04/10/11
Sé que tengo que ponerme al corriente con mucho cine mexicano clásico que me falta por ver, y por ahí tengo varias películas que me han regalado al respecto y la firme intención de verlas en algún momento. Y decidida saco una al azar y toca ¿"Cananea"? Ajam.
"Flores Magón dijo una vez: Mi espíritu se regocija con la visión de un porvenir en el que no habrá un solo hombre que diga tengo hambre, en el que no haya quien diga no sé leer, en que sobre la tierra no se oigan más los ruidos de cadenas y cerrojos"
Sé que en cuestión de episodios históricos cada quien puede decidir cuáles le parecen más interesantes que otros, y yo por ejemplo tengo una debilidad por cualquier cosa relacionada con el crimen, pero pensar que alguien encontrara fascinantes los sucesos ocurridos en Cananea como para hacerles una película me parece difícil de imaginar.
O no, no exactamente, sí que hay algunos factores que podrían haberse aprovechado mejor, pero el hecho en sí mismo y toda su evolución no me parece la mejor perspectiva.
Para los que no tengan idea, Cananea es un municipio del norte del país y fue de las zonas que vivieron el esplendor minero y el interés de los estadounidenses por venir a la búsqueda de sus fortunas. De hecho comenzamos siguiendo a un par de personajes que llegan del otro lado de la frontera hasta esos desiertos en busca de alguna mina, con no muy buena suerte. Uno se regresa pero el otro se queda para casarse con una señora estadounidense que ya residía en la zona. Y entre una cosa y otra resulta que, finalmente, siempre sí habían minas en la zona.
El seguimiento de la trama es estrictamente histórico y tiene un enfoque mucho más académico que por hacerla una película interesante. Vemos la búsqueda, el encuentro, cómo volver el asunto un negocio, el modo en que cambió la vida de la zona con la nueva mina, la visión idealista del dueño, cómo comienzan a esparcirse algunos ideales revolucionarios entre algunos trabajadores, cómo se llega a la huelga, etcétera. Y no crean que les estoy spoileando nada porque en realidad no hay sorpresa alguna en todos estos giros y la dramatización parece buscar reproducir un documental antes que hacer una ficción en norma.
A pesar de que la película tiene una duración razonable, dado el momento temporal que abarca hace que se tenga que resumir en muchos momentos y pasar sobre ciertos momentos de manera declarativa: pasó esto y luego esto y luego esto. Y corte y siguiente escena, justificación rápida de cómo se llegó de un punto a otro pero se nota que por la necesidad de explicarlo todo dentro de las dos horas y poquito que dura. Esto también representa sacrificar un poco la complejidad de los personajes y, principalmente, la profundidad de ciertos puntos de los movimientos sociales e históricos que retrata. De modo que el sentimiento al final es el mismo que cuando uno lee un libro de historia y se entera de los hechos sucedidos pero sin mayor dimensión. Fuera de la finalidad educativa que permite comprender cómo una cosa llevó a otra en los sucesos que tuvieron lugar en Cananea (y ahí sí que hubiera sido útil tenerla cuando en las clases se tenían que memorizar todos esos pasos), es difícil decir que la película resulte interesante o entretenida. Por una parte porque, como mencioné, no es un momento histórico que me interese particularmente, y luego porque lo que habría resultado interesante que es el origen del conflicto que llevó a la Revolución en el país apenas si se menciona hacia el final, anecdóticamente, y sin relacionarlo demasiado, de modo que si uno no sabe que es justamente eso, puede pasarlo por alto y quedar como un momento histórico más perdido en un inmenso desierto.
No voy a decir tampoco que sea una película difícil de ver o aburrida, probablemente porque al pasar las cosas por encima le da un ritmo un poco más ágil, pero la verdad podría haberla omitido sin ningún problema. Sobre todo me cuesta creer que alguien pueda interesarse en ella fuera del país y fuera del interés más que particular sobre esos sucesos concretos. Ahora tengo miedo de escoger otra de las películas pendientes que también traten de momentos históricos específicos.
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