27.2.13


27/02/13
En otro de esos maratones sabatinos en que arrasaba, junto con Adriana, con todo lo surcoreano a nuestro paso, le tocó el turno a “Attack the gas station!”. Había leído buenos comentarios sobre ella y aunque el aspecto de comedia no es mi punto fuerte, igual pensaba darle una oportunidad.



"Tonight, we die with honor!"

La premisa es hasta un poco confusa. Un grupo de rebeldes ociosos asaltan una gasolinera. Siendo innecesariamente anarquistas someten al pequeño grupo de empleados y se llevan con el dinero después de fastidiarlos un rato. Aburridos tras el atraco no saben en qué más ocuparse que regresar, ¿a quién se le ocurre regresar a la misma gasolinera que acaban de asaltar? A ellos. Y en su segundo asalto comenzarán a converger una serie de personajes y situaciones atípicas que irán complicando la situación a niveles increíbles.

El inicio es un poco raro, las primeras secuencias de asaltos suceden de manera un poco apresurada y sin ninguna clase de juicio. No sabemos bien si ponernos de lado de las víctimas o de los asaltantes, al mismo tiempo que todos resultan personajes difíciles de acercarse a ellos. Entonces, cuando todo comienza a complicarse, nos encontramos sin poder ubicarnos en ninguna perspectiva y puede resultar un poco confuso. Los cuatro asaltantes en un primer momento nos parecen tan solo anarquistas ociosos con tendencias a la violencia. Pero justo cuando vamos a decir ‘oh, la juventud surcoreana de hoy en día’, es que poco a poco vamos entendiendo mejor lo que sucede, al tiempo que una serie de situaciones absurdas van llevando a complicaciones todavía más absurdas.

En la distancia debo decir que “Attack the gas station!” ha sido de las sorpresas cómicas más memorables con las que me he encontrado en un buen tiempo. Sin configurarse de manera demasiado directa como una comedia (por la presentación de la trama uno podría pensar que se trata más bien de una película de acción y/o de asaltos) va generando una serie de situaciones cómicas originales, con un humor bastante particular y apropiado. Y, sobre todo, con un excelente timing: hay un cuidado bastante claro con el ritmo de la narración, donde las situaciones se nos muestran de manera abrupta y vertiginosa pero el desarrollo de personajes es lento, enrevesado, muy apropiado para irse descubriendo poco a poco y en el momento más adecuado. A lo que se suma, claro, unos magníficos personajes principales bastante bien representados. Uno de ellos es mi amado Ji-tae Yu (“Oldboy”, “Into the mirror”).

Lo que podría comenzar pareciendo una denuncia contra esa nueva generación joven sin dirección termina por dar un giro radical al acercarse a los casos particulares de estos jóvenes asaltantes y el camino que han recorrido. Sin embargo ese mensaje no es una intención que prime y la película se centra en sus secuencias de acción y comedia, pero consiguiendo que uno sea capaz de construir un contexto mucho más amplio que la simple puesta en escena.

Siempre se ha dicho que la comedia es uno de los géneros cinematográficos más difíciles de traducir porque culturalmente no nos causan risa las mismas cosas. Eso ha hecho que las producciones cómicas orientales sean menos conocidas aquí en occidente que otros de sus géneros, ya que no suelen resultan demasiado exitosas. Y si yo le tengo una fe total a los thrillers surcoreanos eso no me sucede con todos los géneros, especialmente con sus melodramas a los que les temo bastante.
Y esto no significa que ahora vaya a confiar ciegamente en la comedia surcoreana pero sí significa que pese a todo mi temor inicial esta resultó una revelación total. Y sin duda va a colocarse en mi más que corta lista de comedias favoritas de todos los tiempos.

Hay una segunda parte con la que no he querido apresurarme demasiado por aquello de ‘segundas partes nunca fueron buenas’ pero ya le tocará su momento. Y quién sabe, a lo mejor me vuelven a sorprender gratamente.




¿Última buena comedia que hayas visto?

26.2.13


26/02/13
Leí un algún sitio sobre “Hausu” sin ahondar demasiado. De hecho creo que sólo la encontré referida y me bastó con que fuera japonesa para ponerme a la búsqueda. Y sin duda el mejor modo de enfrentarse con “Hausu” es sin saber nada sobre ella.



"My fingers are gone"

Hay este tipo de películas que cuando tienes que comentarle a alguien sobre ellas y definirlas de algún modo concreto, sobre todo en la cuestión de género, yo siempre suelo decir que son películas ‘wtf’. Incatalogables en cierto sentido. Porque decir que es de terror es quedarse corto, decir que es de comedia también es quedarse corto. Si es serie B, si es surreal, si es ¿qué? “Hausu”. Eso es.

Una joven japonesa sufre una pequeña desilusión cuando descubre que su padre, viudo, está viéndose con una mujer y que planea incluirla en las próximas vacaciones familiares. Deseosa de huir de ellas recuerda una tía a la que no ve desde hace muchos años y decide buscarla, ella le ofrece que vaya a pasar esas vacaciones con ella a su casa y la joven invita a sus mejores (y estereotípicas) amigas para la pequeña aventura. Conforme se acercan al lugar comienzan a percibir que hay algo extraño sobre esa vivienda, aunque no pueden precisar qué es. Y la verdad es que nosotros, espectadores, tampoco podremos precisar del todo qué es.

Suena a mucha trama para una película incatalogable, pero es que genuinamente “Hausu” es toda una experiencia. Me resulta hasta difícil de pensar cómo se planea una película tan deliberadamente rara sin que resulte forzado o caiga en algún bache tópico. Y es que “Hausu” es rarísima en niveles muy particulares. Es difícil decir cómo si no es viéndola. Y uno corre el riesgo de lo mismo termina encantado o sólo confundido (y aunque se termine encantado lo mismo se estará confundido, eso es invariable).

Yo estuve en la categoría de ‘encantado’ pero aun así me resulta complicado hablar de ella. Son demasiados elementos, perspectivas, aspectos, detalles, de los que podría hablarse pero que suenan raros sino se refieren en todo su contexto. Y “Hausu” es una película que exige ser vista y vivir esa confusión en primera persona.




¿Otras películas que catalogarían como ‘wtf’?

25.2.13


25/02/13
Nadie quería ir a verla conmigo, pensé que ya hasta la había perdido para siempre. Pero así tuviera que rebuscar en el cine más inesperado, sabía que Kim Jee Woon me esperaría.



 "I saw enough blood and death. I know what's coming"

Ahora que parece que está ya de moda que los más destacados directores coreanos se estrenen con películas anglosajonas, resultaba hasta un poco extraño que Kim Jee Woon nos apuntara mucho más alto y nos saliera con algo así como el regreso de Schwarzenegger a la pantalla grande. El verdadero regreso, no cameos paródicos. Porque “The last stand” tiene mucho más pinta de ser una excusa para que Arnold tenga una aventura más, ahora en su etapa de veterano (la cual ya llevan un rato aprovechando Stallone, Willis, Van Damme) que una película dirigida por uno de los mejores talentos de Corea del Sur.
Pero yo le soy fiel a Kim Jee Woon. Y en menor medida también le soy fiel al cine de acción retro. Así que ninguna mala crítica iba a disuadirme.

Ray Owens es el sheriff de un pequeño pueblo fronterizo donde nunca pasa nada. Su pequeño grupo de policías pasan los días encerrando borrachos, practicando tiro al blanco con el loquito del pueblo, yendo a desayunar todos los días a la misma cafetería, bajando gatos de los árboles. Algunos de ellos no están particularmente felices con la situación que dista mucho del sueño policiaco de ayudar verdaderamente a la comunidad. Aunque los últimos días han sucedido algunas situaciones medio irregulares, como transportistas sospechosos deteniéndose en el poblado, pero nadie se fija en eso más que Owens.
Mientras, en otra parte del país, un reo está por ser transportado al sitio donde será ejecutado cuando ¿adivinan? Se escapa aparatosamente y tiene a todo el FBI despistado siguiéndole muy confusamente la pista. Su meta es cruzar a México apenas pueda (que todos sabemos es el paraíso de los reos condenados a muerte) y escoge precisamente uno de los puntos más inesperados de la frontera: pasar por el pequeño pueblo de Ray Owens.

La historia se mantiene con ese espíritu entre las viejas películas de acción pero también las actuales, con esos héroes inesperados que se revelan cuando una situación anómala se cruza por su camino y tienen que salir adelante con lo que tienen a la mano. En el caso de Arnold unos increíbles músculos, un pequeño grupo conformado por la guapa, el guapo, el valiente no muy hábil, el mexicano y el loquito. Organizándose para que la más austera población sureña pueda convertirse en un aparatoso campo de batalla.
Las secuencias de acción están de lo más variadas, desde la violencia sencilla pero efectiva, los grandes escapes cuidadosamente planeados, las carreras de autos, los balazos al por mayor, las luchas cuerpo a cuerpo. Todo bastante cuidado para no resultar ni excesivos ni para decaer en ningún momento abusando de una historia finalmente tópica.

Cuando empezó la película debo confesar que temí bastante. Parecía, de hecho, demasiado tópica. Y parecía más bien que un surcoreano que probablemente se había pasado media vida viendo cine de acción típicamente hollywoodense trataba ahora de emularlo sin ofrecer mucho más. Y sin poder aportar mucho desde dentro al encontrarse fuera de esa tradición: diálogos un poco acartonados, un planteamiento sin sorpresas y una historia que ya sabemos hacia dónde va. Pero conforme vamos adentrándonos más en la acción y todos comienzan a soltarse más entre la violencia a quemarropa y el humor, es que uno deja de pensar en cualquier otra cosa que no sea disfrutar la película. Y siendo una propuesta relativamente sencilla se disfruta maravillosamente, si uno al principio podría haber dudado del buen Schwarzenegger y su edad, lo cierto es que termina encantado por su papel, que se coloca como el héroe pero sin abusar de ello y sin escatimar en humor, incluso para burlarse un poco de sí mismo.

Yo sé que estoy prejuiciada por mi amor por Kim Jee Woon, pero también podría haberme jugado en contra. Yo salí encantada del cine: me reí, me emocioné, y me transporté a esa época en que el cine de acción, sin caer en las tramas excesivamente tontas, era un divertimento bien hecho. Y si bien uno podría pensar que en la cuestión técnica eso no tiene un gran mérito, yo creo que sin grandes pretensiones no es nada fácil conseguir hoy en día una realmente buena película de acción. No voy a compararla al resto de la filmografía del director surcoreano (sobre todo sus piezas de acción, claro) ni a lo que otros asiáticos han hecho tributeando al cine de hollywood (como es el caso de “The raid”), pero para mí resultó un punto perfecto entre la vieja acción y el western, con una buena fotografía y un más que buen resultado general.
(Oh, Kim Jee Woon, te amo, ¿me cegará mi amor?)

Me pareció una decisión bastante acertada de Schwarzenegger para volver al ruedo, sin querer darle un giro dramático a su figura (como sí intentaron Stallon y Van Damme, con resultados dispares) tampoco es un intento de revivir una época que claramente ya se fue. Su papel está inmejorable. Johnny Knoxville es un maravilloso contrapunto cómico, no es que haya visto demasiadas de sus películas pero creo que le conviene más esta clase de roles que en los que trata de protagonizar comedias demasiado tontas. Me encantó encontrarme con Rodrigo Santoro, no sabía que estaba incluido y aunque no hace mucho es suficientemente guapo como para que no importe. Hasta Eduardo Noriega está bien, no en exceso y tampoco es que tenga gran pinta de mexicano, pero sin ser un gran antagonista cumple bastante bien con su papel. Luis Guzmán, por más estereotípico que resultara como personaje chicano, resultó bastante agradable. Si acaso es un apena que Forest Whitaker siendo tan buen actor como es pase tan desapercibido pero lo cierto es que su personaje tampoco daba para mucho más y él cumple con lo requerido.

Aunque al parecer ha recibido una mayormente buena crítica, también ha pasado sin pena ni gloria. Supongo que en parte se debe a que nadie se fija demasiado en las películas de acción que no pintan para grandes blockbusters, y que finalmente Kim Jee Woon todavía no es un nombre demasiado conocido fuera del circuito de los que buscan activamente el cine asiático. Con todo y mi crítica favorable y mi gran amor por el director, espero que pronto regrese a las producciones coreanas y no se esmere demasiado en agradar a Hollywood.



Referente a los Oscares: Me alegran mucho los premios correspondientes a "Amour", Christoph Waltz, "Searching for Sugar Man" y "Paperman"; me alegran moderadamente los de "Argo", Daniel Day-Lewis y Ang Lee; me molestan de sobremanera los de Jennifer Lawrence y "Brave". Básicamente. 




¿Héroe de acción retro favorito?

24.2.13

















24/03/12
A estas alturas mejor no comentar los Oscares todavía. ¿Para qué hacer corajes innecesarios? Como los que hago de todos modos cuando opto por ir al cine a ver acción sin chiste.



"Quiere alguien que pague, quiere que el mundo sufra"

Al parecer Alex Cross es un personaje de una serie de novelas de detectives y ésta es la tercera vez que es llevado a la pantalla. La anterior fue con Morgan Freeman así que no sé si este intento con actores medianamente desconocidos era una buena propuesta. Yo no he visto ninguna de las otras películas, desconocía la conexión, y la verdad lo único que esperaba era que cumplieran la promesa del asesino serial obsesionado con el dolor que aparecía en el trailer. ¿Era mucho pedir?

Al parecer era mucho pedir.
Alex Cross es un detective que quiere cambiar un poco de vida e irse al FBI, a la unidad de profilers (o sea, irse a la serie de “Criminal Minds”). Su esposa no está del todo convencida, sus compañeros de oficina no están del todo convencidos, y entre que es una cosa u otra un homicidio particularmente violento tiene lugar en la ciudad. Una mujer y todo su equipo de seguridad mueren, ella después de haber sido terriblemente torturada. Velozmente se traza una teoría y descubren cuál debe ser el blanco final del asesino. Alex Cross está muy convencido de su perfil y no cuenta del todo con que, finalmente, está tratando con un psicópata serial obsesionado por el dolor. Y aquí es cuando las sinopsis de contraportada añadirían ‘el juego está a punto de comenzar’. O algo así.

La idea inicial sirve como cualquier otra. La verdad es que una vez presentada la teoría, las posibilidades del asesino se limitan bastante y pasan de ser un ‘posiblemente interesante asesino obsesionado con el dolor’ a ‘un asesino más, que entre otras cosas está obsesionado con el dolor’. Ahí es donde lo interesante vendría a partir del modo en que se maneja la historia, el desarrollo de los personajes, no sé, que se esmeraran un poco más. Pero nada, todo es increíblemente tópico a niveles inimaginables. Bueno, inimaginables poco antes de comenzar porque conforme van pasando las primeras escenas queda claro hacia dónde vamos: personajes en absoluto carismáticos con historias personales que se quieren introducir demasiado rápidamente y sin calzador, una trama super compleja que se cae a pedazos rápidamente y termina por ser bastante sosa.
Y es, en general, un thriller sin sal.

Oh, por no mencionar que las capacidades de Alex Cross como profiler quedan altamente en entredicho. Si intentaron hacer algo como 'alguien perfecto tiene un único error que le saldrá muy caro' no les quedó nada bien y más bien parece que Cross presume mucho de poder irse al FBI cuando falla hasta con perfiles bastante básicos. El propio asesino le reclama que su interpretación es prácticamente de manual. ¡El asesino! Es todo lo que tengo que decir. 

En la gran mayoría de las cosas ni siquiera puedo decir que sea una pena porque se veía a leguas que ni le echaron muchas ganas ni se podía hacer mucho más. Yo creo que quizá sí que podría haberse hecho más con el asesino, que se ve que el actor Matthew Fox se esforzó tanto como pudo. Y tampoco me explico qué hace ahí Jean Reno.

En fin, una película a la que no se le puede hacer nada, parece que desde el inicio estaba destinada a ser tan mala como fue. Y yo ahí, perdiendo mi tiempo.




¿Otros asesinos obsesionados con el dolor que recuerden?

22.2.13


22/02/13
Yo lo cierto es que no quería ver “Hugo”. No me suelen gustar las películas con pubertos, la fantasía juvenil no es mi fuerte, y algo me decía que las referencias cinematográficas no me iban a conquistar. Tampoco soy mucho del nuevo Scorsese. Puros contras. Pero Adriana quería verla y yo ya me había impuesto demasiado en nuestros maratones sabatinos como para no darle oportunidad.



“I'd imagine the whole world was one big machine. Machines never come with any extra parts, you know. They always come with the exact amount they need. So I figured, if the entire world was one big machine, I couldn't be an extra part. I had to be here for some reason. And that means you have to be here for some reason, too”

En primer lugar, no sé por qué Scorsese querría dirigir una película infantil. Sé que no es exactamente infantil y también sé que fue en gran medida influencia de su hija (eso dice imdb), pero igual no deja de parecerme un poco raro. Supongo que su principal interés por la película es todo el componente de ‘historia del cine’, un elemento que todos sabemos ha sido importante en la vida de Scorsese que no se ha conformado con ser tan solo un director, desde la perspectiva meramente técnica. Pero, ajam, infantil, volvemos a ese punto.

Hugo es un niño que vive en Francia, por allá de los años 30, en una estación de trenes. Es huérfano y para no ser descubierto se dedica a arreglar el mecanismo del reloj de la estación para que nadie sepa que no hay un adulto responsable dentro de él. Desde la pérdida de su padre está tratando de hacer que funcione un viejo autómata del que no posee la llave que parece activa el sistema. En la estación se relaciona con un amplio abanico de personajes que irán conformando su aventura en la que está por descubrir cosas inesperadas.

Sí, todo suena un poco vago puesto así, pero ya saben por dónde va el asunto, una serie de ‘eventos inesperados’ irán desenvolviendo la historia de Hugo que en realidad es la historia de su época, de su conjunto de personajes, y del cine. Es difícil decir algo más concreto sin resultar en un spoiler, pero sin duda es la clase de historias que tienen que ir desdoblándose y descubriéndose sobre la marcha.

Sin duda “Hugo” (me parece innecesario eso de “La invención de…”) es una maravilla visual. Tanto por la nitidez que le da la calidad técnica con que fue grabada, como por el cuidado de conformar una ‘tercera dimensión’ (no sólo porque estuviera destinada a ser una película 3D sino porque hay una intención de que ello vaya más allá del efectito ‘me salgo de la pantalla’) que le da una profundidad increíblemente lograda. Realmente se siente la complejidad de ese microuniverso de unas pocas calles parisinas como si nos adentráramos por entero en la ciudad. Y bueno, independientemente de que todos hablan inglés, si tiene un toque francés mucho mejor del que solemos encontrar en películas hollywoodenses que retratan países extranjeros.

Para mí, esperablemente, el problema viene con todo el componente infantil. Creo que estoy incapacitada físicamente para sentirme identificada en lo más mínimo con personajes atravesando la pubertad, y Hugo Cabret no es la excepción. Y además es del tipo de personajes tan nobles, tan sacrificados y tan soñadores que me resultan hasta un poco insoportables. Incluso Chloë Grace Moretz, quien creía me gustaba como actriz y consiguió que un personaje cuasi puberto me encantara, no logra lo mismo con Isabelle, que es algo así como una hipster parisina de los años 30. A partir de allá, conforme los personajes van disminuyendo en importancia, la cosa no va a mejor. Extrañamente hasta podría decir que el personaje de Sacha Baron Cohen, un actor que no suele gustarme por lo general, es de lo que más me gustaron, en la medida de lo posible.

Sin spoilers, sí que podría decir que la subtrama relativa a Ben Kingsley me gustó. Tanto porque es Ben Kingsley como porque consigue un personaje convincente y porque es un buen tributo a los inicios del cine. Y todo ello va bien, de manera aislada, pero a mí personalmente no me termina de convencer el hecho de que sea prácticamente una subtrama y el personaje central siga siendo Hugo. Porque creo que es ponerle un marco innecesario a la historia y hacer que uno de los personajes del fondo, si bien protagónico, sea mucho más interesante que lo que se nos está contando en primer plano y que a mí, realmente, no me interesaba. Y ni siquiera es culpa por entero de Jude Law, a quien todos sabemos que tampoco soporto, y que no sale demasiado tiempo en pantalla.

Sé que todo suena un poco a que soy una amargada incapaz de entender la magia de este tipo de producciones pero, en efecto, soy incapaz de entender su magia y me parecen un poco cursis y sosas. Tengo que aceptar también que “Hugo” no es por entero el caso y que logra esquivar convincentemente el ser por entero cursi o sosa, además de que tiene algunos momentos y elementos muy bien logrados. Pero sigo sin entender que haya causado tal asombro y le haya gustado tanto a la gente.
Pero seguro es que ellos sí entienden la magia. Supongo.




¿Otras películas actuales que sean tributo al cine viejo?

21.2.13

















21/02/13
¿Hace cuánto que no hablábamos de Federico Fellini? Imperdonable. Y aunque “Amarcord” no era de las que más inmediatamente tenía en mi lista de espera, llegó a mí y no pude negarme.



“I want a woman!”

La sinopsis de la película la resume puntualmente como ‘una serie de viñetas nostálgicas de un pueblo en la costa de Italia en los años 30’, y creo que no hay mejor modo de referir a “Amarcord” que precisamente como una serie de viñetas. Un concepto, además, no fácil de materializar cinematográficamente.

“Amarcord” tiene algo de pieza teatral infantil. De esas puestas en escena con marionetas que se componen de una serie de números cómicos que también tienen algo de crueles, y donde el aspecto nostálgico viene de su recuerdo. Aunque no es una película autobiográfica en regla, Fellini recuerda su niñez y la plasma a través de secuencias aisladas dentro de una población muy particular, personajes caricaturescos que se encuentran y desencuentran, de un tiempo enrarecido que lo mismo se detiene y da vueltas sobre sí mismo o avanza rápidamente. Y aunque todo podría parecer un arbitrario y caótico conjunto de secuencias aisladas, es a través de ellos que conseguimos componer un retrato de vida. La extraña vida en un pueblo en la costa de Italia en los años 30.

La estructura de escenas aisladas es engañosa, y si uno podría creer que es conveniente tan solo hilar un momento cómico tras otro, también tendrá que admitir que el primer reto es conseguir que esa secuencia no resulte cansada para el público y que pueda mantener la atención y construir una imagen. Porque además Fellini no escatima en el metraje y se toma sus dos horas para contarnos todo lo que tiene que contarnos.

Yo he visto más de la etapa decadente-existencialista de Fellini que su etapa cómica, y me inclino a pensar que es más de mi agrado (ya he comentado que la comedia y yo no somos los mejores amigos). Y sin embargo el humor de Fellini tiene algo extraño que me atrapa, y que con “Amarcord” consiguió mantenerme sorprendida y confundida durante todo el tiempo, que creo es uno de los efectos más propicios para ver la película. Y precisamente sentí esa sensación de estar presenciando una obra de marioneta, de complejas y excelentemente orquestadas marionetas. Algo así como la emoción que me produce la obra de Mr. Punch después de que Neil Gaiman me la explicara para siempre.

Y siempre que veo a Fellini me quedo con la sensación de que quiero ver más y más, quiero verlo todo. Y supongo que está bien que vaya poco a poco disfrutándolo, que tampoco hay prisa. Me encanta.




¿Película de Federico Fellini favorita?

20.2.13


20/02/13
Y seguimos con un poco más de Masahiro Shinoda y su papel en la Nuberu Bagu, un par de años después de la anterior reseña, “Dry lake”, ahora con un título tan sugerente como “Tears on the lion’s mane”.



"Rockabilly"

Cuando hablamos de este periodo tanto histórico como cinematográfico en Japón casi siempre solemos referir a una serie de elementos que se repiten en las producciones: los adolescentes confundidos, las protestas estudiantiles, la posición/represión por parte del gobierno. Sin apartarse del todo de la generación protagonista, Shinoda decide llevar la trama hacia otro aspecto menos retratado y que en este caso no vale directamente por su valor político sino por su importancia en la vida de los personajes. De tal modo que nos encontramos en Yokohama, en los conflictos dentro del sindicato de trabajadores del puerto. En un momento en que, podemos imaginarnos, no es como que los derechos de los trabajadores fueran una prioridad social.

Saburo es un joven que ha encontrado una buena posición en la vida y se aferra a ella: es uno de los brutos encargados de arreglar por las malas cualquier posible conflicto entre el sindicato y los líderes de la compañía. Trabajo que no sólo desempeña porque finalmente le permite ganarse la vida sino porque se siente en deuda con su superior porque le salvó la vida cuando era pequeño.
Su papel de malhechor no me genera mayor conflicto hasta que conoce a Yuki, una joven y guapa mesera a la que salva de un perro en la calle y comienza a frecuentarla. No lo voy a culpar por ello, porque Mariko Kaga, actriz que encarna a Yuki, es preciosa y aquí con su aire de inocencia está más encantadora que nunca (y eso que como chica misteriosa tampoco estaba nada mal, en “Pale flower”). Yuki, aunque intuye un poco la tormentosa situación de Sabu y parece dispuesta a sacrificarse un poco por su silencioso sufrimiento, no sabe en qué medida está involucrado con todos los conflictos del lugar. Y dado que es una sociedad donde casi todos están relacionados con la industria portuaria, Sabu no puede arriesgarse a delatarse de ningún modo.

Este sufrimiento interno del personaje, que va deteriorando su personalidad conforme avanza la trama, refleja también la degeneración del conflicto desde varios aspectos: las intrigas laborales y personales, las aventuras amorosas, la violencia, los problemas que se resuelven con sangre. Si Sabu no representaba puntualmente al adolescente confundido que fue emblema de su generación, conforme se va enredando en la trama va quedando claro que nadie está libre del caos que reinó durante aquellos años, y que una sombra de tragedia se extiende sobre todas estas pasiones individuales que no les permitirá llegar a cumplirse.

La historia puede resumirse de manera sencilla y de hecho podría verse como una reinterpretación de “On the waterfront” de Elia Kazan, pero adaptándola a su momento histórico y centrando la fuerza en la construcción de los personajes, especialmente un increíblemente fuerte y desesperado Saburo Minakami (representado por un inmejorable Takashi Fujiki), consigue transformar la historia en una melodía desgarradora. Siendo, además, la musicalidad un elemento bastante importante en el ritmo de la narración, que llega a un punto climático con una inesperada intervención musical que es una joya en sí misma.

Diría que hasta el momento la colocaría sin problemas entre mis favoritas del director, y que además creo que es una pieza que puede verse perfectamente aunque no se conozca el contexto en que está inscrita. Tiene ese dejo de drama-intriga clásico que va más allá de su momento y su nacionalidad. Una maravilla.




¿Algún otra película sobre conflicto de sindicatos?

19.2.13


19/03/13
Y bueno, ya vamos por la cuarta parte y yo apenas hablando de la segunda. Pero todo a su debido tiempo. Como suele suceder, cuando una película pega de manera inesperada, sobre todo en el género del terror, se tarda poco en comenzar una interminable y muchas veces innecesaria saga. Porque ¿cómo se podría continuar “Actividad paranormal”? A como dé lugar, básicamente.



"We can't just let this affect us that much. If we do that, the terrorist win"

Yo, como siempre, hubiera optado por una historia independiente que no estuviera relacionada con la primera pero que girara sobre una idea parecida o con una idea parecida. Pero al parecer eso no le gusta a la mayoría del público que espera que todo tenga que ver con la primera parte, ¿pero qué haces entonces cuando estás imposibilitado para utilizar a los mismos personajes? Pues te vas con los más cercanos, y todo queda en familia.

Si en la primera parte nos encontrábamos con Katie y Micah, una pareja alrededor de la cual comenzaban a suceder ciertos incidentes inexplicables, a lo cual Katie muy amablemente explicaba que siempre le había sucedido; ahora nos vamos con la hermana de Katie, Kristi. Kristi y su esposo Daniel se mudan a una nueva casa, junto con su bebé Hunter y la hija de Daniel, Ali. Oh, todo es felicidad hasta que un día entran en su casa, al parecer sin robarse nada, y deciden poner toda clase de cámaras de seguridad. A partir de ese momento ¿adivinan? ciertos incidentes inexplicables comenzarán a suceder en la casa. A lo cual Kristi muy amablemente explicará que siempre le han sucedido. Esa es la clase de mujeres que no les conviene, queridos lectores.

La película es bastante parecida a la primera parte aunque trata de variar un poco las apariciones, al tiempo que también la dinámica familiar cambia un poco dependiendo de las personalidades y la configuración de la familia. Incluso en algún momento sale Katie y Micah porque, cha-rán, en realidad se trata de una precuela que más o menos trata de explicar lo que sucedió en la primera parte.

No hay mucho más que decir porque es el tipo de películas que se configura en gran medida por los sustos que consigue, y yo creo que dado que la fórmula ya es conocida y es muy difícil innovar demasiado en ese aspecto, no resulta en secuencias demasiado memorables. Por otro lado su giro final trata de ser no solamente una conclusión a la trama sino que también quiere darle un giro a la primera parte y a mí, lo cierto, es que eso me sentó hasta un poco mal. Es como si en un intento desesperado por darle una importancia que la película en sí misma no consigue, tienen que fastidiarnos un poco la primera parte para que todo sea más inesperado. Me recordó un poco al abuso del ‘efecto Saw’, esa horrible tendencia de dar un giro inesperadísimo a todo lo que has visto para que sea el golpe final. Que está bien, cuando la película ha sido buena y entonces el golpe final es contundente, pero si ese golpe es lo único que tienes lo único que se consigue es que sea más exagerado y de mal gusto. Y yo diría que en este caso era totalmente innecesario pero también es cierto que sin ese giro final no habría tenido mucho más chiste la película.

Yo no sé si la saga esté generando tantos fans como para justificar que sigan hasta el infinito, o no sé si seguirán siendo tan económicas como para que siempre sean ganancia, pero me cuesta verlo. Encima imdb dice que Brian De Palma estuvo considerado para dirigir la película. Brian De Palma. Y al final decidieron irse con el casi desconocido Tod Williams. Mmmmmmmm.




¿Saga de terror favorita? 

18.2.13


18/03/13
Ya ni sé si estaba muy interesada en ver esta libre adaptación de una parte de la vida de Hitchcock o no. Creo que no. Pero supongo que igual era algo que tendría que ver finalmente, aunque fuera para ver hasta donde podían llegar Helen Mirren, Anthony Hopkins y su papada.



"I will never find a Hitchcock blonde as beautiful as you"

Quizá muchos hayamos leído las historias sobre lo excéntrico y controlador que podía llegar a ser Alfred Hitchcock con sus actrices principales, consiguiendo esas maravillosas leyendas sobre los ‘making of’ de sus películas. Pero seguro que menos saben de la relación que llevaba con su esposa Alma Reville, quien también estaba involucrada en el mundo del cine y que colaboró activamente en sus producciones, incluso mucho más de lo que podríamos imaginar. Y con eso de que parece ser el año para recuperar la figura de Hitchcock, pareció que darse esa perspectiva a su vida era la idea más apropiada para una nueva película. Sobre todo si se podía conseguir que dos actores de la talla de Hopkins y Mirren la protagonizaran.

Comenzamos con Hitchcock presentando su última película, “North by northwest”, con críticos pisándole los talones y recordándole que quizá ya sea momento de abandonar el cine por su bien. Hitchcock no se creía esa actitud de ‘no leo lo que dicen los diarios de mí’ y vivía un poco obsesionado por esta persecución mediática que lo hacía entre dudar y entre reafirmar sus delirios de grandeza. Ahora había que buscar un guión. Alma insiste en que acepte el guión que un amigo suyo está trabajando pero Hitchcock se encapricha con adaptar una novela sobre asesinatos. En una época en que su fama como director no iba precisamente por allá y en que la industria le decía que nadie respetaría una producción que involucrara un asesinado en serie y poco más. Pero como el propio Hitchcock decía: ¿qué tal que alguien que realmente sabe lo hace, decide hacer una película sobre un asesino en serie?
Y, adivinan, así comenzó “Psycho”. Y probablemente ese paso inicial, esa voluntad de ir en contra de una industria donde estaba bien parado pero que igual no iba a dejarlo dar un paso en falso, es lo mejor de la película. Creo que hoy en día vemos tan fácil que “Psycho” forme parte de su filmografía y que sea en gran medida la que conforme la imagen actual del director, que no nos detenemos a pensar lo que representó en su momento, tanto para la industria como para el público como para la carrera de Hitchcock. Y es a través de los pequeños detalles obsesivos con los que va organizando la producción con los que comenzamos a darnos cuenta hasta dónde podían llegar las ansias de control de dicho personaje. Que sin duda era todo un personaje.

La película es entretenida y además bastante didáctica. Por lo que he leído no es enteramente biopic y se toma algunas libertades, aunque no sé en cuánta medida ni si en todos los aspectos. Al menos a mí me da la sensación de que es bastante seria en cuanto a hechos pero que no se corta para representar con cierto toque fantástico al director, tratando de hacerlo uno con sus películas, sobre todo la que corresponde.

Mi principal problema con la película es que siento que se va mucho por este enfoque en la producción, que no deja de ser algo superficial porque se condensa en el limitado metraje de la película, dejando de lado aspectos que yo pensé iban a ser mucho más protagónicos, como precisamente su relación con su esposa. Es cierto que Helen Mirren está ahí desde el inicio y que se van soltando detalles que revelan de manera clara la relación que tenían, pero la verdadera conexión entre ambos, la problemática de su matrimonio, y la influencia de ella en su obra, tarda mucho en despegar y sirve para resolver la película hacia el final de manera casi conveniente. Incluso siendo que se centran en Alma como persona mucho más que en Hitchcock como persona, siento que es un personaje que no terminamos de descubrir del todo, que parece llena de posibilidades que finalmente no se abordan, y siendo tan posiblemente compleja no nos acercamos siquiera a comprenderla realmente. Más allá del conflicto típico de ‘mujer que ama y tiene que soportar a un genio’, que ya lo conocemos y que podría haber encontrado aquí un giro atípico.

Por otro lado las mejores anécdotas de Hitchcock son sólo eso, anécdotas, toda su terrible fijación con las actrices y su aparente capacidad de ser cruel se muestran de manera bastante suavizada, y hacia el final casi parece que quieren convencernos de que era algo así como un obeso medio adorable aunque un poco extraño. Y vamos, que no habría caído mal verlo un poco más malvado, que ahí teníamos a Scarlett Johansson en la regadera a punto de ser asesinada y seguro que daba para más.

Y bueno, las fantasías cuasi-oníricas de inspiración de Hitchcock, creo que podrían haberlas dejado de lado. Yo sé que es difícil representar visualmente ciertas obsesiones intelectuales pero que de pronto se le apareciera el equivalente ficticio de Ed Gein a la menor provocación sólo para ¿justificar? que estuviera tan clavado con “Psycho” fue un recurso medio ridículo a mi parecer. Además porque siento que dichas secuencias están mucho más cerca de la película de horror actual que de lo que justamente estaba tratando de hacer Hitchcock con Norman Bates. De hecho rompían un poco con el ritmo del resto de las escenas.

No sé, me deja con la sensación de que es una película interesante y bien hecha, pero que al final no termina de contar nada nuevo ni se aventura en las zonas más oscuras del director y/o su relación. Habrá que ver ahora que hacen con esa otra producción donde lo veremos en su siguiente trabajo, “Birds”.




¿Otras películas que aborden a Hitchcock como personaje?

17.2.13


17/03/13
A pesar de lo atrasada que estoy en reseñas, siento que toca hoy el momento adecuado para hablar de ésta que vi hace tanto tiempo. “3.11 Sense of Home”.



“Es entonces, pocos instantes antes de la muerte, cuando en realidad podemos saber cuál fue nuestro verdadero hogar”

Uno podría clasificarlo en un primer momento como uno de tantos conjuntos de cortometrajes que giran alrededor de un mismo tópico y que conjuran a un amplio margen de autores. Y sí, en gran parte es eso, pero también el hecho de que el tópico central sea tan ambiguo hace que nos remitamos a algo así como a la historia anterior. También se le puede ver sencillamente como un proyecto post-tsunami, algo que necesariamente tuviera que hablar de lo que sucedió en Japón hace unos años. Y este curioso conjunto de posibles significados a veces también parece que alcanzan a algunas de las figuras reunidas que no consiguen entender del todo el objetivo más inmediato del proyecto: hablar del hogar.

Naomi Kawase, se sabe, es una directora cuya fijación gira siempre en figuras familiares bastante claras, y por extensión esta idea de hogar o pertenencia es algo usual en sus obras. Y sí es a partir de la tragedia del tsunami, quizá vista concretamente desde la perspectiva de tantas personas que perdieron de golpe todo lo que tenían en la vida, que decide armar este proyecto. La idea de la cual debían partir los varios directores era este intento, siempre inexacto, de hablar del hogar, que es una idea cambiante, que no siempre puede representarse inmediatamente, y que, como comenté, al parecer no quedó clara para todos los integrantes, muchos de los cuales cayeron en la fácil tentación de hablar del tsunami y poco más.

Como suele suceder con estos conjuntos de cortometrajes, el resultado es bastante irregular, sobre todo tratándose de un tema que se presta para este tipo de contrastes. Diría incluso que es probable que los cortos realmente buenos resulten menos en comparación con los regulares y los francamente innecesarios o mal enfocados. Porque hay algunos que quizá tuvieron potencial de ser buenos pero se fueron por direcciones que poco tenían que ver con el propósito inicial del proyecto.
Sin embargo, creo que de manera global se consigue conseguir una emoción, una cierta reminiscencia vaga que puede acercarse a la idea de ‘hogar’ y que consigue permear todo el contenido, logrando que si bien no en todos los momentos uno piense ‘pero qué buen corto es éste’, sí sienta, al terminar el visionado, que la idea se quedó con él a través de una serie de imágenes, quizá no todas excelentemente logradas, pero con una intención sincera de acercarse a este concepto de hogar.

De los fragmentos que más gratamente recuerdo ahora son sin duda el de la propia Naomi Kawase, que se ve lo trabajado que tiene el tema y que prácticamente con solo imágenes consigue recrear una emoción de nostalgia y pertenencia fantástica. Y el de Pedro González-Rubio, en gran medida debido a mi fijación con su trabajo, y por la bella fotografía que lo mismo remite a una intimidad que a una mexicanidad.
Si bien no es el mejor proyecto de este tipo, creo que si tiene algo que lo hace al menos digno de verse, y ya uno puede llevarse cualquier sorpresa.




¿Otras películas que hablen sobre el concepto de hogar?

13.2.13


13/02/13
En uno de esos días en que sólo quieres cine de terror, me encontré con esta película. Así de simple, creo que fue generación espontánea. Y pues, seguimos el camino amarillo.



"Sientes que el camino va a entenderte. Creo que esa es la peor parte. Que lo hace"
Voy a sonar como un disco rayado con aquello de 'tal película tenía una buena premisa' pero es que al parecer yo veo buenas premisas en todos lados. En cuestión de cine de terror yo sólo veo posibilidades, infinitas posibilidades, gracias a las cuales soy defraudada una y otra vez. ¿E iba a ser "YellowBrickRoad" una excepción?

En 1940 la población total de un pequeño pueblo estadounidense subió a la montaña y desapareció. Para siempre. Muchos años después un grupo de investigadores están dispuestos a seguir el mismo camino hasta descubrir qué fue lo que les pasó. Porque obviamente es una excelente idea. 

Y sí, pueblos que desaparecen en su totalidad y excursiones medio suicidas que van detrás de ellos medio siglo después me parece un tema interesante. En el caso concreto de "YellowBrickRoad" no iniciaba de manera demasiado efusiva pero era la típica puesta en escena que podría haber sido a lo falso documental y que es lo suficientemente sencilla como para que todo lo demás lo vaya condicionando, y así nos internamos en el bosque.

Hay demasiados intentos de distintas cosas que nos llegan por todos lados. Por una parte la visión cuasi científica de la expedición. La interacción entre las personas del grupo. Los problemas que pueden ir saliendo cuando tantas personas tienen que coexistir en situaciones no demasiado amigables. Lo paranormal.  La supervivencia más básica. La locura. La serie B. Los giros. El limitado presupuesto. Si al inicio comienza de manera tibia y va abriendo expectación sobre lo que podría ir sucediendo, parece que algo no acaba de cuajar y con cada giro la cosa se va volviendo más extraña, más surreal y, inexplicablemente, más aburrida. 
Es difícil identificar de manera clara dónde falla la cosa. Es de esas mezclas donde cada uno de sus elementos debería valerse por sí mismo pero cuando se tratan de poner todos juntos deja una sensación de que no supieron por cuál apostar y entonces los tiraron todos al saco. Y no funciona, poco a poco se va tornando inverosímil y sosa. Cansa, y cuando una secuencia de supervivencia genera más fastidio que emoción es porque algo está claramente fallando. 

Iba a continuar con un 'y encima de todo es larguísima'. Pero no, no es larguísima, dura apenas hora y media, pero uno tiene la sensación de que la cosa ya llegó a ese punto donde se tiene que acabar ya o ya como una media hora antes de que verdaderamente acabe. Y hay varias escenas que parece que concluyen y luego siempre no, y otra más y siempre no. Y conforme siguen vuelve esa sensación, en este caso de 'no sabemos por qué final optar así que los pondremos todos' que encima termina por volverse algo rarísimo. Y eso que en alguno de esos momentos hay uno de sus tantos giros que hasta parece que va a funcionar, y yo incluso llegué a pensar 'bueno, a lo mejor esto todavía tiene solución'. Pero ¿adivinan? No fue así. 

Ya ni quiero decir lo de 'podría haber sido buena pero...' porque creo que en mi perspectiva casi cualquier historia de terror podría ser buena. Todo es potencialmente terrorífico. Y quizá es por eso que, al final, pocas cosas realmente asustan. Oh, desilusión.




¿Buenas películas de terror que hayan visto recientemente?

12.2.13

















12/02/13
En algún momento tuve la intención de ver todas las películas de aquella ya vieja lista de 'las 100 mejores películas del cine mexicano' (que me parece sólo abarcaba hasta los 90). No lo cumplí demasiado bien, pero un par habré visto, comenzando por la número 100: "Naufragio".



"Si Miguel Ángel estuviera muerto yo lo sabría. No se puede perder un brazo o una pierna sin que una se dé cuenta, así de fácil"

No sé si con justa razón pero siempre me ha sorprendido que el cine mexicano de antes optara de manera más o menos frecuente por adaptar piezas literarias extranjeras. No sé si no me he fijado tanto en los estrenos recientes al respecto pero no me imagino una película actual que parta de un texto de Joseph Conrad, como es el caso de esta producción de 1978. De hecho me cuesta incluso un poco imaginar a Jaime Humberto Hermosillo escogiendo un texto de Conrad para darle vida a su película. 

Leticia y Amparo son dos mujeres que trabajan juntas y comparten un pequeño departamento. Amparo es una mujer mayor cuyo hijo se fue de casa varios años atrás y renta una habitación para tener un ingreso extra, Leticia por el contrario es una mujer joven que en parte continua viviendo ahí por acompañar a Amparo y ayudarla con las pequeñas labores hogareñas, aunque su pareja insiste desde hace algún tiempo en que se casen. La historia que siempre rememora Amparo es que su hijo decidió volverse marinero y partió abruptamente un día para conocer el mundo, desde entonces lo espera fielmente y sueña con su regreso con tan emoción que poco a poco Leticia, quien no conoció a Alonso, comienza a fantasear también con ese regreso. 

No conozco el texto original pero incluso con esta premisa resulta un poco difícil imaginar la historia contada en clave que va de la trama a los toques telenovelescos. Dos mujeres soñando fervientemente con el retorno del hombre desaparecido, los líos amorosos de Leticia con su pareja, los problemas en un trabajo burocrático un poco conflictivo. Y sobre todo, yo creo que lo que resulta principalmente extraño, es todo el asunto de ser marinero. Es parte esencial de la obra de Conrad, sin duda, debido en gran parte a que el propio Conrad fue marinero, y porque en la época en que le tocó vivir eso implicaba sin duda unas posibilidades muy distintas a las que había en la Ciudad de México a finales de los años 70. Y no sé si hubiera sido muy diferente si la historia hubiera tenido lugar en una ciudad costera (aún con el aliciente de que Alonso se fue con un barco extranjero, y sus implicaciones), o si es deliberado que gran parte de la trama parezca apuntar directamente a que las ensoñaciones de la madre son mentira. Que, podría ser una estrategia, pero incluso en ese caso siento que le quita la que debería ser la fuerza principal del relato, que es la fuerza que la devoción de Amparo tiene al grado de contagiarse a Leticia. Que funciona muy bien en la teoría pero en la puesta en escena para mí resulto inentendible y hasta un poco ridículo.

Es curiosa, sin duda, y sobre todo mantiene una trama que fuera a sus convenciones no era demasiado usual, y más o menos consigue sacarla a flote si uno trata de obviar por completo cualquier relación con Conrad. De cualquier modo me cuesta creer que se llegara a incluirse en cualquier lista de mejores películas, aunque fuese en el último puesto y siendo tantas como una centena. 




¿Otras películas sobre marineros que les gusten?

11.2.13

















11/02/13
Continuando con nuestros pequeños ciclos de directores japoneses, le toca el turno a Masahiro Shinoda, iniciando con "Dry lake".



"¿Estás dispuesta a hacer cualquier cosa?"

"Dry lake" o "Youth in fury" fue una de las primeras películas del director y además la primera en incorporarse de manera más que clara en el movimiento de la Nuberu Bagu, a inicios de la década de los 60 y apenas un año después de que Oshima presentara "Cruel story of youth".

El seguimiento de un grupo de jóvenes confundidos venía ya desde las películas llamadas 'de la tribu del sol'. Aquí si bien vemos un margen de varios personajes y sus historias y contextos correspondientes, a quien seguimos de manera principal es a Takuya Shimojo, un joven rebelde que pertenece a una asociación estudiantil de las que se manifestaban en contra de la renovación del Tratado de Cooperación y Seguridad Mutua entre Estados Unidos y Japón (que había tenido lugar en 1960). Cansado de que sus reuniones consistan mayormente en pura plática filosófica y sus manifestaciones en una resistencia bastante débil, comienza a distanciarse del grupo para fantasear de manera individual con acciones terroristas que realmente puedan tener una repercusión real en la sociedad japonesa de la época. Consuelo ideológico para una generación cuya confusión no tenía un origen específico ni una dirección real. 

Siendo una pieza tan temprana demuestra de manera contundente el fantástico estilo que desarrollaría el director y el enfoque que daría a su personal aproximación al movimiento, el modo en que buscaba retratar a esa y caótica sociedad en que Japón se había convertido. Para ello se sirve de un potente abanico de personalidades jóvenes y una historia que si bien parece no seguir una línea clara va convirtiendo poco a poco al atormentado protagonista en sus propias fantasías: él mismo se convierte en la bomba que tanto querría detonar para acabar con todo. 

Una de los elementos que más luce en la película es la intervención de la actriz Shima Iwashita, no es solamente una belleza sino que además tiene una fuerte presencia que hace que no necesitemos saber demasiado de su personaje como para sentirnos atraídos hacia ella. No es de extrañar que lo mismo le suceda a Takuya, configurando ambos una serie de encuentros y desencuentros que irán hilando el discurrir de la historia. 

Shinoda no es el nombre que más suele asomar cuando se habla de la Nuberu Bagu y sin embargo es una figura de lo más interesante. Es maravilloso darse cuenta de cómo un momento histórico fue capaz de descubrir y dar oportunidad a directores tan diversos y todos igualmente increíbles. Ya estaremos hablando de él. 




¿Otras películas sobre delirios terroristas que les gusten?

10.2.13


10/02/13
El Festival Ambulante de cine documental comenzó este viernes 8 en la Ciudad de México. Siendo un género usualmente tan ignorado es una maravilla lo que Ambulante ha hecho por su exhibición en el país desde hace ya algunos años. Y bueno, yo siempre me digo que iré y veré todo y generalmente termino viendo un par así que, para comenzar.



"La piedra cobró su verdadera importancia cuando se la llevaron"
Quizá alguno de ustedes sabrán ya que en la entrada del Museo de Antropología e Historia de la Ciudad de México hay una piedra, usualmente conocida como el Tláloc, gigante. Gigante. Pues esa piedra no siempre estuvo ahí, claramente, pero ni siquiera estaba justo en la Ciudad de México, sino en el pueblo de San Miguel Coatlichán, en el Estado de México. La curiosa travesía de esta piedra es la que da inicio a un documental que se cuestiona las tradiciones mexicanas desde sus inicios y hasta sus consecuencias actuales. 

Varias voces se van intercalando con escenas cotidianas en una pequeña comunidad rural. Un hombre habla de cómo empezó a interesarse por la historia del país al tiempo que lo vemos vendiendo zapatos en una pequeña tienda. Una mujer nos cuenta cómo iba cuando niña al monte a recoger pequeñas piedras con motivos prehispánicos mientras la vemos llevar el inventario de su papelería. San Miguel Coatlichán es algo así como un pueblito típico del centro del país con la principal diferencia de que fue el sitio donde se ha encontrado el monolito prehispánico más grande del país (y quizá de América, creo que no especifican eso). Y eso es algo colosal, no sé si pueden imaginárselo.
En una serie de constantes vueltas de ida y regreso hacia el pasado tratamos de ver al monolito en toda su dimensión. Su origen incierto (se sabe es una deidad de las aguas pero no se sabe con precisión si es Tláloc o una deidad femenina anterior), su destino como 'una piedra más' (por gigante que sea) en la época en que nadie hacia demasiado caso de los vestigios prehispánicos, el momento de exaltación cultural del pueblo, la lucha por llevárselo y la monumental tarea en que consistió, su pervivencia en el presente. A través de ese viaje podemos ser partícipes de todas las voces, los puntos de vista extremos y una revisión puntual de la importancia que le damos al conocimiento de nuestro pasado histórico en la vida diaria. Todo, contado de manera inesperada, interesante y hasta con un toque de humor, a través del viaje de una piedra. De una piedra enorme. 

La verdad hay un montón de opciones en el programa de Ambulante que suenan de lo más interesante, así que espero poder verdaderamente poder pasarme por allá de nuevo, aunque sea para completar el par. Descúbralo en nuestro próximo episodio.




¿Último buen documental que hayan visto?