22/05/09
Cuando tuve la etapa en que quería ver todas las películas de Aaron Eckhart, recuerdo que me topé con el trailer de esta. Eckhart y Bonham Carter eran demasiado para mí, ¿cómo jamás se me hubieran ocurrido como pareja perfecta? Por demás el trailer aportaba poco más a la idea de que son dos personajes que se conocen durante la boda de un tercero.
Cuando la conseguí hace poco pensé que podría ser una película para ver con mi madre, aunque temí secretamente que alguien muriera al final y ella me odiara para siempre. Igual nos arriesgamos hace unos días a verla.
"There are no happy endings in our future"
La película te golpea de lleno, no han pasado ni unos minutos desde los créditos y ya tenemos a Eckhart asediando a Bonham Carter con una copa de champagne y su incesante conversación. Sin contexto, sin justificación, sin escenas innecesarias. Todo lo que necesitamos saber es que están en una boda y que ya están hablando.
Lo primero que llama la atención en la película (además de la hermosa sonrisa de Eckhart, no puedo mentir) es que el desarollo de los sucesos se da siempre a dos cámaras. La pantalla está siempre dividida entre dos visiones del mismo suceso pero desde distintos ángulos. Al principio puede marear un poco, pero sin duda toda la carga semántica que puede surgir a partir de ello es increíble. Tenemos, literalmente, los dos puntos de vista de la historia. Los únicos que interesan: él y ella. Sin nombres, casi sin pasado.
La representación es casi teatral, nos recuerda ese tipo de diálogos y desarrollo equiparable al que se daría en un espacio de teatro (me recordó mucho a "Closer" por momentos). Toda la fuerza reside en los diálogos y la construcción del personaje, que es impecable por parte de los dos enormes protagonistas. Una constante lucha de esconderse detrás de frases ingeniosas, inteligentes, filosas. Por dejarnos entrever poco o nada de lo que realmente sucede mientras en algunos puntos tenemos visiones limitadas de un pasado que se inventa constantemente o un presente que se supone más allá de los paredes del hotel donde tiene lugar la boda. Se juega con la idea de que conocemos poco de las personas, incluso de las que creemos conocer. El propio Eckhart hace alusión a ello cuando enuncia: te das cuenta de que así es el mundo cuando una persona que creías que era muy cercana a ti puede irse del país sin que tú lo sepas. Años de buscar a alguien que ya no está ahí y que ya no sabes cuánto estuvo realmente ahí.
Mi madre dice que soy yo pero la película me pareció especialmente fuerte. Quizá porque siempre me ha parecido que la fuerza reside más en las palabras que en las acciones. Y nadie mejor para convencernos de una historia de amor imposible que dos personajes que por sí mismos no parecen representarlo demasiado: una mujer algo indiferente que ha estado lejos mucho tiempo y un aparente galán que parece buscar nada más lo fugaz.
Al final, tras haber presenciado apenas unas horas en la vida de los personajes, tenemos la sensación de que nos han mentido en muchos puntos, de que algunas partes de la historia que parecían ser claras en realidad también son otra invención, y que ya no sabemos bien qué papel juega cada uno. Tampoco parece ser importante, como si la verdad y la ficción fueran irrelevantes más allá de esas pocas horas en que estuvieron juntos.
Personalmente me llegó de una manera muy grata, como últimamente no lo hacía ninguna película. Además que es una delicia ver a Eckhart y a Bonham Carter en pantalla y, además, siendo pareja. Ambos me parecen excelentes actores, los diálogos inteligentes y casi vertiginosos les quedan del mejor modo, y yo creo que aporta mucho a la película el hecho de que aunque me parecen muy atractivos, no tienen el tipo de galán o mujer bella y fatal. Además que la química entre ellos es tan sincera que a uno lo atrapa.
Oh, y fue curiosa la aparición fugaz de Olivia Wilde, quien hace a Trece en la serie de "House" (ayer caí en la cuenta de que no tengo ni idea de cómo se llama Trece), haciendo el papel de otra dama de honor. Me parece una mujer tan bella.
Para mí es una película altamente recomendable. Muy fresca, inteligente y que va más allá de una comedia o drama (difícil inclinarse por un género) cualquiera.
Y los protagónicos, por diox, ¿quién no querría verlos? (¿o soy la única que los ama desesperadamente?)
¿Cuál es tu película favorita con Helena Bonham Carter?
Cuando tuve la etapa en que quería ver todas las películas de Aaron Eckhart, recuerdo que me topé con el trailer de esta. Eckhart y Bonham Carter eran demasiado para mí, ¿cómo jamás se me hubieran ocurrido como pareja perfecta? Por demás el trailer aportaba poco más a la idea de que son dos personajes que se conocen durante la boda de un tercero.
Cuando la conseguí hace poco pensé que podría ser una película para ver con mi madre, aunque temí secretamente que alguien muriera al final y ella me odiara para siempre. Igual nos arriesgamos hace unos días a verla.
"There are no happy endings in our future"
La película te golpea de lleno, no han pasado ni unos minutos desde los créditos y ya tenemos a Eckhart asediando a Bonham Carter con una copa de champagne y su incesante conversación. Sin contexto, sin justificación, sin escenas innecesarias. Todo lo que necesitamos saber es que están en una boda y que ya están hablando.
Lo primero que llama la atención en la película (además de la hermosa sonrisa de Eckhart, no puedo mentir) es que el desarollo de los sucesos se da siempre a dos cámaras. La pantalla está siempre dividida entre dos visiones del mismo suceso pero desde distintos ángulos. Al principio puede marear un poco, pero sin duda toda la carga semántica que puede surgir a partir de ello es increíble. Tenemos, literalmente, los dos puntos de vista de la historia. Los únicos que interesan: él y ella. Sin nombres, casi sin pasado.
La representación es casi teatral, nos recuerda ese tipo de diálogos y desarrollo equiparable al que se daría en un espacio de teatro (me recordó mucho a "Closer" por momentos). Toda la fuerza reside en los diálogos y la construcción del personaje, que es impecable por parte de los dos enormes protagonistas. Una constante lucha de esconderse detrás de frases ingeniosas, inteligentes, filosas. Por dejarnos entrever poco o nada de lo que realmente sucede mientras en algunos puntos tenemos visiones limitadas de un pasado que se inventa constantemente o un presente que se supone más allá de los paredes del hotel donde tiene lugar la boda. Se juega con la idea de que conocemos poco de las personas, incluso de las que creemos conocer. El propio Eckhart hace alusión a ello cuando enuncia: te das cuenta de que así es el mundo cuando una persona que creías que era muy cercana a ti puede irse del país sin que tú lo sepas. Años de buscar a alguien que ya no está ahí y que ya no sabes cuánto estuvo realmente ahí.
Mi madre dice que soy yo pero la película me pareció especialmente fuerte. Quizá porque siempre me ha parecido que la fuerza reside más en las palabras que en las acciones. Y nadie mejor para convencernos de una historia de amor imposible que dos personajes que por sí mismos no parecen representarlo demasiado: una mujer algo indiferente que ha estado lejos mucho tiempo y un aparente galán que parece buscar nada más lo fugaz.
Al final, tras haber presenciado apenas unas horas en la vida de los personajes, tenemos la sensación de que nos han mentido en muchos puntos, de que algunas partes de la historia que parecían ser claras en realidad también son otra invención, y que ya no sabemos bien qué papel juega cada uno. Tampoco parece ser importante, como si la verdad y la ficción fueran irrelevantes más allá de esas pocas horas en que estuvieron juntos.
Personalmente me llegó de una manera muy grata, como últimamente no lo hacía ninguna película. Además que es una delicia ver a Eckhart y a Bonham Carter en pantalla y, además, siendo pareja. Ambos me parecen excelentes actores, los diálogos inteligentes y casi vertiginosos les quedan del mejor modo, y yo creo que aporta mucho a la película el hecho de que aunque me parecen muy atractivos, no tienen el tipo de galán o mujer bella y fatal. Además que la química entre ellos es tan sincera que a uno lo atrapa.
Oh, y fue curiosa la aparición fugaz de Olivia Wilde, quien hace a Trece en la serie de "House" (ayer caí en la cuenta de que no tengo ni idea de cómo se llama Trece), haciendo el papel de otra dama de honor. Me parece una mujer tan bella.
Para mí es una película altamente recomendable. Muy fresca, inteligente y que va más allá de una comedia o drama (difícil inclinarse por un género) cualquiera.
Y los protagónicos, por diox, ¿quién no querría verlos? (¿o soy la única que los ama desesperadamente?)
¿Cuál es tu película favorita con Helena Bonham Carter?
0 guiños:
Publicar un comentario