19/06/09
Otra película que reseño mil años después de que todos la vieran. Desde que vi el trailer, que me pareció fantástico, tenía muchas ganas de verla. Y, bueno, pixar, ya casi es obligatorio ir a ver lo que saca, ¿no?
"Hola, humano. Te acabo de conocer y te quiero"
Mi hermano me había advertido antes de que la película era algo triste. Y, bueno, tratándose de viejitos ya me esperaba algo así porque es lo único que llega hasta mi corazón de pollo. Efectivamente, Pixar se nota unos quince minutos de entrada para deprimirnos. Me parece, personalmente, una técnica muy extraña, porque he escuchado varios comentarios de que, con todo, uno no se quita el mal sabor de boca que le dejan esos primeros minutos. Además, vamos, todos sabemos que las lagrimitas vienen al final para que uno salga conmovido de la película.
Por momentos me pregunto si Pixar no está haciendo eso con sus nuevas películas, apelando completamente al sentimentalismo del espectador. Algo que ya es como una fórmula, una película infantil pero que busca llegar dramáticamente a los corazones de todos. Algo que no pasaba antes con "Monsters inc" o "Los increíbles".
En fin, la trama de la película hasta el momento se perfila muy bien. La noción de toda la historia del viejito resumida en poco tiempo y, claro, lo que nos cuenta el trailer: al verse atrapado por los edificios de la gran ciudad y antes que abandonar su casa, decide elevarse con un millón de globos y largarse a ¿Venezuela?. La escena es impactante, creo que esa sola secuencia en que se descubren los globos y la casa se eleva estaría sin problemas entre mis favoritas de todos los tiempos.
Visto fríamente, hasta aquí es un gran cortometraje, el problema es, a mi parecer, que parece que después del gran inicio se quedan sin muchas ideas. Entonces llegan hasta Sudamérica y ¿qué?
Hay una laguna de alrededor de una hora en que no parece muy convincente el giro que da la trama. Se pierde mucho de la fuerza inicial y uno tiene que detenerse en los personajes. Los cuáles, en su mayoría, están apenas dibujados.
Del protagónico no pienso ni hablar porque me parece un protagónico perfecto o yo amo a los viejitos mala onda. En cualquier caso está bastante adecuado. Luego el niño explorador, que al verlo uno pensaría que sería un secundario sin más pero termina inmiscuyéndose en el viaje. Como acompañante me parece terrible, no termina de cuajar entre compañía graciosa o niño sin amor, y aunque tiene sus momentos por lo general uno piensa que ojalá y se hubiera perdido desde el inicio. Está bien que es un niño y debe reaccionar como niño, pero en muchas ocasiones queda más bien tonto.
El ave, pues, también me pareció una mezcla entre Sam el tucán y un pájaro que adopta Johnny Bravo en un capítulo. Estéticamente no me pareció mal, como elemento en la trama me pareció muy sacado de la manga, y en general no creo que tenga demasiada relevancia más allá de ser el motor que desencadena los eventos.
El viejito antagonista es un personaje muy desatendido, uno apenas si puede vislumbrar algo de él y lo dejan muy a medias, cuando seguramente podría haber dado mucho más de sí. Casi todo lo que sucede en torno a él es muy triste y parece que sólo quieren dejarnos en el punto de 'ah, pues es malo' y, como dice Ian, no tratan de darle más profundidad.
Creo que el único otro elemento que rescato es al perro tonto porque lo amé. El chiste de la ardilla hizo que no pudiera dejar de reirme por días. Incluso para ser el tonto es probablemente el personaje más cuidado. En contraposición de su triste seudo antagonista, el perro malo que anda dando vueltas por allá sin hacer mucho.
Incluso diría que lo más triste de todo es la pérdida de atención en la casa flotante que se supone debe ser el eje central de la historia y después de un tiempo parece casi un obstáculo en la secuencialidad. Como que cada vez que pensaban una nueva escena tuvieran que preguntarse, "oh, pero ¿qué hacemos con la casa mientras eso pasa?" o "¿cómo podemos atrasar o apresurar esto en virtud de la casa?".
En fin, que si la crítica suena dura es porque después de "Wall-e" y del bellísimo trailer que nos prometía esta película uno esperaba algo mucho mejor que el entretenimiento a secas al que ya nos tiene acostumbrado Pixar. Suena un poco triste pero uno comienza a pensar en aquello de que cuando uno llega a lo más alto, el resto del camino es hacia abajo.
Otra película que reseño mil años después de que todos la vieran. Desde que vi el trailer, que me pareció fantástico, tenía muchas ganas de verla. Y, bueno, pixar, ya casi es obligatorio ir a ver lo que saca, ¿no?
"Hola, humano. Te acabo de conocer y te quiero"
Mi hermano me había advertido antes de que la película era algo triste. Y, bueno, tratándose de viejitos ya me esperaba algo así porque es lo único que llega hasta mi corazón de pollo. Efectivamente, Pixar se nota unos quince minutos de entrada para deprimirnos. Me parece, personalmente, una técnica muy extraña, porque he escuchado varios comentarios de que, con todo, uno no se quita el mal sabor de boca que le dejan esos primeros minutos. Además, vamos, todos sabemos que las lagrimitas vienen al final para que uno salga conmovido de la película.
Por momentos me pregunto si Pixar no está haciendo eso con sus nuevas películas, apelando completamente al sentimentalismo del espectador. Algo que ya es como una fórmula, una película infantil pero que busca llegar dramáticamente a los corazones de todos. Algo que no pasaba antes con "Monsters inc" o "Los increíbles".
En fin, la trama de la película hasta el momento se perfila muy bien. La noción de toda la historia del viejito resumida en poco tiempo y, claro, lo que nos cuenta el trailer: al verse atrapado por los edificios de la gran ciudad y antes que abandonar su casa, decide elevarse con un millón de globos y largarse a ¿Venezuela?. La escena es impactante, creo que esa sola secuencia en que se descubren los globos y la casa se eleva estaría sin problemas entre mis favoritas de todos los tiempos.
Visto fríamente, hasta aquí es un gran cortometraje, el problema es, a mi parecer, que parece que después del gran inicio se quedan sin muchas ideas. Entonces llegan hasta Sudamérica y ¿qué?
Hay una laguna de alrededor de una hora en que no parece muy convincente el giro que da la trama. Se pierde mucho de la fuerza inicial y uno tiene que detenerse en los personajes. Los cuáles, en su mayoría, están apenas dibujados.
Del protagónico no pienso ni hablar porque me parece un protagónico perfecto o yo amo a los viejitos mala onda. En cualquier caso está bastante adecuado. Luego el niño explorador, que al verlo uno pensaría que sería un secundario sin más pero termina inmiscuyéndose en el viaje. Como acompañante me parece terrible, no termina de cuajar entre compañía graciosa o niño sin amor, y aunque tiene sus momentos por lo general uno piensa que ojalá y se hubiera perdido desde el inicio. Está bien que es un niño y debe reaccionar como niño, pero en muchas ocasiones queda más bien tonto.
El ave, pues, también me pareció una mezcla entre Sam el tucán y un pájaro que adopta Johnny Bravo en un capítulo. Estéticamente no me pareció mal, como elemento en la trama me pareció muy sacado de la manga, y en general no creo que tenga demasiada relevancia más allá de ser el motor que desencadena los eventos.
El viejito antagonista es un personaje muy desatendido, uno apenas si puede vislumbrar algo de él y lo dejan muy a medias, cuando seguramente podría haber dado mucho más de sí. Casi todo lo que sucede en torno a él es muy triste y parece que sólo quieren dejarnos en el punto de 'ah, pues es malo' y, como dice Ian, no tratan de darle más profundidad.
Creo que el único otro elemento que rescato es al perro tonto porque lo amé. El chiste de la ardilla hizo que no pudiera dejar de reirme por días. Incluso para ser el tonto es probablemente el personaje más cuidado. En contraposición de su triste seudo antagonista, el perro malo que anda dando vueltas por allá sin hacer mucho.
Incluso diría que lo más triste de todo es la pérdida de atención en la casa flotante que se supone debe ser el eje central de la historia y después de un tiempo parece casi un obstáculo en la secuencialidad. Como que cada vez que pensaban una nueva escena tuvieran que preguntarse, "oh, pero ¿qué hacemos con la casa mientras eso pasa?" o "¿cómo podemos atrasar o apresurar esto en virtud de la casa?".
En fin, que si la crítica suena dura es porque después de "Wall-e" y del bellísimo trailer que nos prometía esta película uno esperaba algo mucho mejor que el entretenimiento a secas al que ya nos tiene acostumbrado Pixar. Suena un poco triste pero uno comienza a pensar en aquello de que cuando uno llega a lo más alto, el resto del camino es hacia abajo.
¿A poco no el perro bobo no está genial?, cuando salga en DVD te recomiendo muchisimo que la veas con las voces originales, son buenisisisismas, sobre todo la de ese perro cajeto.
ResponderEliminarsaludos