18.1.13


18/01/13
Mientras tratamos de continuar con las dos películas extranjeras que nos faltan, nos vamos hacia una categoría de los Oscares que no recibe la suficiente atención: Mejor Documental. Y comenzamos con uno desde Palestina, siendo además la primera producción de ese país (zona, región, concepto) que reseñamos por acá.



"The old wounds don't have time to heal. New wounds will cover them up. So I film to hold onto my memories"
La premisa en sí misma ya es bastante efectista: un campesino palestino va filmando su crónica cotidiana de la resistencia pacífica que su comunidad sostiene contra el ejército israelí que ha comenzado a apoderarse de parte de su territorio. 

Lo de las 5 cámaras rotas es literal y mediante el seguimiento con voz en off nos lo expone: a lo largo del conflicto ha perdido 5 cámaras de video pero no sus ganas de grabar, y su seguimiento desde dentro del conflicto es también un seguimiento por su propia vida y la de su pueblo. 

Debo admitir que el conflicto palestino/israelí es un tema que no conozco demasiado a profundidad y que no dudo puede prestarse en muchos momentos para tomar una posición bastante subjetiva. El documental se presenta sin la intención de querer ser abarcador o decisivo y se limita a mantenerse como un testimonio en primera persona de una parte específica del conflicto, en la aldea de Bil'in. Emad, nuestro guía a través de los hechos, compra su primera cámara para grabar el nacimiento de su último hijo, Gibreel, quien nace justo el año en que una cerca comienza a delimitar su aldea de una zona que ya no les corresponde. Lo que en un inicio parece una sencilla manifestación de '¿podrían por favor quitar esa barda?' va escalando a través de los años al mismo ritmo que Gibreel va creciendo y la vida de la familia se va viendo condicionada por el conflicto.

Al parecer la resistencia pacífica de Bil'in ha sido un fenómeno importante dentro de la resistencia palestina, lo que en realidad pocas satisfacciones parece haber dejado. La propuesta del documental es sumergirnos por completo en la situación desde el punto de vista más íntimo, más ínfimo y presencial: no es necesario que entendamos el complejo proceso histórico, social, etc, que han atravesado las relaciones dentro del territorio ocupado palestino, sino que nos pongamos en los zapatos de un hombre que un día salió de su casa para descubrir que había una reja que ahora no le dejaba pasar libremente hacia los campos que alguna vez correspondieron a su ciudad, donde ahora comienzan a dibujarse edificios. Un hombre que varios años y cinco cámaras después no puede dar respuestas certeras a una ola de violencia que ha consumido la comunidad en la que nació, en la que nacieron sus cuatro hijos, y donde ahora tiene que enfrentarse con las preguntas del más pequeño de ellos que lo cuestiona con '¿por qué no vas y matas a todos esos soldados con un cuchillo?'. 

La estrategia audiovisual es bastante simple, ordenando un montaje de los varios años de grabación de Emad (y no dudo que con ayuda de algunas otras cámaras, sobre todo en el periodo en que empezaron a llegar observadores externos) y guiados a través de su voz en off lo que ayuda a reforzar esa sensación de que más que exponernos a un conflicto estamos entrando a una intimidad perturbada por circunstancias ajenas. Si bien no nos servirá demasiado para conocer más del contexto en que se desarrolla, si nos empapará de la terrible situación por la que están atravesando tantos palestinos.

No deja de parecerme un poco curiosa esta aparente necesidad contemporánea de mantener un registro audiovisual de todo. Pienso en los documentos sobre pueblos indígenas que comentábamos hace algún tiempo y esta idea de que siempre es mejor contar las cosas 'desde dentro'. Y cómo nos encontramos con el equivalente a las películas familiares de un campesino palestino que ahora se convierten en tema de documental, sin duda una situación que nos podría haber parecido extraña hace algunos años. Y es que la pulsión nace desde dentro: ya no es el espectador ajeno que desea adentrarse en un tema de su interés, sino un hombre que desde su condición más inmediata se da cuenta de que lo que está presenciando debe conservarse. Conservarse y compartirse. Lo personal ahora puede ser del interés de todos.

De mira a la entrega de premios no sé si su temática le jugará a favor o en contra, siendo que también es cierto que en cuestiones técnicas no tiene demasiados méritos. Dos elementos que parecer ser decisivos en esta categoría. 




¿Otra película/documental sobre el conflicto entre Palestina e Israel?

2 comentarios:

  1. La mayoría de quinielas apuestan por ella como triunfadora no?

    No te puedo decir un documental sobre el conflicto, pero en clave ficción no sé si has visto "Los limoneros", fabulosa.

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  2. Descubrepelis: La verdad es que no he leído nada sobre favoritos en esta categoría. No me sorprende demasiado aunque yo hubiera pensado que se inclinarían por "the invisible war", con un tema mucho más estadounidense y una mejor producción. La de "Los limoneros" la tengo pendiente desde cuándo y nada :/

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