"Taxidermia", György Pálfi

08/04/13

"Taxidermia" fue una de esas películas que me recomendó Andrés en algún momento y yo conservé en lista de espera ya sin recordar bien la razón de su presencia. Tampoco sin saber mucho más que ella que la imagen que pueden observar arriba y la advertencia de que sería, cuando menos, impresionante. 

"Don't you realize that I'm ashamed because of you?"

Es curioso que viendo algunos trailers, uno podría tener la impresión de que la película es algo así como una especie de fantasía ligeramente oscura. Casi como si ello fuera un toque timburtonesco. Una musiquita típica de fantasía, una serie de secuencias que parezcan casi felices pero que escondan algo, y una suave advertencia sobre la posible 'pesadilla'. Y luego uno va y se enfrenta a la película y ¿qué encuentra?

Es difícil definir el género de "Taxidermia". Si uno tiene que desglosarlo supongo que sería algo así como comedia/drama/horror, pero se sigue quedando corto a todos los niveles. Porque no es precisamente horror. Claramente no es del todo comedia ni drama. Es grotesca pero no al nivel usual que solemos encontrar lo grotesco en cine. Y yo creo que el mejor modo de hablar de ella es decir que es perversa. Profundamente perversa.

La película se compone de tres episodios que lo mismo podrían verse como historias aisladas, pero que cobran toda su dimensión en la sutil conexión que existe entre ellos: se trata del retrato de tres individuos de tres generaciones continuas de una familia. Una épica familiar que no se acerca precisamente a las historias pintorescas que a uno le gustaría recordar de su familia. 

Un militar de bajo rango vive humillado por el dueño de la casa. Tiene que vivir en condiciones ínfimas mientras fantasea (en toda la extensión de la palabra) con las mujeres de la casa. 

Un hombre se ha entrenado desde pequeño para participar en los concursos de 'quién puede comer más' hasta llegar a ser una figura nacional famosas. Ahora cree que ha encontrado al amor de su vida dentro de esos mismos concursos.

Un joven reprimido vive atendiendo a su padre retirado y dedicándose a la taxidermia. La obsesión con su débil cuerpo se intensifica cuando se propone alcanzar la perfección corporal.

Yo sé que ninguna de las premisas suena particularmente perturbadora, si bien tampoco son del todo las historias familiares más comunes del mundo. Es parte del engaño y no, desde cierta perspectiva uno podría decir que la película se mantiene dentro de un registro relativamente verosímil, que luego es acentuado con un cuidado técnico increíble. Tiene una fotografía fantástica, un arte impecable que incluso consigue escenas maravillosamente bellas, que necesariamente contrastan con lo vulgar y mórbido de la situación. Tenemos un evento colorido, festivo, visualmente precioso, donde un grupo de hombres (vestidos a juego con la paleta de colores del momento) se dedican a comer obscenamente hasta vomitar. Y situaciones por el estilo. Nuestros sentidos constantemente son manipulados por todos los sentimientos adversos que despierta la narración, consiguiendo una extraña admiración por lo mórbido, un temor hacia la nitidez de las imágenes, un no saber posicionarse respecto a los personajes. Y esa mezcla irregular de sensaciones es la que marca el ritmo de una historia increíblemente perversa, bella y desagradable, vulgar y maravillosa, en un punto exacto que resulta difícil de precisar y todavía más de reproducir. 

Lo que György Pálfi consigue con esta película es un registro increíble, no sólo por el cuidado técnico y narrativo sino por la consolidación de un estilo único, por su capacidad para recrear y reinventar las pasiones más obscenas de la psique humana, con una corporalidad impactante.

No tengo que decir que estaré buscando más de su filmografía, ¿no?

¿Otras épicas familiares cinematográficas?