17/09/11
En mis intentos de ver documentales de manera un poco regular, busqué algunos de los que se hubieran llevado al respectivo óscar en los últimos años. Y un hombre haciendo equilibrios por los aires sonaba como una buena opción para ver.
"It's impossible, that's sure. So let's start working"
La película nos muestra de manera un poco desordenada quién es Philippe Petit, cómo planea sus particulares performances, qué piensa la gente alrededor de él, y al mismo tiempo irnos preparando poco a poco para sus ambiciosos planes en el WTC. Sin embargo es curioso que visto en retrospectiva es probable que sepamos poco de él más allá de que le gusta hacer funambulismo y hablar largo y tendido sobre él mismo. Poco contexto familiar, personal, en realidad tenemos que engancharnos a la magia de sus capacidades equilibristas y tragarnos el truco o de otro modo empezaremos a preguntarnos de dónde salió todo eso. O soy yo que me cuesta creer que la gente pueda caminar sobre cuerdas muy altas sin más, y luego empezar con los planes de terrorismo circense.
El documental tiene el encanto inherente a las capacidades excepcionales, y sobre todo aquellas que tienen una especie de valor extra asociado con cualidades casi místicas, y me parece que el funambulismo posee todas esas características. Ni siquiera es necesario que llegue a caminar entre las Torres Gemelas porque de entrada ya se establece el valor del personaje. Un personaje que, al menos particularmente, me parece que no tiene ningún otro encanto además de ello. Por más que escuchamos a Philippe Petit hablar de sí mismo y de lo que hace durante la hora y media que dura el documental, resulta algo difícil sentir una verdadera fascinación por él hasta que lo vemos trepado en la torre de Notre Dame caminando sobre una cuerda como si fuese lo más natural del mundo. De otro modo creo que no pasaría de parecer un francés un poco extraño con un gran amor propio. Incluso cuando todos los demás personajes parecen haber caído en su hechizo (y claro que vamos a darle el beneficio de la duda de que sea una cosa muy distinta haber tratado con él en persona y sobre todo con los años de diferencia), creo que la distancia es bastante notoria, en especial hacia el desenlace. Hay algo ahí a lo que no podemos acceder del todo entonces sólo lo miramos tragándonos la nostalgia de la mirada hacia atrás.
He leído excelentes reseñas sobre el documental pero no deja de parecerme que todo se centra únicamente en el concepto, y si yo tuviera que hablar de una persona con un talento para hacer lo que este hombre probablemente también tendría más que palabras amables; pero siento que esto no se refleja del todo en el montaje. El moverse entre géneros, el pasar de una cosa a otra para que por momentos no se noten demasiado los espacios vacíos, y sobre todo el modo en que la narración se cae una vez que la hazaña principal se ha logrado y es necesario buscar una conclusión a como dé lugar; hizo que me fuera imposible verdaderamente engancharme con los sucesos y verlo todo más cercano a un reportaje muy interesante que a un verdadero documental de autor (y ese año James Marsh le quitó el óscar a Werner Herzog, yo no puedo pasar eso por alto).
En otro punto, algo que hago usualmente es, antes de una reseña, buscar comentarios tanto positivos como los más negativos sobre una película en cuestión (sobre todo las que me generan sentimientos encontrados) para ver lo que se opina sobre ella. Esto podría ser un spoiler (aunque yo pienso que es difícil realmente spoilear sobre un documental), así que lea bajo su propio riesgo. Y me pareció curioso encontrarme con que muchas personas hablaban del posible fraude. Es cierto que algunas cosas resultan bastante irregulares entre la documentación de archivo de los hechos entre las Torres Gemelas en comparación con otros presentados anteriormente pero a mí nunca se me ocurrió cuestionar cuánto de lo que se dice que sucedió es del todo cierto (algunas cosas eran evidentes, como la hiper-emoción de sus compañeros que en realidad estaban en el suelo y que era imposible que vieran nada). Lo que me dice internet es que en los archivos del New York Times sí que hay un recuento general de los hechos pero sin mayores detalles, de modo que mucho de lo que sucedió ahí arriba sigue siendo su versión de los hechos. A creerla o no.
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