Pendiente de ver más documentales y más piezas de Agnès Varda, me habían hablado ya muy bien de esta producción.
"This apple is like an ugly woman"
Reflexionando sobre la sociedad en la que vivimos, el consumismo y el capitalismo, uno puede encontrarse con diversos videos documentales que abordan de manera breve el tema desde alguna de sus perspectivas. Lo que consumimos, cómo lo consumimos, lo que usamos, cómo se genera, qué hacemos con todo esto. Somos una sociedad vertiginosa pensada para auto-consumirse y auto-agotarse de manera frenética. Varda, una mujer que se ha dedicado a hacer cine desde varias décadas atrás y que era ya una especie de rara avis dentro de la nouvelle vague, a sus 70 y pocos años se arma todavía con su cámara y da pie a su propia reflexión, su propia visión de un mundo cuya tendencia consumista ha visto cambiar a lo largo de su vida. Para eso parte de un concepto concreto con posibilidades de volverse universal: los 'recogedores'. ¿Qué se tira y que se recoge en el mundo moderno? ¿Quiénes lo hacen?
La idea de la que parte esta interpretación del mundo es en realidad la de los 'espigadores', los encargados ancestrales de recoger la cosecha cuando estuviera lista. Una labor que se ha mecanizado con el tiempo pero cuya función no ha desaparecido. Las cosechas se recogen, los productos se aprovechan, pero cuando todo parece tomado y repartido, todavía quedan sombras dispuestas a apropiarse de los restos. Hay gente que vive de esos restos. ¿Quiénes son esas personas?
El recorrido que sigue Varda no está delimitado por una línea recta tanto como por su fascinante interés y sus propios procesos mentales. Tras plantearse este concepto de 'recogedores' comenzamos a sumergirnos en toda clase de inusuales escenas que para algunas personas son lo más esencial de su cotidianidad: las personas que desechan los vegetales 'no atractivos' y quienes los recogen, los que se alimentan de los restos de los supermercados, los que arreglan cosas de la basura. Personalidades que van desde lo más práctico hasta una desidia social, desde los que parecen esconder síntomas de deterioro mental hasta los que expresan una extraordinaria posición de vida. Y Varda nos lleva de la mano por este recorrido, nos deja mirar con sus ojos y de alguna manera a través de la vida de otros nos sumerge también a su propia vida. No en vano ella misma, a través del título, se nombre a sí misma una recogedora.
Un documental fascinante no sólo por lo que nos muestra, los modos de vida a los que accesamos, sino también por el tono en que se nos guía a través de ellos, la reinterpretación de las imágenes y los hechos a través del pensamiento de la directora. Ya nada me sorprende de esa mujer.
El documental además tiene una continuación dos años después, donde al parecer se propone volver a visitar tras ese tiempo a algunos de los que participaron del primer proyecto, para ver cómo han seguido sus vidas y lo que los posibles cambios han representado para ellos y para la reflexión establecida. Espero que caiga pronto para verlo también.
¿Algún documental sobre consumismo que recuerden?