19.10.10



19/10/10
Ésta no es otra loca película de exorcismos. Uy. ¿Cuántos han tratado de colgarse de uno de los rituales más cinematográficamente explotables de la religión? Un montón, ya lo sabemos, y conforme salen nuevas películas y todas fallan uno va perdiendo la fe. Yo no sabía de qué iba concretamente ésta ni tenía un interés especial en verla, pero lo cierto es que me ganan fácil. ¿Vieron la campaña viral que le hicieron a través de chatroulette? Así de fácil me ganan (seguro que pueden encontrarla fácilmente en youtube). Y, bueno, ya que me la ponían en bandeja de plata en el festival, ni cómo negarme.



"En realidad no existe nada de estar poseído. Es sólo gente, gente enferma"

Si no sabes nada de una película más allá de que va de un exorcismo y de pronto te encuentras con una grabación tipo documental casero en que un reverendo muy extrovertido le habla a la cámara sobre su carrera religiosa, puede que te pierdas un poco. De hecho, ese es parte del encanto de la película: no estar constituida como una película de terror. Cotton Marcus, el reverendo en cuestión, nos habla de su posición respecto a la fe y las cosas que ha tenido que presenciar alrededor de ella. Habla sin tapujos de que los ministros de Dios son una especie de vendedores y que muchos rituales tienen una única finalidad de calmar a las masas. La cosa no estaría mal si no terminaran por dañar a la gente. Desencantado de ciertas 'buenas intensiones' de su religión decide contratar un equipo para hacer un documental sobre la falsedad de los exorcismos, tanto como de la falsedad de las personas supuestamente posesas y que en la mayoría de los casos ocultan síntomas de enfermedades disfrazadas. Y para ello toma al azar una de las cartas de peticiones de exorcismo que le llegan todo el tiempo, y se dirige rumbo a la casa de la familia Sweetzer.

El resto lo pueden adivinar más o menos todos: se encuentra con una chica ahí y comienza el eterno debate entre si está posesa o enferma (bueno, no eterno, en general en la mayoría de las películas sabemos que está posesa y ya, aquí sí que hay debate).
Cotton Marcus es un protagónico fantástico. De entrada porque es increíblemente carismático y también porque le da un tono completamente distinto a la generalidad de películas sobre exorcismos. Nos habla de frente y nos explica una cantidad de cosas que pasan por ser obvias, a ser graciosas, a ser interesantes y a ser posiblemente muy reales. Además que tiene mérito que es un hombre profundamente preocupado por su objeto de exorcismo a pesar de que la cosa se vaya tornando cada vez más siniestra. Es casi tierno (si no quisiéramos gritarle cada cinco segundos que tome sus cosas y se vaya).

Nell Sweetzer, por otro lado, sí que es la típica niña poseída. Bueno, chica. Es una joven de campo, muy introvertida, y que por las noches hace cosas terribles, uy. Y que fuera del debate sobre si está poseída o no, tampoco aporta demasiado más a la trama.

¿Qué más nos queda a mencionar? Las plusvalías. Claro, uno produce una película de posesas y se tiene que preguntar ¿qué voy a darle a mi público que no le haya dado ninguna otra película del género? Y nos vamos a los movimientos del poseído. Después de que vimos a Regan bajar arácnidamente las escaleras de su casa todos los demás directores han querido shockearnos del mismo modo. Pero es una labor difícil. Y vaya que Nell se tuerce y se retuerce de maneras inverosímiles, pero una vez que nos acostumbramos a su performance, no queda mucho detrás.

El planteamiento es bueno, el inicio es interesante, ¿en qué punto la película nos falla terriblemente? Fácil, en que no asusta a nadie. Tiene un par de escenas que sugieren temor (de esas que dices 'no, si a mí me pasara eso, me muero') pero en realidad fuera de algún saltito de esos provocados deliberadamente por las luces o los sonidos, en realidad no hay ningún momento en que sintamos temor. Ajá, y si estamos en medio de la nada en una casa de locos con una niña posesa deberíamos tener un poco de miedo, ¿no?

Por no decir que hacia el final parece que se acaban las ideas y los guionistas se dicen: tomemos "El bebé de Rosemary" y "El proyecto de la bruja de Blair" y mezclémoslos, nadie se dará cuenta.


Los datos más relevantes vienen después. Por una parte el detalle técnico ya casi usual de 'me costó 20 dólares y le gané 2 millones', que debería alentar a muchos nuevos talentos. Pero por otra parte estoy leyendo que esos 'movimientos inverosímiles' de la posesa fueron realmente realizados por la actriz, quien tiene hipermovilidad (sí, algunos sólo pueden doblar los pulgares muy hacia atrás mientras que ella puede romperse y armarse de nuevo: la vida no es justa). Eso sí que fue inesperado. Pero, anecdótico, básicamente.




Ésta es casi demasiado fácil: ¿película favorita sobre exorcismos?






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