13/09/10
Y seguimos con las películas de asesinos. En el mismo paquete en que conseguí "En la mente del asesino" me encontré también con la película que aquí llamaron "Un día de furia" o algo así, libremente inspirada en algunos casos reales, como el de James Oliver Huberty, el 'McMurder'. Y con Michael Douglas en la portada, ni cómo resistirse.
"I've passed the point of no return. Do you know what that is, Beth? That's the point in a journey where it's longer to go back to the beginning"
Debo confesar que, aunque no lo vea demasiado a menudo (de hecho no recuerdo la última película que reseñé por aquí en que participara), me encanta encontrarme con Michael Douglas, ya sea haciéndola de caballero fatal o de loco. Y es que le sienta genial volverse loco en la pantalla, y en "Falling down" nos lo demuestra por completo.
La película, podría decirse que se trata, muy básicamente, de alguien que tiene un mal día. Una persona tiene un pésimo día pero justo ese día decide que está harto de ello. Harto del tráfico absurdo cuando cierran calles arbitrariamente, harto de que en las tiendas tengan el poder de ponerle el precio que quieran a los productos, harto de que no te puedan servir un mcdesayuno después de las once. Y no más.
Es especialmente sintomático para la sociedad estadounidense porque, claro, tantas leyes para darles derecho a sus ciudadanos a portar armas no pueden llevar a nada bueno si alguien decide un día desquitarse con el mundo que lo ha venido fastidiando sin más desde hace algún tiempo. Y William Foster, un norteamericano promedio con cierta tendencia a la psicosis, tiene un mal día justo cuando se decide a recorrer la ciudad para visitar a su hija (aunque hay una orden de restricción que debería advertirle lo contrario) por su cumpleaños. Y no más.
La película es fantástica por su sencillez. Seguimos a Foster durante las horas que van del punto de partida, en que abandona sin más su coche en medio del tráfico infernal, hasta la otra punta de la ciudad en que vive su ex esposa. Y lo que vamos presenciando es el modo en que su paciencia va llegando al límite, una situación a la vez. Y la manera en que la violencia gradual va perdiendo todo su contexto en una sociedad en que puedes ser atacado con tanta facilidad como puedes ir y comprar un armamento militar para ir a disparar en pleno mcdonalds. Y la mente de un hombre, regido toda su vida por las normas más estrictas, que pasa un límite al que ya no puede regresar, así que lentamente lo acepta y se interna en ese viaje sin regreso.
No hay que decir que Douglas, en quien prácticamente recae todo el peso de la película (que sí, que está Robert Duvall también luciéndose como el policía a punto de jubilarse que sigue un último caso, pero es sólo una excusa para darle un punto final lógico a la trama), está fantástico. Pasa de la imagen inicial, en que nos creeríamos que es el típico oficinista frustrado aunque correcto que se va saliendo de sus casillas, a revelarse como un verdadero psicópata. Y se ve tan creíble que nadie dudaría de que está a un paso de volverse loco.
Parte del mensaje desvirtuado de la violencia se enfatiza con escenas bastante burdas que demuestran bien esa sensación de 'sólo soy un hombre normal que de pronto tiene una pistola en las manos y las ganas de usarla'. Porque Foster no es que tenga siempre controlada la situación pero sin duda que está dispuesto a llevarla hasta sus últimas consecuencias. E incluso estas escenas también le sientan bien a la trama para darle una profundidad distinta.
Una gran película sin duda. Uno la ve y le cuesta creer que Schumacher luego fuera a arruinar a Batman. Pero sin duda lo que tenemos aquí es un buen guión y un gran protagónico. Y en el guión lo que se destaca principalmente es que consigue dejarnos esa sensación de que, finalmente, ¿quién no ha estado harto alguna vez de tener un mal día?
Claro que, por aquí, yo no tengo muchas posibilidades de ir a comprarme un arma y desquitarme con el mundo.
¿Película favorita sobre asesinos de masas (bueno, que ésta no lo es precisamente, pero ajam)?
Y seguimos con las películas de asesinos. En el mismo paquete en que conseguí "En la mente del asesino" me encontré también con la película que aquí llamaron "Un día de furia" o algo así, libremente inspirada en algunos casos reales, como el de James Oliver Huberty, el 'McMurder'. Y con Michael Douglas en la portada, ni cómo resistirse.
"I've passed the point of no return. Do you know what that is, Beth? That's the point in a journey where it's longer to go back to the beginning"
Debo confesar que, aunque no lo vea demasiado a menudo (de hecho no recuerdo la última película que reseñé por aquí en que participara), me encanta encontrarme con Michael Douglas, ya sea haciéndola de caballero fatal o de loco. Y es que le sienta genial volverse loco en la pantalla, y en "Falling down" nos lo demuestra por completo.
La película, podría decirse que se trata, muy básicamente, de alguien que tiene un mal día. Una persona tiene un pésimo día pero justo ese día decide que está harto de ello. Harto del tráfico absurdo cuando cierran calles arbitrariamente, harto de que en las tiendas tengan el poder de ponerle el precio que quieran a los productos, harto de que no te puedan servir un mcdesayuno después de las once. Y no más.
Es especialmente sintomático para la sociedad estadounidense porque, claro, tantas leyes para darles derecho a sus ciudadanos a portar armas no pueden llevar a nada bueno si alguien decide un día desquitarse con el mundo que lo ha venido fastidiando sin más desde hace algún tiempo. Y William Foster, un norteamericano promedio con cierta tendencia a la psicosis, tiene un mal día justo cuando se decide a recorrer la ciudad para visitar a su hija (aunque hay una orden de restricción que debería advertirle lo contrario) por su cumpleaños. Y no más.
La película es fantástica por su sencillez. Seguimos a Foster durante las horas que van del punto de partida, en que abandona sin más su coche en medio del tráfico infernal, hasta la otra punta de la ciudad en que vive su ex esposa. Y lo que vamos presenciando es el modo en que su paciencia va llegando al límite, una situación a la vez. Y la manera en que la violencia gradual va perdiendo todo su contexto en una sociedad en que puedes ser atacado con tanta facilidad como puedes ir y comprar un armamento militar para ir a disparar en pleno mcdonalds. Y la mente de un hombre, regido toda su vida por las normas más estrictas, que pasa un límite al que ya no puede regresar, así que lentamente lo acepta y se interna en ese viaje sin regreso.
No hay que decir que Douglas, en quien prácticamente recae todo el peso de la película (que sí, que está Robert Duvall también luciéndose como el policía a punto de jubilarse que sigue un último caso, pero es sólo una excusa para darle un punto final lógico a la trama), está fantástico. Pasa de la imagen inicial, en que nos creeríamos que es el típico oficinista frustrado aunque correcto que se va saliendo de sus casillas, a revelarse como un verdadero psicópata. Y se ve tan creíble que nadie dudaría de que está a un paso de volverse loco.
Parte del mensaje desvirtuado de la violencia se enfatiza con escenas bastante burdas que demuestran bien esa sensación de 'sólo soy un hombre normal que de pronto tiene una pistola en las manos y las ganas de usarla'. Porque Foster no es que tenga siempre controlada la situación pero sin duda que está dispuesto a llevarla hasta sus últimas consecuencias. E incluso estas escenas también le sientan bien a la trama para darle una profundidad distinta.
Una gran película sin duda. Uno la ve y le cuesta creer que Schumacher luego fuera a arruinar a Batman. Pero sin duda lo que tenemos aquí es un buen guión y un gran protagónico. Y en el guión lo que se destaca principalmente es que consigue dejarnos esa sensación de que, finalmente, ¿quién no ha estado harto alguna vez de tener un mal día?
Claro que, por aquí, yo no tengo muchas posibilidades de ir a comprarme un arma y desquitarme con el mundo.
¿Película favorita sobre asesinos de masas (bueno, que ésta no lo es precisamente, pero ajam)?
0 guiños:
Publicar un comentario