01/11/10
Y llegamos a una de las más esperadas del festival, el regreso del señor Kitano al cine de yakuzas. No podría estar más emocionada. Además que me parece que en su primera función (que originalmente iba a ser la única) fue la primera película en agotarse. Aunque para suerte de todos los demás (incluyéndome, oh), abrieron una segunda fecha. Definitivamente es algo que uno quiere pasar sin ver.
"Dices que estoy expulsado y luego que ya no lo estoy, ¿cuántas lenguas tienes?"
Es difícil hablar de Kitano sin caer en el comentario fácil de 'oh, qué grandes películas que hace' y también sin sonar demasiado general respecto al género yakuza. Un genero, además, que Kitano aborda sin consesiones de ningún tipo presentándonos una serie de estructuras y comportamientos eminentemente humanos pero basados casi por completo en la violencia. Y todos sabemos que eso es lo que pasa si le das una pistola a Beat Takeshi y luego le das la espalda.
En la película nos encontramos con Ôtomo, quien forma parte de una familia yakuza en el grupo que suele ser el de los agitadores (¿existe el término en general o me lo estoy robando de Miike?), aquellos que por no considerarse tan ligados a las esferas de poder pueden arreglar los problemas un poco por debajo de la mesa y todos contentos. El líder de dicha familia,Ikemoto, pertenece a una rama más amplia dirigida por hombre frío y sin escrúpulos, Kan'nai, quien pretende enemistad a Ikemoto con su hermano (¿de honor? ajam) y líder de otra familia yakuza, Murase. Ikemoto y Murase coincidieron años atrás en la cárcel y se prometieron hermandad, pero ahora que a Kan'nai no le interesan los asuntos de Murase en el control de drogas, las cosas se podrán difíciles. Y en dicha situación, en que las cosas no se pueden hacer de frente, tendrá que entrar Ôtomo y su grupo para el trabajo sucio.
Olvídense del honor yakuza que han visto en otras películas, aquí nos encontramos a descampado con una tragedia shakespeareana donde nadie responde por nadie más que sí mismo. O al menos si alguien pretende mantener intacto su honor y su fidelidad, no será por demasiado tiempo. De este modo Kitano disecciona no sólo los sentimientos y motivaciones humanas más elementales (la avaricia, la traición) sino el modo en que sus consecuencias pueden resultar hiperbólicas cuando se insertan en círculos de poder tan fuera de la moral. Por otro lado también se observa el funcionamiento de las jerarquías yakuzas de manera detallada y bastante clara, aunque eso signifique que durante los primeros minutos un gran número de personajes desfilen ante nuestros ojos y nos tome algún tiempo identificar quién es quién. Todo esto, claro, con un excelente ritmo y con una excelente dosis de violencia.
Kitano no es el personaje principal pero sin duda sí que es una pieza clave (además de resultan tan carismático como sólo Takeshi y su mala leche podrían serlo) en todo ese torbellino de intrigas en que no sabemos dónde van a quedar parados. Con una estructura en que todos terminan sublevándose contra todos, tendremos que ir tejiendo también nosotros los hilos para descubrir quién está detrás de cada movimiento (y aún más, quién quedará después del mismo).
Es sencillamente fantástica, sin duda una película que no te dejará pestañear y que te atrapará del modo más grato al tiempo que te sacudirá. No sabría decir si terminará por ser una joya más de la filmografía de Kitano pero sin duda que es un magnífico regreso al género que lo ha dejado justo en el lugar que está. Un aplauso. Diría que, para mí, la segunda mejor del festival, por muy poca diferencia aunque también en casi empate con una que reseñaré en algunos días.
En alguna parte leí que se tiene planeada una segunda parte, yo no sé si tanto así como una segunda parte sea necesaria, pero me queda claro que no me importaría en absoluto ver más y más cosas de Kitano (o con Kitano).
¿Película favorita de Takeshi Kitano?
"Dices que estoy expulsado y luego que ya no lo estoy, ¿cuántas lenguas tienes?"
Es difícil hablar de Kitano sin caer en el comentario fácil de 'oh, qué grandes películas que hace' y también sin sonar demasiado general respecto al género yakuza. Un genero, además, que Kitano aborda sin consesiones de ningún tipo presentándonos una serie de estructuras y comportamientos eminentemente humanos pero basados casi por completo en la violencia. Y todos sabemos que eso es lo que pasa si le das una pistola a Beat Takeshi y luego le das la espalda.
En la película nos encontramos con Ôtomo, quien forma parte de una familia yakuza en el grupo que suele ser el de los agitadores (¿existe el término en general o me lo estoy robando de Miike?), aquellos que por no considerarse tan ligados a las esferas de poder pueden arreglar los problemas un poco por debajo de la mesa y todos contentos. El líder de dicha familia,Ikemoto, pertenece a una rama más amplia dirigida por hombre frío y sin escrúpulos, Kan'nai, quien pretende enemistad a Ikemoto con su hermano (¿de honor? ajam) y líder de otra familia yakuza, Murase. Ikemoto y Murase coincidieron años atrás en la cárcel y se prometieron hermandad, pero ahora que a Kan'nai no le interesan los asuntos de Murase en el control de drogas, las cosas se podrán difíciles. Y en dicha situación, en que las cosas no se pueden hacer de frente, tendrá que entrar Ôtomo y su grupo para el trabajo sucio.
Olvídense del honor yakuza que han visto en otras películas, aquí nos encontramos a descampado con una tragedia shakespeareana donde nadie responde por nadie más que sí mismo. O al menos si alguien pretende mantener intacto su honor y su fidelidad, no será por demasiado tiempo. De este modo Kitano disecciona no sólo los sentimientos y motivaciones humanas más elementales (la avaricia, la traición) sino el modo en que sus consecuencias pueden resultar hiperbólicas cuando se insertan en círculos de poder tan fuera de la moral. Por otro lado también se observa el funcionamiento de las jerarquías yakuzas de manera detallada y bastante clara, aunque eso signifique que durante los primeros minutos un gran número de personajes desfilen ante nuestros ojos y nos tome algún tiempo identificar quién es quién. Todo esto, claro, con un excelente ritmo y con una excelente dosis de violencia.
Kitano no es el personaje principal pero sin duda sí que es una pieza clave (además de resultan tan carismático como sólo Takeshi y su mala leche podrían serlo) en todo ese torbellino de intrigas en que no sabemos dónde van a quedar parados. Con una estructura en que todos terminan sublevándose contra todos, tendremos que ir tejiendo también nosotros los hilos para descubrir quién está detrás de cada movimiento (y aún más, quién quedará después del mismo).
Es sencillamente fantástica, sin duda una película que no te dejará pestañear y que te atrapará del modo más grato al tiempo que te sacudirá. No sabría decir si terminará por ser una joya más de la filmografía de Kitano pero sin duda que es un magnífico regreso al género que lo ha dejado justo en el lugar que está. Un aplauso. Diría que, para mí, la segunda mejor del festival, por muy poca diferencia aunque también en casi empate con una que reseñaré en algunos días.
En alguna parte leí que se tiene planeada una segunda parte, yo no sé si tanto así como una segunda parte sea necesaria, pero me queda claro que no me importaría en absoluto ver más y más cosas de Kitano (o con Kitano).
¿Película favorita de Takeshi Kitano?
Todos terminan sublevándose contra todos, y es de yakuzas, eso tiene que estar bien, aunque lo que he visto de Kitano (Hana-Bi y Brother) no me han gustado demasiado; sólo me gustó El verano de Kikujiro. De todas formas quiero ver Zatoichi, de la que hablan maravillas, y esta de la que hablas tu. Muy buen comentario, S (al fin sé quien eres )
ResponderEliminarPuff a mí ésta me da un poco de miedo, pero bueno de momento habrá que esperar jeje
ResponderEliminarMi película de Kitano favorita es también mi película asiática favorita, y fuera de Asia sólo hay una peli por encima XD La película en cuestión es "Kids return".