31.10.12


31/10/12
Vamos con cine un poco más clásico. De lo más clásico que Italia nos ha dado: "El ladrón de bicicletas".



"You live and you suffer"
No sólo es un gran clásico de su época y del cine en general, también es uno de los mejores ejemplos de lo que buscaba el neorrealismo italiano en su momento: reflejar del modo más visceral y verosímil posible las dificultades por las que estaba atravesando el país en su periodo de post-guerra.

Entre el montón de hombres que se reúnen diariamente en espera de poder conseguir aun el trabajo más temporal, Antonio Ricci cree que es su día de suerte cuando es contratado por poseer una bicicleta. Aunque su trabajo de pegar posters por la ciudad puede parecer humilde, para él es todo un orgullo tener un modo de llevar dinero a su casa. Pero durante su primer día de trabajo le roban la bicicleta y él tendrá que recorrer toda la ciudad, junto con su hijo, tratando de recuperarla.

Precisamente por ser una historia que podría parecer tan sencilla, con un objeto que en principio nos podría parecer tan poco trascendente, es que la historia nos arrastra hasta los extremos más desoladores de la época. En un momento en que la sociedad italiana atravesaba por una miseria sistemática, el rutinario robo de una bicicleta se vuelve el martirio de una familia que apenas creía atisbar una fugaz esperanza en sus vidas. La desesperación con la que Antonio y su hijo Bruno nos guían por la capital italiana configura un mapa exacto de la época. 

Con muchas menos pretensiones de las que luego tendría el propio director y otros representantes del neorrealismo, "Ladrón de bicicletas" no sólo es un ejemplo perfecto del movimiento y un clásico consagrado, sino una película que pese a las condiciones del momento fue realizada a la perfección. Trabajando en su totalidad con actores no profesionales, rodando de la manera más cotidiana y con condiciones de producción bastante limitadas, resulta una película que más de 50 años después sigue atrapando y conmoviendo al espectador. 

Siempre que hablo del neorrealismo italiano me dan ganas de ver más y más. Me encanta y aun así es un movimiento al que no regreso tan frecuentemente como debería. Una pena porque tiene una cantidad de joyas admirable. 




¿Alguna otra película de Vittorio de Sica que les guste?

30.10.12


30/10/12
Cada que veo un capítulo de "Masters of Horror" se me quitan las ganas de repetir. Pero como suele suceder, pasa el tiempo y se me va olvidando y entonces pienso en que quizá debería darle otra oportunidad. Y "Valerie on the stairs" estaba ahí. 



"Culture uses art to dream the deaths of beautiful women"
No era lo único que tenía a favor "Valerie on the stairs", también está basada en un texto de Clive Barker. Que también debería saber que pese a mi gusto por Clive Barker, sus adaptaciones no siempre son precisamente buenas. 

De hecho la premisa me sonó un poco más Stephen King que Clive Barker. Rob es un joven escritor que acaba de ser aceptado en algo así como una residencia para escritores en busca de ser famosos. Sus ánimos iniciales son un poco eclipsados por el hecho de que al parecer el anterior dueño de su habitación no se fue por voluntad propia. Ya no digamos los ruidos y visiones que comienza a experimentar apenas instalado y que no son muy bien tomados por la mayoría de los residentes. Pero cada vez se siente más intrigado y atraído por la joven que se aparece violentamente al final de las escaleras.

En general suena como una trama bastante simple y conocida de historias de terror. Escritores frustrados, visiones, fantasmas sensuales, jóvenes siendo arrastradas a recónditos lugares por figuras oscuras. Clásico. No es que aporte demasiado pero también podría haber tenido una realización correcta. El asunto es que parece que "Masters of Horror" no puede hacer las cosas convencionales y necesita imprimirles un sentimiento televisivo no muy afortunado que convierte las tramas en una especie de caricaturas de sí mismas. O quizá es cosa de Mick Garris, porque a pesar de haberse encargado de tantas cosas de la serie, los dos capítulos que dirigió no tienen especialmente buenas reseñas. Y yo diría que ahí Barker debería ser un plus pero todos sabemos que en cuestión de terror, los textos son fácilmente manipulables.

Tiene todos los errores que esperaríamos de una serie de televisión tirando a mediocre: actuaciones exageradas, situaciones forzadas, una tendencia casi innecesaria hacia la pornografía (que no es que yo vaya a quejarme, pero la verdad es que ocupa mucho más tiempo del justificable y ni siquiera está muy bien puesta) y unos efectos un poco penosos. Y eso no voy ni a hablarles de la *figura oscura que arrastra a Valerie a recónditos lugares* porque sólo haría esta reseña más triste. 

Yo no sé si me he tenido mayormente mala suerte escogiendo capítulos de "Masters of Horror" (aunque sí que han habido un par que me han gustado) o resultó ser una serie muy por debajo de lo que prometía, y es que me cuesta creer que sea tan difícil hacer un proyecto de terror de esta índole y que falle tan terriblemente al incluir un gran número de episodios tan burdos. 
No lo sé, a mí ya la sola premisa de una mujer fantasmagórica apareciéndose al final de una escalera ya me parecía buena idea. Y en lo que quedó.




¿Algún capítulo de "Masters of Horror" que les guste?

28.10.12

28/10/12
Hablando de películas que es bueno dejar reposar y hablar de ellas un poco en la distancia, supongo que de "La piel que habito" debí hablar desde el año pasado. Pero toca hoy.



"Lo que no pueda conseguir el amor de un loco"
Aunque Almodóvar es un director que suelo disfrutar en general, tampoco es que me emocione particularmente enfrentarme con sus nuevas películas. Tengo un par de grandes favoritas en su filmografía pero de resto creo que es un director al que hay que saber agarrarle la vuelta para poder disfrutarlo, al menos de mi parte, y toda la euforia que desató en su momento sentimientos extremos cuando se estrenó ésta su última película hasta el momento, hizo que no me dieran demasiadas ganas de verla. Con todo y el regreso de Antonio Banderas bajo su dirección. Aun cuando la trama involucrara médicos locos y reconstrucciones corporales.

Un médico está obsesionado con crear una especie de traje-segunda piel que pueda proteger y ayudar a regenerar los cuerpos quemados. Aunque su misión parece loable, el hecho de estar experimentando ilegalmente en su propia casa con una conejillo de indias que no parece estar ahí por su voluntad, hace que las cosas luzcan sospechosas. Es claro que hay un pasado tormentoso que persigue a Robert, el médico, y también que Vera, esa enigmática joven presa, tiene algo que ver con él, pero habrá que ir adivinando de dónde vienen y hacia dónde llevan esas heridas ocultas que ambos parecen tan preocupados por esconder.

Lo cierto es visto fríamente la película tiene una gran cantidad de elementos que deberían atraparme por sí mismos. Antonio Banderas, médicos medio locos, reconstrucción corporal, cuestiones de identidad, locura, crimen, y otros detalles algo mórbidos que serían grandes spoilers pero que generalmente se incluyen en las listas de todo lo que me gusta en una película. Un thriller que avanza hacia atrás y hacia adelante y que funciona precisamente del mismo modo que el trabajo de Robert: reconstruyendo un nuevo rostro.

En su momento es posible que me dejara guiar por alguna clase de aversión a la película que venía del hecho de que tanta gente la alababa sin recelo. Es cierto que como thriller cumple bien su función y, principalmente, que es una película increíblemente estética. La armonía de los cuerpos en pantalla, las simetrías, la claridad de los enfoques, la hace posiblemente una de las películas del directores que más he disfrutado de ver, al mismo tiempo que tiene un ritmo especialmente favorable (que quizá desentona un poco con la abrupta subtrama del Tigre que aparece tan de repente y muy pronto, pero voy a perdonarla).
Sin embargo también creo que tiene algunos problemas bastante claros y que para mí le restaron fuerza a un visionado que debió ser mucho más contundente. Por una parte los personajes, que tienen un excelente trasfondo detrás, no terminan de desarrollarse demasiado más allá de que se nos dé la información necesaria. En especial creo que Banderas podría haber conseguido un personaje brutal y violento en sus dos extremos, y sin embargo se queda casi en lo anecdótico. Sus cambios de temperamento, a pesar de resultar difíciles de comprender, se aprecian en pantalla casi como algo natural y no llega a manifestarse ni tan terriblemente loco, desesperado ni apasionado como uno intuye que es, tomando en cuenta todo lo que hace. Elena Anaya es perfecta en físico y presencia, pero tampoco termina de convencerme por completo de cómo se llega a configurar como Vera, de todo el proceso que la separa de su anterior yo. 
Y finalmente creo que es una película cuyo mayor golpe es un momento preciso. El giro de revelación juega un papel trascendental en el visionado y creo que si uno no lo recibe por completo entonces el resto de la película se queda un poco en el nivel de 'está bien' y mucho más. Y para mí eso jugo un papel decisivo porque por varios factores, que no fueron exactamente spoilers, vi venir lo que pasaba desde antes, y entonces aunque no dejó de parecerme una trama poderosa, tampoco me golpeó ni sorprendió en su momento, de modo que el resto de la historia transcurrió casi con normalidad. Y no es nada favorable que una película de este calibre dé la impresión de normalidad en ningún momento.

Me parece una gran elección de historia pero me deja una sensación clara de que Almodóvar ha hecho muchas mejores cosas y que se mueve más cómodamente por otros géneros. Y que aunque es una película muy bien hecha, no termina de aprovechar un potencial que es más que claro que ahí tiene y que podría haber dado para muchísimo más. 
O soy yo que tiendo a ver joyas escondidas en todo lo que insinúe métodos inusuales de expresar la locura y la obsesión. Y me dejó a medias.




¿Películas que involucren cirugías estéticas por razones inusuales?

26.10.12


26/10/12
No esperaba encontrarme con "This is not a film" en cartelera de modo que la sorpresa fue más que agradable. Aunque ya ha pasado algún tiempo desde que hablamos de Panahi y su juicio, nunca es mal momento para adentrarnos todavía más en el universo de este director.



"Ya no soy un director"
Jafar Panahi, director iraní, fue arrestado durante el 2010 acusado de estar grabando una película contraria el régimen que gobierna el país. A pesar de no contar con pruebas al respecto el director fue condenado a seis años de cárcel y 20 más en que no podrá abandonar el país ni grabar ninguna película. Mientras presenta el recurso de apelación y antecediendo a lo que podría suceder de confirmarse la sentencia, Panahi decide llamar a un amigo suyo, Mojtaba Mirtahmasb, para que lo ayude a grabar algunas ideas que tiene en mente y que no consigue expresar como quisiera.

La película se configura como una serie de secuencias hiladas que no siempre tienen una dirección clara pero donde quedar de manifiesto la principal preocupación de Panahi: la construcción de historias. Su sincero amor por el cine no tiene que ser enunciado de manera explícita para que resulte evidente en cada uno de sus comentarios, en el modo en que puede ir construyendo imágenes, relatos, ideas, conforme va hablando, de manera fragmentaria, reinterpretando todos los sentimientos que vivir en Irán ha ido acumulando en él. Pasamos de una conversación grabada con su abogada de apelación, el intento de contar su último guión que claramente ya no podrá grabar, hasta hablar de todo lo que el cine ha ido significando para él a lo largo de sus películas. Escenas aisladas, sentimientos contradictorios, secuencias caseras. Al final Panahi consigue lo que quería lograr con su última película: grabar en un espacio cerrado. Después de conformar una filmografía casi por entero en exteriores, su ambición era mostrar que también dentro de un sitio cerrado se podía grabar una película. Pero esto, como dice él entre el humor y la angustia, no es una película.

Uno de los retratos más sencillos, sinceros y potentes que he visto del universo real y fílmico de un director. Su concepción no dejó de recordarme a lo que había hecho Kim Ki Duk en "Arirang". En ambos casos los directores hablan de sí mismos a través del proceso de creación y su interrupción. En el caso de Kim Ki Duk una interrupción en pasado, ahora que ha logrado vencerla a través de "Pieta", y en el de Panahi a través del conocimiento de la posible imposibilidad. 
Una película sencilla, poco técnica, más que breve, y que se configura como una de las más fantásticas odas de amor al cine. 

Panahi, te quiero.

Desgraciadamente, la película no nos lo cuenta pero nosotros ahora lo sabemos, el tribunal reafirmó la sentencia dictada contra el director, a pesar de que su abogada esperaba que al menos le disminuyeran los años de prohibición fílmica y le redujeran los de cárcel. Es difícil vislumbrar el destino artístico al  que está por enfrentarse en caso de que se terminen de agotar todos los posibles recursos. Una verdadera pena.




¿Película o documental de un director hablando sobre sí mismo o su obra?

25.10.12


25/10/12
Ya extrañaban la pornografía soft-core japonesa retro, ¿verdad? No teman porque todavía nos queda un rato para hablar de ella. Y para que no crean que del único que puedo hablar es de Wakamatsu, vamos con otro estilo bastante diferente en "Slave widow".



"There is an evil spirit under her skin"
Aunque estrictamente se trata de un pinku eiga, Watanabe comenzaba a vislumbrar algunos de los temas que  en la década siguiente se volverían clásicos con el Roman Porno. En este caso en concreto se trata del eterno tema de la mujer desamparada cuya debilidad es aprovechada depravadamente por algún hombre a su alrededor. La diferencia radicaría esencialmente en el modo en que el director consigue retratar la situación particular de su protagonista.

Mitsuko Fuji es una mujer cuya vida podría parecer ideal, al menos hasta que su amado marido fallece y ella se encuentra no sólo como una joven viuda, sino que descubre que las empresas de su esposo no iban precisamente bien y que ahora está en bancarrota. Aún más, cargada de las deudas que había contraído el difunto en sus últimos tiempos. Sin saber qué hacer acepta la ayuda del señor Kito, quien trabajara con su esposo, aunque no pasa demasiado tiempo en revelarse las verdaderas intenciones del mismo quien orilla a Mitsuko hasta convertirla en su esclava sexual como único medio para que pague sus deudas. La dinámica amorosa se complica todavía más cuando el hijo del señor Kito, Kazuhiko, comienza a desarrollar también sentimientos por Mitsuko aun cuando se supone está comprometido para casarse con la hija de un socio de su padre. 

La trama puede sonar algo tópica si ha visto películas de los 70, pero lo cierto es que el modo en que es desarrollada no lo es. Mientras que el Roman Porno se dedicó a hacer de estas mujeres vejadas una suerte de heroínas sexploitation que terminan disfrutando de su condición en una trama un poco caricaturesca, Watanabe opta por una recreación casi de drama cotidiano para representar la figura de Mitsuko. Si bien las secuencias sexuales cumplen con su función de aparecer cada cierto tiempo y siguiendo ciertas convenciones, la película nunca termina de caer en el jugueteo amoroso mientras que el destino de Mitsuko se mantiene más trágico que sensual. Contando además con una serie de secuencias intermedias que buscan ahondar en los personajes y su conflicto de una manera casi que inusual para el pinku eiga, como es la relación que se establece entre Mitsuko y su criada, Maya.

Por otra parte, si bien es una pieza disfrutable, tampoco termina por destacar demasiado en el panorama de la época precisamente por no apostar demasiado por ninguno de sus aspectos: no lleva la violencia sexual hacia ningún límite ni tampoco se esmera más en el retrato realista de la protagonista. Probablemente su mayor encanto es el aprovechar ciertas convenciones cinematográficas de la época para luego romperlas de manera sutil. Aunque para afirmarlo más categóricamente me faltaría ver más piezas del director, cosa que esperemos suceda en algún momento.
Como dato curioso, Naomi Tani, quien unos años después se convertiría en la reina del bondage japonés, tuvo un pequeño papel fugaz en esta película. Aunque pasa bastante desapercibida (probablemente porque no está desnuda colgando de un millón de nudos).




¿Películas sobre dificultades de las viudez? 

24.10.12


24/10/12
Al parecer películas como "The Human Centipede II" son con las que la gente suele asociarme. Lo cual está bien, por una parte, y terriblemente mal por la otra. Yo ya había hecho una crítica poco favorable de la primera parte de esta grotesca idea pero eso no significaba que fuese a perder la segunda.



"The centipede can be considered a phallic symbol. Centipedes are very aggressive creatures. Their bite can be very painful. Maybe he's connecting the pain that a centipede inflicts with the pain inflicted on him through use of psychological and sexual abuse by his father"
Lo que "Human Centipede II" tenía a su favor era un gran poster. Un excelente poster. Que de hecho me parece sospechosamente similar a algunos dibujos de Junji Ito, en concreto los de su historia corta, "Army of one". Si hubiese alguna posible relación eso quizá haría que Tom Six me cayera un poco mejor. Sólo un poco.

Todos recuerdan la maravillosa premisa que guiaba absolutamente toda la primera parte, ¿no? Pues tómenla, tomen también de manera general mis argumentos en contra de la misma, pónganlo todo en blanco y negro, quítenle la poca seriedad a la que hubiera aspirado, mézclelo bien y confúndase con el resultado: ¡cha-rán!
Martin es un hombre mayor, poco agraciado en todos los aspectos posibles, con trastornos sociales y mentales bastante claros (y probablemente hasta con una discapacidad mental). Está obsesionado con la película de "Human Centipede" y la ve una y otra vez mientras trabaja como guardia de un estacionamiento. Eso lo ha llevado a obsesionarse también con los ciempiés, la violencia, y las operaciones quirúrgicas grotescas. Efectos obvios de este tipo de películas insanas.

Si uno podría acusar a la primera parte de la saga de tomarse a sí misma muy en serio, Tom Six se va al otro extremo al hacer una secuela satírica hiperbólicamente absurda. No es como que coser gente entre sí sea de lo más verosímil, pero hay que restarle todo vestigio de seriedad para no sucumbir rápidamente ante la acartonada presentación de esta segunda parte. Algunos dirían que es eso una virtud, pero si para mí había algo de bueno en poder ver violencia un poco más desenfadada, eso se veía eclipsado por completo ante el narcisismo extremo del director que se erige como eje máximo de todo lo que sucede en su microuniverso volviéndose el único referente posible. Lo cual quizá podría no ser tan malo si hubiera hecho al menos una película decente, pero la saga en cuestión parece que está destinada a explotar al máximo las secuencias desagradables de violencia aparentemente explícita (pero engañosa, todos lo sabemos) sin ninguna clase de organización mejor planeada. 

Es cierto que todo es terriblemente enfermizo, en especial la actuación del actor protagónico, Laurence R. Harvey, de quien seguro les encantará saber que su casting para la película consistió en violar una silla (y consiguió el papel, imagínense ustedes el resto). Pero la verdad es que por más creíble que puedas resultar como un trastornado total, a veces el público espera un poco más que eso. Sólo un poquito más.
Así que mejor vean ese maravilloso poster una y otra vez e imagínense la trama, les aseguro que así todos salimos ganando.




¿Películas sobre asesinos imitadores?

23.10.12


23/10/12
Nada mejor que abrir un maratón con Corea y cerrarlo con Corea. Además de que "The president's last bang" parecía un thriller histórico-político interesante. Y ya sabemos lo fácil que caigo cuando algo parece vagamente un thriller.



"A true samurai never leaves loose ends!"
Corea del Sur atravesó por una dictadura que inició en 1961 cuando el general Park Chung-hee se hizo con el poder tras un golpe de Estado, y se mantuvo en el mismo por los siguientes 18 años. Durante su régimen hubo toda clase de represiones y de trágicos momentos, de modo que hacia finales de los años 70 fue asesinado por integrantes de la Agencia Coreana de Inteligencia. Tampoco es que a Corea le fuese mucho mejor en los años que le siguieron al asesinato.
La película recrea las horas anteriores a la muerte de Park, esforzándose en conseguir un retrato dinámico y breve de todos los involucrados en el suceso, que también de alguna manera explicaban en sí mismos la situación por la que atravesaba el país en aquella época y un poco de lo que le esperaba. A diferencia de otros posibles puntos de comparación, aquí vemos un plan a veces impulsivo, que tiene que reordenarse constantemente y que en muchos momentos hasta nos deja la sensación de que está por fallar. Las condiciones en las que sucedió el atentado eran menos que oportunas y el dejo de descuido y a veces hasta irreflexión sirve para alejar la trama de la ceremoniosidad con la que suelen verse en retrospectiva estos hechos. 

Ahora bien, es difícil saber en qué medida eso busca darle una distinta dimensión histórica a la película o cuánto es una declaración de intenciones por parte del director. Me sorprendió un poco leer posteriormente que en casi toda la información que refiere a la película se le trata como 'comedia negra'. Si bien tiene un tono inusual y un modo bastante informal de retratar un importante momento histórico, no sé bien si yo la consideraría exactamente una comedia negra, salvando las distancias culturales que me diferencian de un espectador coreano. Es cierto que la historia parece recrearse bastante en detalles mundanos y en los puntos más caricaturescos de los personajes, pero mi impresión es que todo ello servía al propósito de romper un poco con el tono y enfatizar las condiciones particulares de los integrantes del grupo de asalto, alejándolos de los estereotipos usuales de héroes o traidores. Por otro lado es también posible que gran parte del contenido de la película esté muy dirigido a un público local, lo que nos lleva a un segundo punto en contra, que además es bastante importante para cualquiera que no esté del todo familiarizado con la historia surcoreana (que quiero creer somos los más, fuera de Corea). Y es que es muy difícil seguir la trama. Al principio tenemos un cierto cúmulo de información útil para comenzar la historia, pero en el momento en que todos empiezan a dar vueltas pensando en cómo matar a Park, comienza a volverse un pequeño dolor de cabeza el reconocer nombres, títulos, posiciones, a favor o en contra, y en general conseguir armar toda la idea del asesinato en torno de una idea más general de trama política. Y me gusta pensar que yo suelo moverme un poco más fácilmente entre nombres y rostros asiáticos que el espectador promedio, además de que ya había leído un poco sobre este capítulo histórico en particular, y aun así debo decir que durante gran parte del inicio de la película sentí que no me estaba enterando de nada más allá de quién lleva armas y quién no, lo que no es un gran consuelo.

No dudo que es una película que tiene que verse varias veces, que tiene que conocerse mejor y que puede resultar muy ilustrativa llegado el caso, pero también es cierto que eso lo sería para alguien particularmente interesado en la historia y la cinematografía coreana. La verdad es que hasta me cuesta creer un poco que tenga tan buenas reseñas en imdb siendo que la película por momentos se esfuerza en ser un poco críptica, pero a lo mejor hay algo en el fanatismo por complots políticos que me estoy perdiendo. 
También es probable que sea un problema entre Sang-soo Im y yo. Desconocía antes de verla que era del mismo director que "The housemaid" pero luego comprobé que ambas me dejaron una sensación parecida: que tenían un excelente empaque para un frívolo interior.




¿Películas sobre golpes de Estado?

22.10.12


22/10/12
Por esos días habíamos decidido que queríamos ver un poco más de cine iraní, y Bahman Ghobadi parecía una apuesta segura. Especialmente si tenía que ver con música, y si tenía un título tan fantástico como "Nadie sabe nada de gatos persas".



"This is Tehran, a city where everything you see entices you"
Los pocos ejemplos que recuerdo de documental de ficción son principalmente de televisión y apenas usan estrategias burdas de dramatización para conseguir transmitir un mensaje. De modo que cuando supe que la trama iba hacia una investigación dramatizada sobre la escena musical underground en Irán, no me quedaba demasiado claro cómo iba a funcionar el asunto.

Al inicio vemos al propio Ghobadi hablando del presente proyecto con alguien más, diciéndole que quiere hablar sobre la música en Irán y que dos jóvenes lo ayudarán en su labor. Negar y Ashkan son dos músicos que han conseguido ser invitados a un festival de música en Londres, y nada ansían más que poder salir del país para perseguir su sueño de ser músicos y éste es un posible paso importante. El problema es que no tienen una banda y tienen que conseguir armar una en apenas los pocos días que tienen para ordenar todo para partir (lo que incluye documentos falsificados y otros detalles). A partir de esta búsqueda, siguiendo el 'yo conozco a un amigo que toca en...' nos vamos sumergiendo en las más que particulares condiciones del panorama musical en dicho país. La estricta censura que hay sobre las producciones musicales orillan a la gran mayoría de los músicos a la ilegalidad, por lo cual tendrán que recurrir a toda clase de estrategias y trucos para evadir a la justicia, desde la organización, las prácticas, hasta los conciertos clandestinos donde todos los asistentes corren el riesgo de ser sorprendidos en plena acción. La estrategia de perseguir integrantes los lleva y nos lleva también a nosotros a presenciar pequeñas puestas en escena de músicos reales que salen adelante con su propuesta musical en Irán. Intercalada con la trama vemos pequeños videoclips de distintos géneros musicales y donde se puede apreciar la influencia que ha tenido esta difícil condición en la creación musical.

Es increíble el modo en que el director consigue equilibrar de manera óptima todas las implicaciones genéricas de la película: la bien documentada parte documental, la interesante trama de ficción que va hilando esta investigación, y la fantástica intromisión de momentos musicales entre todo ello. Que además, pese al sentimiento trágico que reina en la trama desde el inicio, consigue darle un toque fresco y dinámico que va en correspondencia con el género indie de la música de la pareja protagonista. 

Una película increíblemente entretenida, dura, rítmica, toda ella construida a través de una línea musical fantástica y que, sobre todo, nos deja asomarnos a un aspecto tan particular y tan desconocido del mundo iraní. Yo quedé fascinada, encantada, conmovida y atrapada. Ahora sólo me quedan más ganas de ver todo lo posible del director y del país. A ver qué más sorpresas nos esperan.




¿Otros documentales musicales que les gusten?

21.10.12


21/10/12
Para iniciar otro de los maratones sabatinos con Adriana, decidimos que si hay una fórmula que nunca falla esa es la de los thrillers coreanos. Así que ahí fuimos, con "Voice of a murderer".



"Do you actually think you'll get away with this?"
Han Kyung-bae es un exitoso y reconocido presentador de noticias por televisión. Su vida parece ir particularmente bien, aunque a veces no tenga demasiado tiempo para pasar con su esposa y su hijo, quien sufre un poco por la insistencia de su madre en luchar contra su sobrepeso. Pero su vida cambia radicalmente un día que su hijo no regresa a casa tras haber salido a jugar y al poco tiempo reciben la llamada de un desconocido que dice tenerlo y exige un rescate. Durante los siguientes 44 días, la pareja y la policía harán todo lo posible por complacer al misterioso criminal quien parece disfrutar de llamarlos constantemente pidiéndoles que realicen toda clase de acciones sin sentido en espera de poder concretar la entrega del rescate. 

Quizá me adelanté creyendo que era un thriller, ya que si bien el planteamiento va sobre un crimen, el enfoque de la película está más orientado al drama, aunque contenga un par de buenas secuencias de acción.   
El hecho de que se trate de un caso real, de lo sucedido en un caso de secuestro a inicios de los 90, hace que el desarrollo de la trama tenga algunas limitaciones. En general en las que a mí concierne, que nadie se vuelve un agente doble vengador sediento de sangre. Y por el contrario nos concentramos en el drama por el que pasa una pareja que tiene que rebajarse a hacer todo lo que una misteriosa voz les ordene por teléfono con tal de conservar la esperanza de volver a ver a su hijo con vida. Aunque se sigue de manera principal al personaje de Han Kyung-bae, con las implicaciones que tiene su posición social, el cuestionamiento constante de su relación con su familia, y los intentos desesperados que hace por querer burlarlos a todos y tener la ilusión de poder ir un paso delante del secuestrador. Siendo un poco más fugaz, el personaje de Oh Ji-sun, la esposa, no es menos interesante, al ver cómo va de seguir obedientemente las órdenes de todos los implicados, hasta querer rebelarse contra todos y seguir la propia búsqueda de su esposo. Al tiempo que entre ambos vemos sus problemas, sus acercamientos y rechazos, lógicos considerando la fuerte situación por la que atraviesan, al mismo tiempo que sus relaciones con la policía y de manera tangencial lo poco efectiva que el cine nos ha mostrado siempre a la justicia coreana. 

La estructura de la trama finalmente se inclina por completo hacia el drama y termina por ser apenas un melodrama teñido por detalles de thriller. Si bien la historia se desarrolla de manera formalmente sencilla, consigue equilibrar de manera bastante exitosa sus géneros y una historia que podría ser tópica de secuestro, para conseguir unas poderosas escenas y una película muy bien llevada. Pese a mi decepción inicial por no ver un thriller más violento y extremo.

Una de las cosas que más gratamente me sorprendieron es la capacidad que tiene el actor Kyung-gu Sol de transformarse en sus papeles aun cuando podría parecer que no es necesario. Inicialmente no lo reconocí como el protagonista de "Oasis" y al volver a verlo en otro thriller, ya más en forma, "No mercy", también me pareció increíble el modo en que se mete en la piel de sus personajes hasta volverse otro. Sin duda uno de los elementos más fuertes de esta película. 




¿Películas sobre secuestros?

19.10.12


19/10/12
En respuesta a todas esas veces que me he preguntado qué ha hecho el cine mexicano por mí (además de  decepcionarme) y como parte de una interesante estrategia, la película "Después de Lucía", la seleccionada por México para ser enviada a los óscares, tuvo una serie de exhibiciones gratuitas durante esta semana. Y aunque la estrenan formalmente ya este fin, no iba a perderme la parte de 'gratis'.



"Yo sólo quiero que tú estés bien"
Por otro lado tampoco tenía una posición muy clara respecto a la cinta. A mí no dejó de parecerme un poco curioso que la seleccionaran en lugar de "Post Tenebras Lux" de Reygadas, que dado que salió bien librada en Cannes parecería una mínima oportunidad de al menos colarnos en los cinco nominados finales. Supuse entonces que era por el asunto de que "Después de Lucía" aborda el tema del bullying juvenil que tanto ha estado resonando últimamente de manera mediática. Aunque tampoco me emocionaba demasiado la perspectiva de ver una película sobre bullying, que temo a veces exageran el dramatismo inherente a la situación misma.

Alejandra y su padre, Roberto, acaban de mudarse a la Ciudad de México desde Puerto Vallarta, tras la muerte de su madre. Alejandra comienza su nueva vida en un nuevo colegio y al principio todo parece ir bien, fuera de los sentimientos que se intuyen como parte del duelo, más claros en su padre que en ella. Un aparente incidente aislado, donde tras su primera fiesta termina teniendo relaciones con uno de sus nuevos compañeros en el baño y es grabada por el chico, termina teniendo más repercusiones de las esperadas cuando el joven comienza a distribuir el video entre todos en la escuela. Lo que al inicio supondrá apenas unas burlas y sobrenombres pronto comenzará a escalar hacia proporciones preocupantes. 

Uno de los primeros puntos por los que destaca la historia es porque, manteniéndose fiel a su temática, trata de apartarse de los clichés más usuales o repetitivos del bullying. No porque el mismo esté justificado en ninguna circunstancia, sino porque se ha creado una consciencia mediática enfocada hacia aspectos muy limitados del mismo, como si sólo individuos en situaciones marginales pudieran ser víctimas del mismo: el gordo, el pobre, el antisocial, el que tiene algún problema evidente. Alejandra en apariencia encarna todo lo contrario, una condición casi ideal: es de clase media-alta, es bonita, es delgada, no tiene problemas para hacer amigos, tiene una buena relación con su padre. Y sin embargo nada de ello importa cuando una situación la pone en el ojo de las críticas y la convierte en una suerte de chivo expiatorio de todos los malestares sociales. Incluso el hecho mismo que la lleva a esta situación no es problematizado en el modo en que uno está acostumbrado a verlo (en el debate moral de si está bien o mal que los adolescentes tengan relaciones de manera desordenada) sino que sirve para reflejar la hipocresía de la sociedad que se apega a obsoletos valores morales sólo cuando le conviene: Alejandra no hace nada que resulte extraño a su entorno, en la misma fiesta todos están metiéndose con todos, sencillamente su *falta* resulta palpable, por haber sido grabada, y eso la hace merecedora de un *castigo*.

La película es incómoda pero no abusa de una violencia explícita para reflejarlo. De hecho los momentos más desgarradores vienen generalmente acompañados del rostro impasible de la joven que se esfuerza por mantener un equilibrio prácticamente virtual, y no demostrar su malestar ante un padre que ya ha tenido que lidiar con muchos malos momentos de manera reciente. Aunque inicia de un modo algo lento, esto sirve para construir un ritmo apropiado, sólido, donde los personajes cobran una dimensión total sin tener que sobre-esforzarse en ellos. Sus actuaciones a veces un poco amateurs, ayudan a darle un toque natural y una verosimilitud más cercana. Yo por un momento temí que terminara de manera abrupta y sin resolverme nada y yo tuviera que lidiar con todo mi odio hacia esos adolescentes del demonio, pero el préstamo genérico que  hace hacia el final, con tintes un poco cercanos al thriller, me pareció más que apropiado y sobre todo que consigue darle un cierre inmejorable. 

Si todo esto parece ser una serie de halagos desinhibidos sin puntos en contra, también es cierto que se debe en gran medida a que esperaba muy poco de la película y me encontré con un producto más que correcto. Pero esto puesto sobre todo en comparación con el cine mexicano que más abunda en cartelera. "Después de Lucía" no deja de ser una propuesta sencilla y que tiene algunos pequeños huecos que se compensan por la fuerza de la temática elegida, con la que es fácil identificarse y tomar partido. Es sin duda una labor excelentemente bien realizada por parte de un director joven dentro de una cinematografía que necesita tomar más riesgos. Pero poco veo que tenga que hacer en comparación a las películas premiadas con el óscar extranjero de los últimos años, incluso con las nominadas, y más si vemos la lista de las que han sido enviadas para este año.




¿Alguna película sobre bullying?

17.10.12


17/10/12
No saben la pena que me embarga al escribir hoy en honor de un director del que he hablado mucho últimamente, Kôji Wakamatsu. El prolífico director de 76 años falleció el día de hoy a consecuencia de haber sido atropellado hace unos días al caminar por Tokio. Una pérdida más que lamentable, ya que comentaba hace poco a raíz de "Caterpillar" que su estilo parecía estar tomando una nueva y renovada dirección con sus últimas películas. Pero ya sólo nos quedará eso. Por desgracia ya sólo me quedaba una película suya pendiente por comentar, y no precisamente de las más logradas, "Perfect Education 6".



"Humans are weak. Compared to animals, even in sex we lack passion"
En los años 60 y posteriores, como resultado de las abundantes producciones pornográficas con tramas estándar que sólo buscaban convertirte en un producto de consumo rápido, comenzaron a aparecer numerosas 'sagas' fundamentadas casi siempre en tópicos-fetiche muy generales. Puntos de partida como esposas infieles, acosadores en trenes, aventuras de jóvenes oficinistas solteras, utilizaban un título general para diferenciarse y prometer la parte uno, dos, siete y hasta números inimaginables de posibilidades de desarrollo. En raras ocasiones las sagas compartían algo más, como sucedió en alguna ocasión con personajes clave o situaciones más concretas.

Que una saga similar, en este caso la conformada por "Perfect education" tuviera lugar a inicios de los años 90, parece más una estrategia destinada a apelar a la nostalgia del viejo género pinku o roman porno, que una verdadera renovación de esas vetas cinematográficas. No puedo hablar mucho más de las primeras cinco partes, de las cuales lo único que queda claro es que el punto de inicio es la sumisión de la mujer para 'reeducarla' en base a las fantasías eróticas del sujeto en cuestión. Y ahí es donde Wakamatsu entra.

La historia tiene toda la apariencia de una cinta bastante promedio del pinku eiga contemporáneo. Con bajos  pero puntuales recursos, se cuenta la historia de un joven que es engañado por su amante para que asesine a su marido con la promesa de escapar juntos. La cosa no sale en absoluto como estaba previsto y él, tratando de escapar, termina por refugiarse en una cabaña en mitad de la nada en el nevado bosque que rodea la ciudad. En ella sólo vive una extraña mujer cuyo comportamiento es bastante inusual, pero a la que no se atreve a cuestionar demasiado. Incapacitado para abandonar el lugar, pronto descubrirá los secretos que esa cabaña lleva años ocultando.

La premisa aparentemente recurrente lo es y no al mismo tiempo. Si bien muchas historias de sadomasoquismo involucran la intromisión de un tercero en la dinámica amorosa, aquí dicha intromisión no corresponde al usual vouyeur que se inmiscuye en la violenta intimidad sino que genera una ruptura con ese mundo que ahora se aparta de manera clara como una situación anómalo del contexto en que está insertado.  Inusual también es, aunque eso de manera concreta para el director, la atención que recibe el personaje femenino protagónico. Si la idea de redescubrir la sexualidad a través de la tortura es usual en este tipo de tramas, Wakamatsu aborda la complejidad de ese mundo femenino no para sublimarlo pero tampoco para rescatarlo: la idea de 'educación' juega un papel en varias dimensiones, desde las brutales intenciones del amo y verdugo, la condición cíclica de la psique femenina que se encuentra estancada en su más tierno periodo colegial, hasta la re-constitución de la integridad femenina y su potencial peligro para el sexo masculino. No desde la perspectiva medieval del peligro inherente a la mujer, sino por ostentarse como una entidad autónoma en un mundo dominado por la masculinidad. Una fuerte metáfora del pinku eiga hasta unos pocos años atrás.

Una pieza no demasiado destacada en su filmografía, de la época en que comenzaba a tratar de volver a posicionarse en el panorama actual, atrapado al principio por el propio género que lo dio a conocer. Ese mismo año conseguiría dar el primer giro hacia su nuevo cine con "Cycling chronicles: Landscapes the boy saw". Y si bien "Perfect education 6" quedará como una de sus curiosidades como padre del pinku eiga, lo cierto es que demostró todavía ser capaz de llevar el más simple convencionalismo hasta su máxima expresión. 




Te voy a extrañar, Wakamatsu.

14.10.12


14/10/12
Podrán suponer que nuestro remoto seguimiento del Festival de Sitges no resultó especialmente bien. Y ahora viendo las listas de ganadores parece que la maldición de no ver absolutamente nada premiado sólo se intensifica con la distancia. Pero no es que me preocupe mucho, al momento de elegir en la lista de opciones, es obvio que "Dead sushi" iba a estar necesariamente entre las primeras.



"When you hurt a sushi chef's pride, the next dish is death!"
Con ese título ¿qué puedo contarles? Si uno podría pensar que después de colegiales trasvestis, chicas con brazos de ametralladoras, geishas robots, adolescentes mutantes, robots que pelean karate y bellezas inmortales, a Noboru Iguchi se le comenzarían a agotar las ideas delirantes. El trailer de "Dead sushi" es una respuesta rotunda y negativa a esa cuestión, que además no fue su única película que se presentó este año, es una pena que no podamos comentar "Zombie ass" pronto.

Una joven se ha entrenado junto con su padre para ser una chef de sushi. El problema, claro, es que es mujer, así que no importa si eres una suerte de Bruce Lee femenina del sushi, igual tu padre no va a quererte. Tras una discusión con él huye de casa y termina trabajando de mesera en una pensión que se precia de tener un excelente sushi. Como mesera no es particularmente buena, y tiene tan buena suerte que su último grupo de huéspedes se ven involucrados en una misión de venganza por parte de un científico capaz de crear zombies. Y si tienes que llevar a cabo una venganza con zombies en Japón, pues, ¿por qué no aprovechar esa altísima cantidad de criaturas marinas muertas que se encuentran en cada restaurante?

Alguna vez comenté que al inicio, dentro del grupo de Sushi Typhoon, Iguchi era probablemente mi menos favorito. Junto a las colegialas zombies de Tomomatsu y las policías gore de Nishimura, poco tenía que hacer. Y lo cierto es que sus *viejos clásicos* como "Robogeisha" o "Machine girl" no conseguían convencerme del todo. Esta situación ha comenzado a revertirse últimamente, de manera especial con la presentación de la última parte de la saga de "Tomie" que dirigió él y que es mi favorita de todas las que he visto de este personaje. Si "Dead sushi" parecía una más de sus descabelladas ideas sin ningún otro componente excepcional, Iguchi llevó el concepto de sushi zombie a niveles inimaginables. Inimaginables.

Hacer una buena película bizarra, hiperbólica y delirante, también es un arte. Lo cierto es que el público no requiere demasiado y en general se sostienen por sí mismas, pero también es cierto que en muchas ocasiones se suelen quedar en una buena premisa con una ejecución valida y poco más. Mi impresión es que con el paso del tiempo Iguchi ha dominado perfectamente el modo de hacer este tipo de películas de modo que ya no se vale únicamente de sus psicotrónicas ideas, sino que es capaz de llevarlas a la pantalla a la perfección consiguiendo verdaderas joyas de la serie B más absurda. En "Dead sushi" todo está perfectamente en su lugar: un conocimiento pleno de la estructura narrativa más tópica de heroismo nipón, buenos actores (la mayoría de ellos sospechosos usuales de este tipo de tramas, coronados por Rina Takeda, excelente con las artes marciales), muy buenas coreografías en las peleas (cosa no demasiado usual) y un humor y meta-humor inmejorable. Si uno podría pensar que los sushis zombies harían el trabajo por sí mismos, pronto comprobaremos que la cosa puede todavía mejorar mucho más.

Es claro que este tipo de películas no son para cualquiera, pero si viendo el trailer les despierta el más mínimo interés, a partir de ahí nada puede salir mal. De las películas más divertidas que he visto en un buen rato. 




¿Película favorita de Noboru Iguchi?

12.10.12


12/10/12
Interrumpimos la transmisión actual, de seguimiento del Festival de Sitges, para inaugurar mi regreso a las salas de cine mexicanas, que ya se había tardado. Y aprovechando una de las sedes alternas de la cineteca y un documental sobre la caída de la dictadura rumana: "Videogramas de una revolución".



"Despierta, rumano, del sueño de la muerte"
La dictadura rumana es un episodio histórico que me interesa bastante, sobre todo porque entre todas las dictaduras comunistas de la época, Ceausescu se encargó de hacerla bastante particular. Y también porque aunque nosotros vemos todos esos episodios en pasado, hay que tomar en cuenta que éste cerró casi a punto de iniciar la década de los 90. A la vuelta de la esquina. Si sabemos de manera teórica lo que sucedió para que tuviera lugar su final, los directores de este documental reunieron todo el material audiovisual que pudieron de los últimos días de la dictadura para hacer un seguimiento puntual no sólo de los sucesos históricos, sino también de su dimensión mediática.

La recopilación comienza pocos días antes de navidad, el 22 de diciembre, día del último discurso público de Ceausescu y termina tres días después, con su muerte. Si para entonces las manifestaciones se habían limitado a muestras de inconformidad en el oeste de Rumania, en apenas unos pocos días, las movilizaciones en Bucarest sirvieron para derrocar un régimen y hacerse con el poder del país nuevamente. Siguiendo intermitentemente cámaras de amateurs, cámaras de televisión desde la postura oficial y las que se iban revelando, hasta equipo profesional tomado con una finalidad ya clara de hacer historia. El crescendo se va percibiendo desde el momento en que las grabaciones, limitadas y tímidas en un inicio, van pronto dando paso a un enorme número de material que viene desde todas partes y que es tomado por personas que ya no tenían miedo de salir a la calle para mostrar cuál era la situación que se estaba viviendo.

A través de un gran número de secuencias y una voz en off que nos va guiando por los pormenores, muchas veces difíciles de captar en las caóticas escenas que tenían lugar, nos volvemos espectadores de la conformación de una revolución desde dentro. No sólo las grandes manifestaciones, las escenas claras de agitación social, sino también del caos, de la re-estructuración, de las dificultades internas. Todo realizado además en un tiempo tan compacto, desde muchas perspectivas, la imagen que se repite y que va mostrando diferentes caras cada vez. 

Un documental sumamente interesante, no sólo por su componente histórico, que si por momentos puede complicarse un poco debido a la cantidad de sucesos distintos y nombres que se agolpan de manera vertiginosa, cumple a la perfección con su función didáctica; sino por la interesante reflexión implícita sobre la reinvención mediática de la historia. La dimensión que da a los hechos a partir de un material tan rico y desde distintas versiones, conforman un retrato puntual y magnífico de una época y una revolución. 

Cabría esperar que pronto pudiéramos ver documentales similares de los procesos históricos y sociales por los que están atravesando algunos países árabes desde hace algunos años. Con el mayor acceso que se tiene actualmente a dispositivos de audio y video, el resultado podría ser de lo más interesante.




¿Documentales sobre revoluciones?

11.10.12


11/10/12
Mi traicionera conexión a internet complotea contra el seguimiento de mi irregular Festival de Sitges, pero no vamos a dejarla vencer. No, no. Y sobre todo cuando nos faltan películas de lo más interesantes por hablar.



"Talent is more erotic when it's wasted"
Después de "Una método peligroso", no puedo culpar a nadie que desconfiara de la próxima  producción de Cronenberg. Especialmente si involucra a Robert Pattinson, se ve menos cronenbergiana que nunca y tiene 5 estrellitas en imdb. Pero sigue siendo de esas cosas a las que te tienes que tirar de cabeza a ver qué tal resulta.

La sinopsis no ayuda mucho más: Un multimillonario de 28 años atraviesa Manhattan en su limusina para ir a que le corten el cabello, mientras varias personajes van convergiendo en su camino. 
Diversión asegurada, ¿he?

El inicio es igualmente desconcertante: tenemos a Robert Pattinson con sus ausentes expresiones faciales y su tono de voz ausente, insistiendo en un corte de cabello aunque todo parece indicar que es la mejor opción, mientras personajes no menos inusuales y enajenados van subiéndose a la limusina como si Manhattan consistiera en un par de calles llenas de tráfico por donde todos caminan. Encima de que al principio ni siquiera entendemos muy bien qué rol juega nadie en esa serie de conversaciones aisladas sin una finalidad clara: Personaje uno habla de un sistema de seguridad virtual y sus posibles amenazas, se va, personaje dos habla de la irregularidad del yuan dentro de las operaciones de divisas al momento, se va, personaje tres habla de una capilla con pintura de Rothko, se va, y así. El mundo dentro de la limusina parece artificial, frívolo, incongruente, inentendible, mientras que el mundo exterior, por lo que podemos suponer, evidencia la crisis financiera y social que atraviesa el Estados Unidos contemporáneo: amenazas de seguridad a distintos funcionarios, funerales mediáticos de famosos, manifestaciones constantes denunciando la amenaza del capitalismo. Casi todas las situaciones manejadas en la película son meramente conceptuales: divisas, capital, matrimonio, crisis, propiedad, peligro, clases sociales, salud. Aunque todo eso parece construir el mundo del protagonista, nada repercute de manera real en su vida. Es, por lo que sabemos, un genio con los conceptos, y se mueve a través de ellos con una indiferencia inquietante.

A través de su filmografía, especialmente en los últimos años, Cronenberg se ha encontrado con la estrofa común de 'su última película no es nada Cronenberg'. Pasó del salto del horror corporal a los protagonismos de Viggo Mortensen iniciados con "Una historia violenta". Pasó cuando Mortensen dejó de ser un personaje de dos caras y se convirtió en un analista en "Un método peligroso". Y seguro pasará ahora cuando parece que "Cosmopolis" no tiene nada que ver con su cine anterior.
En realidad me parece que la línea que ha marcado en sus últimos trabajos sigue un rumbo fijo aunque no siempre muy comprensible: los ángulos en la compleja conformación del individuo. Si pasó de las metamorfosis físicas a las metamorfosis psicológicas, luego se adentró en la interpretación de dicha psicología, ahora pasa a su encarnación inmediata en un individuo que ha asumido todo el potencial de su perfil psicológico. 
La película es frívola, es inconexa, tiene un final abrupto, nadie sabe qué está haciendo Pattinson ni por qué. Y es exactamente eso lo que busca, conformar un individuo cuya patología consiste en haberla asumido por completo, que no siente la necesidad de justificar su forma de ser, tener tacto, respetos la dinámica social inmediata. Y si bien se percibe de manera especial en el protagonista, lo que va quedando en claro conforme interactua con una amplia gama de personajes, incluyendo aquellos con los que no interactua directamente y se constituyen casi como fondo, es que la problemática social es un mal extendido. Que ninguno de los personajes retratados es capaz de acceder al mundo del otro, aunque a veces puedan dar dicha impresión, y que en esa ilusoria balanza capitalista que parece haberse erigido como nosotros los ricos vs ustedes los pobres, no hay roles reales y que en realidad todos caen en las mismas condiciones aunque las interpreten de maneras distintas.
Lo que se consigue es focalizar todos estos problemas en un solo individuo, que puede resultar difícil de apreciar porque es difícil aceptar personajes que sencillamente no sienten empatía y no se ajustan a las convenciones sociales, pero que no lo manifiestan de las usuales y dramáticas maneras que el cine suele emplear (asesinos despiadados, perversos con ambiciones ilimitadas). Es, sencillamente, un personaje al que parece no importarle nada realmente. ¿Pero no es así el resto del mundo?

Debo decir que a mí me pareció una película fascinante y perfectamente realizada. Hasta entendí por qué elegirían a un actor como Pattinson como protagónico. Y aunque hacia el final se vuelve un poco delirante y vertiginosa, es un recurso apropiado para mostrar las situaciones extremas a las que pueden llegarse. Hasta el abuso de actores reconocidos para apariciones más que breves está puesto en su lugar adecuado (aunque debo decir que a mí Juliette Binoche siempre me caerá mal). Me atrapó, me golpeó y me pareció una suerte de reinterpretación moderna de "El guardián entre el centeno" en el mundo actual. De hecho estoy convencida de que tiene por ahí un guiño al "¿a dónde van los patos en invierno?". 

Es otro de esos casos en que me cuesta creer que una película reciba tan malos comentarios cuando en el mejor de los casos es técnicamente impecable. Además de la mencionada teoría de que algunos fans hardcore la encontrarán muy diferente a lo que el director 'solía hacer', también es probable que muchas de las críticas vengan de personas que fueron al cine con la promesa de ver a Pattinson y poco más. No pienso sólo en esas adolescentes cegadas por su amor a "Twilight" sino también por espectadores más cercanos del promedio que lo asocien con sus usuales blockbusters light y pretendieran entrar a ver una película con trama definida y sobre la que no tuvieran que reflexionar mucho. Y con esa premisa, el espectáculo que estaban por ver podía ser tan poco emocionante como desconcertante. Pero al menos a mí me ha devuelto la fe en Cronenberg. 
Y yo me moría también por ver a su hijo como director, pero al parecer eso tendrá que esperar.




¿Alguna otra película sobre la frivolidad del mundo moderno?