10/08/11
Para continuar adentrándome en la filmografía de Noboru Iguchi no estoy muy segura porqué no busqué algo mucho más anterior pero por alguna razón terminé viendo "Sukeban boy". Supongo que fue más sencilla encontrarla que a su filmografía temprana y tampoco pintaba nada mal.
"You just have the wrong idea about me"
Para los que ya conocen el trabajo de Noboru Iguchi tendrán una idea de lo que pueden esperar de esta película, tan solo tomando en cuenta que estaba un poco más joven y con menos presupuesto. Para los que no sólo hay que decir que delirante es lo mínimo que puede decirse, hasta el momento, de todos los proyectos que le he visto. En "Sukeban boy" nos encontramos, precisamente, con Sukeban, un chico que sufre porque luce demasiado delicado y compensa las burlas recibidas con una fuerza brutal y una tendencia a meterse en peleas a la mínima provocación. Su padre, algo molesto por todos los problemas que genera su hijo (aunque con un cariño perverso hacia él) decide darle la importante lección que todo padre debe darle a sus hijos: vestirlo de mujer e inscribirlo en un instituto femenino, para que aprenda lo que es la vida. Siguiendo la lógica impecable de la trama, el instituto femenino se ve plagado por distintas bandas, cada una más extraña que la anterior, con las que Sukeban se mete constantemente en problemas, todo mientras medio trata de proteger a la chica guapa que le ha gustado y trata también de evitar que descubran que bajo esas faldas hay una sorpresita.
Dicho así quizás no suene demasiado alejado de una serie japonesa cualquiera, pero a eso hay que sumarle un detallito: si bien a primera vista todos esos podrían parecer elementos de un shojo (comic o animación dirigida a un público femenino), en realidad es sólo una estructura base que esconde su evidente enfoque hacia el público masculino. Esto es, que todos esos rollos de colegialas y faldas son sólo una excusa para que a la mínima provocación las ropas caigan y todo se torne una suerte de soft porno con exuberantes trajes exóticos. Acomodado todo sin pudor, de un modo tan evidente que se torna delirante y extraño y también bastante entretenido y gracioso.
Sukeban, el protagonista, es representado por Asami, una actriz porno (a la que no le cuesta demasiado pasar por colegiala) que Iguchi llevó a las pantallas medianas de una manera más que efectiva. A pesar de que su aspecto es más que notoriamente femenino, con sus expresiones y su actuación sí que logra pasar por un adolescente medio pervertido. De tal modo que debo confesar que me cuesta volver a verla en otras películas en las que hace de mujer sin más, en el fondo aún creyendo que se trata más bien de un actor masculino que quiere engañarme un poco. Y ese es parte de su encanto, debo decirlo.
La película se podrá pensar que es mucho menos cuidada en su estructura que otras del director (aunque quizás el adjetivo 'cuidado' no es el más exacto para referirse a su particular estilo), ya que se trata más bien de una serie de situaciones-excusa para el soft hentai, y sin embargo para mí ha resultado una de las más entretenidas que le he visto. Quizás porque sin perseguir la complejidad de "The machine girl" o "RoboGeisha" y con un presupuesto y montaje mucho más sencillo (la película fue rodada en su totalidad en sólo tres días), consigue una frescura muy particular y una fuerza absurda que lo atrapa a uno sin demasiada dificultad.
Como dato curioso tengo que mencionar que está basada en un manga, que al parecer ya había sido anteriormente adaptado aunque con un protagonista masculino (no sé si tenga demasiadas ganas de ver esa versión, más bien me interesaría leer el manga); y curiosamente la historia es de un autor bastante inesperado: Go Nagai, el creador también de "Mazinger Z".
Ya había abandonado a Noboru Iguchi (aunque me falta aún alguna reseña suya) pero ahora creo que tendría que ponerme a buscar alguna de sus primeras películas, a ver realmente qué tanto camino ha recorrido. En algún momento.
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