10/01/11
Hace mucho tiempo traté de ver esta película con mi hermana, confiando en que ese terror coreano medio poético sería suficientemente suave para ella, pero hacia la mitad quedaba claro que no la terminaría de ver así que la abandonamos. Siempre quise terminar de verla pero la dejé pasar y pasar, hasta que un día sin más que hacer me decidí a remediarlo.
"Si mueres fuera del espejo puedes seguir viviendo dentro"
A muchos les sonará esta película gracias al desafortunado remake norteamericano que salió hace algunos años, protagonizado por Kiefer Sutherland, y que fue titulado (todavía más desafortunadamente) "Espejos siniestros". Por si no supiéramos de quién sospechar. Como buen remake está apenas burdamente basado en la historia original y lo que comparten es un ex policía y un centro comercial. Ah, y espejos. Siniestros.
Woo Yeong-min es un ex policía que ahora es el jefe de seguridad de un centro comercial a punto de reabrir sus puertas en unas semanas. El lugar había sido cerrado cuando un incendio, hace algunos años, destruyó casi todo, pero tras la remodelación parece listo para comenzar de nuevo. O casi, ya que una semana antes de la reapertura una serie de extrañas muertes, que quedan entre el suicidio o un homicidio extraño, comienzan a suceder en la propiedad. La labor de Yeong-min es conseguir que las cosas se resuelvan lo antes posible para que la tienda pueda abrir y hacer dinero y todas esas cosas que verdaderamente importan, pero su vena detectivesca le indica que hay algo que se esconde detrás de ese misterio de simetrías siniestras.
"Into the mirror" es una película de terror realizada de modo entre fantástico y delicado. Al igual que otras películas coreanas del género, su principal problema podría ser el fácil argumento de que en realidad no asustan. Los elementos paranormales y la trama fantasmal se va hilando de modo que la atmósfera se enrarezca y quede con un toque siniestro-incómodo, pero no cae nunca en el susto fácil ni directo, que por momentos a algunos puede resultarle aburrido. A mí me pareció que el ritmo estaba bien, que la historia se manejaba de buena manera y, quitando que por momentos era inevitable que no resultara un poco absurdo tanta referencia paranormal a espejos, resultaba incluso bastante agradable. Sin duda la estética además es remarcable dado que casi toda la película se maneja en cuestión de tomas simétricas o en base a reflejos, lo que verdaderamente consigue transmitir la sensación de que estamos rodeados por ellos y no tendremos escapatoria. Algo que sin duda se echó de menos cuando teníamos a Kiefer perdiendo su dignidad dentro de un centro comercial carbonizado con espejos siendo siniestros sin sentido.
Ji-tae Yu como protagónico no es que le agregue demasiado a la historia pero para mí resultaba inevitable pensarlo en virtud de su personaje en "Oldboy" (el misterioso sujeto que pagó mucho dinero por tener a otro encerrado tantos años). Algo así como si hubiera sido su mala etapa antes de volverse rico y planear su venganza.
La película si bien es entretenida seguro que funcionará para los amantes del género, especialmente los familiarizados con esta modalidad coreana con un ritmo más lento y una mayor preocupación por las tomas y los escenarios antes que por los sustos. Oh, y a quienes disfruten de esa gama de películas en que cualquier objeto cotidiano puede volverse paranormalmente mortal. Que hay que aceptar que a los espejos les viene bien, reflejarse ya tiene algo de siniestro.
¿Película favorita sobre espejos?
"Si mueres fuera del espejo puedes seguir viviendo dentro"
Woo Yeong-min es un ex policía que ahora es el jefe de seguridad de un centro comercial a punto de reabrir sus puertas en unas semanas. El lugar había sido cerrado cuando un incendio, hace algunos años, destruyó casi todo, pero tras la remodelación parece listo para comenzar de nuevo. O casi, ya que una semana antes de la reapertura una serie de extrañas muertes, que quedan entre el suicidio o un homicidio extraño, comienzan a suceder en la propiedad. La labor de Yeong-min es conseguir que las cosas se resuelvan lo antes posible para que la tienda pueda abrir y hacer dinero y todas esas cosas que verdaderamente importan, pero su vena detectivesca le indica que hay algo que se esconde detrás de ese misterio de simetrías siniestras.
"Into the mirror" es una película de terror realizada de modo entre fantástico y delicado. Al igual que otras películas coreanas del género, su principal problema podría ser el fácil argumento de que en realidad no asustan. Los elementos paranormales y la trama fantasmal se va hilando de modo que la atmósfera se enrarezca y quede con un toque siniestro-incómodo, pero no cae nunca en el susto fácil ni directo, que por momentos a algunos puede resultarle aburrido. A mí me pareció que el ritmo estaba bien, que la historia se manejaba de buena manera y, quitando que por momentos era inevitable que no resultara un poco absurdo tanta referencia paranormal a espejos, resultaba incluso bastante agradable. Sin duda la estética además es remarcable dado que casi toda la película se maneja en cuestión de tomas simétricas o en base a reflejos, lo que verdaderamente consigue transmitir la sensación de que estamos rodeados por ellos y no tendremos escapatoria. Algo que sin duda se echó de menos cuando teníamos a Kiefer perdiendo su dignidad dentro de un centro comercial carbonizado con espejos siendo siniestros sin sentido.
Ji-tae Yu como protagónico no es que le agregue demasiado a la historia pero para mí resultaba inevitable pensarlo en virtud de su personaje en "Oldboy" (el misterioso sujeto que pagó mucho dinero por tener a otro encerrado tantos años). Algo así como si hubiera sido su mala etapa antes de volverse rico y planear su venganza.
La película si bien es entretenida seguro que funcionará para los amantes del género, especialmente los familiarizados con esta modalidad coreana con un ritmo más lento y una mayor preocupación por las tomas y los escenarios antes que por los sustos. Oh, y a quienes disfruten de esa gama de películas en que cualquier objeto cotidiano puede volverse paranormalmente mortal. Que hay que aceptar que a los espejos les viene bien, reflejarse ya tiene algo de siniestro.
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