27/10/11
Cuando se trata de thrillers, cualquier tipo de thrillers, Corea del Sur es difícil que nos decepcione. Y aunque "The unjust" tenía pinta de ser un poco más policíaco y menos de venganza, no por eso iba a dejar de verla.
"¿Importa que estemos haciendo las cosas bien? Lo importante es que creamos que las estamos haciendo bien"
El tema de la corrupción en los órganos de justicia ha sido ampliamente retratado por muchas películas de varias nacionalidades, demostrando que, con sus respectivas variantes culturales, es una realidad extendida por muchas más partes del mundo de las que quizás imaginamos. Pero aún cuando tampoco es la primera vez que se trata dentro del cine surcoreano (casi siempre de manera indirecta, ciertamente), me parece que sigue siendo un país al que no imaginamos con ese problema social de manera tan extendida. Será porque dentro de los países asiáticos suele encontrarse junto a Japón entre los más desarrollados y organizados y uno pensaría que compartirían ese extraño sentido del deber que hace que los problemas en Japón vayan hacia otro lado. Pero nada, lo que se había visto hasta ahora era sólo la punta del iceberg.
La película inicia alrededor de un asesino en serie de colegialas suelto (eso de los asesinos en serie sí que sabemos pasa todos los días en Corea del Sur), pero antes de que podamos entrar más en la situación el principal sospechoso es asesinado sin más por la policía. Qué bonito modo de resolver un caso. Al parecer no es la primera irregularidad que sucede alrededor de los órganos de justicia así que deciden que no será tampoco una buena resolución al público y hacen lo que toda persona responsable haría: esconder el cuerpo y buscar otro culpable.
Principalmente seguiremos al escuadrón policíaco dirigido por Choi Cheol-gi, quienes a pesar de resultar efectivos con la mayoría de sus casos también se han visto envueltos en muchas irregularidades por lo que no han avanzado mucho más en la jerarquía de departamentos policíacos, pero como favor les llega la oportunidad de conformar un grupo especial para la 'captura' del asesino en serie. No será al único grupo de personajes que sigamos, tenemos también por una parte a Joo-yang, un importante fiscal quien se ha aprovechado de conexiones de dudosa reputación para escalar posiciones y que ahora se encuentra a cargo del mismo caso, y a Jang Seok-goo, un criminal ahora convertido en 'empresario' que aprovechará el pasado en común con Choi Cheol-gi para sacar provecho de la situación. Y además de manera fugaz un gran número de otros personajes que presenten distintas perspectivas de un caso que se va revelando como lo menos importante de la verdadera trama.
Uno de sus principales atractivos puede ser también uno de los principales problemas para el espectador: es una película de todos contra todos, donde cada personaje irá cambiando dependiendo de la relación inmediata con los demás y que además sigue un gran número de líneas narrativas que se acercan y se alejan constantemente. Sin ser una historia compleja sí que es necesario seguirla atentamente a riesgo de perdernos entre una situación, su reacción, y todas las repercusiones siguientes, pero para eso ayuda mucho el ritmo que mantiene y el modo en que la acción nos va atrapando en todo momento (irónicamente sin tener muchas escenas 'de acción' como tal). Todo esto conforma, a mi parecer, uno de los retratos más complejos y mejor hechos de los alcances de la corrupción, sin que se vea como una situación lineal donde es fácil diferenciar a los 'buenos' de los 'malos'. El modo en que las situaciones se enredan unas con otras hasta que resulte imposible distinguir no sólo en qué punto comenzó todo sino en qué punto se encuentra actualmente, demuestra que la extensión de la corrupción en los órganos gubernamentales no es cosa de acciones únicas y que se encuentra permeada a tal punto que resulta difícil sencillamente solucionarla. Además de que precisamente esta circunstancia de que nadie sea del todo bueno ni del todo malo le da el toque necesario de realismo que la situación merece.
Aunque se hechan de menos las escenas fortuitamente violentas, o la figura del héroe trágico alzándose sobre las demás, o algunos otros elementos más típicos del thriller dramático, lo cierto es que la película resulta tan interesante como bien realizada. Por algo se habrá llevado el premio a la mejor película de Casa Asia del festival aunque eso de que dicha categoría no abarque todas las películas asiáticas me parece ya un poco raro.
Ah, presentada por el propio director y en comparación al resto de la presencia de directores surcoreanos en el festival (ok, en realidad sólo vi a otro director surcoreano más) debo recalcar que me gusta que no hablen demasiado para presentar sus películas (que siempre me ha parecido algo innecesario, a mí me gustaría que nos hablaran de sus películas después de haberlas visto).
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