26/05/10
Hasta pena debería darme actualizar con una película así. Pero no, a nadie debe sorprenderle mi tendencia hacia el terror evidentemente malo, y seguro que he reseñado muchas películas peores. De cualquier modo esa era la intención: un día en que mi hermano y yo teníamos ganas de ver terror asiático malo. Y teníamos dos opciones que yo hasta llegué a pensar que eran la misma: "El armario" y "El dormitorio". Al final optamos por "El armario" para descubrir que en realidad no era realmente un armario, sino un locker.
Quizá debimos haber escogido la habitación. Oh.
"Ningún bebé nace sin ser querido"
La película, tal como podía esperarse, no es nada del otro mundo y sólo explora las tantas maldiciones que se esconden en cada rincón de Japón. Literal, sabemos que en Japón todo está embrujado así que tengan cuidado.
En este caso se trata de un grupo de jóvenes, tres chicos y tres chicas, que se van de excursión al campo y, uy, ya saben, cuentan historias de terror y todo, pero a su regreso comienzan a darse cuenta de que algo va terriblemente mal, comienzan a volverse locos uno por uno y a morir. Claro que a los que van quedando no les hace mucha gracia imaginar su destino y ni siquiera saber por qué así que tratan de detener esa terrible maldición que pesa sobre ellos.
Ahora, la película se llama "el locker" y ciertamente hay un locker envuelto en toda la historia. Lo que nos llevaría a pensar que la maldición viene a raíz de ese punto. Pero, la verdad es que no podemos saberlo. Sí, a tal punto llega la trama que jamás estamos del todo seguros de qué causó la desgracia de los jóvenes, más que el deseo mórbido de un guionista de verlos morir uno por uno. Nada que nos extrañe demasiado. Así que, hay tres posibles vertientes:
La primera, es que durante la excursión y mientras contaban historias de terror, a un par de los jóvenes les pareció muy gracioso asustar a las chicas lanzándoles una pequeña cabeza y que creyeran que se trataba de un bebé. ¿De dónde salió esa cabeza? Oh, de un pequeño santuario de un Buda que andaba por allá dedicado a los nonatos. Gran idea la de los japoneses la de meterse con una figura religiosa, claro, como si no fuera la principal causante de muertes horribles. Aunque ese toque me sonó más a película tailandesa.
Luego, está el mencionado locker. Cuando ellos regresan se detienen en Shibuya, que es un distrito por allá, y resulta que una de las chicas deja sus cosas en un pequeño locker por ahí. Hay leyenditas alrededor del locker que involucran bebés muertos pero, oh, son jóvenes y no le temen a nada así que incluso se toman fotos con el locker de fondo.
Finalmente, la menos fuerte pero que vale la pena mencionar, es que nuestra protagonista (es decir, la chica en la que nos centramos más que en el resto) es maestra particular de una joven bastante siniestra. La cual está obsesionada con la idea de que ella le provocó la muerte a su madre durante el parto y que era un bebé no querido. Yo no puedo quitarme la idea, nunca confirmada por la trama, que esa niña era un fantasma. Ajam.
Como podemos notar, todo tiene que ver con bebés no nacidos o muertos muy tempranamente. De todos modos eso no importa porque lo único que nos quedará en claro es que los jóvenes morirán sin importar lo que hagan porque ni siquiera tienen idea de contra qué pelean. Así que qué pena.
No tendría que ser una mala película por sí misma, pero además de su trama poco original y bastante oscura en algunos puntos, también es de lo más floja. Por momentos parece que trata de crear un buen ambiente de tensión pero cuando parece que va a lograrlo, saca un susto terriblemente logrado. Los típicos fantasmitas japoneses que no responden en absoluto a la trama, escenas bastante mal hechas que arruinan todo el momento. Así que ni nos interesa el "misterio" ni podemos centrarnos sin más en las muertes.
Sumado a que es bastante ilógico que nunca sepas bien que pasa, la película resulta ser de lo más bla. Suena, sin duda, al tipo de proyectos que aprovechó el boom del terror japonés para repetir la misma fórmula sin pensársela demasiado. Y, damas y caballeros, eso no nos funciona con el terror.
Hasta pena debería darme actualizar con una película así. Pero no, a nadie debe sorprenderle mi tendencia hacia el terror evidentemente malo, y seguro que he reseñado muchas películas peores. De cualquier modo esa era la intención: un día en que mi hermano y yo teníamos ganas de ver terror asiático malo. Y teníamos dos opciones que yo hasta llegué a pensar que eran la misma: "El armario" y "El dormitorio". Al final optamos por "El armario" para descubrir que en realidad no era realmente un armario, sino un locker.
Quizá debimos haber escogido la habitación. Oh.
"Ningún bebé nace sin ser querido"
La película, tal como podía esperarse, no es nada del otro mundo y sólo explora las tantas maldiciones que se esconden en cada rincón de Japón. Literal, sabemos que en Japón todo está embrujado así que tengan cuidado.
En este caso se trata de un grupo de jóvenes, tres chicos y tres chicas, que se van de excursión al campo y, uy, ya saben, cuentan historias de terror y todo, pero a su regreso comienzan a darse cuenta de que algo va terriblemente mal, comienzan a volverse locos uno por uno y a morir. Claro que a los que van quedando no les hace mucha gracia imaginar su destino y ni siquiera saber por qué así que tratan de detener esa terrible maldición que pesa sobre ellos.
Ahora, la película se llama "el locker" y ciertamente hay un locker envuelto en toda la historia. Lo que nos llevaría a pensar que la maldición viene a raíz de ese punto. Pero, la verdad es que no podemos saberlo. Sí, a tal punto llega la trama que jamás estamos del todo seguros de qué causó la desgracia de los jóvenes, más que el deseo mórbido de un guionista de verlos morir uno por uno. Nada que nos extrañe demasiado. Así que, hay tres posibles vertientes:
La primera, es que durante la excursión y mientras contaban historias de terror, a un par de los jóvenes les pareció muy gracioso asustar a las chicas lanzándoles una pequeña cabeza y que creyeran que se trataba de un bebé. ¿De dónde salió esa cabeza? Oh, de un pequeño santuario de un Buda que andaba por allá dedicado a los nonatos. Gran idea la de los japoneses la de meterse con una figura religiosa, claro, como si no fuera la principal causante de muertes horribles. Aunque ese toque me sonó más a película tailandesa.
Luego, está el mencionado locker. Cuando ellos regresan se detienen en Shibuya, que es un distrito por allá, y resulta que una de las chicas deja sus cosas en un pequeño locker por ahí. Hay leyenditas alrededor del locker que involucran bebés muertos pero, oh, son jóvenes y no le temen a nada así que incluso se toman fotos con el locker de fondo.
Finalmente, la menos fuerte pero que vale la pena mencionar, es que nuestra protagonista (es decir, la chica en la que nos centramos más que en el resto) es maestra particular de una joven bastante siniestra. La cual está obsesionada con la idea de que ella le provocó la muerte a su madre durante el parto y que era un bebé no querido. Yo no puedo quitarme la idea, nunca confirmada por la trama, que esa niña era un fantasma. Ajam.
Como podemos notar, todo tiene que ver con bebés no nacidos o muertos muy tempranamente. De todos modos eso no importa porque lo único que nos quedará en claro es que los jóvenes morirán sin importar lo que hagan porque ni siquiera tienen idea de contra qué pelean. Así que qué pena.
No tendría que ser una mala película por sí misma, pero además de su trama poco original y bastante oscura en algunos puntos, también es de lo más floja. Por momentos parece que trata de crear un buen ambiente de tensión pero cuando parece que va a lograrlo, saca un susto terriblemente logrado. Los típicos fantasmitas japoneses que no responden en absoluto a la trama, escenas bastante mal hechas que arruinan todo el momento. Así que ni nos interesa el "misterio" ni podemos centrarnos sin más en las muertes.
Sumado a que es bastante ilógico que nunca sepas bien que pasa, la película resulta ser de lo más bla. Suena, sin duda, al tipo de proyectos que aprovechó el boom del terror japonés para repetir la misma fórmula sin pensársela demasiado. Y, damas y caballeros, eso no nos funciona con el terror.
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