19/04/09
Desde hace mucho tiempo que Ian insistía en que viera esta película, después de que juraba que la habíamos visto juntos algunos años atrás. Pero no. Y algo tenía que usualmente llegaba en mal momento, de modo que los primeros minutos de la primera parte la vi como cuatro veces, después de lo cuál siempre me quedaba dormida.
Aprovechando hace algunos días la necesidad de ver algo de terror oriental, supuse que era el momento adecuado.
"En estos muñecos deposito mi espíritu y mi aliento. Si llego a morir ellos tendrán que irse conmigo"
La idea es la misma que la de "Three extremes". Me confunde un poco que ésta sea considerada como la segunda parte cuando en imdb dice que apareció dos años antes. En cualquier caso, en ambas se recogen tres historias, de alrededor de 40 minutos, de distintos directores asiáticos.
La primera es "Memories", del surcoreano Ji-woon Kim. En quien podría plenamente confiar después de haber visto "Tale of two sisters", una excelente película de terror suya. La primera escena de la historia es increíblemente buena, especialmente el detalle de la muñeca y el globo volando. El modo en que puede convertir elementos tan simples en algo sobrecogedor me parece destacable.
Luego la trama comienza a fallar un poco al parecer demasiado sencilla: un hombre apenas puede continuar su vida después de la extraña desaparición de su mujer y la desestabilidad mental que ha representado para él, por otra parte los días de una mujer que amanece sin memoria y trata de armar su vida mientras todo luce extraño a su alrededor.
El problema es que básicamente seguiremos estas dos líneas, sin sobresaltos dramáticos más que las escenas inquietantes, hasta que el final viene la gran revelación, claro. Tiene buenas escenas, me gusta principalmente que pueda resultar tan luminosa por momentos (cuando se sabe que muchas películas de terror se valen de la oscuridad para ocultar sus carencias) pero no termina por ser una historia demasiado buena. El final es algo previsible y fuera de un par de escenas muy bien construidas, no aporta mucho más.
Le sigue "The wheel", del tailandés Nonzee Nimibutr. Si podríamos encontrar algún seguimiento temático entre el primer y el tercer fragmento, en este caso es algo radicalmente distinto. Incluso puede ser que me predispuse tanto a que los comentarios que sabía, comenzando por el de Ian, me decían que era una historia terriblemente mala, que incluso hasta me gustó un poco.
Al igual que otras tantas películas de terror tailandesas, se valen de las representativas figuras de danza propias de la cultura. Que usualmente al menos lucen bien, excepto en aquella película en que al final era un danzante trasvesti fantasma. Y bien saben que me gustan los trasvestis.
En este caso se enfocan a la parte de la danza que se lleva a cabo por medio de títeres. Viene mucho de aquellas creencias de muchas culturas en que los muñecos antropomorfosos son una especie de extensión de sus dueños, o al menos poseen más características humanas que las físicas.
Me recordó un poco a "Dead silence" porque la premisa es un poco similar: un hombre anciano que muere, que era maestro en crear estos hermosos títeres, y que espera que todos ellos desaparezcan con él. Aunque en este caso ahogados y el que se quiere vengar de todos no es el maestro si no los títeres. Oh.
No es que sea algo extremadamente bueno, pero yo lo encontré al menos entretenido. Con un par de escenas no muy afortunadas, pero sobrellevable al menos. Además que la moraleja sobre la avaricia humana es casi graciosa.
Eso sí, el final va entre aceptable y pésimo, dependiendo de cómo se interprete.
Eso o mi reciente amor por Tailandia me ha cegado completamente.
La última es "Going home" del también tailandés Peter Chan. Aunque creo que la producción es de algún otro sitio, yo pensaba que coreana. Además que sus actores son en su mayoría cantoneses. Este fragmento es sencillamente una delicia en todos los aspectos. Tiene unas escenografías hermosas, una composición visual que contrapone lo decadente de muchas locaciones con unas tomas hermosas, y en general una trama que me atrapó y que puede trascender de ser una simple historia de terror que se vale de sus sustos.
Básicamente trata de un policía que se muda con su hijo a unos edificios casi abandonados, de esos que parecen abundar en Asia y que Ian me explicó, económicamente, a qué se debe. Por su trabajo le presta poca atención a su hijo, quien teme de todo lo que sucede en el edificio y especialmente de la hija de sus únicos vecinos que parece espiarlo. Un día, cuando el padre regresa, el hijo ha desaparecido y al tratar de recuperarlo se verá involucrado en la inusual vida de dichos vecinos.
Me parece una realización impecable, con unos recursos mínimos, una historia que quizá no sea en extremo original pero es llevada a cabo de un modo increíble. Quedé enamorada de esa historia, ¿no es raro decirlo de una película de terror?
Bueno, que a nadie extraña que estas historias fragmentadas me encantan. Creo que tengo una predisposición a lo breve. Y si es de terror, mejor.
Desde hace mucho tiempo que Ian insistía en que viera esta película, después de que juraba que la habíamos visto juntos algunos años atrás. Pero no. Y algo tenía que usualmente llegaba en mal momento, de modo que los primeros minutos de la primera parte la vi como cuatro veces, después de lo cuál siempre me quedaba dormida.
Aprovechando hace algunos días la necesidad de ver algo de terror oriental, supuse que era el momento adecuado.
"En estos muñecos deposito mi espíritu y mi aliento. Si llego a morir ellos tendrán que irse conmigo"
La idea es la misma que la de "Three extremes". Me confunde un poco que ésta sea considerada como la segunda parte cuando en imdb dice que apareció dos años antes. En cualquier caso, en ambas se recogen tres historias, de alrededor de 40 minutos, de distintos directores asiáticos.
La primera es "Memories", del surcoreano Ji-woon Kim. En quien podría plenamente confiar después de haber visto "Tale of two sisters", una excelente película de terror suya. La primera escena de la historia es increíblemente buena, especialmente el detalle de la muñeca y el globo volando. El modo en que puede convertir elementos tan simples en algo sobrecogedor me parece destacable.
Luego la trama comienza a fallar un poco al parecer demasiado sencilla: un hombre apenas puede continuar su vida después de la extraña desaparición de su mujer y la desestabilidad mental que ha representado para él, por otra parte los días de una mujer que amanece sin memoria y trata de armar su vida mientras todo luce extraño a su alrededor.
El problema es que básicamente seguiremos estas dos líneas, sin sobresaltos dramáticos más que las escenas inquietantes, hasta que el final viene la gran revelación, claro. Tiene buenas escenas, me gusta principalmente que pueda resultar tan luminosa por momentos (cuando se sabe que muchas películas de terror se valen de la oscuridad para ocultar sus carencias) pero no termina por ser una historia demasiado buena. El final es algo previsible y fuera de un par de escenas muy bien construidas, no aporta mucho más.
Le sigue "The wheel", del tailandés Nonzee Nimibutr. Si podríamos encontrar algún seguimiento temático entre el primer y el tercer fragmento, en este caso es algo radicalmente distinto. Incluso puede ser que me predispuse tanto a que los comentarios que sabía, comenzando por el de Ian, me decían que era una historia terriblemente mala, que incluso hasta me gustó un poco.
Al igual que otras tantas películas de terror tailandesas, se valen de las representativas figuras de danza propias de la cultura. Que usualmente al menos lucen bien, excepto en aquella película en que al final era un danzante trasvesti fantasma. Y bien saben que me gustan los trasvestis.
En este caso se enfocan a la parte de la danza que se lleva a cabo por medio de títeres. Viene mucho de aquellas creencias de muchas culturas en que los muñecos antropomorfosos son una especie de extensión de sus dueños, o al menos poseen más características humanas que las físicas.
Me recordó un poco a "Dead silence" porque la premisa es un poco similar: un hombre anciano que muere, que era maestro en crear estos hermosos títeres, y que espera que todos ellos desaparezcan con él. Aunque en este caso ahogados y el que se quiere vengar de todos no es el maestro si no los títeres. Oh.
No es que sea algo extremadamente bueno, pero yo lo encontré al menos entretenido. Con un par de escenas no muy afortunadas, pero sobrellevable al menos. Además que la moraleja sobre la avaricia humana es casi graciosa.
Eso sí, el final va entre aceptable y pésimo, dependiendo de cómo se interprete.
Eso o mi reciente amor por Tailandia me ha cegado completamente.
La última es "Going home" del también tailandés Peter Chan. Aunque creo que la producción es de algún otro sitio, yo pensaba que coreana. Además que sus actores son en su mayoría cantoneses. Este fragmento es sencillamente una delicia en todos los aspectos. Tiene unas escenografías hermosas, una composición visual que contrapone lo decadente de muchas locaciones con unas tomas hermosas, y en general una trama que me atrapó y que puede trascender de ser una simple historia de terror que se vale de sus sustos.
Básicamente trata de un policía que se muda con su hijo a unos edificios casi abandonados, de esos que parecen abundar en Asia y que Ian me explicó, económicamente, a qué se debe. Por su trabajo le presta poca atención a su hijo, quien teme de todo lo que sucede en el edificio y especialmente de la hija de sus únicos vecinos que parece espiarlo. Un día, cuando el padre regresa, el hijo ha desaparecido y al tratar de recuperarlo se verá involucrado en la inusual vida de dichos vecinos.
Me parece una realización impecable, con unos recursos mínimos, una historia que quizá no sea en extremo original pero es llevada a cabo de un modo increíble. Quedé enamorada de esa historia, ¿no es raro decirlo de una película de terror?
Bueno, que a nadie extraña que estas historias fragmentadas me encantan. Creo que tengo una predisposición a lo breve. Y si es de terror, mejor.
0 guiños:
Publicar un comentario