24.9.09



24/09/09
Hay películas que no sé cómo llegué a ellas. "Kontroll" llevaba ya algún tiempo en mi lista de espera pero lo único que tenía claro de ella es que era húngara. Y no recordaba haber visto nada de cine húngaro así que al escoger película azarosamente me quedé con ella.
Sin tener ninguna idea de qué esperar, ciertamente.



"You've been lying to us, because you're wandering day and night around the system, like some crazy homeless person"

Aunque ahora, en retrospectiva, creo que no hay forma de esperar algo sobre "Kontroll". O al menos no algo concreto. Es de esas películas en que los géneros no terminan por darte una imagen. Imdb dice que es crimen, drama, fantasía, misterio y crimen. Aunque también les faltaría la parte de comedia, la parte de cotidianidad.
Primero tenemos un mensaje patrocinado por el sistema de metro de Budapest, emitido por el presidente de dicho sistema o algo así. Donde dice que mucha gente no aprueba que se le haya permitido a Nimród Antal grabar en el metro, especialmente por la imagen que da de él, pero que él cree que hay que apoyar al nuevo cine húngaro y que confía que los espectadores sabrán diferenciar entre la realidad y la ficción.
Entiendo el punto de dicho mensaje, pero aún así no dejó de parecerme un poco realista. Yo para ese momento, que no conocía ni la trama, me quedé pensando ¿cuál sería el problema con el metro?
Y si iba a ser una sorpresa se las arruinaré ahora mismo: es sencillamente impactante que toda la película sea grabada en el metro de Budapest. Ni un solo exterior. A primera vista puede pasar un poco desapercibido pero la sensación de estar atrapado en un mundo subterráneo donde no tienes noción del trancurso del tiempo es extraño, y va propiciando la atmósfera de extrañamiento que la película trae consigo.

Es una suerte de película futuristas que no son tan futuristas. Es decir, no hay robots peleando contra los humanos o naves que pueden ser controladas con el poder de la mente o una sirvienta-tostadora arreglando la casa. Es de esos momentos históricos que uno piensa "esto podría suceder en cinco años". Bajo muchos supuestos, claro.
La trama, resumida, no puede sonar menos interesante: los que recogen tickets en el metro de Budapest son una especie de pequeña organización con tintes casi mafiosos que se divide en grupos que trabajan en distintas líneas. Nos enfocamos en uno particularmente, conformado por individuos muy particulares y no demasiado hábiles en su trabajo. Entre todos los problemas que representa recoger los billetes de una sociedad caótica y harta, hay otra amenaza invisible que es el aumento de supuestos suicidios. Pero está la teoría de que esas personas no saltan por voluntad propia, sino que alguien, conocedor de los puntos ciegos de las cámaras de seguridad, los empuja.

Comienza como un thriller porque una de estas escenas de suicidio es de lo primero que vemos, pero luego nos sumergimos en un mundo caótico, autónomo y decadente que sobrevive por debajo del mundo "conocido". Bulcsú es el líder del mencionado grupo de recogedores de boletos y es un individuo ambiguo. Parece indiferente a la mayoría de las cosas y, sin que nadie más sepa, lleva más tiempo del que recuerda viviendo en el metro. Ese mundo oscuro donde el tiempo nos trancurre y donde las luces cumplen la función del sol es su mundo.

A partir de ahí no se puede explicar mucho lo que sucede. Las cosas ocurren con una suerte de conexión inentendible que las hila alrededor de las figuras principales y que nos mueve de un punto a otro de esta nueva realidad. Las luchas entre grupos de recogedores, los vándalos, los diversos personajes, los momentos extraños, la locura. Porque los metros ciertamente son esos lugares donde uno tiene la sensación de que puede pasar cualquier cosa. ¿Y qué se puede esperar de los personajes que pasan ahí su vida? Comienza a quedarse atrapados.

Pasando por los traumas de la infancia de quien sea o de los juegos en que tienen que ir corriendo de una estación a otra entre los intervalos de los coches-metro. No es una película lineal, no es una película fácil de digerir, no siempre tienes la sensación de que la entiendes o sabes a dónde va, pero te atrapa de una manera u otra. Es una película rara que se muestra de manera muy cotidiana: todo es permitido en ese mundo extraño. Y uno se queda también atrapado un poco en él.

Una increíble sorpresa, la verdad, debo confesar que no esperaba nada especial cuando comencé a verla. Ni siquiera sabría especificar exactamente porqué me cautivó pero sé que lo hizo. Además que la construcción de la retórica del metro me pareció increíblemente buena. La carga semántica que seguro querían para "Midnight meat train" pero nada. Muy recomendable para los que buscan cosas nuevas desde Europa del Este.



Ahorita no se me ocurren demasiadas opciones (aunque ya se viene aquella con Denzel Washington y no recuerdo quién más) pero ¿tienes alguna película favorita que involucre algún metro?


















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1 comentario:

  1. Mmm.. no me atrae jeje... Nose, segun lo que decis es de esas pelis que me terminan por aburrir a la hora y media...

    Te espero en mi blog para que comentes la última crítica ;)

    Saludos!!!!

    PM

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