21.5.10



21/05/10
Hablando de títulos largos y cautivadores, el nombre en español de la película es: "Yo, Pierre Riviere, habiendo degollado a mi madre, a mi hermana y a mi hermano...". Un título sin duda adorable y llamativo, y con el que me topé originalmente en una librería, siendo el de una serie de archivos judiciales prologados por Michael Foucault. Después de leer todas las notas me enteré de que había también una versión cinematográfica y, oh, la curiosidad me ganó.



"¿Que por qué maté a mi hermano? Porque no quería que mi padre sufriera viéndome en la cárcel, y sabía que ese era el único modo en que no podría perdonarme nunca"

Si hay algo que verdaderamente se puede destacar del filme, es que es uno de los pocos casos en que el dicho de "el libro es mejor que la película" no se aplica para nada. Ni siquiera porque sea una gran película, pero sin duda hay una preocupación bastante notoria por ser increíblemente fiel al texto y, sobre todo, al crimen que da origen a la trama.
Pierre Riviere era un joven francés de unos 17 años (creo, o por el estilo) que un día, aparentemente de la nada, degolla a su madre, a su hermana mayor y a su hermano pequeño. Y luego huye. En el texto, Foucault nos explica que esto tampoco era tan extraño en la Francia de 1835, pero lo que sí es verdaderamente notable es la recopilación de todos los textos que dieron seguimiento al caso, desde los avisos policiales, las investigaciones con testigos y conocidos del agresor, todo el seguimiento del prófugo y finalmente su juicio. Y lo que resulta aún más sorprendente es que el propio Pierre Riviere redacta un texto de lo más extenso explicando sus razones, punto por punto, y el modo en que elaboró y escenificó su crimen. Algo sin duda fantástico para un investigador.
La película, a modo de documental dramatizado, nos muestra todos estos puntos. Tratando de recrear una villa francesa de la época vemos declarar a los testigos, recrear escenas de la vida del joven Riviere, hasta finalmente casi escuchar las partes más importantes del texto del matricida acompañado por escenas que demuestren los hechos.

Lo cierto es que con el antecedente del texto, en que ya había leído todo lo que se plantea en imágenes, la película no tiene demasiado más que ofrecer, e incluso puede llegar a resultar un poco aburrida porque, claro, en su fidelidad a los hechos no se permite agregar nada más. Ni siquiera la recreación del crimen puede aprovecharse un poco del morbo de lo sangriento. Eso sí, es perfectamente correcta de principio a fin y quien no conozca a profundidad del caso le permitirá tener una visión completa de los sucesos. Aunque bien podría ser que la lectura del texto completo de Riviere resultase un poco más enfática en algunos puntos que uno puede o no creerse demasiado escuchando el resumen cinematográfico. Diría que especialmente en lo que concierne a la personalidad de la madre del criminal, ya que si bien en algunos momentos la dramatización puede ser tomada a modo de exageración, lo cierto es que leyendo el texto uno no se explica que nadie haya matado antes a esa mujer. Es casi de esos crímenes que uno siente que están del todo justificados.

Lo que resulta más sorprendente del caso, diría, es que a diferencia de tantos crímenes familiares cuyo motivo suele ser siempre cuestiones económicas o reacciones viscerales por sentimientos momentáneos, Riviere, a su corta edad, tiene una justificación psicológica de su crimen bastante particular. Casi con ese toque de los asesinos misioneros que están convencidos de su misión, pero también con otros puntos que destacan bastante, dándole un perfil de lo más interesante entre otros asesinos por el estilo. Y, sobre todo, no lo que se esperaría de un crimen familiar en un pueblito cualquiera en una Francia remota. Su texto, y la representación cinematográfica de su perfil, es sin duda fantástica y a cualquiera interesado en asesinos y crímenes notorios lo hallará, por lo menos, interesante.

La película, cabe destacar, es a colores pero apenas si encontré un par de fotogramas nada interesantes. Y los demás en blanco y negro, como el presente.
Oh, también podría decir que el protagonista, como pueden ver, no deja de recordarme vagamente a David Krumholtz.



¿Película favorita sobre crímenes históricos?


Categories: , ,

0 guiños:

Publicar un comentario