17.6.11


17/06/11
Con un título como "Yoyochu in the land of the rising sex" yo no sé cómo alguien podría no querer ver la película y eso que no les he hablado del poster (aunque seguro se pueden imaginar qué imagen podría ir con ese título). Pero quizás soy yo. Pero lo cierto es que no me iba a perder nada que tuviera pinku eiga de por medio.



"La idea era ver cuántos lazos sociales podíamos romper. Hasta dónde te permitías ser tú mismo y se lo permitías al otro"

Si el nombre de Yoyogi Tadashi no les suena absolutamente de nada, no los culpo, a mí tampoco me sonaba. Y al parecer imdb tampoco tiene mucha idea ya que dice que es director de unas cuatro películas cuando el documental nos deja en claro que ha dirigido por lo menos 500. ¡500! También podemos deducir que a imdb no debe interesarle demasiado las producciones pornográficas de nulo presupuesto. (Aquí me gustaría decir '¡aunque debería!' pero la verdad eso abriría la puerta demasiado).

El documental gira alrededor de la figura de Yoyogi Tadashi, quien también es conocido como Yoyochu. Un director de cine porno que ha hecho una carrera bastante particular por su paso en las pantallas chicas. Y encima que ha tenido una vida de lo más interesante, no deja de ser fascinante ver hablar a una persona de unos setenta años de su época de yakuza, de sus miles de amantes, de sus años en la cárcel, de cómo terminó haciendo películas porno por hacer algo y se descubrió a sí mismo ahí, grabando a otras personas en toda clase de perversidades.

Probablemente no todos sepan pero Japón tiene una historia de cine pornográfico de lo más interesante que abarcó incluso un momento importante en las producciones de las principales productoras nacionales. Porque todos sabemos que si quieres salvar a tu negocio cinematográfico de la bancarrota hay un producto que jamás te fallará: el sexo. Y ellos se lo tomaron a pies juntillas y trascendieron los límites del género.
Yoyogi entra ahí, pero en una esquina de la historia, de la que nadie habla. Es decir, de los nombres que no intentaron hacer arte disimulado con escenas sexuales, ni los que llenaron libros de la nueva ola japonesa. Alguien que trabajó para una muy pequeña productora que era subcontratada por otras más grandes y que se dedicaba por entero a grabar sexo, sin camuflajearlo pero también sin volverlo un género desprovisto de sorpresas.

Él, un equipo mínimo, una cámara y casi siempre actores improvisados se sumergieron en una búsqueda de la esencia de las personas a través de su sexualidad. Con la cantidad de títulos que les digo que tiene el director en su haber pueden imaginar todo lo que se permitió experimentar en cámara. Y si van a irse por los tópicos lógicos y esperar algo de toda esa serie de depravaciones icónicas de los japoneses, les diré que incluso en ese aspecto iba a sorprendernos. Sin buscar ser elaborado (él no se consideraba tampoco un 'autor' y finalmente tenía un presupuesto mínimo) llegó a concebir muchas maneras de provocar el placer en sus actrices (y actores) casi siempre amateurs. Siempre con el principio claro de que lo que se perseguía no era la relación bruta, el acto por el acto (que, para el caso, hay que recordar que por censura en Japón los genitales no pueden ser mostrados, así que se imaginarán con lo que tenían que trabajar los directores), sino la entrega total de una persona no necesariamente con el otro sino consigo misma. Y la verdad es que también, ver a un señor de unos setenta años experimentando con la sexualidad de jovencitas inexpertas no deja de ser un espectáculo curioso, en el menor de los casos.

Ahora bien, como documental la realización tiene un problema básico en su montaje. Entiendo que siendo un tema no demasiado conocido al principio tenían que dar todo un contexto del caso pero al menos durante la primera media hora parece casi una presentación escolar a la que le ponen algunas entrevistas. Pasa demasiado texto por la pantalla y por más que sea sustancial tampoco termina de aclarar un proceso tan complejo y termina por resultar insuficiente y muchas veces aburridos. Además que me pregunto si alguien que no tuviese ninguna idea de antemano se enteraba realmente de todo. Ya cuando llegamos al momento de centrarnos en la obra y las intenciones del director el ritmo cobra mucha fluidez y se vuelve mucho más interesante. Yoyogi Tadashi además es todo un persona, pasa por parecer el abuelo adorable a volverse una especie de filósofo del sexo, es imposible imaginarlo de una manera realmente perversa (aún cuando lo vemos en sus castings casi únicamente levantándole la falda a las chicas).


Por otro lado el documental me llevó a una reflexión de cómo el espectador ve las imágenes. Creo que del mismo modo en que en la película se hablaba constantemente de la consciencia de las mujeres de su sexualidad (sobre todo en los casos en que las 'actrices' en realidad eran mujeres que querían poner a prueba su propia sexualidad frente a una cámara), me di cuenta también que entre el público espectador (que estaba conformado muy mayoritariamente por hombres) las mujeres parecían sentir la necesidad de ponerse a cuchichear cada que tenía lugar una escena de las películas. No sé si como reflejo para restarle el valor explícito a la escena o en un intento de que no pareciera que las estaban mirando 'seriamente'. Tampoco sé qué podría esperar alguien al ir a ver un documental con ese título, y eso aún que la mayor parte de la película se mantiene en un tono estrictamente académico, que si no.

Si bien no me parece que como documental visual tenga un gran mérito, la investigación y el rescate de la figura de dicho autor me parecieron de lo más interesantes y en general la película pasa de manera fluida. Ahora quisiera ponerme a buscar algo de él pero siendo que imdb me avisa que casi no existe, no sé qué tanta posibilidad haya. Lo descubriremos.




¿Documental favorito alrededor de la industria pornográfica?
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3 comentarios:

  1. ¿Donde puedo ver este documental?
    No lo consigo por ninguna parte.!

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  2. Lo vi durante un festival de cine, traté de buscar ahorita en google pero no parece haber ninguna opción de descarga. Una desafortunada situación que es tristemente usual con los documentales. Lamento no poder ser de más ayuda.

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  3. Si lo mismo me pasó a mi. Supongo que tendré que comprar el dvd en Amazon o algo así, porque realmente quiero ver el documental.

    Y si ayudaste, al colocarla en este blog me enteré de su existencia.

    Gracias!

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