Mostrando entradas con la etiqueta sanjay leela bhansali. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta sanjay leela bhansali. Mostrar todas las entradas

11.6.11


11/06/11
Y está claro que no podía perderme la única película india que mostraban en el festival, encima dirigida por Sanjay Leela Bhansali (de quien ya reseñé anteriormente "Devdas" y "Hum dil de chuke sanam") y protagonizada por la bellísima Aishwarya Rai y el fantástico Hrithik Roshan. Estaba en bandeja de plata.



"Life is very short, my friends. But it is long enough, if you live with all your heart"

Cuando presentaron la película nos advirtieron que era una suerte de remake de "Mar adentro", película de Amenábar protagonizada por Bardem. Era un comentario que yo ya había escuchado al respecto y tampoco se necesitaba mucho para establecer relaciones si veíamos la trama: un hombre cuadrapléjico que tras años de convalecencia decide apelar a la justicia para que le permitan morir con dignidad. El caso es que yo personalmente no he visto la producción española (porque esos dramas lacrimógenos suelen no llamarme demasiado la atención) y encima en imdb dicen que se trata de un remake de "Whose life is it anyway?", una película estadounidense del 81 con el mismo. Al parecer hay un montón de parapléjicos queriendo morir, pero que bailen bollywoodensemente mientras lo intentan sólo uno.

El hombre en cuestión es Ethan Mascarenhas, quien fuese el mago más famoso del mundo y quien lleva ahora catorce años postrado en su cama sin poderse mover en absoluto. A su cuidado se encuentra la enfermera Sofia D'Souza, quien se ha hecho cargo absoluto de él dejando de lado su propia vida durante todo ese tiempo. Ethan ha afrontado su situación con optimismo e incluso lleva desde su hogar un programa de radio para asistir a las personas con sus problemas y tratar de hacerles ver que siempre queda algo de luz en la vida. Tan positiva actitud no haría imaginar que a las pocas secuencias llamaría a su lado a una de sus mejores amigas, Devyani Dutta, abogada, para pedirle que presente su solicitud de eutanasia ante los tribunales.

Con la misma majestuosidad con que Leela Bhansali suele presentarnos sus coloridas épicas amorosas, nos sumerge ahora en una historia con contrastes que van de la luz más clara a una oscuridad sugerente. El reducido mundo de Ethan Mascarenhas que es la casa donde vive y los personajes que se mueven a su alrededor están montados con una elección de escenarios, vestuarios y fotografía cautivadores que por momentos puede parecernos que contrastan con el eje temático de la película.

Hay que recordar que en cuestión de géneros en la India no se tocan el corazón para ponernos una secuencia de acción seguida por una dramática seguida por una romántica seguida por un musical seguido por comedia. Esto permite un registro de elementos que pueden parecer discordantes ante un espectador desprevenido, y no dudo que muchos se sientan desconcertados por los momentos en que Mascarenhas desborda vitalidad y gracia en sus insinuaciones constantes a su bella enfermera (¿quién no se le insinuaría constantemente a Aishwarya Rai de tener la oportunidad?) para luego verlo en otras escenas más duras. Ya no digamos los intermedios musicales, que si bien son muchos menos de los que bollywood nos tiene acostumbrados (sobre todo con este director que ha hecho películas eternas a base de meter baile a cada momento) y me parece que están bien justificados, sí que podría parecer que le resta relevancia al tono general de la película. Pero para mí el punto está en no esperar un melodrama al estilo convencional al que estamos acostumbrados y querer tomárnoslo todo en serio y sencillamente caer en el juego de grandilocuencia y emoción que nos propone la película.

A diferencia también de otras películas de la India, el metraje se ha reducido a estándares regulares y dura apenas unos minutos más de las dos horas. A mí personalmente me pareció que eso lleva a que muchas subtramas se arreglen de un modo más rápido y creo que no me hubiera molestado para nada una media hora más, pero curiosamente leí varias reseñas que incluso la encuentran lenta. Así que supongo que la apuesta por las dos horas fue lo más adecuado.

Siendo que el tema ya lo conocemos y no deja de ser bastante predecible en ese aspecto (con todo y que yo temía que hacia el final tratasen de colar una lección muy moral mucho más conservadora de acuerdo con los valores indios más tradicionales), la puesta en escena consigue compensar cualquier duda ante su realización. Me cuesta decidirme si me cautivó más en un aspecto visual (las locaciones tanto en interiores como en exteriores, los vestuarios, la fotografía) o por las fantásticas actuaciones de Aishwarya Rai y Hrithik Roshan como protagónicos. Me parecieron una dupla increíblemente atractiva y fuerte, y ahora que sé que tienen otras dos películas anteriores juntos tendré que ponerme a buscarlas.

Nada mal comenzar el primer día de festival bailando a lo bollywood ya ha valido bastante la pena.




¿Alguien tiene una película favorita de Hrithik Roshan?

23.11.10


23/11/10
Una película a la que le traje ganas durante mucho tiempo antes de que llegara a mí. Probablemente porque nunca está de más mirar a la bellísima Aishwarya Rai y más aún si está emparejada una vez más con Shahrukh Khan. Además que la producción era una manifestación de majestuosidad sobre majestuosidad. Sin duda tenía que verla.



"Chandramukhi, I can't say how the gods of virtue will judge you. But, I do know if I meet you again, in another life, I will not be able to resist you"
'Devdas' es una de las grandes historias de la India, se ha recreado cinematográficamente un montón de veces y la gente parece amarla así que cada cierto tiempo aparece una nueva película para actualizar la trama, agregar más bailes y que todos estén contentos. Pero eso al parecer no era suficiente para Sanjay Leela Bhansali cuando se decidió a adaptarla por ahí del 2002 (bueno, para entonces ya llevaba algunos años trabajando en el proyecto), ya que se dispuso a juntar en pantalla a todas las grandes estrellas del momento, tirar por la ventana el presupuesto, construir palacios monumentales dignos de las familias protagónicas, y, bueno, hacer una película para recordar, en el menos gentil de los casos.

La historia es bastante típica, sobre todo para aquellos que han podido notar los elementos que aparecen de una película bollywoodense en otra. Está basada en la novela homónima de Sharat Chandra Chattopadhyay, escrita en 1901 así que es probable que por aquel entonces no fueron tan tópicos. Pero todos sabemos que las tramas que ya conocemos aún son capaces de atraparnos, especialmente si ya les tenemos algo de cariño.

Devdas está a punto de regresar a casa después de haber pasado años estudiando en Inglaterra. Años en que nadie de su familia lo ha visto y ahora la casa entera está vistiéndose para su regreso. Pero no sólo en su casa es que lo esperan. La familia vecina, conformada únicamente por Sumitra y su hija Paro, también lo esperan a su manera. Devdas y Paro solían ser inseparables de chicos y la joven ha mantenido una vela encendida durante esos diez años en espera del momento en que pueda volver a ver al joven.
Una historia de amor no tan imposible, en el caso de Devdas y Paro lo que jugará en su contra no será esencialmente la diferencia de castas entre ambas familias (diferencia latente y que cobra bastante importancia en algún punto pero sigue sin ser el factor decisivo) sino sus propios caracteres. La lucha de control por el otro, los deseos de resistirse hará que se vayan alejando en los momentos en que más cerca quisieran estar. Lo que nos llevará a través de una épica amorosa de 185 minutos donde pasaremos de los grandilocuentes palacios familiares a los burdeles de la ciudad, de los matrimonios espectaculares a los trenes que se alejan. Todo en espera de que en algún momento los mundos de Devdas y Paro puedan colisionar entre sí y ellos puedan estar juntos. Cosa nada sencilla en uno de estos melodramas indios.

Está claro que ante una mirada fría hay un montón de elementos tópicos y que los personajes a veces caen en elementos de personalidad estereotípicos dependiendo de las situaciones que estén pasando. Incluso es cierto que hasta llega a ser molesto el hecho de que no puedan dejarse de tonterías y estar juntos porque siempre encuentran el modo de arruinarse el momento y uno quiere golpearlos. Pero si esto podría llegar a ser considerado negativo en algún punto, cualquiera de los aspectos técnicos está ahí para rescatar la situación por completo. Desde las imponentes escenografías, los vestuarios, los colores, la música, los bailes, los fantásticos protagónicos, son suficientes para tenernos al menos completamente hipnotizados con la pantalla hasta que algún giro de acción pueda recomponer cualquier bache.
Eso, claro, si ya sabes que las películas bollywoodenses surten efecto en ti, porque está claro que si no disfrutas de los bailes suntuosos cada cinco minutos puede que la película se vuelva una tortura.

Yo seguro que en algún momento si que quise golpear a algún personaje. No sé si más a Devdas que a Paro pero seguro que sí más a Devdas (y seguro que mucho más a la madre y tía de Devdas), pero ahora la recuerdo incluso con emoción. Si ya había disfrutado gratamente con las puestas escenas de otras producciones del género, aquí las posibilidades escénicas cobraron toda una nueva dimensión. No por nada ha sido una producción que batió records en su propio país y que ha sido ampliamente reconocida en otros. Sin ir más lejos ha sido la primera película del bollywood actual que se ha presentado en Cannes, con Aishwarya Rai siendo ese mismo año la primera actriz de la India en formar parte del jurado del prestigioso festival.
Y así hay más datos meramente técnicos y otros un poco más curiosos, pero sin duda lo relevante sería ver la película. Yo ahora lo que no sé es si arriesgarme con otra de sus versiones más antiguas.

Y para muestra, un botón: http://www.youtube.com/watch?v=mmV_kWtkbPI

8.7.10



08/07/10
Hace algún tiempo encontré una tienda de productos de la India donde no sólo me venden películas de dicha nacionalidad sino que incluso me recomiendan unas sobre otras. Aunque tampoco es que tengan que convencerme mucho para que me incline a ver una vez más a Aishwarya Rai en pantalla, pero el hecho de que luciera como un melodrama romántico podría haberme disuadido. Así que, sin saber más, me dispuse a verla.



"He has touched my soul. His eyes follow me everywhere"

Y de hecho es un dramón, de esos que tanto parecen gustarles al público indio.
La trama no es particularmente original y gira en torno, como siempre, a los intereses amorosos de los protagonistas y la imposibilidad de concretarlos. Sameer es un joven indio que creció en Italia y que estudia música, para lo cual ahora planea continuar sus estudios en la música de su país y le escribe al más reconocido músico de la India. Éste lo recibe incluso en su casa para que pase una temporada estudiando, con la única condición de que, claro, cante con el corazón. Nandini es la hija de este músico y siente una antipatía casi inmediata por el extranjero al que todos encuentran tan fantástico y hará hasta lo posible por fastidiarlo. Pero Sameer no sólo es buen cantante, también es extrovertido y muy seguro de sí mismo, así que responderá del mismo modo a las provocaciones de Nandini. Hasta que, ¿no adivinan? Poco a poco vayan enamorándose el uno del otro.
La cosa podría terminar así, o un poco más trágicamente, pero la verdadera trama comienza ya pasada la mitad de la película, cuando viene la rotunda negativa familiar para la boda y Sameer es largado de la casa y casi casi del país. Nandini es casada a la fuerza con un abogado prestigioso y vive amargada en su nuevo hogar. Ahora, Vanraj, su esposo, después de tratar de entender lo que sucede con su mujer y descubrir la historia anterior al matrimonio, decide sacrificar su felicidad ayudando a Nandini a encontrar al amor de su vida. Así tengan que viajar juntos a Europa para encontrarlo.

Por una parte mantiene casi todos los tópicos de los dramas románticos de la India, pero gracias a las actuaciones y a ciertos toques en la trama consigue que la película se distinga por sobre el montón. Diría que especialmente en lo que concierne al papel de Vanraj que no sigue los estereotipos del esposo controlador. Por otro lado hay una verdadera intención de hacer de la película un despliegue de colores y música: los números musicales están en cada esquina. Y si bien eso suele ser algo relativamente común en una película de este país, creo que llegado un punto se vuelve bastante exagerado. Fácilmente debe duplicar o triplicar las escenas musicales de todas las demás películas indias que he visto. Hacia el final quería que Aishwarya Rai se quedara muda. Y es algo que usualmente no me molesta pero lo cierto es que pudieron prescindir de varios de esos momentos y la trama se hubiese mantenido igual. Y es que incluso llega a ser problemático porque si los vestuarios y todo el lujo lucen muchísimo al principio, conforme se ve lo mismo una y otra vez va perdiendo su punto.
También el inicio me pareció algo largo, y es que a mí esas relaciones de 'se quieren pero se odian' me parecen algo molestas, y la pareja protagonista las lleva al extremo. Especialmente Sameer que es un personaje bastante odioso, resulta difícil entender qué es lo que le encuentra Nandini finalmente.

Lo cierto es que si uno se sobrepone a esas dos horas iniciales (porque, como buena película India, dura tres horas y un poquito más) la última es excelente. El giro final y la transformación de los personajes, especialmente durante el viaje a Europa (es curioso porque leí que esos escenarios fueron grabados en Hungría pero como le parecía poco glamouroso al director, simplemente decían que se trataba de Italia) es bastante buena. Además que tiene ese toque final que no veríamos en una película hollywoodensa, donde uno adivina el final desde que los protagonistas se miran por primera vez. Y definitivamente me dejó con un grato sabor de boda aunque algunos puntos en su desarrollo me aburrieron un poco.


Vamos, que no la pondría entre mis películas favoritas, pero para ver a Aishwarya Rai bailar un rato y vivir su milésima historia de amor, no está nada mal.
Oh, y encima parece que durante la filmación Aishwarya Rai y Salman Khan comenzaron a salir. Si no me explicaba qué le veían al personaje de Sameer, tampoco puedo explicarme qué podría verle ella al actor. Oh.



¿Película favorita de Aishwarya Rai?