31/12/12
Bueno, ya casi que me parece sintomático que este 2012
vayamos a cerrar precisamente con una película como “La doctrina del shock”. No
tengo más que añadir.
“A state of shock is something that happens to us not only when something bad happens. It's what happens to us when we lose our narrative, when we lose our story, when we become disoriented"
“The shock doctrine” es un libro escrito por Naomi Klein, a
partir del cual Michael Winterbottom se plantea hacer un documental que lo
explique y lo aterrice de manera bastante funcional para el público. En muchas
ocasiones se remite directamente a las conferencias de Klein para poner las
palabras exactas para su recreación visual.
El término de la doctrina del shock se refiere a una
práctica social a través de la cual las estructuras del poder se han mantenido
a través de una serie de estrategias mediante las cuales mantiene al pueblo
sometido a un shock constante. Cual conejillos de indias, se comprueba que las
masas reaccionan de manera más que conveniente cuando son sacudidas por
amenazas aunque éstas se sustenten únicamente con retórica y una manipulada
noción de la realidad. Siguiendo un recuento histórico de los movimientos
bélicos y revolucionarios de los últimos años, vemos cómo esta corriente del
pensamiento se va estableciendo a través de momentos históricos bastante
precisos hasta llegar a un punto culmen en lo referente a la guerra de Irak.
Siguiendo un método histórico-científico riguroso pero fácil de entender, la
historia se va desarrollando frente a nosotros como si la viéramos bajo una
nueva luz que evidenciara toda la crueldad y la manipulación de la que ha sido
víctima constante.
El tono con el que se muestra el documental es bastante
afortunado, y diría que difícil de conseguir. Siendo una postura declarada es
fácil que caiga en una explicación tendenciosa que beneficie su posición. Y es
cierto que todo lo que se muestra parece esmerarse en demostrar que tienen
razón, pero todo ello tratando de guiarse siempre por una objetividad
demostrada a partir de los hechos comprobables. Se nos proporciona una serie de
datos minuciosos sobre los pormenores de la organización bélica que resultan
sorprendentes, además de que las propuestas que se presentan pueden fácilmente
utilizarse para aplicar las mismas premisas a otros momentos históricos y
sacando conclusiones propias. Yo lo cierto es que miraba el modo en que
desgranaban la historia de una manera tan puntual, tan evidente, que no podía
menos que pensar en el proceso individual que había seguido México valiéndose
de principios similares. No hay que pensarlo demasiado, lo cierto.
Había leído algunos comentarios no demasiado positivos sobre
el documental pero me cuesta encontrarle puntos negativos. Supongo que quienes
hayan tenido acceso a la obra escrita de Naomi Klein o alguna de sus
conferencias, no encontrarán nada nuevo en esta reestructuración de sus ideas
con soporte audiovisual (aunque éste esté bastante bien logrado). También es
cierto que hay que tener una disposición histórica y política para adentrarse
al documental teniendo en cuenta que no se deja mucho margen a contraargumentos
y sino se está de acuerdo con un punto podría llegar a sentirse muy rígido
contra posibles detractores. Pero creo que como película y documental logra
perfectamente su cometido y es además increíblemente interesante y con un muy
buen ritmo. Para mí resultó de esos casos en que, además, te venden el libro, y
espero pronto seguir también a Klein a través de sus letras.