25/06/11
Voy a suponer que llegué a "Horrors of the malformed men" porque está basada en un texto de Edogawa Rampo. O porque leyendo ese título en cualquier parte era imposible que me resistiera. El caso es que yo creía que se trataba de una pinku eiga y pensé introducir a mi hermano en el género.
"I want you to build a statue of a horse-headed god to protect this island. It will have three heads and eleven tails. It is to be be crowned with a living horse’s head. It has been my dream for thirty years. Use living human flesh to build it"
Y me equivoqué, así que tuvo que tragarse hora y media de una película que de pinku eiga no tenía nada. Pero igual debería agradecerme, un poco, porque el viaje por la isla de los hombres deformes sin duda es algo bastante particular, en el peor de los casos.
Al parecer la película está principalmente basada en un texto de Rampo llamado "The strange tale of the Panorama island" (que además estoy descubriendo que hay una versión ilustrada por Suehiro Maruo, uy) pero a partir de su esqueleto principal se toma todas las libertades posibles para incorporar elementos de otras historias del autor, más una recreación visual propia del director, más algunos detalles que fueron aportando los propios actores. Todo eso consigue sin duda un festival visual mórbido de lo más particular.
Un hombre despierta en un hospital sin saber cómo llegó ahí, y al parecer ese es el menor de sus problemas. Mientras huye se ve involucrado en un problema tras otro y la única solución que le encuentra a todo es hacerse pasar por un hombre recién fallecido al que es curiosamente idéntico. Como en Japón es muy normal que la gente vuelva a la vida la familia lo acepta y él se encuentra descubriendo los misterios de esa nueva vida que tiene, donde el más llamativo es que su padre abandonó todo y decidió irse a vivir a una isla. El joven decide ir a descubrir qué es lo que hay en esa isla y por el título de la película pueden más o menos imaginarse lo que se va a encontrar. Pero no del todo.
La trama en realidad es una propuesta muy difusa que sirve tan solo para unir una escena con otra, de modo que si por momentos parece que algunas explicaciones son más bien débiles esto debe perdonarse en virtud de la fuerza visual de las secuencias por las que atraviesa. Especialmente la llegada a la isla es ya bastante impactante.
Otro de los elementos mejor explotados es sin duda el personaje del padre, interpretado por Tatsumi Hijikata, un profesional de la danza butoh (ya saben, esa danza japonesa que trataba de reproducir en sus movimientos el horror de la bomba atómica), cuya presencia sin duda se roba por completo cualquier escena en la que esté involucrado. Desde el momento en que lo vemos por primera vez en la llegada a la isla podemos presentir hasta qué límites podrá ser capaz de llevarnos.
En algunas reseñas he leído que describen a la película como "Si Jodowsky hubiera dirigido 'La isla del Dr. Moreu'", y aunque no soy muy amiga de describir una película usando de referencia a otras, lo cierto es que la propuesta no está demasiado errada.
Uno de los problemas de la película puede ser que dado lo vago de su trama algunos momentos que se alargan en favor del impacto visual pueden ir resultando algo tediosos, eso aunque la película, como mencioné antes, apenas llega a la hora y media de duración. Por otro lado algunos podrán quedarse con la impresión de que ya no saben lo que están viendo y que es sólo una excusa para hacer desfilar un carnaval de todo lo raro y anti-natura que se le pasó por la mente al director. Y aunque fuese así, la verdad es que no soy yo la que va a quejarse de eso.
Algunos la catalogan como muy shockeante o bizarra o grotesca. Yo no creo que trate de violentar tanto los sentidos en un aspecto dramático como de recrear imágenes originales y suficientemente fuertes, de retratar la monstruosidad como si fuese una danza extravagante y sin sentido. Y sí, para mí eso ya la hace lo suficientemente notable. Y aunque algo podía intuirse por el título (y por mi creencia de que se trataría de un pinku eiga), aún así la película consiguió sorprenderme, descolocarme y atraparme de un modo grato. Creo que tardé un poco en digerirla porque al terminar de verla no estaba del todo segura de lo que había pasado y cómo me había sentido yo al respecto, pero conforme pasa el tiempo las imágenes van cobrando una fuerza y un valor que para mí ya las justifica por sí mismas.
Muchos hablan de la relación de la película con "La isla del Dr. Moreu", aunque Ishii negó conocer la novela o haber visto alguna película al respecto. A mí no me parece imposible que dos personas pensaran en una isla llena de gente deforme. Y creo que me gustaría más destacar, al contrario, la influencia de "Horrors of the malformed men" en la posterior película de Shinya Tsukamoto, "Géminis", también basada en un texto de Rampo y cuya estética (y un poco hasta el físico del protagonista) y primera parte de la narración recuerdan bastante a esta película de Ishii. Aunque con resultados totalmente distintos.
Veamos, ésta tiene que ser un poco más fácil: ¿Película favorita que involucre personajes con malformaciones?
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