramos el maratón de Aishwarya Rai con otra película de Mani Ratnam, estrenada justo una década después de la anteriormente comentada "Iruvar", con la que comparte muchos puntos temáticos: historia biográfica libremente inspirada en un personaje real, una trama que implica encuentros y desencuentros entre sus dos protagonistas, y un retrato de la sociedad india a través de un 'hombre común' que sobresalió dentro de su contexto local. Este 'gurú' es Gurukant Desai, interpretando en la ficción y en la realidad el papel de esposo de Aishwarya.
"But there is one thing you can never snatch from me: my courage. I won't lose that. Because my courage is the common man's courage. This country's courage"
Tras el resultado de "Iruvar", la premisa de "Guru" no podía sonar menos atractiva. Si al menos en la anterior película la trama ligaba al personaje a los mundos del cine y la política, Gurukant Desai (inspirado en Dhirubhai Ambani), es un hombre cuya vida se volcó al negocio de las telas. a niveles tan técnicos como para entrar en detalles sobre la producción del poliéster en India. Su contraparte, no tan enfatizada en la historia, es el editor Manik Dasgupta, quien pasa de ser una figura paternal al principal crítico del obsesivo deseo de éxito de Gurukant.
La historia pasa por las fases usuales en una biopic, especialmente en las que se centran en la búsqueda desesperada de un sueño a toda costa: Desai es el hijo de un maestro de pueblo que sueña con triunfar en la vida, negándose a desalentarse ante la aparente imposibilidad de sus sueños. Empezando desde abajo, su agudo sentido para los negocios y su despiadada destreza lo lleva a convertirse en el dueño de un imperio industrial. Y en esta gran épica personal, se entrecruzan las pasiones sinceras y las acciones calculadas, personajes que se ven atrapados en su torbellino y que luego buscan no ser parte de él. Una red de desencuentros que conforman una clásica historia de ambición al tiempo que retratan una faceta no demasiado explotada en cine de la sociedad india.
Y si uno puede empezar creyendo que poco puede interesar una trama sobre empresarios del poliéster, se encuentra pronto con la sorpresa de que la película consigue arrancar con una fuerza inesperada y atrapar al espectador en esa particular mezcla entre el thriller, el drama y el musical que sólo el cine indio puede conseguir. Una década después se nota el refinamiento del director con un guión mucho más perfeccionado y a través del cual se aprovechan al máximo a sus poderosos personajes. Abhishek Bachchan, hijo del legendario actor Amitabh Bachcha y quien durante el estreno anunciara su compromiso con Aishwarya Rai, consigue transformar maravillosamente a su Gurukant de un joven inexperto pero ambicioso en un magnate incontenible. Y aunque los demás personajes giran practicamente alrededor suyo, son capaces de dar fuerza y vida a un abanico de historias que complementan esa revisión de los años 50. Destacando particularmente la particular relación entre Meenu, una joven con esclerosis múltiple, y el periodista Shyam Saxena.
Una sorpresa bastante inesperada y que demuestra una vez más que Bollywood no es sólo bailes e historias de amor. Y que los números musicales no están nunca de más, aunque las películas hablen de enfrentamientos mercantiles y corrupción.
¿Película de Aishwarya Rai favorita?