21.2.09



07/08/08
Llevo días sabiendo que me encuentro en el momento perfecto para ver "My blueberry nights". En realidad llevo varios días apática y sin demasiadas ganas de ver películas pero una cosa lleva a la otra, no siempre puede verse cualquier película.
Tenía ganas de verla desde que leí sobre ella, desde que se estrenó, pero no hubiera sido adecuado dejarme llevar por mi magnificado amor por Wong Kar Wai de aquel entonces o las malas críticas o las noticias sobre el distanciamiento con su director de arte (o lo que sea) o mi rechazo hacia el elenco occidental. No, tenía que verla tiempo después, cuando todo hubiese pasado y yo pudiese verla como cualquier otra película. O lo más cercano a ello.



"You can't blame the blueberry pie, it's just no one wants it"

Bueno, en realidad uno no puede dejar de ser un poco crítico con todo, especialmente yo, supongo. Al principio es un poco difícil pasar por alto el contexto norteamericano, Jude Law en un papel donde tenga que hacer algo más que verse lindo, la armonía de los diálogos con todo. Inicialmente me pareció que este misticismo que consigue el director por medio de los diálogos, las acciones y la fotografía se rompe: resulta difícil creerlo en boca de estos actores. Más allá de ser puritanos es difícil llenar ese espacio semántico que no se localiza en China, con esta condición de acciones veladas y diálogos incompletos.
Por suerte esto se arregla, llegado a un punto notas que más allá de la propia esencia del director se busca hacer algo más acorde con Estados Unidos, claro, sin dejar de lado esos efectos que Wong Kar Wai es capaz de despertar en nosotros. Incluso en cuestiones de la fotografía no me pareció del todo errada, es cierto que no destaca tan dramáticamente como en casos anteriores e incluso hay ciertas tomas incómodas, pero, no es algo que estorbe la mayor parte del tiempo.
La historia es considerablemente simple e incluso la intromisión de Norah Jones es una pobre excusa para hilar una serie de historias independientes. Una excusa innecesaria y muy occidental porque, claro, cualquiera que disfrute una película anterior de Wong Kar Wai sabe que todo está conectado sin necesitar que nada en la trama nos lo recuerdo. Además que su actuación es bastante pobre y no resalta ni siquiera por ser la que más aparece en pantalla. No hay quien se crea que Jude Law se enamore de ella.
Por otro lado, he de decir que después de que dejé mis prejuicios por Jude Law de lado he de reconocer que lleva bastante bien un papel terriblemente desperdiciado. Lo cuál sucede también con los demás personajes en menor grado ya que se trató de incluir demasiado y finalmente te dan una vista mínima de cada uno.
La historia de David Strathairn y Rachel Weisz fue mi favorita, desgarradora en ese nivel suave que resulta encantador y con el necesario toque norteamericano. Weisz luce increíblemente atractiva e incluso en sus pocas escenas consigue atraparte de un modo único. Además, su cabello, me enamoré de su cabello.
Natalie Portman también lucía increíble en un papel que por otro lado no tiene demasiado chiste. Su historia pretende lucir extravagante pero creo que no consigue atraparte en ningún momento, por más que ella luzca bien haciéndose lo que sea en el cabello y con un estilo completamente despreocupado. Aunque hablando de su cabello ¿no les parece demasiado similar a Karen Mok en "Fallen angels"? Ya saben, la chica con el cabello corto, rizado y muy rubio que "seduce" (o lo más cercano a ello) al asesino en un mcdonalds (toda una fantasía por sí mismo).
Es cierto que me hubiera gustado una película más púrpura en general y no tener que caer en simbolismos demasiado evidentes como para ser buenos, como el pay de blueberry o las puertas.

En fin, que claramente no va a compararse ni mínimamente con sus producciones anteriores, pero tampoco creo que por sí misma merezca la pésima crítica que se le hizo. Claro que si uno tiene en cuenta que lo lógico es mantener un cierto nivel o mejorarlo, es evidente que cualquiera hubiera esperado mucho más de este director. Podría anexarse "sobre todo con ese reparto" pero lo cierto es que los grandes repartos son engañosos.
Y ciertamente, fue el momento justo para verla. Aunque, claro, la habría preferido más desgarradora o profundamente significativa. No se puede todo en esta vida.

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