15/03/09
Hace algún tiempo me encontraba haciendo un ensayo sobre la crítica cinematográfica respecto al género de terror. Realmente no planeaba ser muy argumentativo ni demasiado planeado, pero estando en eso y pensando en algunas películas en que el género del terror se mira más allá del propio género (como en "Los cronocrímenes" como mencioné en su reseña) le pregunté a Ian si se le ocurría alguna película al caso. En realidad estaba convencida de que la revisión teórica al terror era limitada y no esperaba tener que añadir demasiados ejemplos. Él, sin pensarlo mucho me dijo que, claro, "Behind the mask". Jamás había escuchado hablar de esa película y se solucionó mirando el trailer.
¿Un falso documental de asesinos paranormales? Era algo que necesitaba ver. Ya.
"I'll tell you: never hang out with a virgin. You got a virgin in your crew, either get somebody in her pants or get the hell away from her"
La vi una vez y la vi dos veces. Creo que hacía mucho que no disfrutaba tanto una película.
La premisa me parece tan sencilla que no puede menos que resultarme maravillosa: es un falso documental (ese género tan poco abordado) en un mundo donde asesinos como Freddy Krueger, Jason, Chucky, etc, son reales y han cometido crímenes reales. Una incipiente reportera y sus dos camarógrafos (al buen estilo de cámara en mano que siempre resulta agradable) se disponen a seguir de cerca a la siguiente reencarnación del mal, Leslie Vernon. Un joven cuya leyenda cuenta que fue asesinado por el pueblo y lanzado a las cataratas de la ciudad, pero ahora, en el aniversario de su muerte, regresará para vengarse de algunos inocentes chicos que se crucen por su antigua casa.
La idea de seguir de cerca a uno de estos asesinos es fantástica. Nathan Baesel, el actor que encarna a Leslie Vernon, es increíblemente carismático y puede que esta imagen vaya rompiendo con todos los paradigmas del 'detrás de la máscara'. Se le puede ver alimentando a sus tortugas, haciendo trucos de magia, entrenando, mostrando cómo selecciona a sus víctimas; todo con la misma calma e interés que cualquier profesional en su campo. Retomar elementos comunes desde una explicación completamente terrenal le da un toque de humor y vuelve la película de lo más interesante. Como cuando lo vemos entrenando arduamente y Taylor, la chica reportera, le pregunta porqué tiene que entrenar tanto y él, casi sin aliento le responde: ¿bromeas? tienes que correr como una maldita gacela, ¿o te imaginas si fueras caminando mientras todos huyen? si alguno se escapara sería muy vergonzoso.
Eso entre tantos otros trucos, los pasos que deben seguirse para ir convocando a las víctimas, como el asesino debe aparecerse antes y qué es lo que debe hacer. Todos los puntos que solemos apreciar constantemente en las películas de terror como si fuera un esquema impuesto y que ahora tenemos una explicación de porqué sucede así. La explicación psicológica casi freudiana sobre lo que simboliza cada parte de la persecución es sencillamente genial.
Ahora bien, las fronteras de la ficción se van rompiendo conforme avanza el filme. Mientras que al principio nos encontramos tan sumergidos en el ambiente que no puede menos que resultarnos a una distancia prudente, todo comienza a cambiar conforme el grupo de entrevistadores, especialmente la reportera, comienzan a cuestionarse su función como simples espectadores mientras que Vernon comienza a atemorizar a una población. Situación que se sale de control mientras otros personajes van apareciendo y nuevas cosas se descubren. Vernon demuestra no ser tan paciente y alegre como todos creen y dejará poco margen para que las cosas en su noche no salgan como él quiere. Pero siempre primando la idea de que, ante todo, Vernon es una persona real, con las capacidades reales para llevar a cabo su cometido. Él mismo lo explica mientras guía la preparación de la casa para cumplir sus propósitos: estadísticamente se encuentra en desventaja, de modo que todo lo que pueda ser arreglado apenas si va sumando puntos a su favor.
Eventualmente, como es lógico, Taylor no se conformará con ser una simple espectadora y entonces comenzará a actuar dentro de la ecuación de Vernon, ya conociéndola.
La película me parece terriblemente interesante, realizada de manera muy sencilla y sin demasiadas pretensiones, sin duda que resulta de lo más atractivo para un fan del género que puede recrearse en cada uno de los puntos tratados de manera irónica y simbólica. Desde la idea de la que surge la imagen del asesino, la motivación, las preparaciones, todo lo que sucede detrás de una prototípica historia de terror que en cualquier otro caso simplemente representaría a un hombre enmascarado con una oz que asesina sin razón a un grupo de adolescentes. Todo esto diseccionado en sus partes más pequeñas y puesto bajo el lente crítico pero mirado con humor. Y con un inevitable seguimiento al género. No es una película trasgresora, no busca alterar nada, solo nos incita a deternos en toda la preparación y en lo que jamás entendemos de las películas: el asesino. La mirada de su lado.
A mí personalmente me pareció una delicia, disfruté con cada uno de los comentarios, adoré a Vernon, encontré muy extrañamente atractiva la figura de Taylor, entendí las motivaciones, grité (como en las buenas películas) 'voltea que está atrás de ti, idiota!' y me divertí genuinamente durante las dos veces en que la vi. Y ya me estoy planteando la tercera. Al igual que mencioné de "Los cronocrímenes": no es una película de miedo, es una película sobre el miedo.
Además que tiene unos hermosos guiños. Tenemos por ahí a Robert Englund, el buen Krueger, interpretando al personaje que representa todo lo bueno de la humanidad. Oh. O a Zelda Rubinstein, la medium de "Poltergeist", como una bibliotecaria que se interpone en el primer encuentro entre el asesino y su víctima favorita. Scott Wilson que, bueno, me gusta como actor pero realmente como guiño sólo se me ocurre su aparición en "El exorcista III".
Y, bueno, en realidad creo que todos los actores están muy bien seleccionados, representando al pie sus respectivos roles casi estereotípicos. Y resultando adorables, a su manera.
Una película altamente recomendable. Especialmente para los fanáticos del género.
¿Se te ocurre alguna otra película que de una visión diferente al género del terror?
Hace algún tiempo me encontraba haciendo un ensayo sobre la crítica cinematográfica respecto al género de terror. Realmente no planeaba ser muy argumentativo ni demasiado planeado, pero estando en eso y pensando en algunas películas en que el género del terror se mira más allá del propio género (como en "Los cronocrímenes" como mencioné en su reseña) le pregunté a Ian si se le ocurría alguna película al caso. En realidad estaba convencida de que la revisión teórica al terror era limitada y no esperaba tener que añadir demasiados ejemplos. Él, sin pensarlo mucho me dijo que, claro, "Behind the mask". Jamás había escuchado hablar de esa película y se solucionó mirando el trailer.
¿Un falso documental de asesinos paranormales? Era algo que necesitaba ver. Ya.
"I'll tell you: never hang out with a virgin. You got a virgin in your crew, either get somebody in her pants or get the hell away from her"
La vi una vez y la vi dos veces. Creo que hacía mucho que no disfrutaba tanto una película.
La premisa me parece tan sencilla que no puede menos que resultarme maravillosa: es un falso documental (ese género tan poco abordado) en un mundo donde asesinos como Freddy Krueger, Jason, Chucky, etc, son reales y han cometido crímenes reales. Una incipiente reportera y sus dos camarógrafos (al buen estilo de cámara en mano que siempre resulta agradable) se disponen a seguir de cerca a la siguiente reencarnación del mal, Leslie Vernon. Un joven cuya leyenda cuenta que fue asesinado por el pueblo y lanzado a las cataratas de la ciudad, pero ahora, en el aniversario de su muerte, regresará para vengarse de algunos inocentes chicos que se crucen por su antigua casa.
La idea de seguir de cerca a uno de estos asesinos es fantástica. Nathan Baesel, el actor que encarna a Leslie Vernon, es increíblemente carismático y puede que esta imagen vaya rompiendo con todos los paradigmas del 'detrás de la máscara'. Se le puede ver alimentando a sus tortugas, haciendo trucos de magia, entrenando, mostrando cómo selecciona a sus víctimas; todo con la misma calma e interés que cualquier profesional en su campo. Retomar elementos comunes desde una explicación completamente terrenal le da un toque de humor y vuelve la película de lo más interesante. Como cuando lo vemos entrenando arduamente y Taylor, la chica reportera, le pregunta porqué tiene que entrenar tanto y él, casi sin aliento le responde: ¿bromeas? tienes que correr como una maldita gacela, ¿o te imaginas si fueras caminando mientras todos huyen? si alguno se escapara sería muy vergonzoso.
Eso entre tantos otros trucos, los pasos que deben seguirse para ir convocando a las víctimas, como el asesino debe aparecerse antes y qué es lo que debe hacer. Todos los puntos que solemos apreciar constantemente en las películas de terror como si fuera un esquema impuesto y que ahora tenemos una explicación de porqué sucede así. La explicación psicológica casi freudiana sobre lo que simboliza cada parte de la persecución es sencillamente genial.
Ahora bien, las fronteras de la ficción se van rompiendo conforme avanza el filme. Mientras que al principio nos encontramos tan sumergidos en el ambiente que no puede menos que resultarnos a una distancia prudente, todo comienza a cambiar conforme el grupo de entrevistadores, especialmente la reportera, comienzan a cuestionarse su función como simples espectadores mientras que Vernon comienza a atemorizar a una población. Situación que se sale de control mientras otros personajes van apareciendo y nuevas cosas se descubren. Vernon demuestra no ser tan paciente y alegre como todos creen y dejará poco margen para que las cosas en su noche no salgan como él quiere. Pero siempre primando la idea de que, ante todo, Vernon es una persona real, con las capacidades reales para llevar a cabo su cometido. Él mismo lo explica mientras guía la preparación de la casa para cumplir sus propósitos: estadísticamente se encuentra en desventaja, de modo que todo lo que pueda ser arreglado apenas si va sumando puntos a su favor.
Eventualmente, como es lógico, Taylor no se conformará con ser una simple espectadora y entonces comenzará a actuar dentro de la ecuación de Vernon, ya conociéndola.
La película me parece terriblemente interesante, realizada de manera muy sencilla y sin demasiadas pretensiones, sin duda que resulta de lo más atractivo para un fan del género que puede recrearse en cada uno de los puntos tratados de manera irónica y simbólica. Desde la idea de la que surge la imagen del asesino, la motivación, las preparaciones, todo lo que sucede detrás de una prototípica historia de terror que en cualquier otro caso simplemente representaría a un hombre enmascarado con una oz que asesina sin razón a un grupo de adolescentes. Todo esto diseccionado en sus partes más pequeñas y puesto bajo el lente crítico pero mirado con humor. Y con un inevitable seguimiento al género. No es una película trasgresora, no busca alterar nada, solo nos incita a deternos en toda la preparación y en lo que jamás entendemos de las películas: el asesino. La mirada de su lado.
A mí personalmente me pareció una delicia, disfruté con cada uno de los comentarios, adoré a Vernon, encontré muy extrañamente atractiva la figura de Taylor, entendí las motivaciones, grité (como en las buenas películas) 'voltea que está atrás de ti, idiota!' y me divertí genuinamente durante las dos veces en que la vi. Y ya me estoy planteando la tercera. Al igual que mencioné de "Los cronocrímenes": no es una película de miedo, es una película sobre el miedo.
Además que tiene unos hermosos guiños. Tenemos por ahí a Robert Englund, el buen Krueger, interpretando al personaje que representa todo lo bueno de la humanidad. Oh. O a Zelda Rubinstein, la medium de "Poltergeist", como una bibliotecaria que se interpone en el primer encuentro entre el asesino y su víctima favorita. Scott Wilson que, bueno, me gusta como actor pero realmente como guiño sólo se me ocurre su aparición en "El exorcista III".
Y, bueno, en realidad creo que todos los actores están muy bien seleccionados, representando al pie sus respectivos roles casi estereotípicos. Y resultando adorables, a su manera.
Una película altamente recomendable. Especialmente para los fanáticos del género.
¿Se te ocurre alguna otra película que de una visión diferente al género del terror?
muy buenaa
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