07/12/12
Y para iniciar uno de esos maratones no-maratones, nada mejor que escoger una película japonesa al azar.
"The more a girl is given things, the more the others hate her. Since nobody likes you, it's perfect"
"Sakuran" es algo así como las "Memorias de una geisha" contadas desde dentro. Con una deslumbrante estética animesca, sin las concesiones occidentales, mucho más cautivador y visceral tomando en cuenta que un mundo de mujeres nunca puede ser un terreno seguro.
La historia podemos imaginarla. Tomeki llega cuando niña al distrito rojo y no parece ser muy feliz con su destino de iniciarse en el largo entrenamiento para volverse una oiran. Pese a su mal carácter y todos los problemas que genera, los señores de la casa confían en que estos aspectos de su personalidad la ayuden a destacar entre las demás y consiga volverse uno de los principales atractivos de la casa. Y puede que no estén equivocados. Pero todos sabemos que en un mundo de mujeres, la supervivencia no es siempre la experiencia más difícil.
Este es otro de esos casos en que se demuestra que no siempre es necesaria una historia nunca antes vista para conseguir una excelente película. Uno puede fácilmente imaginarse la clase de obstáculos por los que pasará Tomeki, la clase de situaciones que se presentarán, cuáles serán los retos difíciles, y trazar una línea bastante general a seguir. Este tipo de historias de entrenamientos, amores y desencantos no suelen esmerarse tanto en giros dramáticos como en el perfeccionamiento de los elementos que ya poseen. Y el esmero que encontramos en esta película es inmejorable.
Lo primero que lo cautiva a uno es la estética. Todo es increíblemente hermoso a la vista: los personajes, los colores, las ropas, los escenarios. Si querían vendernos la zona roja como un sitio de ensueño lo consiguen perfectamente. Además de que se mantienen bastante fieles a la estética del manga en que está basada la historia, consiguiéndolo con una perfección casi inquietante, en especial en lo que se refiere a la protagonista. Que de hecho fue una de mis pocas quejas, o algo parecido, y es que Anna Tsuchiya me parece demasiado occidental (tiene ascendencia ruso y estadounidense) para que quieran venderla como la encarnación de lo japonés (o al menos para que se parezca a la actriz que la representa de niña). Pero viendo las ilustraciones de Moyoco Anno, lo cierto es que idéntica a la protagonista, ni qué hacerle.
No suele ser el tipo de películas japonesas que busco pero fue una experiencia deslumbrante y bastante entretenida. A pesar de que uno podría ver venir las situaciones, no dejan de ser disfrutables en absoluto. Y el papel no lo suficientemente largo de Miho Kanno fue una maravilla. No es que haya visto demasiadas geishas (oirans, ustedes me entienden) cinematográficas, pero ella es hasta el momento la número uno en mi corazón.
¿Otras películas que se discurran en las zonas rojas de algún país?
al azar! aja!!! hahaha
ResponderEliminarUm... no termino yo de verle el que... Tampoco al manga que adapta... Pero bueno, cómo la recomiendas la apuntaré en la lista de quizás algún día...
ResponderEliminarAbrazos.
Reptilio: El mejor modo de procurarse sorpresas :)
ResponderEliminarDescubrepelis: Decir que si hubiera sabido de qué iba quizá yo tampoco me hubiera inclinado por ella, pero fue una experiencia bastante agradable, en especial por el aspecto visual. Pero tampoco es que me parezca imprescindible.
Con su ausencia a una determinada clase, se perdió usted una magnífica presentación en que el Trailer de Sakuran y la comparación entre el personaje dibujado por Anno y la caracterización de Tsuchiya tuvieron un cierto peso.
ResponderEliminarA mí es una peli que me gusta por la eficacia en que logra sus objetivos: entretener y deslumbrar con una puesta en escena que recree espectacularmente el referente que adapta. Por eso y por la música y voz de la idolatrada Shiina!
Operacionnippon: Está científicamente comprobado que siempre me pierdo de las mejores cosas.
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