16.2.09



27/05/08
Esto de los cursos de verano que duran horas pero son pocos hacen estragos con mi horario. Mañanas libres, tardes algo ocupadas, noches medio abandonadas.

Ayer sólo tuve una clase y se limitaron a darnos la introducción y largarnos sin más. Es de publicidad, tenemos que hablar de una campaña publicitaria el miércoles y supongo que yo hablaré sobre la que se lleva adelante para la nueva película de "Batman".
Que por cierto ayer en el cine descubrí que ya tienen la manta de "I believe in Harvey Dent". La necesito.
Bueno, después de la última experiencia con Cain y Law todos supondríamos que Ian no me dejaría volver a elegir películas nunca más. Por suerte no es demasiado rencoroso.



"De tal modo que no sabemos en qué punto es el amor, y en cuál la muerte"

La verdad, abogando a las grandes poco originales premisas, pintaba para ser algo así como porno soft francés. Hablaba de una relación violenta entre dos jóvenes que se van a una casa y se encierran hasta que todo se sale de control en un espiral de erotismo y locura.
Una de mis primeras preguntas era ¿qué tienen los franceses con encerrarse? Recordé "Al interior" y antes de esa, "Ellos". En ambas tenemos franceses encerrados en casas que luego no podrán abandonar por ser asediados por algún psicópata.
No sólo por la sinopsis sabemos que todo termina mal sino incluso la película inicia con el típico interrogatorio en que el tipo está dando su versión de los hechos: todo comenzó cuando nos fuimos a la gigante casa perdida en el campiña francesa...
¿No nos han enseñado reiteradamente las películas de terror que las grandes casas perdidas en la campiña, sobre todo si es europea, no son buenos lugares para ir? Hay gente que no aprende nunca.
Lo soft fue más soft de lo que su clasificación C hacía suponer: durante casi la primera hora te sumerges en la extraña relación que mantienen estos dos jóvenes que refleja una especie de fijación-rechazo por el otro que se sostiene sobre una necesidad sexual nunca completada.
Ian comentó como a la media hora que la película ya era insalvable, yo traté de asociarla con cierta figura tantálica que reflejase tanto el deseo como la frustración del mismo y pensé que quizá con un poco de suerte podría resultar mínimamente entretenida hasta el final.
Pero no, realmente el espiral de erotismo y locura no es ni demasiado sexual ni demasiado violento, los cortes de escenas nos llevan a componer el desarrollo de una relación basándonos en ciertas escenas inconclusas y a veces inexplicables, los jóvenes se muestran más viscerales que mínimamente perfilados y el aparente climax es casi ridículo y fuera de contexto.
Una lástima porque al menos inicialmente tenía una fotografía considerablemente estética y el cuidado de la escenografía además de los detalles bizarros de la casa eran interesantes. Claro, en las escenas mínimamente fuertes se apuesta por acercamientos extremos y confusos y cortes aún más radicales, todo lo cual incluso se acentúa al final donde toda estética o mínima tensión de la trama es abandonada en función de un desenlace digno de los culebrones del diecinueve. Oh.

Estoy pasando por una mala racha cinematográfica. Necesito algo que me devuelva las ganas de vivir (8)
Ahora, dormiré, que mi sistema me lo exige apremiantemente.

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