05/08/11
Y regresamos con cine clásico japonés y con Nakagawa, aunque en este caso con una producción llamada "The lady vampire" que la verdad no me llamaba demasiado la atención. Y es que si ya tengo suficientes vampiresas en el cine actual, no sé si me interesaba demasiado ver una japonesa de los cincuenta.
"Accept my love, and you will live forever in unfailing, eternal youth"
Al parecer ésta fue una de las primeras, si no la primera, película de terror japonesa en desarrollarse en la época actual y no tratarse del periodo feudal. Sin embargo tampoco es que se aleje demasiado de las leyendas clásicas del país al tiempo que se abre un poco a otros mitos más internacionales, como es la imagen del vampiro.
El modo en que se conjugan estos elementos resulta en algo curioso sin duda, que en un primer instante puede resultar un poco extraño. El inicio de la película se parece bastante al de "Jigoku" (incluso un poco las circunstancias iniciales) en que un joven atropella a alguien con su coche y el asunto se resuelve de manera misteriosa, en este caso porque la mujer aparentemente atropellada desaparece. Esto lo lleva a llegar tarde al cumpleaños de su prometida, en cuya casa cree ver a la misma mujer, quien aparece al final de la fiesta y se descubre como la madre de la misma que había desaparecido hacía veinte años. Por si esto no fuese suficientemente desconcertante para todos, la mujer continua teniendo la misma edad que cuando desapareció.
Por una parte uno podría ver en "The lady vampire" una historia de vampiros bastante clásica, donde el vampiro primigenio comienza a desplegar su control por todo a su alrededor en busca de reconquistar a su víctima. Hay otros elementos como crímenes extraños en la ciudad, un cuadro misterioso y un enano asesino. Esta parte de la historia que bien podría asemejarse a otras historias de vampiros o maldiciones ancestrales, entonces se conjuga con otras nociones como los valores familiares japoneses o leyendas feudales que se transforman convenientemente en historias de vampiros. Donde lo cierto es que la película no es exactamente sobre una mujer vampiro sino sobre una sombra ancestral e inmortal que se cierne sobre toda la historia.
Esto sin duda podría resultar con una combinación bastante particular y quizás atractiva pero creo que, sin embargo, termina por ser una de las películas menos conseguidas que he visto de Nakagawa. Quizás porque queda claro que su fuerte se acerca mucho más a las raíces japonesas y sus mitos primigenios, o porque las nociones de trama 'occidental' quedan un poco extrañas al tratar de diluirlas con los detalles orientales. Y siento que entre una cosa y otra el resultado final sale perdiendo un poco, porque ni queda como una buena película de vampiros en el estilo clásico (sobre todo en comparación con producciones extranjeras) ni consigue darle un toque original japonés, de modo que la historia se mueve entre dos propuestas que seguimos porque no nos queda de otra pero que por momentos no consiguen convencer del todo.
Creo que especialmente la figura del vampiro parece muy metida a la fuerza para que uno la vea como tal, cuando podría tan sólo tomar sus características principales y uno habría establecido la relación sin que pareciera tan forzada.
Entretenida, sin duda, pero creo que lejos de ser imprescindible para una revisión histórica, si no fuese por el dato curioso mencionado al principio y probablemente no se mencionaría demasiado si no fuese por su director.
Para los que se están cansando de cine japonés clásico, no se preocupen, yo soy muy mala siguiendo listas y me parece que en una o dos producciones más abandoné esta misión. Que tendré que retomarla pronto pero al menos les tocará un descanso hasta entonces.
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