05/02/09
Soy una terrible persona. Parece que soy incapaz de seguir las recomendaciones que me dan. Y ni siquiera es por una malicia consciente, solo me pierdo entre el si la consigo, no y todas las dificultades. Desde el año pasado /besstiario me recomendó mucho esta película, después de que yo reseñara "Amén" y hablara de la época en que veía películas de revuelo religioso. Y, bueno, fue una aventura conseguirla, no encontrar subtítulos, no entenderle al inglés irlandés, etc. Hasta hace poco que se apareció en mi camino y lo tomé como una señal divina. Ese mismo día la vi, cargada de culpa. Y también la privilegio por sobre mi lista de películas atrasadas. Jo.
"No me doblegaré, no sucumbiré. Tragaré dinamita y algún día explotaré como un volcán"
Creo que si tuviera que describir la manera de una manera muy burda diría que es una especie de curiosa mezcla entre "Las hermanas de la Magdalena" (o algo así, creo recordar) y "La sociedad de los poetas muertos". Incluso he visto otras muchas críticas en que la comparan con esta última. Pero no se tienen porqué preocupar todos aquellos detractores de Robin Williams: fuera de cierta estructura general poco tiene que ver con la visión idealista casi bucólica de ésta.
Y bueno, tenía varios puntos que me gustan en general de las películas: una recreación poco ambiciosa de ciertos momentos históricos no tan alejados, controversia religiosa y cierta problemática que puede trascender a su propio contexto. Tenemos al profesor William Franklin, quien llega a dar clases a un apartado reformatorio irlandés. Su deber es educar, de un modo u otro, a los niños problemáticos que han sido recluidos por diversas razones. Es el primer responsable laico en entrar al centro, de modo que tendrá que enfrentarse con ciertas conductas religiosas que podrían ser poco ortodoxas, a la vez que prepara a los niños para un futuro un poco menos sombrío que al que parecen estar destinados.
Probablemente la mayor virtud de la película es que trató de mantenerse dentro de cierto límite realista. No dudo que sí se hubieran dado muchos casos de abusos extremos pero creo que si la película se hubiera concentrado únicamente en religiosos que abusaran de su poder sobre niños indefensos podría haber corrido el riesgo de quedar más como un discurso contra la iglesia que como un hecho supuestamente real.
Al mismo tiempo también esta parte de la educación no fue tan platónica como en la otra película que mencioné o cuántas películas de profesores queriendo cambiar al mundo. Fuera de quizá algunas escenas típicamente ideales, la mayor parte del tiempo puedes percibir un problema real contra niños en condiciones adversas. Y sobre todo que el propio profesor se encuentra muy lejos de ser el personaje más ideal de la película, lo cuál está bien, que nos presenten a un ser humano real, frustrado por su problemática histórica, con compromisos morales muy claros pero no siempre los más adecuados, y que muchas veces tampoco pudiera lidiar correctamente con sus propios problemas.
Ahora, claro, que en este tipo de películas lo que más interesa son las escenas casi de crueldad, sobre todo porque es la ruptura que uno buscaría representada. El modo en que la supuesta disciplina era impartida de maneras brutales bajo premisas absurdas. El antagonista, encargado de disciplinar a los niños, el hermano John, es una especie de fanático que está convencido de lidiar con criaturas al nivel de bestias que deben aprender a través de las formas más primitivas de maltrato. Y es cierto que parte del impacto en estas conductas se ve enfatizado por el mensaje final, el conocimiento de que estos centros de falsa readaptación fueron abolidos en Irlanda en 1984. Cuando la ficción de la película y su aparentemente lejano momento histórico nos alcanza y consigue concretar un mensaje más allá de los casos aislados.
Y bueno, tantas cosas malas que siempre se han adjudicado a los religiosos, claro está.
Y, claro, como debe ser, puede que en algunos puntos la película si caiga en escenas quizá demasiado idílicas o ciertos flash-backs hasta un poco molestos, pero creo que nunca llega a ser al punto de realmente interrumpir la secuencia que maneja. También hay ciertas cosas que me parecieron un poco irregulares, pero tampoco es caso que uno espere que todo esté impecable, ajam. En cualquier caso me parece una película muy recomendable para quienes gustas de este tipo de tramas y eventos.
Soy una terrible persona. Parece que soy incapaz de seguir las recomendaciones que me dan. Y ni siquiera es por una malicia consciente, solo me pierdo entre el si la consigo, no y todas las dificultades. Desde el año pasado /besstiario me recomendó mucho esta película, después de que yo reseñara "Amén" y hablara de la época en que veía películas de revuelo religioso. Y, bueno, fue una aventura conseguirla, no encontrar subtítulos, no entenderle al inglés irlandés, etc. Hasta hace poco que se apareció en mi camino y lo tomé como una señal divina. Ese mismo día la vi, cargada de culpa. Y también la privilegio por sobre mi lista de películas atrasadas. Jo.
"No me doblegaré, no sucumbiré. Tragaré dinamita y algún día explotaré como un volcán"
Creo que si tuviera que describir la manera de una manera muy burda diría que es una especie de curiosa mezcla entre "Las hermanas de la Magdalena" (o algo así, creo recordar) y "La sociedad de los poetas muertos". Incluso he visto otras muchas críticas en que la comparan con esta última. Pero no se tienen porqué preocupar todos aquellos detractores de Robin Williams: fuera de cierta estructura general poco tiene que ver con la visión idealista casi bucólica de ésta.
Y bueno, tenía varios puntos que me gustan en general de las películas: una recreación poco ambiciosa de ciertos momentos históricos no tan alejados, controversia religiosa y cierta problemática que puede trascender a su propio contexto. Tenemos al profesor William Franklin, quien llega a dar clases a un apartado reformatorio irlandés. Su deber es educar, de un modo u otro, a los niños problemáticos que han sido recluidos por diversas razones. Es el primer responsable laico en entrar al centro, de modo que tendrá que enfrentarse con ciertas conductas religiosas que podrían ser poco ortodoxas, a la vez que prepara a los niños para un futuro un poco menos sombrío que al que parecen estar destinados.
Probablemente la mayor virtud de la película es que trató de mantenerse dentro de cierto límite realista. No dudo que sí se hubieran dado muchos casos de abusos extremos pero creo que si la película se hubiera concentrado únicamente en religiosos que abusaran de su poder sobre niños indefensos podría haber corrido el riesgo de quedar más como un discurso contra la iglesia que como un hecho supuestamente real.
Al mismo tiempo también esta parte de la educación no fue tan platónica como en la otra película que mencioné o cuántas películas de profesores queriendo cambiar al mundo. Fuera de quizá algunas escenas típicamente ideales, la mayor parte del tiempo puedes percibir un problema real contra niños en condiciones adversas. Y sobre todo que el propio profesor se encuentra muy lejos de ser el personaje más ideal de la película, lo cuál está bien, que nos presenten a un ser humano real, frustrado por su problemática histórica, con compromisos morales muy claros pero no siempre los más adecuados, y que muchas veces tampoco pudiera lidiar correctamente con sus propios problemas.
Ahora, claro, que en este tipo de películas lo que más interesa son las escenas casi de crueldad, sobre todo porque es la ruptura que uno buscaría representada. El modo en que la supuesta disciplina era impartida de maneras brutales bajo premisas absurdas. El antagonista, encargado de disciplinar a los niños, el hermano John, es una especie de fanático que está convencido de lidiar con criaturas al nivel de bestias que deben aprender a través de las formas más primitivas de maltrato. Y es cierto que parte del impacto en estas conductas se ve enfatizado por el mensaje final, el conocimiento de que estos centros de falsa readaptación fueron abolidos en Irlanda en 1984. Cuando la ficción de la película y su aparentemente lejano momento histórico nos alcanza y consigue concretar un mensaje más allá de los casos aislados.
Y bueno, tantas cosas malas que siempre se han adjudicado a los religiosos, claro está.
Y, claro, como debe ser, puede que en algunos puntos la película si caiga en escenas quizá demasiado idílicas o ciertos flash-backs hasta un poco molestos, pero creo que nunca llega a ser al punto de realmente interrumpir la secuencia que maneja. También hay ciertas cosas que me parecieron un poco irregulares, pero tampoco es caso que uno espere que todo esté impecable, ajam. En cualquier caso me parece una película muy recomendable para quienes gustas de este tipo de tramas y eventos.
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