"Rebelle", Kim Nguyen

14/01/13

Y bueno, viene la temporada de premios, con la reciente premiación de los Golden Globes y la carrera rumbo a los Oscar que se nos viene. Otro año que intentaremos hablar de las películas nominadas en la categoría de Oscar Extranjero, comenzando con una que fue ignorada por los Golden Globes: "Rebelle" o "War witch".

"Escucha bien mientras te cuento mi historia, porque es muy importante que comprendas la vida de tu mamá antes de que salieras de mi vientre. Porque cuando salgas no sé si Dios me dará la fuerza para amarte"

Algo así inicia la historia de esta misiva de amor entre una madre joven y su niño no nacido. Komona es una niña africana que cuenta cómo empezó a hacer la guerra cuando su aldea fue destruida y la fracción de El Gran Tigre la obligó a asesinar a sus padres para volverse guerrillera. Tenía 12 años. Tras su entrenamiento en la selva pronto descubrieron que tenía la capacidad de percibir la presencia de los enemigos en la maleza porque podía ver los fantasmas de los muertos que llevaban tras de sí. Eso le valió convertirse en la bruja de la guerra y fue marcando su historia.

Las condiciones iniciales del relato, que ya nos hacen suponer el rumbo que éste tomará, me recordaron un poco a las preocupaciones manifestadas ya por otra película canadiense nominada en su momento, "Incendies". La maternidad dolorosa, la comunicación indirecta, la importancia de narrar y redescubrir el pasado, los conflictos bélicos y el modo en que marcan una generación tras otra. En este caso nos vamos al África Negra y la precaria situación en que la han dejado las guerras civiles, la pobreza y la superstición. Todo visto en su esplendor más cruel pero también a través de una cierta inocencia de la que la protagonista no termina de despegarse, a lo que se añade un toque entre mágico y funesto del elemento sobrenatural.

La intromisión de los fantasmas es curiosa y está manejada con una precisión maravillosa. Siendo un elemento que fácilmente podría haber caído en recursos ajenos a su género o mensaje, se muestra como una poderosa estrategia visual y como un conciliador entre los aspectos más cruentos del realismo de la guerra y el pensamiento mágico propio de las culturas ancestrales de la zona. Lo mismo nos habla de superstición que de culpa, de evasión y el asumir el destino con todas sus consecuencias. 

Si la elección de niños para protagonizar esta clase de dramas puede parecer un recurso fácil y ya visto, aquí la transición que muestra de manera vertiginosa entre sus edades y la nueva realidad a la que se inscriben consigue configurarlos como algo más que víctimas propicias de las circunstancias. Ellos también mantienen una cierta condición de fantasmas, entre la niñez perdida y sus nuevas y forzadas responsabilidades. Y para conseguirlo hay que decir que Rachel Mwanza, actriz que encarna a Komona y que es apenas un poco mayor que el personaje, fue una elección más que afortunada. Es difícil describir el modo en que consigue transformarse en un personaje lleno de posibilidades, que transmite una inocencia luminosa sin caer en la sensiblería y que convence como una mujer-niña llena de fuerza sin por ello perder su fragilidad. No es de extrañar que festivales como el de Berlin o el Tribeca hayan decidido premiar su interpretación.

Los demás componentes que forman la película tampoco podrían ser menos afortunados: una excelente fotografía que conforma un retrato visual y sensible del Congo fantástico, una musicalización propia del folklore africano y una estructura narrativa maravillosa. 

A los pocos minutos de la película yo no podía evitar pensar en lo distantes que parecen algunas filmografías, cuando uno las ve tan cercas y tan juntas en la nominación al Oscar Extranjero (que tampoco es que tenga la última palabra en el asunto pero sin duda es un síntoma del panorama cinematográfico mundial). La fuerza que consigue "Rebelle" en unas pocas escenas es algo que hace muchísimo tiempo no veo en ninguna película mexicana. Y la fuerte presencia de Canadá en festivales por todo el mundo en los últimos años no es fortuita. 

Si bien me queda esa eterna duda sobre la selección de la Academia para sus premios. Se ha dicho que en cuestiones extranjeras suelen privilegiar a aquellas películas que representan de manera clara a sus países, dejando a veces fuera a algunas que no consideran del todo representativas. Pero bueno, yo les aseguro que en este caso de Canadá no nos vamos a enterar nada. 

Es apenas la primera película que me toca ver de esta categoría pero creo que hemos comenzado bien.

Poco más para comentar de la entrega de anoche. La verdad hasta me alegró que "Argo" y Ben Affleck salieran tan bien parados. Y no entiendo cómo "Brave" pudo ganarle a "Wreck-it Ralph". 

¿Otras películas ambientadas en África que les gusten?