07/01/10
Desde hace bastante tiempo que tenía pendiente ver algo del cine de Ôshima. Además que se habla tanto, tiene posters tan bonitos y títulos tan sugerentes como éste, "El imperio de los sentidos". Así que cuando esta película se topó conmigo hace algún tiempo decidí que sería hora de verla, aunque sea porque tal parece que formaría parte de una hipotética lista de películas eróticas para ver antes de morir.
"Sensitive? I hope it's incurable. Because I adore your oversensitivity"
Cualquiera que haya visto una película de geishas, ya sea de época o actual, tendrá la típica imagen de 'no muestres ni tus muñecas, muchacha'. De modo que, de entrada, es un poco extraño encontrar en 1976 una película japonesa con tal contenido sexual (no sólo en escenas explícitas sino en la relevancia de la propia trama). Por ahí leí que, de hecho, la película fue llevada directamente a Francia desde Japón para evitar la censura de la época. Y no me sorprendería que las demás películas de Ôshima representen una preocupación sexual, por llamarla de algún modo, similar.
La historia gira en torno a la turbulenta relación de Sada y Kichizo. Ella entra a trabajar en casa de él como sirvienta y el buen Kichizo, claro, parece que aprovecha cuanta sirvienta bonita hay en su casa para pedir que le lleve la cena en lugar de su buena esposa. Pero Sada es una perdida que sólo piensa en el sexo, a resumidas cuentas, y cual telenovela sólo piensa en robarse al Kichizo para él, lo cuál tampoco le cuesta demasiado trabajo. Y luego, tienen relaciones el resto de la película (que ya las tenían desde el principio pero entonces habían obstáculos, se entiende). Pasando por todos los fetiches y tabús que pudieron ocurrírsele al director.
La fotografía es bella, la dirección sin duda que está cuidada para que no caiga sencillamente en una película pornográfica de japonesas de época. Pero lo cierto es que después de un rato, por más que uno acepte de buena gana el tono erótico, llega a resultar algo aburrido. Además que hay escenas que me hicieron reconsiderar mis puritanos pensamientos sobre algunos alimentos. Ajam, algo que hasta ahora sólo había logrado Takashi Miike aunque en otro aspecto.
Al final te enteras que está basado en una historia real y que el final conseguirá darle un buen acabado a toda la narración, aunque por momentos ésta suene a mera excusa. Y no es que sea una película mala pero me cuesta un poco de trabajo verla más allá de los méritos que tuvo en su momento y todo el trasfondo de su producción. Además que debo aceptar que el personaje de Sada llegó a parecerme insoportable, y otro tanto el de Kichizo por ser un pusilánime sin más.
No sé si la recomendaría, más allá de que alguien tuviera un interés personal, que tampoco me costaría entender porqué. Aunque bastante clara queda su hipotética participación en la lista del cine erótico internacional. Que quizá ni sea tan hipotética, pero ya me tocará buscarla después.
La verdad que si tuviera que quedarme con alguna escena erótica no me la pienso dos veces y me inclino por "Lust, caution". Y es que si Tony Leung me mirara de esa manera yo no sé cómo respondo. Pero, ajam, tanto como película erótica, ¿alguna favorita?
Desde hace bastante tiempo que tenía pendiente ver algo del cine de Ôshima. Además que se habla tanto, tiene posters tan bonitos y títulos tan sugerentes como éste, "El imperio de los sentidos". Así que cuando esta película se topó conmigo hace algún tiempo decidí que sería hora de verla, aunque sea porque tal parece que formaría parte de una hipotética lista de películas eróticas para ver antes de morir.
"Sensitive? I hope it's incurable. Because I adore your oversensitivity"
Cualquiera que haya visto una película de geishas, ya sea de época o actual, tendrá la típica imagen de 'no muestres ni tus muñecas, muchacha'. De modo que, de entrada, es un poco extraño encontrar en 1976 una película japonesa con tal contenido sexual (no sólo en escenas explícitas sino en la relevancia de la propia trama). Por ahí leí que, de hecho, la película fue llevada directamente a Francia desde Japón para evitar la censura de la época. Y no me sorprendería que las demás películas de Ôshima representen una preocupación sexual, por llamarla de algún modo, similar.
La historia gira en torno a la turbulenta relación de Sada y Kichizo. Ella entra a trabajar en casa de él como sirvienta y el buen Kichizo, claro, parece que aprovecha cuanta sirvienta bonita hay en su casa para pedir que le lleve la cena en lugar de su buena esposa. Pero Sada es una perdida que sólo piensa en el sexo, a resumidas cuentas, y cual telenovela sólo piensa en robarse al Kichizo para él, lo cuál tampoco le cuesta demasiado trabajo. Y luego, tienen relaciones el resto de la película (que ya las tenían desde el principio pero entonces habían obstáculos, se entiende). Pasando por todos los fetiches y tabús que pudieron ocurrírsele al director.
La fotografía es bella, la dirección sin duda que está cuidada para que no caiga sencillamente en una película pornográfica de japonesas de época. Pero lo cierto es que después de un rato, por más que uno acepte de buena gana el tono erótico, llega a resultar algo aburrido. Además que hay escenas que me hicieron reconsiderar mis puritanos pensamientos sobre algunos alimentos. Ajam, algo que hasta ahora sólo había logrado Takashi Miike aunque en otro aspecto.
Al final te enteras que está basado en una historia real y que el final conseguirá darle un buen acabado a toda la narración, aunque por momentos ésta suene a mera excusa. Y no es que sea una película mala pero me cuesta un poco de trabajo verla más allá de los méritos que tuvo en su momento y todo el trasfondo de su producción. Además que debo aceptar que el personaje de Sada llegó a parecerme insoportable, y otro tanto el de Kichizo por ser un pusilánime sin más.
No sé si la recomendaría, más allá de que alguien tuviera un interés personal, que tampoco me costaría entender porqué. Aunque bastante clara queda su hipotética participación en la lista del cine erótico internacional. Que quizá ni sea tan hipotética, pero ya me tocará buscarla después.
La verdad que si tuviera que quedarme con alguna escena erótica no me la pienso dos veces y me inclino por "Lust, caution". Y es que si Tony Leung me mirara de esa manera yo no sé cómo respondo. Pero, ajam, tanto como película erótica, ¿alguna favorita?
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