09/07/08
Hay ciertas cosas negativas (al menos para mí) inherentes a las películas infantiles: generalmente tienen trailers poco interesantes (en medida que, pues, son todos infantiles y realmente sacan muchas películas infantiles tontas) (aunque claro, con todo lo que se han empeñado últimamente en incluir comerciales de productos, apenas si podemos ver un par de cortos, claro) y luego está el público. El público que suele ser más recurrente luego que otras películas que prefiero ver porque obviamente la clasificación es más permisiva, luego, claro está, el hecho de que gran número de este público está conformado por niños (oh) que luego resultan ser especialmente odiosos. O pubertos que van en grupitos y tienen la tendencia a hacerse los chistosos durante la película.
Pero, por otro lado, también hay aspectos positivos de las películas infantiles, y eso es más bien exclusivamente a cuando es una buena película. Esto es que, aunque hay muchos otros géneros que me encantan y que disfruto de ir a ver frecuentemente, nada me atrapa del modo en que una película infantil buena lo hace. Es como si volviese a ser niña por un momento y me encontrara maravillada ante todo lo que sucede frente a la pantalla. Y es esta toda la razón suficiente como para que la experiencia valga completamente la pena.
"Hiciste un viaje muy largo por un poco de agua. Sólo necesitabas alguien que te cuidara"
Claro, que debido a esto, no sé cuán objetiva puedo ser. Confieso que fui de las niñas que iban sin falta al cine a ver las películas de Disney todos los años. Al menos hasta "Mulan" o "Pocahontas", la que haya sido de último, antes de que iniciara esa racha de una película buena, una mala, una buena, una mala. Y muchas de ellas las disfrutaba plenamente.
Cuando era pequeña mi máximo en la vida era "Aladdin". Me encantaba toda la parafernalia del medio oriente y todo me parecía mágico. Ahora otro de mis puntos para seguirla defendiendo es el hecho de que probablemente Aladdin sea el príncipe (de las películas viejas, claro) con mayor participación activa: ahí tenemos al tipo de la Bella Durmiente que ¿qué? su mérito es llegar y besar a una mujer dormida. La Bestia que, bueno, tenía una biblioteca gigante pero fuera de eso estaba encantado y se valía de lo imponente que lucía. Erick que era un completo inútil y eso que todavía Disney le hace el favor de estar encantado y casarse al final con la Sirenita y no quedar tan mal.
Bueno, ajam, volviendo a Wall-e. Yo quería verla aunque quizá sin demasiadas ganas. Vi vagamente el trailer y el robotito me parecía muy tierno, pero no le imaginaba gran trama. Incluso cuando la película comienza y comienzas a notar que realmente hay una falta casi total de diálogos, dudas un poco.
Pero, la resolución es sencilla: Wall-e es el personaje más tierno que Disney haya hecho jamás. Sin más. Es perfecto y todo lo que hace te cautiva, a pesar de que no hable y que viva en un planeta casi devastado. La trama se construye tan bien que no hechas de menos los diálogos, disfrutas del paisaje, del personaje, de la música y te enterneces o asombras por todo lo que pasa.
O quizá sólo soy yo, que me adentro demasiado en películas así. Pero incluso debo decir que con todo y la fama de Pixar probablemente no me había gustado tanto otra película de ellos (de hecho es que Pixar no me gusta demasiado).
Además tiene unos aciertos increíbles: la simple insinuación de Wall-e y Eva como pareja es una hermosa metáfora de "yo soy de esos amantes a la antigua, que gustan todavía mandar flores" (insertar musiquita de fondo). Mientras que claro, Eva, la mujer voluble y tecnológica que luce tan mackintosh que no puedes si no amarla (porque claro, todos amamos a mac, aunque lo traicionemos globalmente con windows). También la presentación de los seres humanos es tan inocente pero terriblemente cierta que no puede menos que invitarte a pensar: ¿qué estoy haciendo con mi vida? ¿por qué la paso sentada frente a una computadora en lugar de maravillarme por cada pequeña tontería como Wall-e? (y todo esto lo digo mientras escribo mi reseña virtual, qué deliciosa paradoja).
Iván había predicho que me gustaría porque él insiste en que, pese a todo, estoy chapada a la antigua. Y no me importaría si fuese tan adorable. Awww.
No, no puedo ser objetiva, es una película encantadora, con una buena dosis de risa y con referencias que uno no puede pasar por alto. Como para sentirse identificado de un modo u otro.
Y bueno, entre otras cosas, una de mis fuentes secretas me ha dicho que se prevee que durante el estreno de "Batman" que ya se nos viene encima se presentará el primer trailer de "Watchmen". ¿No le da eso un increíble bonus extra?
Todos queremos ver a Dos Caras, no nos engañemos.
Claro que si la información del trailer es mentira, no me culpen a mí, confío en mis fuentes lo suficiente como para no recurrir a google (o quizá sólo tengo poco tiempo para terminar esta reseña, oh).
Hay ciertas cosas negativas (al menos para mí) inherentes a las películas infantiles: generalmente tienen trailers poco interesantes (en medida que, pues, son todos infantiles y realmente sacan muchas películas infantiles tontas) (aunque claro, con todo lo que se han empeñado últimamente en incluir comerciales de productos, apenas si podemos ver un par de cortos, claro) y luego está el público. El público que suele ser más recurrente luego que otras películas que prefiero ver porque obviamente la clasificación es más permisiva, luego, claro está, el hecho de que gran número de este público está conformado por niños (oh) que luego resultan ser especialmente odiosos. O pubertos que van en grupitos y tienen la tendencia a hacerse los chistosos durante la película.
Pero, por otro lado, también hay aspectos positivos de las películas infantiles, y eso es más bien exclusivamente a cuando es una buena película. Esto es que, aunque hay muchos otros géneros que me encantan y que disfruto de ir a ver frecuentemente, nada me atrapa del modo en que una película infantil buena lo hace. Es como si volviese a ser niña por un momento y me encontrara maravillada ante todo lo que sucede frente a la pantalla. Y es esta toda la razón suficiente como para que la experiencia valga completamente la pena.
"Hiciste un viaje muy largo por un poco de agua. Sólo necesitabas alguien que te cuidara"
Claro, que debido a esto, no sé cuán objetiva puedo ser. Confieso que fui de las niñas que iban sin falta al cine a ver las películas de Disney todos los años. Al menos hasta "Mulan" o "Pocahontas", la que haya sido de último, antes de que iniciara esa racha de una película buena, una mala, una buena, una mala. Y muchas de ellas las disfrutaba plenamente.
Cuando era pequeña mi máximo en la vida era "Aladdin". Me encantaba toda la parafernalia del medio oriente y todo me parecía mágico. Ahora otro de mis puntos para seguirla defendiendo es el hecho de que probablemente Aladdin sea el príncipe (de las películas viejas, claro) con mayor participación activa: ahí tenemos al tipo de la Bella Durmiente que ¿qué? su mérito es llegar y besar a una mujer dormida. La Bestia que, bueno, tenía una biblioteca gigante pero fuera de eso estaba encantado y se valía de lo imponente que lucía. Erick que era un completo inútil y eso que todavía Disney le hace el favor de estar encantado y casarse al final con la Sirenita y no quedar tan mal.
Bueno, ajam, volviendo a Wall-e. Yo quería verla aunque quizá sin demasiadas ganas. Vi vagamente el trailer y el robotito me parecía muy tierno, pero no le imaginaba gran trama. Incluso cuando la película comienza y comienzas a notar que realmente hay una falta casi total de diálogos, dudas un poco.
Pero, la resolución es sencilla: Wall-e es el personaje más tierno que Disney haya hecho jamás. Sin más. Es perfecto y todo lo que hace te cautiva, a pesar de que no hable y que viva en un planeta casi devastado. La trama se construye tan bien que no hechas de menos los diálogos, disfrutas del paisaje, del personaje, de la música y te enterneces o asombras por todo lo que pasa.
O quizá sólo soy yo, que me adentro demasiado en películas así. Pero incluso debo decir que con todo y la fama de Pixar probablemente no me había gustado tanto otra película de ellos (de hecho es que Pixar no me gusta demasiado).
Además tiene unos aciertos increíbles: la simple insinuación de Wall-e y Eva como pareja es una hermosa metáfora de "yo soy de esos amantes a la antigua, que gustan todavía mandar flores" (insertar musiquita de fondo). Mientras que claro, Eva, la mujer voluble y tecnológica que luce tan mackintosh que no puedes si no amarla (porque claro, todos amamos a mac, aunque lo traicionemos globalmente con windows). También la presentación de los seres humanos es tan inocente pero terriblemente cierta que no puede menos que invitarte a pensar: ¿qué estoy haciendo con mi vida? ¿por qué la paso sentada frente a una computadora en lugar de maravillarme por cada pequeña tontería como Wall-e? (y todo esto lo digo mientras escribo mi reseña virtual, qué deliciosa paradoja).
Iván había predicho que me gustaría porque él insiste en que, pese a todo, estoy chapada a la antigua. Y no me importaría si fuese tan adorable. Awww.
No, no puedo ser objetiva, es una película encantadora, con una buena dosis de risa y con referencias que uno no puede pasar por alto. Como para sentirse identificado de un modo u otro.
Y bueno, entre otras cosas, una de mis fuentes secretas me ha dicho que se prevee que durante el estreno de "Batman" que ya se nos viene encima se presentará el primer trailer de "Watchmen". ¿No le da eso un increíble bonus extra?
Todos queremos ver a Dos Caras, no nos engañemos.
Claro que si la información del trailer es mentira, no me culpen a mí, confío en mis fuentes lo suficiente como para no recurrir a google (o quizá sólo tengo poco tiempo para terminar esta reseña, oh).
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