19/01/10
Yo siempre estoy en mood para cine tailandés, aún cuando se trate de sus usualmente terribles producciones de terror. Pero mejor cuando no. Y ya desde hace mucho tiempo que la tenía por ahí en lista de espera y /cinema_asiatico ya me la había recordado un par de veces.
"¿Qué forma prefiero? Un círculo claro"
En primera instancia podría decir de esta película lo que ya he comentado de un cierto grupo de películas asiáticas, que se basan, principalmente, en ser bellas. Es una suerte de imágenes estáticas, suaves, y cálidas, como debe ser el clima de Tailandia. Una especie de "enjoy the ride" a través de una trama cualquiera que nos trasporta por una serie de sensaciones específicas. Aunque en el caso de "Syndromes and a century" (aunque ahora leí que la traducción debió ser algo como "Century's light", que a mi gusto suena mejor) va un poco más allá de la simple trama-excusa, o de la limitación de una trama de lo más conocida reducida a su mínima expresión. Y no digo esto porque la historia sea muy complicada, todo lo contrario, pero Weerasethakul (creo que jamás podré aprenderme su nombre) tiene una idea muy clara del modo en que se conformará su película, un círculo claro que convertirá la narración en una historia sin historia que conforma un círculo perfecto.
Nos encontramos en Tailandia, no recuerdo si dice exactamente el año o si nos vale suponer únicamente que nos encontramos en una de esas poblaciones en que la civilización todavía tiene algo de natural, de agenda que corre lento. Concretamente estamos en un hospital, y a través de una serie de escenas simples (contratar a un número médico, atender a un monje budista, platicar con otros trabajadores del lugar) podemos darnos una idea de lo que es esa forma de vida. Con una simplicidad y una belleza abrumadora nos imaginamos ese mundo más ampliamente de lo que la película nos puede mostrar. El modo en que se debe dirigir el hospital, lo que constituye la medicina en un sitio tan alejado de las tecnologías, y sobre todo el modo en que esto confluye con su religión y modo de vida. También con escenas de plazas con tiendas o festivales de pueblo. Hay una especie de bienestar general que nos atrapan aún en lo más simple, e incluso hay escenas verdaderamente hermosas. A mí me encantó particularmente una en que un dentista platica con el joven monje que atendió en la mañana después de habérselo encontrado en un festival y le dice que cree que él (el monje budista) es la reencarnación de su hermano muerto.
Pero no nos quedamos ahí, la historia está dividida en dos y en la segunda nos encontramos casi con las mismas circunstancias pero, a la vez, de forma completamente distinta. A través de un juego de paralelismo nos encontramos con las mismas escenas, las mismas secuencias, pero ahora ambientadas en un hospital de un centro urbano en construcción. Mientras que antes apreciábamos naturaleza en su estado más puro en donde miráramos, aquí el edificio se encuentra rodeado de más metal y más concreto. Todo luce más frío e incluso la interacción entre los personajes es distinta aunque se encuentren repitiendo los mismos actos.
El cierre del círculo no es evidente, el director no nos deja con una historia ordenada sino con fragmentos que nosotros reconstruimos como queremos, como si fueran completamente intercambiables. Y uno podría pensar que dicha técnica tendría sus problemas, incluso yo me preguntaba muchas cosas mientras la veía, pero sorprendentemente funciona, y al final, de algún modo, queda como un círculo claro.
Ahora debo aceptar que jamás había prestado atención a este director y que, en realidad, ésta es la única de sus películas de las que había escuchado hablar. Pero ahora veo que en una lista que sacó el Festival de Toronto en que se consultó a diversos expertos sobre las películas de la década, aparecen incluídas tres suyas. Y no digamos más, porque incluso ésta se encuentra en el primer lugar. Eso me parece un poco extraño, debo admitirlo, porque aunque me gustó mucho el hecho de que se encuentre tres sitios por encima de "In the mood for love" me parece inadmisible.
Pero, claro, a mí no me pidieron mi opinión, y los criterios de cualquier lista siempre son de lo más subjetivos.
Otro dato curioso, el director fue hijo de médicos, así que gran parte de lo que retrata son de alguna forma vivencias que tuvo cuando era pequeño.
¿Película favorita sobre doctores?
0 guiños:
Publicar un comentario