"Hatsukoi: Jigoku-hen", Susumu Hani

04/05/13

Hay tres películas, hacia finales de la década de los 60, que se consideran el final claro del movimiento de la Nuberu Bagu. Posiblemente la menos conocida de ellas (por no haber sido dirigida por Oshima ni Yoshida) es "Nanami: The inferno of first love". Y bueno, con ese título.

"Si sólo hubieras sido hermosa habría podido amar a otra"

En apariencia también podría parecer la más simple de las tramas con las que se trató de cerrar el movimiento de la nueva ola japonesa. Las propuestas de Nagisa Oshima ("The man who left his will on camera") y Yoshishige Yoshida ("Eros plus massacre") eran sin duda confrontaciones claras contra su época, las que habían mantenido durante toda la década y que inexorablemente llegaban a su fin. No sucede lo mismo con "Nanami", quien sigue en apariencia un lineamiento bastante similar al de tantas pinku eiga prototípicas. 

Shun es un tímido adolescente que parece sentirse atraído por la mucho más liberal Nanami, quien parece corresponder sus avances. Aunque la relación tiene un cariz claramente sexual sus encuentros nunca se concretan y suelen terminar en conversaciones sobre otras cosas. Shun tiene traumas con los que no ha podido lidiar, de modo que sólo puede relacionarse de manera exitosa con niños. Nanami llegó a Tokio en espera de ganarse la vida pero sólo puede desempeñarse como modelo erótica, cada vez con trabajos más arriesgados. Las circunstancias no parecen especialmente dispuestas para que puedan conseguir una relación armónica. 

Todo esto puede sonar a drama fácil, pero ya sabemos cómo eran las cosas en Japón en los 60. Además de la narrativa visual, muy cuidada en el aspecto estético y con una cadencia bastante particular, lo que destaca sobre todo es la figura de Shun y el modo en que se trabaja sobre ella. Shun es el típico joven de su década, sexualmente frustrado, incapaz de darle una dirección a su vida, subyugado por hechos que no puede controlar y sin poder expresar ni sus sentimientos ni sus frustraciones. Nanami también es, a su modo, una joven que se ha adaptado a su generación, entre la amoralidad y un dejo de tristeza, se sumerge en un mundo que podría parecer oscuro con la calma de lo cotidiano. Pero, cual la protagonista de "Crazy fruit", parece mantenerse a lado de Shun porque él representa de algún modo algo que ella también ha perdido: cierta inocencia. 

La cinta se desenvuelve de manera cercana a los dramas sociales de clases medias con los que empezó Oshima, pero incorporando los elementos visuales más delineados de la nuberu bagu. Y especialmente, ya hacia final de la década, hace parte del discurso la reflexión meta-cinematográfica como representación clara de la muerte del movimiento. Las tres películas que cierran simbólicamente esta nueva ola convergen en una misma situación: la muerte del cineasta, metafóricamente hablando. En el caso de "Nanami" la metáfora es todavía más amplia: Shun es el cineasta, pero su obra es su propia psique. Incapaz de expresar sus sentimientos, cuando se ve obligado a acudir a un psicoterapeuta, despliega sus pensamientos cual proyección cinematográfica para que los demás puedan verlos. Imágenes erráticas que sugieren la raíz de sus traumas pero que no se pueden precisar del todo. 

Dentro de su simplicidad, es posible que "Nanami" por momento se acerque más a una producción de pinku eiga que poder ponerse a la altura de directores como los mencionados. Pero quizá es así, a su modo, que consigue dar un cierre más dentro de su misma línea al movimiento, sin abusar de la denuncia política y regresando, tal como comenzó, a la generación perdida que empezó a inspirar sus historias. Aunque Susumu Hani no destaca mucho más dentro de sus años, sin duda "Inferno of first love" es una pequeña joya a destacar dentro de la década.

¿Otras películas que sigan la premisa de 'funesto primer amor' que recuerden?