13.9.11


13/09/11
Para que se quiten la imagen que ayer se formaron de mí gracias a "Glee", regresamos con una reseña a lo bruto de gore y más gore, desde la adorable Corea del Sur.



"Una perra como tú lanzó a su mujer a los lobos y luego huyó"

¿Recuerdan lo que comentaba sobre cuántos asesinos deben haber sueltos en Corea del Sur? Cada vez queda menos claro.
Sin duda "The butcher" es una de esas películas que fácilmente entran en las listas de 'las películas más brutales', 'películas que no podrías ver dos veces' y cosas por el estilo. Es lo que busca y es lo que consigue, de manera bastante efectiva hasta cierto punto. Y ya. De hecho, tantos años después de "El experimento del diablo" (y en menor medida "Flores de carne y sangre"), es probablemente de las primeras películas que vuelven a retomar la idea concreta del cine snuff. No que traten sobre eso sino que traten de ser eso, y ahora llevándolo a un nuevo nivel: ¿cómo consigues que el espectador se vuelva tu víctima?
Adivinaron, estrategias del cine de cámara en mano. O algo por el estilo.

Como era imposible justificar una trama sobre un grupo de jóvenes que se internan con sus cámaras para documentar el mito de, ajam, un asesino en serie, pues tuvieron que pensar en otras cosas. Digamos que uno es un director de películas snuff y cree que su público ve siempre lo mismo, ¿qué podrías cambiar?
Tardamos un poco de tiempo en darnos cuenta pero las cámaras han sido colocadas con un casco sobre la cabeza de las víctimas. Primero se encuentran en un cuarto apartado y nadie tiene mucha idea de lo que pasa (plus de estar maniatados y esos detalles), pero pronto la espera da paso a la acción, una acción en primerísima persona.
No tengo que decirles que la película es fuerte y desagradable y que en realidad no hay absolutamente nada más que el morbo que nos mantenga al filo de la imagen que carece casi en absoluto de trama. Eventualmente se concreta la idea de seguir a una víctima en particular y su cruzada por estos sótanos del terror, pero es poco más que una estrategia para darle seguimiento a la tortura y hacerla un poco más 'compleja' de lo que abarca la primera cámara de los horrores. También contamos momentáneamente con las vistas de dos cámaras más (una que parece ser de uno de los asistentes y otra que pertenece al 'director' snuff) para darle una pequeña dimensionalidad extra.

Un punto que es curioso y que me parece destacable es que, a diferencia de otras películas como, precisamente, las "Guinea Pig" donde el horror se centraba en ver demasiado (close-ups máximos de secuencias donde mutilan a las jóvenes), aquí por el contrario el horror proviene un poco de la mirada que se aparta. Porque es el reflejo lógico que si vemos que un verdugo-asesino con una máscara de cerdo y una sierra eléctrica están por cercenarnos la mano, apartaremos la mirada. Y eso sucede con un gran porcentaje de escenas que de otro modo serían desagradablemente explícitas pero que, paradójicamente, las sentimos aún más explícitas quizás porque nuestra propia imaginación rellena los espacios vacíos de la imagen. Y también porque toda la ambientación está presentada para una inmersión sensorial y no sólo asimilamos la acción violenta sino también todos los detalles nimios alrededor de ella.

Vi la película para una presentación y tuve que verla repetidas veces para detenerme en algunos puntos. De entrada diría sencillamente que me parecía una película que buscaba violentar al espectador por la violencia misma, y que lo conseguía con bastante efectividad. También es cierto que para durar apenas poco más de una hora se hace angustiosamente larga, y eso que apenas si hay acción. Por otra parte creo que vista en retrospectiva es un trabajo bastante interesante sobre la construcción de la imagen violenta sin la necesidad de mostrarla, porque a diferencia de otras películas que me parece que usan una estrategia similar ("Hostal" y en un cierto grado "A serbian film"), aquí sí que realmente se consigue una inmersión bastante fuerte que hacen de la película una experiencia realmente brutal y desagradable.
Tampoco tengo que decir que no la recomiendo, en general, porque a menos que uno busque específicamente eso, no va a encontrar nada más. Si acaso creer que algunos proyectos todavía pueden salir adelante con la buena fe de sus directores, ya que me parece que Kim Ji-won se financió por completo su ópera prima y arregló todo el montaje. Aunque con esa carta de presentación no sé muy bien hacia dónde irá.




¿Película favorita en que aparezca una cámara de tortura (o similares)?

0 guiños:

Publicar un comentario