10/08/10
Nunca me ha emocionado particularmente la semana de cine alemán en la cineteca, de hecho la habría dejado pasar sin ningún problema (no así la semana de bollywood a la que me hubiera encantado ir pero me agarró de vacaciones, gracias). Pero el caso es que terminamos ahí Ezequiel y yo sin saber siquiera qué había este año. La única cuyo horario nos quedaba era "Fuerza de gravedad" y aunque la parca sinopsis no sonaba demasiado bien, decidimos que era mejor que nada.
"Creo que todos estamos locos de alguna manera, pero no todos queremos hablar al respecto"
No me pueden culpar, la sinopsis decía escuetamente que la historia giraba en torno a Frederick, un monótono banquero cuya vida cambia cuando uno de sus clientes se suicida enfrente suyo, haciendo que reconsidere todo. Suena mucho a superación personal o gran viaje introspectivo a través de uno mismo. Y sí, la película parte exactamente de la escena descrita, pero Frederick no es el banquero monótono que nosotros podríamos pensar.
Sabemos, por la rápida mirada a su casa, que es un obsesivo compulsivo, también suponemos que aunque su vida luce vacía está obsesionado con otras cosas. Un cliente al que le negó más crédito se mata enfrente de él pero Frederick no sufre el cambio epifánico cinematográfico que nosotros esperaríamos, ¿entonces qué?
Frederick se encuentra con Vince en una tienda de discos, casual, ambos tuvieron una banda muchos años atrás y ahora sus vidas han tomado direcciones radicalmente opuestas: el banquero aparentemente estable y exitoso, y el trabajador ocasional que lleva a cuestas sus viejos años de prisión. Hay cosas que Vince quiere dejar atrás pero también hay otras que Frederick quiere despertar dentro de sí. Hay una frase, enunciada por el propio Frederick, que definiría bastante bien estas circunstancias y su propia actitud: "Llevo años tratando de ser una persona normal, pero ser normal es para pendejos".
Así que nos adentraremos en la complejidad de dos personajes que van mucho más allá de sus estereotipos, escenas de acción, de drama, de romance, todo con un toque bastante fresco, con un ritmo preciso, con excelentes actuaciones y un guión muy bien llevado.
Debo confesar que aunque la introducción nos mantiene en vilo mientras esperamos que algo suceda (lo que es el primer vistazo superficial a la vida de Frederick), apenas sonó la primera canción la película me cautivó por completo. Tiene un gran soundtrack que ayuda mucho con el ritmo y con la esencia de la película, casi como si sintiéramos que es el ruido en la cabeza del protagonista.
Si ya Jürgen Vogel me había cautivado como el profesor al que las cosas se le salen de control en "La ola", aquí sólo me conquistó más como Vince, el amigo rudo con un misterioso pasado a cuestas. También el desarrollo del personaje de Friederick está muy bien manejado, ya que si bien comienza pareciendo un chiquillo acomodado y caprichoso, conforme avanza la película su psicología se va rebelando mucho más compleja (e inestable) de lo que podríamos haber pensado en un primer plano.
Y, sobre todo, es una película de lo más entretenida. Con una buena dosis de géneros mezclados que consigue cautivar y entretener. Y sobre todo agradezco que no haya tratado de ser una película pop, indie, que no quisiera ser alternativa ni posmoderna, sino que sencillamente contase una historia, una historia creíble pero desde un punto de vista particular y con un estilo particular. Y como tal, funciona perfectamente.
Sin duda fue una grata sorpresa que no es esperaba en absoluto y me dejó un agradable sabor de boca para el resto del día. Además de que presenciamos la ópera prima de un director al que sin duda habrá que seguirle la pista en un futuro.
¿Alguna película de Jürgen Vogel para recomendar?
Nunca me ha emocionado particularmente la semana de cine alemán en la cineteca, de hecho la habría dejado pasar sin ningún problema (no así la semana de bollywood a la que me hubiera encantado ir pero me agarró de vacaciones, gracias). Pero el caso es que terminamos ahí Ezequiel y yo sin saber siquiera qué había este año. La única cuyo horario nos quedaba era "Fuerza de gravedad" y aunque la parca sinopsis no sonaba demasiado bien, decidimos que era mejor que nada.
"Creo que todos estamos locos de alguna manera, pero no todos queremos hablar al respecto"
No me pueden culpar, la sinopsis decía escuetamente que la historia giraba en torno a Frederick, un monótono banquero cuya vida cambia cuando uno de sus clientes se suicida enfrente suyo, haciendo que reconsidere todo. Suena mucho a superación personal o gran viaje introspectivo a través de uno mismo. Y sí, la película parte exactamente de la escena descrita, pero Frederick no es el banquero monótono que nosotros podríamos pensar.
Sabemos, por la rápida mirada a su casa, que es un obsesivo compulsivo, también suponemos que aunque su vida luce vacía está obsesionado con otras cosas. Un cliente al que le negó más crédito se mata enfrente de él pero Frederick no sufre el cambio epifánico cinematográfico que nosotros esperaríamos, ¿entonces qué?
Frederick se encuentra con Vince en una tienda de discos, casual, ambos tuvieron una banda muchos años atrás y ahora sus vidas han tomado direcciones radicalmente opuestas: el banquero aparentemente estable y exitoso, y el trabajador ocasional que lleva a cuestas sus viejos años de prisión. Hay cosas que Vince quiere dejar atrás pero también hay otras que Frederick quiere despertar dentro de sí. Hay una frase, enunciada por el propio Frederick, que definiría bastante bien estas circunstancias y su propia actitud: "Llevo años tratando de ser una persona normal, pero ser normal es para pendejos".
Así que nos adentraremos en la complejidad de dos personajes que van mucho más allá de sus estereotipos, escenas de acción, de drama, de romance, todo con un toque bastante fresco, con un ritmo preciso, con excelentes actuaciones y un guión muy bien llevado.
Debo confesar que aunque la introducción nos mantiene en vilo mientras esperamos que algo suceda (lo que es el primer vistazo superficial a la vida de Frederick), apenas sonó la primera canción la película me cautivó por completo. Tiene un gran soundtrack que ayuda mucho con el ritmo y con la esencia de la película, casi como si sintiéramos que es el ruido en la cabeza del protagonista.
Si ya Jürgen Vogel me había cautivado como el profesor al que las cosas se le salen de control en "La ola", aquí sólo me conquistó más como Vince, el amigo rudo con un misterioso pasado a cuestas. También el desarrollo del personaje de Friederick está muy bien manejado, ya que si bien comienza pareciendo un chiquillo acomodado y caprichoso, conforme avanza la película su psicología se va rebelando mucho más compleja (e inestable) de lo que podríamos haber pensado en un primer plano.
Y, sobre todo, es una película de lo más entretenida. Con una buena dosis de géneros mezclados que consigue cautivar y entretener. Y sobre todo agradezco que no haya tratado de ser una película pop, indie, que no quisiera ser alternativa ni posmoderna, sino que sencillamente contase una historia, una historia creíble pero desde un punto de vista particular y con un estilo particular. Y como tal, funciona perfectamente.
Sin duda fue una grata sorpresa que no es esperaba en absoluto y me dejó un agradable sabor de boca para el resto del día. Además de que presenciamos la ópera prima de un director al que sin duda habrá que seguirle la pista en un futuro.
¿Alguna película de Jürgen Vogel para recomendar?
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