28/01/11
Hablando de películas que llegan a nosotros sin que lo esperemos, en una de las últimas visitas a mi proveedor de películas raras de confianza me encontré con ésta, titulada como "De monstruos y de hombres" (o "Of freaks and men", ya no recuerdo en qué idioma aparecía originalmente). La portada nada parecía demasiado monstruoso ni demasiado masculino (de hecho creo recordar que sólo aparecía una mujer parcialmente desnuda) pero aún así fue imposible resistirse.
"There is so much feeling in his song that my heart burns up in my cold chest"
Está claro que con una portada así podría haber resultado ser una película porno después de todo, aunque con ese título creo que incluso eso podría haber resultado interesante. Pero, por el contrario, me encontré con una extraña película rusa.
El estilo con que está rodada la hace parecer mucho más antigua de lo que es y seguro que ello es completamente deliberado: casi todo está rodado en tonos sepia, debemos suponer que trata de reflejar una sociedad rusa de algunos años atrás, y en general el estilo para el tipo de tomas, la iluminación y el modo en que se desenvuelve la trama no puede sino remitirnos de algún modo al cine clásico. Pero luego está, claro, la trama, los monstruos.
Dentro del seno de dos familias burguesas algo terrible comienza a gestarse. Para no hablar propiamente de los problemas familiares en sí, nos remitiremos a algunos factores iniciales de que la perversa fatalidad comenzaba a apoderarse de todo el terreno. Nos encontramos con escenas como una sirvienta mostrando sus enormes pechos a los niños de la casa cuando los padres no miran, un joven comprometido con una chica de buena casa que fotografía pornografía clandestina para ganarse la vida, una mujer ciega que cede ante los deseos de un hombre que se ha colado en su hogar, un hombre que muere dejando desamparada a su familia antes de que un productor de pornografía se instale en ella. El mundo real, el que surge en cada momento posible, es el de la pornografía del bajo mundo, y el deseo frenético por llevarla hacia todos los extremos en todas las direcciones. ¿Y los monstruos? Unos gemelos siameses chinos secuestrados y obligados a participar ahora en las perversiones, un mundo del que nadie puede escapar sin efectos secundarios.
La película es eminentemente rara. De entrada yo realmente pensé, por la cinematografía en general, que era mucho más antigua y ello la hacía todavía más incomprensible. Pero no, la película es del 98 y supongo que ello implica que las ganas de provocar dentro de un periodo menos esperado son tan deliberadas como perfectamente cuidadas en la película. Nos atrapa fácilmente en un mundo raro donde los hombres y los monstruos se confunden y no sabemos cuál es cada uno. Un mundo sin solución, una película sin desenlace real, que nos deja la sensación de continuar infinitamente aún cuando hemos dejado de verla, como si lo que vimos fueron tan solo fragmentos de algunas vidas, como eran fragmentos esas estampas pornográficas cuyo contexto era imposible adivinar. Sólo perversas imágenes congeladas.
De esos momentos en que los descubrimientos azarosos dejan un buen sabor de boca, y dado que no esperas nada resulta todavía más efectivo. Aunque supongo que es para estados y gustos, algunos podrían encontrarla sencillamente muy extraña, o incluso más bien vulgar. Aunque en ambos casos me parece que ello está bastante justificado por el resultado final.
¿Última película rusa que hayas visto?
"There is so much feeling in his song that my heart burns up in my cold chest"
Está claro que con una portada así podría haber resultado ser una película porno después de todo, aunque con ese título creo que incluso eso podría haber resultado interesante. Pero, por el contrario, me encontré con una extraña película rusa.
El estilo con que está rodada la hace parecer mucho más antigua de lo que es y seguro que ello es completamente deliberado: casi todo está rodado en tonos sepia, debemos suponer que trata de reflejar una sociedad rusa de algunos años atrás, y en general el estilo para el tipo de tomas, la iluminación y el modo en que se desenvuelve la trama no puede sino remitirnos de algún modo al cine clásico. Pero luego está, claro, la trama, los monstruos.
Dentro del seno de dos familias burguesas algo terrible comienza a gestarse. Para no hablar propiamente de los problemas familiares en sí, nos remitiremos a algunos factores iniciales de que la perversa fatalidad comenzaba a apoderarse de todo el terreno. Nos encontramos con escenas como una sirvienta mostrando sus enormes pechos a los niños de la casa cuando los padres no miran, un joven comprometido con una chica de buena casa que fotografía pornografía clandestina para ganarse la vida, una mujer ciega que cede ante los deseos de un hombre que se ha colado en su hogar, un hombre que muere dejando desamparada a su familia antes de que un productor de pornografía se instale en ella. El mundo real, el que surge en cada momento posible, es el de la pornografía del bajo mundo, y el deseo frenético por llevarla hacia todos los extremos en todas las direcciones. ¿Y los monstruos? Unos gemelos siameses chinos secuestrados y obligados a participar ahora en las perversiones, un mundo del que nadie puede escapar sin efectos secundarios.
La película es eminentemente rara. De entrada yo realmente pensé, por la cinematografía en general, que era mucho más antigua y ello la hacía todavía más incomprensible. Pero no, la película es del 98 y supongo que ello implica que las ganas de provocar dentro de un periodo menos esperado son tan deliberadas como perfectamente cuidadas en la película. Nos atrapa fácilmente en un mundo raro donde los hombres y los monstruos se confunden y no sabemos cuál es cada uno. Un mundo sin solución, una película sin desenlace real, que nos deja la sensación de continuar infinitamente aún cuando hemos dejado de verla, como si lo que vimos fueron tan solo fragmentos de algunas vidas, como eran fragmentos esas estampas pornográficas cuyo contexto era imposible adivinar. Sólo perversas imágenes congeladas.
De esos momentos en que los descubrimientos azarosos dejan un buen sabor de boca, y dado que no esperas nada resulta todavía más efectivo. Aunque supongo que es para estados y gustos, algunos podrían encontrarla sencillamente muy extraña, o incluso más bien vulgar. Aunque en ambos casos me parece que ello está bastante justificado por el resultado final.
¿Última película rusa que hayas visto?
me ha picado la curiosidad. keda apuntada.
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