09/10/11
¡Sitges comenzó! Sí, ya lo sé, desde el jueves pasado, pero así son las cosas. Y, bueno, no hay que decir que estaremos hablando de las películas presentadas algo así como el resto del mes. Y para comenzar...
"En la vida no he conocido otra cosa más que animales. Siempre me he sentido como estos toros: sin nada que proteger"
Comenzamos con una película que la verdad no planeaba ver originalmente, "Bullhead". La trama no sonaba nada interesante, no tengo ningún especial interés en Bélgica, y en general las mafias no son una temática que me llame la atención demasiado a excepción de las yakuzas. Y quiero creer que en general el tema del negocio de la carne de animal no llama la atención por sí mismo y no es cosa mía. Pero tenía tan buenas reseñas que decidí que igual y habría que darle una oportunidad, que algo podría descubrirse.
Jacky Vanmarsenille está en el negocio de la carne al que se ha dedicado su familia desde hace ya sus buenos años. Aunque aprovechan las cosas como vienen: unas hormonas por aquí, algunas otras cosas por acá, a todos les gusta el ganado mejor formado. Y lo que había sido una pequeña relación con proveedores y otras cosas se presenta como una oportunidad más grande de relacionarse con otros grupos del país. Jacky es un poco receloso e introvertido y no está muy seguro del trato, en especial porque está involucrado un amigo de la infancia y recientemente sucedió un homicio relacionado con todo. Pero la presión llega por todos lados.
Mientras la trama se iba presentando y uno veía que si compraban sustancias ilegales, que si iban a hablar con quien, que si quién otro se llevaba con tal, yo me preguntaba qué demonios hacía viendo una película sobre mafias de hormonas animales. De todas las mafias del mundo, ¿a mí que me importaban los animales? Encima todos los personajes eran raros, no parecía que nada muy emocionante fuera a pasar, y fuera de la cuestión del idioma de Bélgica no nos enterábamos mucho. Y justo cuando estaba por creer que mi primera función sería un rotundo fracaso, llega la película y me golpea y ya no me deja recuperarme más.
No los voy a engañar diciéndoles que da un giro inesperadísimo y al final resulta que todo es mucho más interesante en sí mismo que lo que la cuestión ganadera parecía prometer. La cosa sigue por ahí, los enredos se desenvuelven tan pausadamente como podemos imaginarnos que suceden cuando las actividades no son emocionantes y/o asiáticas (porque ya sabemos que las mafias asiáticas siempre llevan a las balas y al kung fu, es cultura básica), y todo, en apariencia, sigue el cause que prometía desde el principio. Pero algo ya cambió y reconstruye por completo todo lo que habíamos visto y lo que estamos por ver, y todo es en base a la construcción de los personajes y, especialmente, al personaje de Jacky que se vuelve el eje central de toda la situación.
La verdad es que visto de manera objetiva tampoco es una construcción nunca antes vista, ni condiciones demasiado originales, pero el modo en que se va desarrollando nos atrapa por completo y su transformación transforma a su vez el resto de la trama, la ambientación, el significado de todas las cosas que suceden, de un modo tan fantástico como poderoso. Y no quiero revelar nada más porque creo que gran parte del encanto consiste en no esperar nada y que de pronto las cosas te golpeen (así que eviten ver el trailer que como quien no quiere la gran cosa te va sugiriendo todo lo que va a pasar), pero un detalle que para mí resultó uno de las mejores cosas es la construcción del personaje de Jacky no solo en su dimensión psicológica sino también corporal. Del mismo modo en que alguna vez comenté cómo el propio cuerpo de Cillian Murphy se transformaba a la vez que la trama en "28 días después", un caso parecido (pero con las circunstancias particulares) sucede en este caso, donde entonces la trama cobra un significado totalmente diferente y que jamás habríamos esperado de, ya saben, el negocio de la venta de ganado con hormonas de más.
Parte de su encanto, no lo voy a negar, fue también lo inesperado. Yo no esperaba nada de Bélgica y mucho menos de una trama así, y Bélgica vino y me dio una bofetada con guante blanco. Una agradecida bofetada. Sin duda tendré que buscar luego algo más del director (que no me tomará demasiado tiempo porque al parecer sólo tiene cortos) y de Matthias Schoenaerts, su excelente protagonista.
¿Película favorita sobre mafias no convencionales?
"En la vida no he conocido otra cosa más que animales. Siempre me he sentido como estos toros: sin nada que proteger"
Comenzamos con una película que la verdad no planeaba ver originalmente, "Bullhead". La trama no sonaba nada interesante, no tengo ningún especial interés en Bélgica, y en general las mafias no son una temática que me llame la atención demasiado a excepción de las yakuzas. Y quiero creer que en general el tema del negocio de la carne de animal no llama la atención por sí mismo y no es cosa mía. Pero tenía tan buenas reseñas que decidí que igual y habría que darle una oportunidad, que algo podría descubrirse.
Jacky Vanmarsenille está en el negocio de la carne al que se ha dedicado su familia desde hace ya sus buenos años. Aunque aprovechan las cosas como vienen: unas hormonas por aquí, algunas otras cosas por acá, a todos les gusta el ganado mejor formado. Y lo que había sido una pequeña relación con proveedores y otras cosas se presenta como una oportunidad más grande de relacionarse con otros grupos del país. Jacky es un poco receloso e introvertido y no está muy seguro del trato, en especial porque está involucrado un amigo de la infancia y recientemente sucedió un homicio relacionado con todo. Pero la presión llega por todos lados.
Mientras la trama se iba presentando y uno veía que si compraban sustancias ilegales, que si iban a hablar con quien, que si quién otro se llevaba con tal, yo me preguntaba qué demonios hacía viendo una película sobre mafias de hormonas animales. De todas las mafias del mundo, ¿a mí que me importaban los animales? Encima todos los personajes eran raros, no parecía que nada muy emocionante fuera a pasar, y fuera de la cuestión del idioma de Bélgica no nos enterábamos mucho. Y justo cuando estaba por creer que mi primera función sería un rotundo fracaso, llega la película y me golpea y ya no me deja recuperarme más.
No los voy a engañar diciéndoles que da un giro inesperadísimo y al final resulta que todo es mucho más interesante en sí mismo que lo que la cuestión ganadera parecía prometer. La cosa sigue por ahí, los enredos se desenvuelven tan pausadamente como podemos imaginarnos que suceden cuando las actividades no son emocionantes y/o asiáticas (porque ya sabemos que las mafias asiáticas siempre llevan a las balas y al kung fu, es cultura básica), y todo, en apariencia, sigue el cause que prometía desde el principio. Pero algo ya cambió y reconstruye por completo todo lo que habíamos visto y lo que estamos por ver, y todo es en base a la construcción de los personajes y, especialmente, al personaje de Jacky que se vuelve el eje central de toda la situación.
La verdad es que visto de manera objetiva tampoco es una construcción nunca antes vista, ni condiciones demasiado originales, pero el modo en que se va desarrollando nos atrapa por completo y su transformación transforma a su vez el resto de la trama, la ambientación, el significado de todas las cosas que suceden, de un modo tan fantástico como poderoso. Y no quiero revelar nada más porque creo que gran parte del encanto consiste en no esperar nada y que de pronto las cosas te golpeen (así que eviten ver el trailer que como quien no quiere la gran cosa te va sugiriendo todo lo que va a pasar), pero un detalle que para mí resultó uno de las mejores cosas es la construcción del personaje de Jacky no solo en su dimensión psicológica sino también corporal. Del mismo modo en que alguna vez comenté cómo el propio cuerpo de Cillian Murphy se transformaba a la vez que la trama en "28 días después", un caso parecido (pero con las circunstancias particulares) sucede en este caso, donde entonces la trama cobra un significado totalmente diferente y que jamás habríamos esperado de, ya saben, el negocio de la venta de ganado con hormonas de más.
Parte de su encanto, no lo voy a negar, fue también lo inesperado. Yo no esperaba nada de Bélgica y mucho menos de una trama así, y Bélgica vino y me dio una bofetada con guante blanco. Una agradecida bofetada. Sin duda tendré que buscar luego algo más del director (que no me tomará demasiado tiempo porque al parecer sólo tiene cortos) y de Matthias Schoenaerts, su excelente protagonista.
¿Película favorita sobre mafias no convencionales?
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