"Tropa de Elite", José Padilha

01/04/13

Ya hace un rato que no hablamos de cine brasileño, y yo a "Tropa de Élite" le traía ganas desde la primera vez que leí sobre ella, aunque me tardé unos cuantos años en darle oportunidad.

"Cuchillo en la calavera, hermano"

La Tropa de Élite es la BOPE, el Batallón de Operaciones Policiales Especiales, un grupo reducido que se encarga de las misiones más del carajo que tienen lugar en Brasil, sobre todo las que implican adentrarse en zonas de violencia extrema. Y bueno, si yo pensaba que la situación en México no podía ir a peor, un par de secuencias iniciales bastaron para demostrar que la cosa en Brasil no va mucho mejor, y eso que los hechos tienen lugar en 1997, poco antes de la visita del Papa Juan Pablo II al país.

Vértigo inicial, secuencias de disparos, personajes escondiéndose, violencia desenfrenada dirigida hacia todas partes. La violencia casi como un estado natural. Y luego de vuelta al inicio, al orden de la narración tratando de explicar una historia.

En 1997 el Papa no sólo iba a visitar Brasil sino que insistía en hospedarse en un hotel cercano a las favelas, para gusto del gobierno que tenía que garantizar su seguridad. La BOPE tenía la obligación de despejar el área lo que más que pudiera y como pudiera, en una misión de 'todo se vale'. Por otro lado, el Capitán Nascimento, de la mencionada agrupación, planea su retiro pero para ello tendrá que someter a los aspirantes al peor entrenamiento de sus vidas. Entre las pobres almas que tratarán de ganarse un lugar en la BOPE se encuentran Matias y Neto, quienes han escalado desde muy abajo y tienen también una historia propia que contar.

La violencia, si bien un recurso bastante atractivo, puede ser un instrumento difícil de manejar en ciertas tramas. Sobre todo porque al cine latinoamericano se nos da por recurrir a ella a la menor provocación y no siempre lograr historias concretas más allá de su eficacia visual y visceral. Y "Tropa de Élite" parece que es eso lo que nos quiere contar desde el inicio, retratar un mundo donde la violencia es el estado natural de las cosas, desde la perspectiva de personajes que están sumergidos en ella en un estado de amoralidad casi preocupante. ¿Qué distingue a la BOPE de los traficantes contra los que combate si ambos utilizan las mismas estrategias y se valen de la misma impunidad? La justificación moral a veces se pierde en momentos en que lo que impera es la ley del más fuerte. Y todas esas ambiguas reflexiones son las que aparecen recurrentemente en la historia de Nascimento, Matias y Neto, tres personajes de personalidades distintas que se ven atrapados detrás de la misma línea de batalla.

Resulta curioso que la historia originalmente fuera a ser contada primando únicamente la perspectiva de Matias y Neto, los aspirantes. Nascimento fue pensado como un personaje secundario, pero a medida que avanzaba la grabación y, supongo, cautivados por la increíble actuación de Wagner Moura, decidieron reconstruir todo el relato para colocarlo a él como eje principal, como continua voz en off y caótico orden entre el vértigo. Me cuesta imaginar la película de otra manera, ya que si bien es interesante la historia de los aspirantes y marcan en varios momentos las pautas de la narración, la fuerza del personaje de Nascimento es tan abrumadora que me parece imposible obviarla, dejarla detrás, y no dudo que la película no sería ni la mitad de buena de lo que es si la decisión de darle protagonismo no hubiera sido tomada. 

Wagner Moura aparece también en otra película de las que representan el Brasil más violento, "Carandiru", consiguiendo también un personaje y una actuación increíble. En gran medida era él lo que me atraía hacia esta producción y lo que terminó de convencerme de ella. 

La película funciona de maravilla en todas sus propuestas, tanto como película de acción, como thriller de las calles, como crítica social, como puesta en escena de una América Latina violenta. Con el tono exacto para ser escandalosa pero seria, para que la violencia no se coma el resto de su discurso sino que lo potencie. Es, sencillamente, una excelente película sobre una más que difícil cuestión social.

Hay una segunda parte que sin duda pronto caerá en mis manos. 

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