27/01/09
Creo que mi plan de ver una película diaria ya volvió a arruinarse, tal como preveía. Soy pésima con eso de los propósitos de año nuevo. Ajam.
Como regalo de navidad o como parte de algún plan maquiavélico no muy esclarecido, Ian ha estado quemándome películas que él cree que debería ver. Lo curioso es que no me quema precisamente las películas que él cree que me faltan por ver si no una especie de elección completamente azarosa.
Cuando me dijo que esta película trataba sobre un perro pensé: detesto las películas de perros. Lo único que faltaría es que también hablara, claro. Pero insistió tanto en que tendría que verla que un día, sin más, me dije ¿por qué no?
"You don't always need to see the truth to know it"
Realmente el perro dura muy poco, como alguna especie de consuelo para mí. El problema es que me pegan por otro de mis francos débiles que son los ancianos honorables. Con la vaga referencia de un título tan simple como "Red" y con el conocimiento previo de Lucky McKee como director de un capítulo de "Masters of horrors" era difícil esperar algo de la película.
Bien, nos encontramos con Avery Ludlow, un hombre mayor y pacífico que pasa sus días acompañado de su perro y en actividades como la pesca. Una mañana que decide ir al lago (o río, cuerpo de agua que sea) a ver si tiene suerte se topa con un grupo de adolescentes que pretenden cazar con pésimos resultados. Tratan de asaltarlo pero es poco lo que pueden obtener de él y el líder del grupillo decide matar al perro sin mayor razón. A partir de ahí nos podríamos encontrar un poco con este esquema de películas de venganza en que nuestro personaje protagónico atravesará lo que tenga que atravesar con tal de ver limpia su honra. O lo que sea.
Eso podría funcionar con Liam Neeson o Kevin Bacon, pero a partir de aquí viene lo interesante de la película: Avery es realmente un hombre pacífico que tiene fe en que el mundo debe aún regirse por alguna especie de noción pura de justicia. No es simplemente un idealista sin más, es un ex soldado condecorado que ha atravesado por guerras y sabe cómo debe uno sostenerse en la lucha, pero sigue creyendo que uno debe respetar la verdad como algo inalterable. Su travesía de venganza en realidad es la suma de los esfuerzos que haría un hombre real (bueno, por decirlo de algún modo, en general no se me ocurre mucha gente que procediera con la prudencia e insistencia de él por una situación así) en su posición. El impacto que percibe el espectador también proviene de reacciones posiblemente reales: Avery consigue (de manera considerablemente sencilla) averiguar quienes eran los jóvenes que mataron al perro y sin más se presenta en casa de la familia McCormack para hablar con el padre. El señor es un hombre adinerado que ha forjado su fortuna por medios no completamente legales y que consiente a sus hijos hasta lo imposible. A pesar de que todas las pruebas indican claramente que su hijo, sin razón alguna, tomó el rifle de la casa y mató un perro por ahí, se niega a aceptarlo e incluso trata de arreglarlo todo con dinero. La imagen de Avery es casi inentendible: él no quiere dinero, no quiere una solución práctica, simplemente quiere saber que el joven lo siente.
Encontramos también otras situaciones de fondo, como las lagunas legales por las cuáles la muerte de un perro no es un crimen grave, los procedimientos de las cadenas de televisión que no acceden a pasar casos que no les produzcan raiting, etc.
En realidad se podría decir que es una historia sencilla, un poco increíble quizá por eso mismo, por esas nociones medio ideales difíciles de creer. Y bueno, con un cierto final un poco exagerado también, aunque supongo que por eso dejan en claro el asunto de que fuera ex combatiente. Si en otras películas funciona que un hombre normal, en circunstancias particulares, se vuelva un vengador invensible, no veo cuál es el problema aquí. Jo.
En algunos puntos puede que trate de sensibilizar al espectador de maneras demasiado evidentes (como si no tuvieran ya todos los amantes de perros para sentirse indignados desde el principio), como cuando él hace los flashbacks de cómo perdió a su familia y resulta tan dramático que uno piensa que, bueno, mejor se quedaba nada más con el caso del perro y la terrible injusticia del mundo actual. Aunque tampoco está mal la historia por sí misma, sólo muy fuera de contexto.
Ciertamente no me esperaba que la película fuera de eso y fue una sorpresa grata, muy entretenida. Tampoco es que sea una excelentísima película pero sin duda que sirve para pasar un buen rato. Aunque creo que es un poco difícil su ubicación en un género concreto. En imdb dice que es Drama/Thriller (los dos géneros que yo habría pensado, sin duda) pero tampoco creo que entre por completo en ninguno de los dos. Es una buena combinación, hasta relativamente tranquila si pensamos que no es simplemente de esas películas de balazos y persecuciones.
Y, pues, eso. Básicamente.
Creo que mi plan de ver una película diaria ya volvió a arruinarse, tal como preveía. Soy pésima con eso de los propósitos de año nuevo. Ajam.
Como regalo de navidad o como parte de algún plan maquiavélico no muy esclarecido, Ian ha estado quemándome películas que él cree que debería ver. Lo curioso es que no me quema precisamente las películas que él cree que me faltan por ver si no una especie de elección completamente azarosa.
Cuando me dijo que esta película trataba sobre un perro pensé: detesto las películas de perros. Lo único que faltaría es que también hablara, claro. Pero insistió tanto en que tendría que verla que un día, sin más, me dije ¿por qué no?
"You don't always need to see the truth to know it"
Realmente el perro dura muy poco, como alguna especie de consuelo para mí. El problema es que me pegan por otro de mis francos débiles que son los ancianos honorables. Con la vaga referencia de un título tan simple como "Red" y con el conocimiento previo de Lucky McKee como director de un capítulo de "Masters of horrors" era difícil esperar algo de la película.
Bien, nos encontramos con Avery Ludlow, un hombre mayor y pacífico que pasa sus días acompañado de su perro y en actividades como la pesca. Una mañana que decide ir al lago (o río, cuerpo de agua que sea) a ver si tiene suerte se topa con un grupo de adolescentes que pretenden cazar con pésimos resultados. Tratan de asaltarlo pero es poco lo que pueden obtener de él y el líder del grupillo decide matar al perro sin mayor razón. A partir de ahí nos podríamos encontrar un poco con este esquema de películas de venganza en que nuestro personaje protagónico atravesará lo que tenga que atravesar con tal de ver limpia su honra. O lo que sea.
Eso podría funcionar con Liam Neeson o Kevin Bacon, pero a partir de aquí viene lo interesante de la película: Avery es realmente un hombre pacífico que tiene fe en que el mundo debe aún regirse por alguna especie de noción pura de justicia. No es simplemente un idealista sin más, es un ex soldado condecorado que ha atravesado por guerras y sabe cómo debe uno sostenerse en la lucha, pero sigue creyendo que uno debe respetar la verdad como algo inalterable. Su travesía de venganza en realidad es la suma de los esfuerzos que haría un hombre real (bueno, por decirlo de algún modo, en general no se me ocurre mucha gente que procediera con la prudencia e insistencia de él por una situación así) en su posición. El impacto que percibe el espectador también proviene de reacciones posiblemente reales: Avery consigue (de manera considerablemente sencilla) averiguar quienes eran los jóvenes que mataron al perro y sin más se presenta en casa de la familia McCormack para hablar con el padre. El señor es un hombre adinerado que ha forjado su fortuna por medios no completamente legales y que consiente a sus hijos hasta lo imposible. A pesar de que todas las pruebas indican claramente que su hijo, sin razón alguna, tomó el rifle de la casa y mató un perro por ahí, se niega a aceptarlo e incluso trata de arreglarlo todo con dinero. La imagen de Avery es casi inentendible: él no quiere dinero, no quiere una solución práctica, simplemente quiere saber que el joven lo siente.
Encontramos también otras situaciones de fondo, como las lagunas legales por las cuáles la muerte de un perro no es un crimen grave, los procedimientos de las cadenas de televisión que no acceden a pasar casos que no les produzcan raiting, etc.
En realidad se podría decir que es una historia sencilla, un poco increíble quizá por eso mismo, por esas nociones medio ideales difíciles de creer. Y bueno, con un cierto final un poco exagerado también, aunque supongo que por eso dejan en claro el asunto de que fuera ex combatiente. Si en otras películas funciona que un hombre normal, en circunstancias particulares, se vuelva un vengador invensible, no veo cuál es el problema aquí. Jo.
En algunos puntos puede que trate de sensibilizar al espectador de maneras demasiado evidentes (como si no tuvieran ya todos los amantes de perros para sentirse indignados desde el principio), como cuando él hace los flashbacks de cómo perdió a su familia y resulta tan dramático que uno piensa que, bueno, mejor se quedaba nada más con el caso del perro y la terrible injusticia del mundo actual. Aunque tampoco está mal la historia por sí misma, sólo muy fuera de contexto.
Ciertamente no me esperaba que la película fuera de eso y fue una sorpresa grata, muy entretenida. Tampoco es que sea una excelentísima película pero sin duda que sirve para pasar un buen rato. Aunque creo que es un poco difícil su ubicación en un género concreto. En imdb dice que es Drama/Thriller (los dos géneros que yo habría pensado, sin duda) pero tampoco creo que entre por completo en ninguno de los dos. Es una buena combinación, hasta relativamente tranquila si pensamos que no es simplemente de esas películas de balazos y persecuciones.
Y, pues, eso. Básicamente.
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