30/08/10
Cuando todos pensaban que ya había abandonado mi plan malévolo de ver toda la filmografía de Miike, regresamos con más de sus particulares producciones.
"I couldn't tell him the most important thing. This is the last thing I remember"
A veces me pregunto si Miike tendrá alguna especie de lista en que vaya decidiendo qué géneros cinematográficos le faltan aún por abordar. Entonces, por allá del 98, vio que aún le faltaba una película de acción-aventuras-romance adolescente y se vio en la terrible necesidad de remediarlo, con un toque ciencia ficción, para tratar de matar dos pájaros de un tiro.
"Andromeda" no es nada Miike, aunque estoy consciente de que eso limita bastante la mirada al director y la centra básicamente en lo que son sus películas yakuza. No es algo eminentemente negativo pero sí es destacable: la película realmente es eso, aventuras y romance adolescente.
Mai, la protagonista, es una chica que no ha podido decirle al chico de sus sueños lo que siente por él, aunque tampoco tiene demasiada prisa. Sus días corren entre sus amigos y las salidas que tienen, sus deseos escondidos y su alegría. Hasta que, por fin algo de sangre, la atropellan y muere. Ni siquiera en esto está el toque Miike, ya que la escena es la típica alegoría en que vemos al personaje salirse de toma, escuchar el golpe, y luego entra en toma sólo el objeto que sostenía en último momento. Típico. Ahora bien, si a los amigos les cuesta tomarse bien que la joven Mai haya muerto, aún más a su padre, un gran científico que convierte la memoria de su hija en un personaje virtual que ahora vive en su computadora. Aunque la versión virtual tiene la decencia de saber que no es realmente su alterego y se llama a sí misma Ai, sólo una parte de lo que era Mai.
Todo quedaría ahí, en las obsesiones de un padre con capacidades tecnológicas para darse sus gustitos, si Ai no tuviera el capricho de ir a colarse en todos los aparatos eléctricos a su alrededor buscando de nueva cuenta a sus amigos. Quienes no desaprovechan la oportunidad de tenerla de nuevo con ellos aunque eso implique cargar una máquina a todos lados (y vaya máquinas, típica tecnología noventera). Pero la dicha no durará mucho cuando un malévolo científico norteamericano quiera apoderarse del invento del padre, esa tecnología capaz de convertir memoria en algo cercano a una entidad.
Todo esto tratando de hacer sonar la trama entretenida porque lo cierto es que pasa mucho sin pena ni gloria. Es una especie de "Spy kids" con poco presupuesto y poco más que aportar más allá de unas típicas ideas mal fundamentadas de ciencia ficción barata. Y si digo que es entretenida (porque, tampoco es pésima, hay que aclarar) es porque amo a Miike y le perdono casi cualquier cosa. Y también porque no puede ser peor que "Llamada perdida", está claro. Pero realmente no funciona para fanáticos del director ni creo que funcione mucho en general.
El mayor mérito que tiene, de hecho, es que el villano malo malísimo científico norteamericano es Christopher Doyle, a quien usualmente vemos sosteniendo la cámara y no del otro lado de ella. La película se hubiera beneficiado mucho más con su dirección de fotografía que con su actuación, pero sin duda resulta algo anecdótico. Que ya es mucho decir para una trama bastante simple, que obviamente conlleva la razón de saber que jamás podremos entender del todo lo que pasa por la mente de Miike. Nunca.
A menos que el hecho de que haya dirigido esta película tenga una explicación perfectamente lógica que yo desconozca, pero hasta entonces seguirá siendo un misterio.
¿Película favorita sobre aventuras de niños-adolescentes?
Cuando todos pensaban que ya había abandonado mi plan malévolo de ver toda la filmografía de Miike, regresamos con más de sus particulares producciones.
"I couldn't tell him the most important thing. This is the last thing I remember"
A veces me pregunto si Miike tendrá alguna especie de lista en que vaya decidiendo qué géneros cinematográficos le faltan aún por abordar. Entonces, por allá del 98, vio que aún le faltaba una película de acción-aventuras-romance adolescente y se vio en la terrible necesidad de remediarlo, con un toque ciencia ficción, para tratar de matar dos pájaros de un tiro.
"Andromeda" no es nada Miike, aunque estoy consciente de que eso limita bastante la mirada al director y la centra básicamente en lo que son sus películas yakuza. No es algo eminentemente negativo pero sí es destacable: la película realmente es eso, aventuras y romance adolescente.
Mai, la protagonista, es una chica que no ha podido decirle al chico de sus sueños lo que siente por él, aunque tampoco tiene demasiada prisa. Sus días corren entre sus amigos y las salidas que tienen, sus deseos escondidos y su alegría. Hasta que, por fin algo de sangre, la atropellan y muere. Ni siquiera en esto está el toque Miike, ya que la escena es la típica alegoría en que vemos al personaje salirse de toma, escuchar el golpe, y luego entra en toma sólo el objeto que sostenía en último momento. Típico. Ahora bien, si a los amigos les cuesta tomarse bien que la joven Mai haya muerto, aún más a su padre, un gran científico que convierte la memoria de su hija en un personaje virtual que ahora vive en su computadora. Aunque la versión virtual tiene la decencia de saber que no es realmente su alterego y se llama a sí misma Ai, sólo una parte de lo que era Mai.
Todo quedaría ahí, en las obsesiones de un padre con capacidades tecnológicas para darse sus gustitos, si Ai no tuviera el capricho de ir a colarse en todos los aparatos eléctricos a su alrededor buscando de nueva cuenta a sus amigos. Quienes no desaprovechan la oportunidad de tenerla de nuevo con ellos aunque eso implique cargar una máquina a todos lados (y vaya máquinas, típica tecnología noventera). Pero la dicha no durará mucho cuando un malévolo científico norteamericano quiera apoderarse del invento del padre, esa tecnología capaz de convertir memoria en algo cercano a una entidad.
Todo esto tratando de hacer sonar la trama entretenida porque lo cierto es que pasa mucho sin pena ni gloria. Es una especie de "Spy kids" con poco presupuesto y poco más que aportar más allá de unas típicas ideas mal fundamentadas de ciencia ficción barata. Y si digo que es entretenida (porque, tampoco es pésima, hay que aclarar) es porque amo a Miike y le perdono casi cualquier cosa. Y también porque no puede ser peor que "Llamada perdida", está claro. Pero realmente no funciona para fanáticos del director ni creo que funcione mucho en general.
El mayor mérito que tiene, de hecho, es que el villano malo malísimo científico norteamericano es Christopher Doyle, a quien usualmente vemos sosteniendo la cámara y no del otro lado de ella. La película se hubiera beneficiado mucho más con su dirección de fotografía que con su actuación, pero sin duda resulta algo anecdótico. Que ya es mucho decir para una trama bastante simple, que obviamente conlleva la razón de saber que jamás podremos entender del todo lo que pasa por la mente de Miike. Nunca.
A menos que el hecho de que haya dirigido esta película tenga una explicación perfectamente lógica que yo desconozca, pero hasta entonces seguirá siendo un misterio.
¿Película favorita sobre aventuras de niños-adolescentes?
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