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5.5.10

"The road", John Hillcoat



05/05/10
Amo apasionadamente a Viggo Mortensen, me encanta, vería cualquier cosa por él. Así tuviera que sustituir a Russell Crowe y enfundarse las mallas de Robin Hood o cualquier ridiculez por el estilo (mejor ni critica a Robin Hood que quizá termine viendo la película por Blanchet, oh). Así que cuando vi el trailer de "El último camino" (no sé qué problema tenían con "La carretera") sabía que tendría que verla, eventualmente. Por él, porque el trailer se veía bueno, por Charlize Theron y por esos mundos post-apocalípticos que nunca nos cansamos de ver.



"All I know is the child is my warrant and if he is not the word of God, then God never spoke"

Quizá también debí preguntarme qué tipo de película quería ver, porque ésta no es precisamente una película palomera. De hecho, a pesar de que uno puede dejarse guiar fácilmente por la premisa post-apocalíptica que define por lo general a películas de acción y/o suspenso; esta es una película increíblemente triste. Así que, si uno va esperando pasar un buen rato, ésta definitivamente no es la opción.

La idea central es la misma que en tantas películas que han aparecido en los últimos años: el mundo se ha ido al diablo, cada vez hay menos sobrevivientes, pero un hombre y su hijo se empeñan en viajar hacia la costa en un intento desesperado por seguir persiguiendo algo. Así uno podría pensar que es una trama que hemos visto un millón de veces, y es cierto, pero el enfoque y la intensidad con la que de desarrolla la película le da una fuerza única.
Lo primero es que esa razón apocalíptica que ha llevado al mundo a sus actuales condiciones supra-humanas no se explica en ningún momento. Sabemos que hay terremotos e incendios pero poco más, no hay un interés real en explicarnos nada más que lo que vemos: un panoramente completamente desolador. Además que no es un final que esté llegando o haya llegado hace poco. El niño nació incluso después de que todo comenzara a ir mal, nunca conoció el mundo de "antes", y ahora tiene 10 años.
El hombre, como tantos otros personajes en condiciones similares, se trata de aferrar a su cordura, a sus principios, a los valores inamovibles con que crió a su hijo y que poco pueden sostenerse en las condiciones actuales. Hay un gran número de depredadores en el camino y ellos no pueden detenerse, no pueden dudar, todos están en condiciones similares y ya sabemos lo fácil que caen las personas cuando se ven atrapados en ese tipo de infiernos.

Podría decirse que en realidad en la película pasa muy poco, no hay un ritmo vertiginoso, ni grandes persecuciones, ni bichos ni nada por el estilo. Sí hay dificultades, pero casi siempre provienen de la propia naturaleza humana. "The road" es, claramente, eso: un camino. El triste y desesperado camino que recorren un padre y un hijo que ya no tienen nada pero se siguen aferrando a algo, a sí mismos, a lo que solían ser.

Las escenas pasan por ser las típicas que uno piensa "claro que eso pasaría en el fin del mundo" hasta algunas realmente impactantes y duras. Pero todo se centra básicamente en los dos personajes principales (y también de cierta manera en los que se dejan ver en sus flashbacks, la reconstrucción de sus vidas pasadas). Viggo Mortensen, no hay que recordarlo, es un grandísimo actor y aquí nos lo recuerda una vez más. Es terriblemente conmovedora su ternura, su fortaleza y sus miedos como un padre que se aferra a lo único que realmente ha tenido. Es desgarrador verlo a él y a Kodi Smith-McPhee atravesar por las peores condiciones.
Incluso el personaje de Smith-McPhee, que podría pensarse que cae en una actitud un poco infantiloide, me pareció de lo más apropiado. Es decir, si lo vemos en contexto, es un niño que creció sin jamás exponerse a ningún tipo de mundo real, pero tampoco se expuso a las inclemencias del caos desde pequeño. Creció, por el contrario, con los cuentos utópicos de valores concretos que le contaban sus padres. Y ahora es incapaz de confrontar ambos mundos, lo que cree saber y lo que tiene que presenciar todos los días en que luchan por su comida y por su vida. Además que el parecido que tiene con Charlize Theron es innegable, no es de sorprender que lo hayan escogido para representar a su hijo. La actriz, aunque sale muy poco realmente, también consigue un personaje bastante sólido a través de su simbolismo conceptual como la madre ausente, claro está.

Lo que sí, es una película sin miramientos, una película dura, triste, y que parece ofrecernos una esperanza mientras nos amenaza constantemente con arrebatárnosla. Y como tal funciona perfectamente bien, aunque es inevitable que nos deje una sensación de frustración y vacío hacia el final.
Oh, aunque el final, bueno, no lo sé, yo diría que tomado de manera literal no me convenció demasiado, aunque creo entender por qué lo escogieron. También creo que tiene una posibilidad metafórica bastante amplia de modo que uno se puede quedar con la interpretación que prefiera.
Brutal.






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