14/04/11
Hace no demasiado tiempo hablamos de "Mad detective" y mi eterna elegía hacia Johnnie To (no sé si debería especificar el 'y Ka-Fai Wai' quien co-dirige algunas de sus películas). Pero nos faltaba hablar de la otra parte, de lo que hace cuando no dirige películas de violencia. Esto es, sus comedias románticas. ¿Sorprendidos?
"This is the problem. How can she lose 200 pounds in six months?"
En alguna parte había leído la historia detrás de esta película, que fue distribuida como "Love on a diet", y aunque ya no recuerdo los detalles exactos iba de que entre grabación y grabación de sus tantas películas de gángsters y asesinos y violencia (sólo en el 2001, junto con esta película, To estrenó otras cinco en cartelera), el director decidió que necesitaba un descanso de las mismas tramas y que lo que él quería hacer una comedia romántica. Curioso descanso, si me lo preguntas. Pero de entrada se consiguió a Andy Lau y a Sammy Cheng y ahí ya nadie preguntó nada. Y luego para fastidiar a su público los puso en pantalla terriblemente obesos.
No tengo mucha idea del escenario de Hong Kong para este tipo de películas pero lo que sí me recuerda de entrada es que el tópico de las personas con obesidad (por una u otra razón o en una u otra condición) que buscan el amor más allá de las formas se encuentra bastante en el cine cómico-romántico coreano. Aunque tampoco es que haya visto demasiadas de estas producciones.
Bueno, Mini Mo es una chica con notorios problemas de peso que asiste obsesivamente a todos los recitales de un joven y talentoso pianista. Cuyas presentaciones suelen terminar con ella saliendo en llanto de la sala. De tanto seguirlo por todo Japón se queda sin dinero y por los problemas que eso provoca conoce a un compatriota suyo que está trabajando por allá, un chico llamado Fatso dada su misma condición de sobrepeso. Al principio Mini Mo se cuelga de la amabilidad de él hasta sacarlo un poco de quicio, pero el joven termina por agarrarle cierto cariño y ella le cuenta su historia: cuando ella estuvo hace años de intercambio en Japón conoció al joven pianista y se hicieron pareja, luego él se fue a estudiar a Estados Unidos y ella en su depresión comió y comió hasta llegar a pesar 150 kilos. Ahora que el joven ha vuelto no la reconoce y ella no tiene valor para decirle quien es. Así que el plan es que ahora ambos consigan bajar de peso para que ella recupere a su amor.
Cualquiera que se haya enfrentado a una comedia asiática sin estar demasiado sumergido en el género sabrá que es un encuentro un poco extraño. Sin duda debe ser uno de los géneros que más choque cultural representa porque muchas veces uno no puede entender del todo si ciertos momentos están hechos para reírse o para qué. Y si de por sí yo no soy muy dada a ver comedias la cosa se tornó un poco rara, sobre todo al principio que puede resultar un poco forzado y que sentía que la cosa no tenía demasiado sentido. Por suerte una vez establecido todo lo que tiene que establecerse y que ya todos nos conocemos y nos dedicamos a ver cómo Mini trata de bajar de peso, la cosa va agarrando un mejor ritmo y se disfruta mucho más.
Otro detalle que muchos podrían destacar es que el relleno para el cuerpo y las manos para hacer parecer a los dos protagonistas verdaderamente obesos es bastante pobre. Si bien en el rostro el trabajo se ve bastante decente, a la primera toma de manos o abdomen uno se remite a esos trajes que uno se pone para parecer un luchador de sumo. Así que es un prejuicio que uno tiene que superar en las primeras escenas o va a estar toda la película fijándose en eso.
De resto no voy a decir que sea ni demasiado original ni demasiado cómica. De hecho sí que deja esa sensación de ser más bien un respiro, una película ligera para ver sin pensarle demasiado y para disfrutar también sin esperar demasiado. Y como tal diría que funciona, aunque siempre queda ese bello mensaje moral de que lo que importa es el interior pero más aún cuando estamos delgados y guapísimos. Oh, la vida es cruel, en Estados Unidos, en Japón o en Hong Kong.
Aunque las ventajas que eso representa es que podemos ver a Andy Lau en todo su atractivo visual al menos un momento. Todos salimos ganando.
Excelente Blog :)
ResponderEliminarMe gustaría mucho que tú te pasaras por el mío ;)
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Joaquín.