23/11/11
Continuando con el maratón psicotrónico japonés, nos encontrábamos con Miike de nuevo, ahora dirigiendo la adaptación de un famoso anime para niños sobre ninjas. Coloridos y pequeños ninjas. Por Miike. No hay que decirse mucho más.
"Lo que se necesita para ser ninja son agallas"
Yo cada vez estoy más convencida de que Miike debe tener alguna especie de lista (literal o metafórica) sobre los cada vez menos tipos de producciones que no ha hecho. Y ahora llegaba al punto en la lista de 'películas para niños'. Ya tenía algo más o menos cercano, en el apartado de películas para adolescentes con la desastrosa "Andromedia", pero ahora el asunto eran niños. (Ahí es debatible si "Yatterman" es o no totalmente del tipo 'para niños').
"Ninja boy Rantaro", el anime en el que está basado, trata sobre una escuela de ninjas y especialmente en las aventuras de Rantaro, el protagonista. La película sigue exactamente la misma premisa y nos introducimos del todo a esta situación cuando vemos a Rantaro entrar en la escuela (y narrarnos todo con voz en off) y conocer a sus compañeros y describirnos las situaciones y las dinámicas del día a día. Todo es tan particular como podría serlo una escuela llena de pequeños ninjas coloridos y aparecen también algunos enemigos que tratarán de fastidiar a la escuela y los directores casi pareciera por las ganas de hacer algo. Y en general toda situación que pueda generar relaciones entre los personajes, secuencias graciosas y acción ligera.
La verdad es que de entrada que habría que aclarar que la película sí que es bastante para niños, y no sólo por la elección de la trama sino porque en general se maneja con un humor muy ligero y simple y los mensajes que repite son los mismos que se veían constantemente en la serie (y en los animes de ese tipo) alrededor de la amistad y el valor. Aunque la producción es impecable en todos los sentidos, no hay nada que vaya a remitirnos al Miike 'oscuro' o de humor negro, e incluso las situaciones hiperbólicas son propias del género de anime y tan sólo nos retratadas de manera fiel por el director.
Nada de esto lo digo de modo eminentemente negativo porque yo considero que es también admirable que un director pueda moverse entre géneros con los requisitos que le exige cada género y sin necesidad de tener que poner elementos tópicos de su estilo sólo por marcar. Pero sí lo digo por la misma consideración de cuando uno va a ver una película de animación y sabe que del mismo modo en que puede trascender su condición de 'dirigida a un público infantil' también puede ser que se enfoque sólo en su público ideal y no mucho más. Si bien "Ninja kids" es ligera, divertida, y sobre todo tiene una puesta en escena increíble, en muchas veces su humor tan tiernito no terminaba de ganarme y sentía que, claramente, un niño disfrutaría con esos chistes mucho más que yo (ahí no sé cómo pensar la situación espectador infantil occidental vs ideal espectador infantil oriental, algún día tendré que hacer alguna prueba al respecto).
Uno de los aspectos que más me gustó de la película creo que también es uno de los que hizo que no tuviera la contundencia que yo hubiera querido, y es su fragmentación. Hay que recordar que la serie de Rantaro es larguísima, de más de mil capítulos, de modo que era difícil querer siquiera abarcar una mínima parte en un par de horas. De modo que está la estrategia típica hollywoodense de contarnos todo monumentalmente desde el inicio (y es que hay que ver los miles de reboots de superhéroes) o la estrategia de in medias res que quizás hubiera perdido a espectadores no avisados (y quizás de manera especial a los niños, oh). Así que Miike no se decanta por ninguna y usa una especie de fórmula episódica que si bien tiene una introducción bastante ideal para introducirnos en la situación, luego parece una serie de sketches diversos que no necesariamente se hilan unos con otros y que sólo terminan de armar una suerte de trama escogiendo uno de manera un poco particular. Y a mí me parece ideal porque entonces permite ver muchos más elementos, aunque sea de manera fugaz, de los que atenerse a una sola aventura de principio a fin hubiera permitido, y algunos de dichos elementos (especialmente los actores que encarnaban varios personajes, algunos recurrentes en películas de Miike con papeles totalmente distintos) sin duda eran más que maravillosos. Eso también permitía que el humor no se estancara en los mismos chistes y tuviéramos un abanico de posibilidades, pero también es cierto que eso da la sensación de que la película no es contundente de manera general y que se pierde un poco en su fragmentación, especialmente porque la 'línea principal' que es la que tiene solución hacia el final nunca nos da la sensación de ser del todo fuerte.
Otra posibilidad sería que muchos de esos elementos fugaces fuesen guiños importantes a conocedores de la serie y hubiese un segundo nivel de película que sólo está destinado a los iniciados en los miles de capítulos de Rantaro. Eso nunca lo sabré yo, al menos.
Este año parece no haber sido el mejor de Miike, no lo digo porque haya bajado en calidad sino porque creo que sus proyectos fueron más relajados de lo que nos tiene acostumbrados. Yo no quiero pensar eso que muchos afirman de que quizás las grandes producciones no le estén haciendo bien a su creatividad, o que se está estancando o nada, creo que un director tiene todo el derecho de reinventarse cada vez que quiera y sólo hay que esperar lo siguiente. Que para el próximo año ya nos está preparando otra adaptación de manga, de romance adolescente pero con un factor yakuza por ahí que espero esté bien aprovechado; y la adaptación de "Phoenix Wright: Ace Attorney" para que ahora pueda borrar también de su lista de pendiente aquello de 'adaptación de un videojuego'.
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