11/04/10
Desde mucho tiempo antes Jorge venía insistiéndome con que consiguiera esta serie, sabiendo que probablemente mi amor por los zombies sería más fuerte que mi aversión por ver un capítulo tras otro. Además, aunque no me lo advertió, pronto me di cuenta de que eran apenas cinco capítulos. ¡Y zombies! Zombies ingleses en la televisión, fuera y dentro de la ficción, oh, ¿qué podría fallar?
"¿Qué es la televisión de todas maneras? Sólo una gran flecha apuntando lejos de los problemas"
Los reality shows se han vuelto todo un submundo de la televisión y de la vida de cientos de personas que viven o quisieran vivir de ellos. Ahora encontramos hasta las modalidades más absurdas de ellos en la televisión. Y, no sólo provienen del esfuerzo de un grupo de ridículos concursantes que esperan ganar y que su rostro aparezca en cada pantalla del país, sino también un gran equipo de técnicos vigilando que todo esté bien.
Sin duda el más icónico es el Gran Hermano, que explota, sin más, la vida en su hipotética más pura expresión. Frente a las cámaras.
Sophie es asistente de la milésima edición del "Big brother" inglés, aunque su trabajo usualmente sólo consiste en llevar el café y hacer llamadas para que todos estén a tiempo y su histérico jefe no grite demasiado. Cosa que no resulta del todo fácil. Pero ella, además, tiene sus propios problemas que van más allá de quién es expulsado o no la siguiente noche del programa. Lleva muchos años metida en una relación que ya no funciona y ha comenzado a ver a escondidas a alguien del trabajo. Tiene ganas de dejarlo todo en orden pero no sabe bien cómo, y se supone que hablará pronto con su pareja pero aparentemente comienzan a surgir algunos problemas en las carreteras del país. Lo cuál también atrasa un poco el programa pero nada grave.
Todo tiene que estar listo para la noche perfecta, una de tantas en que uno más de los integrantes tendrá que dejar la casa. Tanto prestar atención al programa hace que los otros pequeños detalles de problemática en el país pasen desapercibidos. ¿Qué podría salir mal?
Que un montón de zombies salidos de la nada comenzaran a asolar Inglaterra, eso podría salir mal. Nos toma medio programa tratar de ver el detrás de cámara para que de tajo, poco después de que una de las jóvenes es expulsada, comience el caos. Un montón de zombies hambrientos comienzan a atacar entre el público mientras que los gritos de las víctimas se confunden con los gritos de ovación de los fanáticos del programa. En pocos momentos, la realidad y la supuesta realidad virtual comenzarán a tambalear. Toda la primera secuencia de ataque zombie musicalizada magistral e irónicamente con "Grace Kelly" de Mika. Sencillamente hilarante.
Sophie es de las pocas en darse cuénta de qué sucede y ¿cuál será su única solución para salvarse de la masacre zombie? Esconderse en el único sitio suficientemente bien protegido como para que los muertos vivientes no puedan entrar. O al menos les cueste un poco más de trabajo: la casa de "Big brother".
La serie es sencillamente fantástica, dándole un pequeño giro a la idea estereotípica de: todo está bien hasta que una horda de zombies vienen por tu carne, consiguen que la trama se exponencie de maneras increíbles. Lo mejor es tener que enfrentarse con un mínimo de personajes con capacidades de supervivencia (que siempre que vemos una película de zombies, para cuando llegamos a los supervivientes, ya son unos expertos en arreglárselas con los zombies) sino en la sociedad neta, idiotizada por sus programas de televisión e incapaces de tomarse en serio la realidad. Es magnífica la escena en que Sophie entra a la casa y todos los integrantes creen que se trata de un nuevo reto y se niegan a creer que todos afuera están muertos. Porque, claro, son sólo tretas del programa para confundirlos, pero nada evitará que ellos sean los ganadores.
Personajes burdos, un contexto absurdo que se vuelve aún más absurdo ante las circunstancias. Y un montón de zombies tratando de entrar, claro. En un tiempo perfecto (porque cinco capítulos permite una buena profundidad pero no son tantos como para que la situación se extienda innecesariamente) se consigue una serie de lo más efectiva. Que, además, prueba con el género zombie en un contexto nuevo, que es las pantallas pequeñas y las series de televisión. Algo así me imagino que funcionaría para "World War Z": una serie de capítulos independientes con historias de supervivencia.
Una idea fresca y un giro de lo más interesante, que es lo que las películas de zombies deben darnos porque correr por la vida de uno ya está de lo más visto. Y vaya que los ingleses consiguen darle un excelente toque, con eso de que además adoran su versión nacional del "Big brother".
Yo diría que altamente recomendable.
Y así, con series cortas, hasta dan gusto verlas. Me estoy probando ahorita con una de catorce capítulos y a ver qué tal. ¿Alguna otra recomendación de serie corta?
Desde mucho tiempo antes Jorge venía insistiéndome con que consiguiera esta serie, sabiendo que probablemente mi amor por los zombies sería más fuerte que mi aversión por ver un capítulo tras otro. Además, aunque no me lo advertió, pronto me di cuenta de que eran apenas cinco capítulos. ¡Y zombies! Zombies ingleses en la televisión, fuera y dentro de la ficción, oh, ¿qué podría fallar?
"¿Qué es la televisión de todas maneras? Sólo una gran flecha apuntando lejos de los problemas"
Los reality shows se han vuelto todo un submundo de la televisión y de la vida de cientos de personas que viven o quisieran vivir de ellos. Ahora encontramos hasta las modalidades más absurdas de ellos en la televisión. Y, no sólo provienen del esfuerzo de un grupo de ridículos concursantes que esperan ganar y que su rostro aparezca en cada pantalla del país, sino también un gran equipo de técnicos vigilando que todo esté bien.
Sin duda el más icónico es el Gran Hermano, que explota, sin más, la vida en su hipotética más pura expresión. Frente a las cámaras.
Sophie es asistente de la milésima edición del "Big brother" inglés, aunque su trabajo usualmente sólo consiste en llevar el café y hacer llamadas para que todos estén a tiempo y su histérico jefe no grite demasiado. Cosa que no resulta del todo fácil. Pero ella, además, tiene sus propios problemas que van más allá de quién es expulsado o no la siguiente noche del programa. Lleva muchos años metida en una relación que ya no funciona y ha comenzado a ver a escondidas a alguien del trabajo. Tiene ganas de dejarlo todo en orden pero no sabe bien cómo, y se supone que hablará pronto con su pareja pero aparentemente comienzan a surgir algunos problemas en las carreteras del país. Lo cuál también atrasa un poco el programa pero nada grave.
Todo tiene que estar listo para la noche perfecta, una de tantas en que uno más de los integrantes tendrá que dejar la casa. Tanto prestar atención al programa hace que los otros pequeños detalles de problemática en el país pasen desapercibidos. ¿Qué podría salir mal?
Que un montón de zombies salidos de la nada comenzaran a asolar Inglaterra, eso podría salir mal. Nos toma medio programa tratar de ver el detrás de cámara para que de tajo, poco después de que una de las jóvenes es expulsada, comience el caos. Un montón de zombies hambrientos comienzan a atacar entre el público mientras que los gritos de las víctimas se confunden con los gritos de ovación de los fanáticos del programa. En pocos momentos, la realidad y la supuesta realidad virtual comenzarán a tambalear. Toda la primera secuencia de ataque zombie musicalizada magistral e irónicamente con "Grace Kelly" de Mika. Sencillamente hilarante.
Sophie es de las pocas en darse cuénta de qué sucede y ¿cuál será su única solución para salvarse de la masacre zombie? Esconderse en el único sitio suficientemente bien protegido como para que los muertos vivientes no puedan entrar. O al menos les cueste un poco más de trabajo: la casa de "Big brother".
La serie es sencillamente fantástica, dándole un pequeño giro a la idea estereotípica de: todo está bien hasta que una horda de zombies vienen por tu carne, consiguen que la trama se exponencie de maneras increíbles. Lo mejor es tener que enfrentarse con un mínimo de personajes con capacidades de supervivencia (que siempre que vemos una película de zombies, para cuando llegamos a los supervivientes, ya son unos expertos en arreglárselas con los zombies) sino en la sociedad neta, idiotizada por sus programas de televisión e incapaces de tomarse en serio la realidad. Es magnífica la escena en que Sophie entra a la casa y todos los integrantes creen que se trata de un nuevo reto y se niegan a creer que todos afuera están muertos. Porque, claro, son sólo tretas del programa para confundirlos, pero nada evitará que ellos sean los ganadores.
Personajes burdos, un contexto absurdo que se vuelve aún más absurdo ante las circunstancias. Y un montón de zombies tratando de entrar, claro. En un tiempo perfecto (porque cinco capítulos permite una buena profundidad pero no son tantos como para que la situación se extienda innecesariamente) se consigue una serie de lo más efectiva. Que, además, prueba con el género zombie en un contexto nuevo, que es las pantallas pequeñas y las series de televisión. Algo así me imagino que funcionaría para "World War Z": una serie de capítulos independientes con historias de supervivencia.
Una idea fresca y un giro de lo más interesante, que es lo que las películas de zombies deben darnos porque correr por la vida de uno ya está de lo más visto. Y vaya que los ingleses consiguen darle un excelente toque, con eso de que además adoran su versión nacional del "Big brother".
Yo diría que altamente recomendable.
Y así, con series cortas, hasta dan gusto verlas. Me estoy probando ahorita con una de catorce capítulos y a ver qué tal. ¿Alguna otra recomendación de serie corta?
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