24.1.09



07/03/08
A veces me parece que siempre estamos a la espectativa de algún tipo de película. Cada quien respondiendo a engranajes interiores, claro: la película que te haga llorar, la película que te asuste, la película que te enamore. No es que lo hagamos todo el tiempo, claro, y no siempre de manera consciente (o no siempre el mismo tipo de película). Creo que yo podría aventurarme a decir (a riesgo de equivocarme, claro), que generalmente voy en busca de la película que remueva algo muy profundamente en mí, una película que me impresione de manera que no pueda definir en ese momento por qué. Que me altere, que me inquiete.

Me gustan esas ocasiones en que terminas frente a la pantalla, frente a un escenario, frente a un libro casi sin habla, sin saber muy bien qué pensar o qué decir al respecto.
Suena un poco drástico y es muy subjetivo y personal. Pero así son nuestras cruzadas, ¿no?



"¿Me tomas tú la mano a mí o yo te la tomo a ti?"

Vi por primera vez "Time" durante un festival de cine internacional, donde mi premisa básicamente era ver la mayor cantidad de películas posibles. La elección residía mayormente en cuestiones de disponibilidad y muy debilmente en la sinopsis. Las orientales siempre han tenido preferencia para mí de manera que traté de arrastrar a mis acompañantes al mayor número de ellas (no siempre con demasiado éxito), pero sin duda, en este caso, ayudo en gran medida la hermosa imagen que venía junto al resumen de la cinta, la misma que puede apreciarse en algunos de los posters sobre ella (y es similar a la que yo pongo en este post, pero en versión feliz).
Me parece que esa vez fui solamente con Kris, quien era mi mejor acompañante en estos casos. Creo que llegamos a pasarnos todo el día saltando de una función a otra. En ese momento no leí ninguna información preliminar sobre la película (y ni siquiera relacioné realmente el nombre de Kim Ki-Duk con "Samaritan girl", que había visto con Bake unos años antes), y el resultado, para mi gusto, fue mejor. Me gustan esta clase de sorpresas.
¿Qué persona no se ha sentido en algún punto de su vida amenazado por la monotonía? Ya no digamos exclusivamente en las relaciones interpersonales y, aún más, románticas, sino simplemente por ese enemigo silencioso que representa la rutina en muchos aspectos de nuestra vida. Seh-Hee es una mujer obsesionada por este aspecto de su relación, obsesionada a un grado tan patológico que no puede menos que resultarte inquietante el modo en que cela enfermizamente a su pareja y se lastima a si misma con estos pensamientos sobre la fugacidad del amor.
Estas obsesiones que se desarrollaran en la película, también representadas por otros personajes menores pero especialmente por la composición tan detallada de esta protagonista femenina, nos arrastrarán a soluciones exageradas, ridículas pero a la misma vez perturbadoras.
Spoiler inofensivo puesto que se enterarían en cualquier sinopsis: Seh-Hee, sin poder soportar el peso que le genera llevar siempre el mismo rostro ante su pareja después de dos años de relación, decide hacerse una cirugía plástica completa.
Me parece, personalmente, un modo magistral de retratar los celos y esta locura extraña a la cual nos orillan nuestras inseguridades.


¿Cuál fue la última película que te impactó verdaderamente?






























1 comentario:

  1. Esta película es interesantísima para analizas desde el psicoanálisis.

    Es chocante la escena en la que ella llora con la máscara puesta (¿o es la máscara la que llora?)

    La última película que me impactó fue Funny Games, de Haneke (1997)

    Hasta el día de hoy es una de las películas más perturbadoras que he visto. Y no es gore.


    Un saludo!

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