30.3.12

30/03/12
Pues todo parece indicar que les mentí y que las reseñas de películas samurais no acabará  nunca. Nuuuunca.



"Él era como yo: espada desenvainada que no puede permanecer en su funda"
Un año después de "Yojimbo", Kurosawa y su público decidieron que todavía no tenían suficiente de ese magnífico ronin encarnado por Toshiro Mifune en el que se podría considerar su más emblemático papel. Y como ahora en hollywood también sacan secuelas de todo lo posible (y lo imposible), lo mismo sucedía en los años 60 en Japón. Sólo que dirigidas por Kurosawa. Pequeños detalles.

Después de haber puesto en contra a dos bandas rivales en un pequeño pueblo para salvar lo que podía salvarse de la situación, Sanjuro continua su camino errante por el país hasta llegar a otra pequeña aldea. Ahí, mientras descansa en un templo en las afueras, escucha sin querer el plan que un grupo de samurais tiene para enfrentar al superintendente corrupto de la zona. Quizá conmovido por su idealismo decide ayudarlos con su empresa y termina por formar parte de una red de intrigas y sucesos alrededor de todos estos personajes. 

Si en la película anterior se nos mostraba la perspectiva de una zona rural azotada por la presencia de un gran número de ronins y el modo en que estos habían terminado por convertirse en criminales que aprovechaban sus pocas artes marciales para su propio beneficio, aquí la situación se revierte al evocar el poco honor que todavía quedaba en la figura del samurai y el modo en que aún estaban dispuestos a defenderlo aún cuando por momentos fuese más el idealismo que la técnica. También eso cambia la perspectiva sobre la figura de Sanjuro que si bien sigue manteniendo su habilidad para jugar a dos bandos, aquí se le cuestiona que tenga tan pocos principios samurai y que no parezca un digno representante del camino del guerrero. Sin duda esto nos regresa a una reflexión usual del director sobre lo que implicaba realmente ostentar el título de samurai y cómo situaciones como la condición jerárquica, la pertenencia a un círculo delimitado, la habilidad en el manejo de la espada, y la ideología y modo de vida personal; no eran necesariamente factores que coincidieran todo el tiempo o que tuviese siempre una consolidación exacta. Sanjuro sin duda es una excelente representación de ello, como lo era también el personaje de Mifune en "Los siete samurais", Kikuchiyo: esa idea de que el guerrero es algo más, y que no hay normas exactas para definirlo o delimitarlo.

Si bien la estructura narrativa es un poco menos innovadora e impresionante que la de "Yojimbo", me parece que la película es un poco obviada dentro de la filmografía del director por tratarse de una secuela (y porque se tiende siempre a mencionar a su predecesora y pasar por alto esta continuación). Un destino más que inmerecido ya que dentro de la idea general de 'segundas partes nunca fueron buenas' yo me atrevo a decir que fuera de ciertos méritos técnicos ya mencionados, es tan entretenida y excelente realizada como la primera. Que además aprovecha esa idea de secuencialidad que a mí me parece la más oportuna: no el forzar una trama a que se estire hasta lo imposible sino tomar lo que tiene valor y servirse de ello. En este caso el personaje de Sanjuro, donde ambas películas bien pueden verse como dos aventuras independientes que no necesariamente tengan que tener un orden entre ellas. Y si hubiesen hecho más seguro que la fórmula hubiera podido volver a funcionar.
Además que la película tiene el grandísimo valor técnico y eterno de haber sido la primera película japonesa en que la sangre explota. Sí, tantos chistes que se han hecho sobre el modo en que el cine hipergore japonés tiene la tendencia a creer que los cuerpos humanos son globos de sangre a presión esperando el momento para ser liberada, y venimos a rastrear sus orígenes desde Kurosawa. Kurosawa. Si eso no es ser un visionario, no sé qué lo sea. 
Espero que sus vidas nunca vuelvan a ser las mismas después de este dato.




¿Película favorita que sea una segunda parte?

29.3.12


29/03/12
Y es obvio que no podemos hablar de cine de yakuzas sin llegar naturalmente hasta Takashi Miike (aunque yo podría decir lo mismo de otros géneros, pero es porque yo llego naturalmente a Miike de un modo u otro). Siendo el género que más abunda en su filmografía no deja de resultar destacable que pueda hacer tantas películas sobre la misma temática sin que parezcan repetirse entre ellas. Y una de las más representativas tendría que ser, sin duda, "Fudoh: The new generation".



"No other creature is like a human being. Even wolves do not prey on each other, but humans will eat each other alive"
"Fudoh" es toda una declaración de intenciones sobre lo que Miike opina de los yakuzas, del cine y de la vida: que no tiene sentido y que absolutamente todo es válido. Siguiendo una estructura mínimamente clásica del género, el director se propone sorprendernos y confundirnos a cada paso, sumergiéndonos en una historia caótica y bizarra.

La familia Fudoh es lejos de ser la familia ideal. No sólo porque sean una poderosa familiai yakuza sino porque el padre no dudará en cortarle la cabeza a su primogénito cuando se trate de salvaguardar el negocio familiar. Riki Fudoh, el más joven de los hermanos, presencia dicho acontecimiento y eso marca su vida para siempre. Siendo ahora un estudiante de preparatoria controla una pequeña y extravagante mafia con la que espera tomar control de las familias de la zona de una forma u otra. De modo que el baño de sangre, nunca más literalmente dicho, está por comenzar.

Ahondar en detalles sería sólo spoilear alguna de las tantas razones por la que la película es hiperbólicamente delirante. Cada cosa parece seleccionada a razón de impresionar al espectador y resultar o demasiado violenta o demasiado extraña o demasiado desagradable. Explosión de emociones con un Miike bastante en forma que ya nos iba advirtiendo lo que se podía esperar de él, fue además una de las primeras películas suyas en ser exhibida de manera internacional. No puedo sino pensar en la sorpresa de las personas que acudieron a verla a un festival sin saber nada más que era una película de mafias de un director japonés del montón. Y oh sorpresa, sus vidas nunca fueron las mismas. O eso espero.

Aquí se conjugan de manera bastante armónica dos partes que parecerían contradictorias de la producción de Miike, aunque ya las encontremos en otras películas quizá no de manera tan evidente. Por una parte es el bajísimo coste de producción (hay efectos especiales más que burdos que algunos señalan como errores pero que me niego a creer que pasaran desapercibidos en el momento, de modo que sólo enfatizan el sin sentido de toda la situación) a la vez que sirven para contar una historia que, con todo y sus manías, es bastante seria. Y es que aún cuando ciertos momentos puedan confundirnos y perdernos, lo cierto es que es una historia de venganza y honor en toda norma, y es que nadie es mejor para advertirnos que a los yakuzas hay que tomarlos en serio, aunque sean adolescentes y vengan acompañados por hawaianos gigantes y chicas de dudosa procedencia.

Y además de eso es delirantemente divertida, no sé qué más se le podría pedir a una película de este género. Que ya resulta difícil decir si destaca entre la filmografía de Miike ya que tiene tantas otras piezas maravillosas alrededor de yakuzas ("Ichi the killer", "Agitator", "Gozu", "Dead or Alive"), pero sin duda es más que digna de verse y disfrutarse en todo su absoluto esplendor. 
Y ya sé que no soy nada objetiva, no tienen que decirlo. 




¿Película favorita sobre mafias adolescentes?

27.3.12


27/03/12
Pues al parecer me emocioné viendo películas de yakuzas y decidí que seguiría con ellas. Continuamos entonces con "Youth of the beast". 



"Leave those worms to me"
Además que ya era hora de que nos tocara reseñar a un director como Seijun Suzuki, todo un maestro a la hora de hacer que los mafiosos se maten a la mínima provocación. 
Para continuar con la idea de que las películas de este 'género' pueden ser muy distintas entre sí, nos encontramos con un claro ejemplo del estereotipo más evidente que se manejó durante los 60: cintas de acción con héroes imposibles, inesperado honor entre criminales, villanos extravagantes y chicas guapas. Con estructuras bastante marcadas y un reparto de actores que solían repetirse una y otra vez.

Jo Mizuno acaba de aparecer en el panorama. Nadie está seguro de dónde apareció pero de pronto se encuentra provocando a una familia yakuza para demostrar sus excelentes habilidades y siendo consecuentemente contratado por ésta. Eso al tiempo que realiza exactamente la misma acción con la familia rival. A modo de Yojimbo, pero con motivaciones mucho más personales, lo vemos generar constantes conflictos entre las bandas moviéndose a voluntad entre una acción y otra, sin que nadie pueda entender del todo lo que trae entre manos y que, claro, se irá revelando conforme más personas aparezcan en pantalla.

Debo aceptar que de todos los héroes yakuza típicos de la época, Jô Shishido sea probablemente uno de los que menos me gustan. Por no decir que me cuesta verlo, y eso no tiene nada que ver con sus habilidades histriónicas (que por otro lado se mantienen dentro del registro más que esperable de sus personajes) sino con su mera presencia física. Sí, la verdad es que no soporto sus pómulos. Me cuesta creerle que es un anti-héroe fuerte y carismático con un aspecto como ese. Así que en realidad me costaba un poco mirarlo en pantalla tomando un rol tan asociable con el que Mifune representó para la mencionada "Yojimbo" pero con un resultado bastante distinto.

Aún así, independientemente de lo que pueda hacer Shishido como protagónico o de lo tópica que pueda parecer la película en retrospectiva, Suzuki marcaba su estilo claramente en otros puntos, comenzando por las ambientaciones. La película tiene una estructura visual que supera a la narrativa con creces y convierte los planos y secuencias en pequeñas joyas independientes. Lo mismo sucede con muchos de los personajes o acciones concretas, que si bien por sí mismas no representan nada inusual dentro de este tipo de historias, han sido revestidos con una realización más que adecuada para que uno pase por alto su limitada dimensionalidad y se deleite tan solo con su presencia. Y es cierto que eso es mucho más de lo que se podría esperar de una película que fue hecha junto con tantas otras más, de manera masiva, para llenar cartelera con más mafiosos y más disparos. Bueno, quizá no suficientes disparos porque bajo la lógica post-samurai del género yakuza, los grandes personajes prefieren siempre las armas punzo-cortantes, lo que además da para mejores escenas, al menos hasta que Miike comience a darles bazookas y poderes saiyajin.

Está considerada una pieza clásica del género aunque voy a confesar que a mí personalmente no me lo ha parecido. Sin duda es interesante y está muy bien realizada, pero siento que en el basto universo yakuza todavía hay muchas películas que, a su manera, me parecen mucho más destacables. También tengo la esperanza de que Suzuki me aguarde todavía gratas sorpresas, aunque imdb se empeña en recordarme que no, que ésta es su mejor película y a ver cómo me las arreglo. 




¿Película favorita de acción con un protagonista no atractivo?

26.3.12


26/03/12
Es una curiosa coincidencia que toque reseñar hoy esta película como parte del pequeño recorrido por el cine de yakuzas, porque justo por acá está teniendo lugar un ciclo de Masahiro Shinoda y me parece que en un par de días tocará que pongan precisamente ésta.



"Las personas, que animales tan raros son. ¿Qué provoca que sean así? Parece como si estuvieran medio muertos. Simulan estar vivos por medio de una actuación frenética"
Me parece que "Flor pálida" es una apropiada elección como segunda película a hablar de yakuzas precisamente porque no se parece en absolutamente nada a la anterior, "Battles without honor and humanity". De hecho no se parece en nada a lo que solemos pensar cuando se habla de este género, y es que en realidad de yakuzas tiene más bien uno de los protagónicos y un poco de la ambientación, aunque de entrada podríamos referirnos más a ella como parte del género del 'cine de apuestas' japonés con una notable influencia de la nouvelle vague, ya que de por sí Shinoda forma parte de la versión homónima de esta corriente en Japón. 

Muraki, al igual que tantos personajes involucrados con las mafias, acaba de salir de la cárcel después de cumplir con algunos años de condena. Tiene que volverse a acostumbrarse a una sociedad que cambia constantemente y vuelve sobre sus viejos hábitos aunque prefiere mantener un perfil bajo de momento ya que la idea de volver a la cárcel no es precisamente atractiva. Frecuentando un salón de juego ilegal conoce a Saeko, una joven que desentona por completo con el mundo al que trata de introducirse pero que está desesperada por formar parte de él. Muraki comienza a establecer una extraña relación con ella, marcada por el misterio y los continuos impulsos de Saeko de ir siempre más allá en el peligro de lo prohibido.

Todo en la película se nos presenta como una constante reconstrucción de todo. Partiendo del hecho de que Muraki tiene que volver a conocer todo lo que ha cambiado desde su encierro, cada uno de los elementos se reconstruyen ante el espectador como si partieran de la nada o como si estuvieran mutando constantemente. A esa idea lógica de volver a las costumbres se suman otras reconstrucciones no tan elementales: la de la banda a la pertenece Muraki y que comienza a desvirtuarse por luchas internar, y sobre todo la de la construcción del personaje de Saeko de quien no sabemos nada y aún estamos conscientes de que está cambiando en todo momento. La encarnación física del misterio en cuerpo de mujer es una idea manida por el cine y la literatura y aún así Shinoda consigue que su protagónica sea una representación fantástica y fiel de esta idea. Si a eso le sumamos la belleza y la fuerza de Mariko Kaga interpretando a Saeko, pareciera que es la ley de atracción hacia ella la que dirige una trama cuyas estructuras se han desestabilizado hasta girar alrededor de ella. De tal modo que Muraki más que representar al héroe o anti-héroe típico de las películas de yakuza, se vuelve una especie de víctima de la trama, viendo también sus propias estructuras desestabilizadas y comenzando su propia reconstrucción.

Hay quienes apuntan que es la pieza de Shinoda que más ha resistido el embiste del tiempo y es que al igual que muchas producciones de la nouvelle vague que se han vuelto atemporales, "Flor pálida" no ha perdido ni un poco de su fuerza en el paso de los casi cincuenta años que nos separan de ella. No puedo opinar mucho más porque apenas comienzo a introducirme en el resto de la filmografía del autor pero sin duda resulta una pieza clave (y bastante accesible al no adentrarse en asuntos políticos como muchas películas de su época) en la cinematografía japonesa de los 60. Además de ser increíblemente bella, no tengo que volver a decirlo.




¿Película favorita con una femme fatale involuntaria?

25.3.12


25/03/12
Pero no creían que íbamos a abandonar el género samurai sólo porque sí, ¿verdad? Así que ahora daremos paso a otra pequeña revisión rápida con un mini maratón de: cine de yakuzas. Tampoco tuvimos que irnos demasiado lejos.



"Boss, from what you said, you're no longer the one we respect"
El género yakuza, visto como una entidad general, es un poco más problemático de abarcar que el samurai. Por una parte porque ha tenido muchas más vertientes y reinterpretaciones, porque su estructura suele ser variable y quizá porque estando un poco más próximo su auge a nuestros días todavía no tiene una reflexión tan marcada de qué piezas han sido más clave que otras en su representación. Es por ello que a diferencia de las listas de 'cine samurai imprescindible', cuando se habla de las mejores películas de mafias japonesas suelen haber factores más subjetivos en juego y pueden variar significativamente entre una y otra. Eso en un gran número de producciones pero si hay una que sin duda es elemental es "Battles without honor and humanity". No sólo porque Kinji Fukasaku ha sido también un director elemental de su tiempo sino porque se trata de la primera película que buscó hablar de las organizaciones yakuzas de un modo realista y desprovisto de su usual magnificencia cinematográfica.

En el Japón de la posguerra y con la ocupación militar estadounidense haciendo estragos en todos los niveles sociales, no es que uno tuviera demasiadas opciones. Así es como Shozo Hirono termina involucrándose con una organización criminal y tratando de sobrevivir entre jerarquías que han perdido ya todo el respeto por lo que solía significar el formar parte de una familia yakuza. Shozo encarna de algún modo parte de la vieja ideología de deber y honor yakuza, aunque sin saber demasiado por qué y en muchos casos sin entender del todo como funciona, pero de poco le sirve cuando conforme se va desarrollando la situación se va percatando de que esos ejemplos de nobleza no tienen lugar en la sociedad en la que vive y que finalmente todos son criminales intentando quedarse con el mejor trozo de lo que sea.

Una de las primeras rupturas importantes es con la dualidad giri/ninjo que marcaba de manera importante casi todas las tramas de acción yakuza hasta el momento. Entendiendo 'giri' como el deber que le debe el individuo a su familia, con ese sentido altísimo de honor y respeto; y 'ninjo' como los sentimientos o la consciencia propia que le dicta como debe actuar de manera personal y hacia sus propios intereses. Y no porque estas figuras desaparezcan sino porque a través de la trama se van revelando carentes de valor, completamente desvirtuadas en una sociedad que ya no se ajusta a los parámetros que supuestamente tomaba como referencia. 
La segunda ruptura es, de manera clara, la representación mundana de todo lo que antes solía exacerbarse y glorificarse de esa vida criminal: con una representación que algunos han llamado casi documental (también contribuye que la historia está inspirada en los textos que un yakuza escribió sobre ciertos periodos de su vida) vemos un Japón devastado física y anímicamente,  familias criminales que en realidad son nidos de pequeños ladrones que no saben qué hacer, reproducción de ceremonias cuyos valores han desaparecido o nadie sabe en qué consisten. Hay escenas bastante claves como es el mismo diseño del tatuaje del protagonista, o cuando uno de ellos se ve obligado a cortarse el dedo meñique para redimir sus culpas y nadie de los presentes tiene ni la más mínima idea de cómo cortar un dedo.

Por otro lado, si bien resulta en exceso interesante por estos factores, espectadores no muy familiarizados por el género y que estén en busca de una película de acción y mafias pueden perderse por momentos. De inicio dan una cantidad de datos abrumadora para que uno se familiarice con todos los miembros de cada familia que en realidad resulta imposible para establecer un mapa mental en un primer momento (debo confesar que yo muchas veces tenía que volver al inicio para recordar quién era de quién, y no siempre servía para entenderlo todo en el momento). Luego casi todo se maneja más en cuestión de complejo entramado entre personajes, o lucha interna de poderes y sobre todo haciendo énfasis en los elementos que suelen ser claves del género y en el modo en que no son lo que parecen con una mirada más aterrizada en la realidad. 
Con todo y si uno está dispuesto a hacer un esfuerzo extra para concentrarse sobre todo en las primeras propuestas y adentrarse verdaderamente en lo que fue el primer rostro yakuza contemporáneo, la película resulta maravillosa. Y si nos sorprende la cantidad de secuelas que suele hacer el cine hollywoodense, tendríamos que saber que la conmoción que causó en Japón este título lo llevó a tener nueve secuelas, la última grabada apenas en el año 2000.




¿Película favorita de visiones realistas de las mafias?

23.3.12


23/03/12
Terror 'clásico' mexicano. Aunque "El fantasma del convento" probablemente no esté tan consagrada como las piezas más representativas de este género producidas en México como se verían en los años siguientes, sin duda representa una propuesta temprana de lo que luego sería dicha corriente.



"Bienvenidos los que una vez llegados no pueden pasar de largo sin entrar"
La película se construye como los relatos más elementales del género: un grupo de amigos van a pasar una tarde en un bosque pero al querer regresar sobre su camino descubren que están perdidos. La noche se va acercando y la preocupación crece, pero pronto se encuentran con un monje deambulando quien los conduce hasta el convento en que vive donde les permiten alojarse por una noche. Tampoco es que un convento de claustro a mitad de la nada sea mucha mejor opción y los tres, sobre todo Cristina, dudan un poco pero no tienen elección. Los monjes apenas se preocuparán por darles ninguna explicación y todo el lugar parece de lo más lúgubre. Durante su noche varias cosas extrañas comienzan a suceder.

Los sitios 'encantados' o siniestramente colocados en los lugares más inesperados son bastante comunes en las historias de terror y sobre todo cuando buscan esa ambientación más gótica. El hecho de que sea un convento juega además un papel relevante en la historia que se enfatiza por la importancia que la iglesia católica tiene en la cultura mexicana, algo que queda bastante claro conforme va avanzando la trama. Alfonso y Eduardo son dos amigos muy cercanos, y Eduardo está casado con Cristina. Las sutiles relaciones entre ellos se manejan de manera velada mientras que acciones superfluas toman lugar cuando Cristina pasa por 'extraños cambios de actitudes'. Más claro todavía resulta que la leyenda que se cuenta para enmarcar parte del misterio del convento habla del pecado de la lujuria y la traición, relatando eventos que buscarán encontrar paralelo por los que atraviesan los personajes durante su macabra noche.

Es claro que estas películas siempre hay que verlas teniendo en cuenta la distancia temporal, en este caso iniciando desde los años 30, pero el énfasis obvio que se da en la moralina de la historia arruina la gran mayoría de los momentos que podrían haber conseguido fuerza por sí mismos, condenando a que todo tenga que ver con ello y vuelva a ello y se pierdan otros posibles elementos interesantes sobre todo en cuestión de la ambientación (un tema en el que sin duda se trabajaría más en años posteriores). Y sobre todo siendo una moraleja tan evidente y ahora un poco ingenua, termina por permear una historia que siendo simple quizá podría haberse explotado mejor en su misma simplicidad. 

No es que por ello sea una mala historia, pero incluso sin llegar a su hora y media de duración por momentos me pareció un poco redundante o alargada. Y sin duda se destaca mucho más su valor histórico que sus propios elementos. También es curioso que habiendo rodado Fernando de Fuentes el año anterior dos de sus grandes clásicos ("El prisionero 13" y "El compadre Mendoza") y rodara dos años después otros dos ("Allá en el rancho grande" y "¡Vámonos con Pancho Villa!"), esta película parezca tan mal colocada en medio de ellos. Voy a suponer que el terror no era su mejor género pero me parece que aún me queda alguna otra película suya que ver en este aspecto.




¿Película favorita que tenga lugar en un convento?

22.3.12


22/03/12
Llegué a "City on fire" por razones más bien morbosas, ya que se menciona como la película en la cual se inspiró (un poco más libremente de lo que sería su posterior filmografía) Tarantino para sus "Perros de reserva". Y siendo quizá su película que más disfruto, tenía interés en ver hasta dónde llegaba esa libre inspiración.



"Duties? I betrayed my friends!"
Tampoco vamos a llegar tan lejos para ver a un montón de Mr. Colores debatiendo los significados reales de éxitos chinos ochenteros desayunando en una cafetería china ochentera. La película es más o menos lo que podríamos imaginar que ocurre en "Perros de reserva" si la viéramos con estructuras narrativas sencillas y en orden cronológico. Esto es: ¿De dónde viene Mr. Orange antes de meterse en la situación que todos conocemos?

Un jovencito Yun-Fat Chow es Ko Chow, un policía que está harto de pasarse prácticamente todo su trabajo haciendo de agente infiltrado en diversas mafias. Sobre todo porque carga con un trauma por las ocasiones en que dichas operaciones han salido mal, por no poder llevar su vida como una persona normal, y porque aparentemente es demasiado buena persona para andarle mintiendo a un montón de criminales. Pero tiene que hacerlo de nuevo porque todos sabemos que sin esas "sólo un último trabajo" no tendríamos casi nada de cine de acción. Un grupo de ladrones planean asaltar una joyería y él tiene que ganarse su confianza y formar parte del grupo y todas esas cosas que hace un agente de policía tratando de arreglar crímenes formando parte de ellos.

Lo que yo espero es que la policía china haya aprendido de todos estos errores cinematográficos y se dé cuenta de que en realidad es una estrategia muy poco fiable. Entre ésta e "Infernal affairs" ya sabemos que las cosas jamás funcionan así. Aunque si nos vamos a thrillers policíacos chinos más recientes podemos suponer que están cediendo ante la moda del momento: la corrupción. Yeah.

La trama no busca complicarse demasiado y más que el entramado de quién es quién y cuándo descubren a quién, se centra mucho más en los conflictos morales y éticos del protagonista y todo su rol a dos bandos. Si bien esto podría demeritar un poco en tensión y secuencias de acción, podría también permitir profundizar en un aspecto que suele pasarse por alto como algo obvio, esto es que una persona haciendo de espía necesariamente tiene que tener algo así como sentimientos encontrados. El problema en ese punto es que, primero, el protagonista no ayuda demasiado. Ko Chow es un personaje poco atractivo, algo molesto y en una gran mayoría de momentos, poco convincente. La reiteración de sus traumas a veces parece poco congruente con su actuación y el lucir en exceso mundano puede desviar la atención del espectador que no pueda ver en él la imagen de un policía que trata de cumplir con su labor. También creo que la visión general que se da de muchas de las situaciones es un poco ingenua y sobre todo vista a la distancia, no le juega a favor a la puesta en escena.

De ahí me salto todos los detalles y *el* asunto es la última escena, que es donde claramente podemos hilar la obra con la posterior "Perros de reserva". Sin duda la construcción de ese último momento, sobre todo en coreografía y puesta en escena, es maravilloso, pero ahí también se puede agregar la noción de que el cine de acción de Hong Kong siempre ha sido especialmente cuidadoso con esos aspectos visuales y aún así ha tenido muchas veces el plus de excelentes historias. Por lo que si bien no termina tampoco por ser una mala película puede que no termine por destacar del todo. Para lo cual es claro que hay que tener en cuenta el año de realización (a finales de los ochenta) y sobre todo algunas propuestas que sirvieron para marcar nuevos rumbos al género en el país en cuestión. Sin embargo es posible que a vista de hoy sea más una curiosidad que una joya que se haya mantenido intacta con el paso del tiempo. 
De Ringo Lam tengo la impresión que tengo algunas otras películas pendientes pero justo ahora no puedo recordarlas, oh.




¿Película favorita entre las que Tarantino ha usado de inspiración para sus producciones?

20.3.12


20/03/12
Adivinen de qué nos toca hablar hoy: ¡De samurais! ¿Cómo lo adivinaron?
Bueno, para los que ya estén un poco agobiados con el tema, me parece que ésta ya es la última película de la que nos tocará hablar de mi pequeño maratón de cine samurai que no hay que perderse. O al menos eso creo recordar.



"No puedo negarme a una orden del clan. Por insignificante que yo sea, aún soy un samurai"
Como ya habíamos comentado anteriormente, "El ocaso del samurai" (una traducción bastante peculiar cuando me parece que debió haber sido "El samurai del ocaso", que incluso suena mejor) forma parte de la más famosa trilogía samurai de Yoji Yamada. Y digo 'más famosa' porque ese hombre ha hecho su filmografía en grandísima parte gracias al género. Y al igual que la anteriormente reseñada "La espada oculta", trata sobre la posición del guerrero dentro del nuevo sistema de 'modernidad' que se instauró en Japón por el siglo XIX.

Seibei Iguchi es un samurai viudo que tiene a su cargo a dos pequeñas hijas y a su madre anciana. Su labor como guerrero quedó atrás hace mucho tiempo y ahora ejerce un trabajo más bien burocrático que no le alcanza para vivir, por lo que tiene que compaginarlo con labores manuales en casa por la noche. Es por ello que hace mucho ha descuidado su aspecto y cualquier cosa que se encuentre fuera de la supervivencia mínima, aunque ello a veces le ha generado problemas. La vida le presenta una nueva oportunidad cuando Tomoe, quien fuese algo así como su primer amor, se divorcia de su marido y ambos vuelven a acercarse después de tantos años. Su historia personal se entremezclará con todos los cambios de las estructuras sociales niponas y con su intacta ideología samurai que comienza a revelarse anacrónica con los nuevos tiempos.

"El ocaso del samurai" y "La espada oculta" no son solamente parte de una misma trilogía (de la que no puedo hablar en su totalidad dado que me falta por ver la última) sino que están planeadas como historias paralelas. No hay en ellas ningún elemento que las ligue en transición, sin embargo sus estructuras narrativas, vistas de manera general, son exactamente iguales. En ambas nos encontramos con un protagonista masculino que por alguna razón se siente aislado de la sociedad inmediata, con un fuerte lazo hacia su familia, a quien se le presenta una nueva oportunidad amorosa con algún inconveniente menor, pero que se verá forzado a tomar decisiones que podrían contradecir su formación como guerrero y que reflejarán el espíritu general de una época de cambios incomprensibles. Y aunque esto podría hacernos creer que nos están contando la misma historia dos veces, lo cierto es que con los cambios elementales que conforman tanto la psicología de los personajes y su contexto particular, sirve para que estos dos posibles eventos idénticos tengan un desarrollo y una resolución final muy diferentes y que funcionen como propuestas sólidas e independientes. Al mismo que mantiene una idea general de que las circunstancias pueden ser las mismas (la época y la formación de los protagonistas, en este caso) pero cada historia sigue siendo única.

Con Jose discutía que la comparación entre estas dos películas quizá podría entrar en la categoría de 'te va a gustar más la primera que veas' pero todas las bases de datos de películas parecen empeñarse en darle a él la razón de que "El ocaso del samurai" es mejor que "La espada oculta". Tampoco es que tenga demasiado caso entrar en detalles porque ambas son una maravilla. En algún momento tengo que cerrar este bello episodio con "Love and Honor" (extrañamente traducida como "El catador de venenos").




¿Trilogía favorita de relación temática (esto es, películas con historias independientes unidas por un mismo tema)?

19.3.12


13/03/12
Yo me había propuesto un poco jamás ver esta película después de que prácticamente todos los comentarios sobre ella coinciden en que es tristísima.  Sí, también coinciden en que es una maravilla, pero a mí lo de sufrir viendo una película suele echarme para atrás de entrada. Pero estaba luego el asunto de que me había propuesto ver todo de Estudios Ghibli. Todo. 



"¿Por qué las luciérnagas mueren tan pronto?"
Seita muere en alguna calle desolada de Japón, rodeado de otros jóvenes que, como él, no tienen ya nada para vivir. Sobre el horizonte de la muerte ve la silueta de su hermana menor, Setsuko, que lo espera, rodeada de luciérnagas. Y entonces la historia comienza.
Durante la época de la Segunda Guerra Mundial, ambos hermanos vivían con su madre, mientras que su padre se encontraba luchando con el ejército marino de Japón. Durante un bombardeo y mientras tratan de llegar a un refugio pierden a su madre de vista y no descubrirán hasta tiempo después que ha muerto. Completamente solos, sumidos al igual que cientos de personas más en el punto crítico de la guerra, ambos tendrán que ir de un sitio a otro y tratar de sobrevivir a como dé lugar, muchas veces sin medir realmente la magnitud de los eventos que están viviendo a través de sus miradas casi infantiles. A pesar de encontrarse enmarcada en el contexto del conflicto bélico en cuestión, la película aterriza directamente la relación entre ambos hermanos y su lucha en un mundo con el que ya no tienen lazos más que los propios. 

Sin duda una de las cosas que primero llamarán la atención sobre el proyecto es lo poco infantil que suena la trama, en contraposición con el estilo de animación y aún más con la representación inocente de las circunstancias. Uno pensaría que para adaptar un texto como el de la novela original (basada en la historia real del autor, quien perdió a su hermana durante la guerra) se habría optado por una película de época con actores reales (que existe también pero fue rodada posteriormente). Y si bien la decisión de hacerla en modalidad animada puede resultar una sorpresa en un primer punto, conforme vamos entrando en el mundo que propone la película nos damos cuenta de las posibilidades que este formato le permite a una historia que podría fácilmente pecar de ser demasiado melodramática.
Ver las secuencias de bombardeos, de la madre agonizante, de los cuerpos atacados por la desnutrición y las enfermedades, retratados con un estilo de dibujos propio de "Heidi" permite que la historia son hable de las consecuencias de la guerra sin caer en el recurso fácil de las explosiones y la violencia que impresionan por su propia condición de imagen. Al mismo tiempo que no le resta la fuerza emotiva de percibir dichas condiciones trágicas exhibidas explícitamente. Y precisamente permite el encuentro entre dos visiones que es lo que marca también el ritmo narrativo: una historia de guerra contada desde la perspectiva de dos niños. Ya no es necesario de hablar de generalidades, del conflicto en general o de cifras abrumadoras para aterrizar tanto el horror de la situación como la fuerza de una sociedad orillada a la muerte.

Dado que la película comienza directamente con una situación que debería ser propiamente dramática, como es la muerte de Seita, y después de que el inicio no fuese especialmente triste yo sentía que mis altas expectativas me habían hecho inmune a su condición como parte de las 'películas que no querrás ver más de una vez'. Pero todo fue un engaño, es, en efecto, desoladoramente triste tanto como increíblemente bella. Y una de las mejores películas para hablar de que en las guerras no gana nadie. 




¿Película favorita sobre Japón y la Segunda Guerra Mundial?

18.3.12

Yo usualmente no suelo caer en la tentación fácil de los memes-cuestionarios, pero de algún modo son un placer culposo. Y ahora que reptilio me conminó amablemente a participar de una serie de preguntas gracias a las cuales voy a ganarme esto:


¿Cómo podría negarme?
Redoble de tambores, por favor.


1. Como buen blogger seguramente ya te pasó que le dedicaste mucho tiempo a una entrada y a la mera hora pasó desapercibida. ¿Cuál es ese post en tu caso?

La verdad es que yo suelo dedicarle por lo general el mismo tiempo y esfuerzo a todas las entradas que redacto. Sí hay algunas películas de las que me emociona más hablar que de otras pero no siento que eso repercuta demasiado en el proceso de redacción, de modo que aunque sienta que una entrada me quedó mejor que otras, no me altera de ningún modo que al final nadie comente al respecto. Pero en cuestión de desventuras de la vida de blogger probablemente lo que me fastidie de manera equivalente es cuando al escribir una reseña parezca que haya ofendido mortalmente a la madre de alguien que se siente con la necesidad de mentarle la mía en los comentarios. De lo cual recuerdo tres ocasiones (los comentarios no fueron dejados aquí sino en el antiguo fotolog): "The flock" de Wai-keung Lau, donde un fanático de Avril Lavigne hilo una serie de insultos debido a mi comentario de lo absurdo de su cameo; "Un profeta" de Jacques Audiard, que motivó un larguísimo comentario que explicaba con pelos y señales porque yo no había entendido nada de la película y por eso no me había gustado; y "Los infectados" de Alejandro G. Alegre donde se decía que yo no sabía absolutamente nada de la producción y estaba perdida en la vida y no respetaba en nada la cinematografía mexicana. 


2. Estoy convencido de que se puede conocer mucho de una persona cuando habla de las cosas que no soporta. ¿Cuál sería tu top de las peores películas que has visto?

No podría hacer top en medida de darles un orden, pero películas que por una razón u otra han merecido la más baja escala en mi rating (muchas veces influenciada también por cuestiones ajenas a la propia película) serían: "Hulk" de Ang Lee (yo sé que muchos podrán objetar que 'no es tan mala...' pero no tienen el dolor que sentí cuando la vi y que siento cada que vuelvo a pensar en ella), "Las lloronas" de Lorena Villarreal (de la que ya no recuerdo absolutamente nada más que la indignación que sentí mientras la veía), "P" de Paul Spurrier (que me ha hecho temer de cada nueva producción de terror tailandés que veo), "La víctima" de Monthon Arayangkoon (¿ven? más terror tailandés), "El búfalo de la noche" de Jorge Hernández Aldana (para la cual seguro tiene mucho que ver que trabajaba con un texto que era realmente bueno y el resultado fue semejante barbaridad), "Spam" de Charlie Gore (una de las peores bromas que el cine mexicano me ha jugado jamás, y eso que ya llevamos unas cuentas), "Transformers 2" de Michael Bay (tuve que desconectar literalmente mi mente o no habría sido capaz de soportar el metraje entero) y "El intermedio" de Andrew Lauer (es increíble que una película que involucra zombies en la frontera pueda ser tan inconmensurablemente mala). Y seguro estoy olvidando algunas más.


3. A mi parecer con tantas variantes hispanas del lenguaje, comúnmente nos encontramos con palabras muy extrañas. ¿Cuál es tu palabra favorita? 

No sé si diría que mis favoritas pero me encantan las palabras mayas aplicadas dentro de contextos cotidianos. Como dzats, chichí, tuch, malix, mulix, xiix, xmahana, lóoch, etc.


4. Si te pudieras quedar a vivir en una serie de tv, ¿En cuál sería?

Supongo que para honrar los deseos de mi infancia tendría que ser "Ranma 1/2" (y que me perdone "Evangelion"). 


5. Según yo a todos se nos ha ocurrido una buena idea para un invento, ¿Cuál es ese invento tuyo?

Ahí sí voy a quedar mal. De vez en cuando me pasa lo de '¿sabes qué sería genial?' pero creo que estoy tan hecha a la idea de mi poca capacidad de genio que los olvido en seguida y ahora no me viene ninguno a la cabeza. Oh.





La idea es que yo ahora proponga cinco personas y cinco preguntas a responder. Pero mejor les dejaré las preguntas y abriré la convocatoria a quien quiera responder o en los comentarios a esta entrada o en una entrada en su blog (en cuyo caso pueden tomar la imagen de colegiales de cabellos morados que yo sé que se mueren por ella). Las preguntas serían:

1. En la hipotética película de tu vida, ¿qué canción suena en el soundtrack la primera vez que aparece tu personaje?

2. ¿Tienes alguna anécdota de alguna película que representó una 'primera vez'? (Primera película que viste con una pareja, con un amigo, primera vez que viste algo en particular en el cine y cómo afectó eso tu vida, etcétera).

3. ¿Qué alimento o platillo ligas sentimentalmente a tu infancia? (A lo "Ratatouille", vamos)

4. Si tuvieras que elegir un animal como tu 'totem', ¿cuál sería?

5. Algún gusto culposo cinematográfico. Esa película que tiene un noséqué que no puedes explicar y que sabes que no deberías haber visto tantas veces, pero que no puedes evitar amar.



Y eso es todo, amigos.

17.3.12


17/03/12
Hablando de directores y piezas con las que tenía una larga deuda pendiente, uno de los probablemente más importantes (y atractivos) era Pasolini y sobre todo sus jornadas de Sodoma. Porque todos sabemos que los italianos tienen un toque especial para adaptar textos literarios.



"¿No sabes que pensamos matarte mil veces? Hasta el límite de la eternidad, si es que la eternidad puede tener un límite"
Independientemente de que ya a estas alturas sea vista como un clásico maldito, hay que pensar que de entrada el reto de adaptar al Marqués de Sade sin caer en la provocación fácil es ya bastante difícil. Algunos podrán debatir si superponer secuencias de jóvenes menores de edad siendo torturados de todas las formas posibles no es una provocación fácil pero está claro que, siendo toda la trama del libro, tendría que ser toda la trama de la película. La cuestión es cómo Pasolini convierte este texto casi en bruto en una enorme metáfora sobre las estructuras de poder.

Un grupo conformado por cuatro hombres deciden encerrarse durante 120 días en una enorme mansión y conformar un pacto entre ellos. Cuentan con la compañía de una serie de guardias, sus propias hijas, cuatro prostitutas y dieciocho jóvenes menores de edad secuestrados para la ocasión. Durante esos 120 días se dedicarán a dar rienda suelta a sus fantasías más enfermas mientras reinventan un nuevo micro-orden a la altura de sus deseos más obscenos. 

Lo que para el Marqués de Sade era algo así como la libertad impune de los libertinos en la Francia de Luis XIV, para Pasolini se convierte en la representación impune del abuso de poder del que fue víctima Italia durante la guerra tanto por parte de otros países como de manera interna. Por ello todo parece tener un carácter obsesivamente oficial: que los cuatro regidores del reino ostenten cargos emblemáticos como Presidente, Duque, Obispo y Magistrado; el uso constante de uniformes, sobre todo en el caso de los militares; y la constante sensación de que todo lo sucedido durante el encierro se encuentra libremente en un margen intocable por la ley (no por su propia naturaleza sino en la capacidad de permitírselo por parte de sus organizadores).
Para organizar este 'descenso a los infiernos', nunca mejor dicho, Pasolini se vale también un poco de Dante y la referencia a la primera parte de su "Divina Comedia", lo que nos lleva a ver los fragmentos como la antesala al infierno y tres de sus círculos que irán representando de manera tópica las torturas que se presencian durante ellos y que irán aumentando en gravedad hasta llegar a resultar insostenibles. Una estructura de poder que busca, desde el inicio, en su aparente equilibrio interno, una reacción adversa: una desestabilización que lleve a que la propia estructura colapse. Una Sodoma que busca destruirse desde dentro, sin la mano pesada de ningún dios para llevar a cabo el trabajo.

Además del elaborado cuidado del director en los detalles, en las estructuras visuales en concordancia con las narrativas (y en que pareciera realmente embebido en la más pura esencia del autor del texto), me parece que su labor más destacable se encuentra en la excelente asimilación de un elemento muy propio de la narrativa del Marqués de Sade: la palabra como centro de poder. Si por las condiciones básicas de la historia es claro que el poder reside indiscutiblemente en las cuatro figuras principales que orquestan todo, ya sea por su condición social y sus recursos para armar dicho proyecto, Pasolini (y ellos mismos) saben que ese poder no se sostiene sin una palabra que lo sustente. Es entonces cuando la aparición de las prostitutas, rigiendo cada fragmento a través de sus historias, refuerzan esas mismas estructuras de poder al convertirlas en narración. Si bien pueden parecer hechos aislados en donde los personajes se regodean escuchando a quienes fueran bellas mujeres narrando toda clase de historias perversas, lo cierto es que la idea que prevalece por sobre esas intervenciones es que el poder de sus actos atroces consiste no sólo en cometerlos sino en contarlos, en que estos mismos tengan la posibilidad de convertirse en narración. El Marqués de Sade lo sabía y Pasolini parece seguir sus pasos en varias de sus piezas: No importa que tanto muestres o puedas mostrar, el verdadero horror siempre comienza en la palabra.

Alrededor de la producción corren muchas leyendas y cosas por confirmar, también alrededor de la vida del propio director y las extrañas condiciones de su muerte. Sin duda tanto por trama como por el modo en que debió realizarse parece contar con todos los elementos necesarios para convertirse en una película maldita; lo que por suerte no implica que éste sea su único mérito ya que su realización es además impecable. Al parecer en algún punto entre la elaboración del proyecto el director pensó también en adaptar la vida del célebre asesino francés Gilles de Rais y es realmente una pena que no lo haya hecho. 




¿Película favorita de Pier Paolo Pasolini?

13.3.12


13/03/12
Habla mucho de la película que cuando leí el título en mi lista de películas que me falta reseñar, ni siquiera fui capaz de recordar de cuál se trataba. Y que me perdone toda su importancia histórica. Fue la elección de alguna tarde de películas con Laura y su oferta de cine retro.



"Porque un asesinato es el más impredecible de los crímenes"
Dos jóvenes inglesas deciden pasarse sus vacaciones haciendo un recorrido en bicicleta por la campiña francesa. Yo sé que hace mucho que no caigo en este tipo de advertencias pero hace rato que no hablamos de la campiña francesa, la cual está, nunca lo olviden, llena de asesinos en serie, llena. Estas jóvenes claro que no lo sabían y aún así les pareció muy divertido pasar sus vacaciones pedaleando. A medio camino, Cathy, la rubia alegre, cae en la cuenta que el asunto no es precisamente muy divertido, ella quisiera quedarse más en cada pueblo y conocer gente, pero la mucho más rígida inglesa Jane insiste en que deben cumplir el horario establecido. Al detenerse a descansar en algún paraje (terrible idea) discuten y Cathy termina quedándose allá mientras que Jane parte (aún más terrible idea). Pero no pasa mucho tiempo para que Jane se arrepienta y vuelva por su amiga sólo para descubrir que ha desaparecido. A mitad de la nada en un país donde no puede comunicarse bien tendrá que encontrar algún modo de recuperar a su amiga, mientras que diversos personajes de dudosas intenciones comienzan a aparecer para ofrecer su ayuda en la búsqueda.

Si bien la trama puede parecer no muy original, hay que tomar en cuenta que estamos hablando de una producción de 1970, y sobre todo una cuya promoción incluía la frase de "¿Recuerdas cuando Hitchcock te mantenía al borde de tu asiento?". Mientras que por una parte la influencia de Hitchcock en el manejo de la trama y la tensión de la misma es bastante notable, es curioso como visto en retrospectiva la película se encuentra en el punto exacto (tanto histórico como de tratamiento narrativo) entre el suspenso de Hitchcock y las propuestas del género por emerger del giallo y slasher. En particular me parece que cintas como "The Texas Chain Saw Massacre" parten en gran medida de esta nueva combinación de elementos (por no mencionar que la trama entre ambas es bastante parecida a nivel formal).

De tal modo, visto en retrospectiva, lo que consigue el encuentro entre estos dos aparentemente distantes géneros es bastante curioso. Por una parte nos encontramos ante un thriller de 'personaje desaparecido' y 'todos son sospechosos pero adivina cuál es el culpable' que es manejado en muchos momentos como las típicas historias de detectives cuyo atractivo consiste en confundir al espectador entre las intenciones de absolutamente todos los personajes; pero por otro comienza a introducir ciertos elementos que problematizan esa trama. Las figuras tópicas y contrarias de las dos chicas, la noción de cómo la exhuberencia de una la orillará a un fin trágico, el perfil de un asesino que se va alejando de la revisión psicológica del individuo atormentado para acercarse más al slasher killer que si bien tiene una justificación psicológica en realidad está puesto ahí para ser 'el asesino máximo' (contener el concepto casi absoluto de 'matar por matar'). Pero todavía sin llegar a ello. Y del mismo modo en casi todos los detalles de la trama podemos sentir cómo parte de las propuestas de su época pero ya contiene mucho de miras hacia un futuro desarrollo, todo lo cual no deja de resultar increíblemente llamativo y curioso. 
Por no mencionar que también es una muestra bastante temprana de que viajar por Europa es peligroso, peligrosísimo, y que el destino de un gran número de turistas es morir de maneras horribles. Dependiendo de la zona cambian los detalles, menos mal que no decidieron irse a pedalear por Europa del Este.

Y si bien todos estos detalles le dan una posición relevante dentro del desarrollo del género thriller-suspenso-terror (de los cuáles es un poco pero no del todo), yo siento que también de algún modo condiciona y afecta a su visionado actual. A mí personalmente me parece que presentando estas propuestas no termina de conseguir una total cohesión entre ellas y en muchos puntos queda más interesante que efectiva, logrando que al final también la cinta resulte correcta y sobria pero no alcance ni la maestría de Hitchcock (que ya era demasiado pedir) ni los valores propios del slasher como un género más hacia el cine de explotación. Faltaba decantarse más hacia uno: o más sobriedad y complejidad en el misterio, o más mujeres semidesnudas y sangre. Pero supongo que no se puede tener todo en la vida.

Hace un par de años al parecer hicieron un remake que por lo que he leído es bastante igual (dado que, como mencionamos, la trama en sí no es complicada, no creo que fuese necesario cambiarla demasiado). Por las fotos parece indicar que al menos hay más chicas semidesnudas (aunque a mí no me suena demasiado lógico que las chicas se tiren en bikini a tomar el sol en medio de una carretera pero al parecer está perfectamente justificado porque ahora están en Latinoamérica, yeah) (en Argentina, que también sabemos suceden cosas horribles, aquí nadie se salva). Con todo voy a suponer que al igual que el 90% de los remakes actuales la película termina por convertirse en un pastiche de terror adolescente, para poca sorpresa de todos.




¿Película favorita sobre el mortal destino de los turistas?